De cómo se lucho la batalla de St. Albans contra los Sajones y de los acontecimientos que sucedieron en la Fiesta Sangrienta.
"El Rey Uther, muy enfermo, lidera a sus tropas contra Octa y Eosa en la Batalla de St. Albans. El Rey vence gloriosamente, pero en la fiesta de celebración es envenenado junto con todos los nobles de Logres, incluyendo al Conde Roderick de Salisbury" - Saxo Grammaticus, cronista.
El Rey Uther agoniza. Nineve, la Dama del Lago, le mantiene vivo con sus pócimas, pero está débil y en sueños pide ayuda a Merlín. Pero la Reina Ygraine envenena los oídos del Rey con palabras de odio contra el hechicero que secuestró a su hijo.
Los Sajones han invadido Logres. Avanzan a través de Huntington y Hertford, devastando los condados a su paso. El Rey Uther convoca a todos sus vasallos a la lucha, pero muchos no acuden. El Duque de Lindsey fue derrotado el año pasado y está sitiado en su capital. El Rey Nanteleod se está enfrentando a incursores Irlandeses que han desembarcado en Estregales, aprovechando la guerra civil que enfrenta al Rey Dirac con varios de los antiguos vasallos de su padre. El principal aliado de Uther es como siempre el Duque Ulfius.
El Conde Roderick convoca a sus vasallos y se une al ejército de Uther. Sir Hewgon contrata a 20 caballeros mercenarios que se unen a sus cinco vasallos y lidera una parte significativa del ejército de Salisbury. Sir Morians lucha en su unidad, aunque aún exige a Sir Hewgon que le compense por la muerte de Osmund, acaecida hace ya dos años.
"¿Que si serán suficientes veinte caballeros mercenarios? Bueno, tendrán que serlo: no queda nadie más por contratar en todo Britania" - Sir Morians, respondiendo a la pregunta de Sir Hewgon.
Los ejércitos se encuentran en la ciudad de St. Albans. Uther es llevado en litera a la batalla, pero aún está vivo y muestra su espada Excalibur a su ejército, lo que hace que mucho Britones recuperen su moral. Al darse cuenta de que las puertas de la ciudad están abiertas, el Duque Ulfius avanza para conquistarla, pero resulta ser una trampa y el ejército de Silchester es masacrado. El mismo Duque Ulfius es herido gravemente. Los Sajones salen de la ciudad, casi 10.000 contra los 5.000 infantes y 1.000 caballeros de Uther.
La batalla de St. Albans comienza. Los caballeros de Uther cargan contra el enemigo. Durante la batalla, tanto Sir Hewgon como Sir Morians son derribados varias veces, pero consiguen reunirse con su unidad gracias a la prudencia de Sir Hewgon. Sir Morians sufre múltiples heridas luchando contra los heorthgeneat Sajones, algunas veces defendiéndose a pie y en solitario con la sola ayuda de su escudero, pero de algún modo consigue mantenerse con vida. Tras varias horas de lucha, Sir Brastias consigue matar al Rey Octa, aunque luego es herido gravemente por Eosa el Gigante. Cuando Eosa decide abandonar el campo de batalla, el ejército Sajón pierde su moral y se retira. ¡Victoria para Logres!
"Dejad a los caballeros jóvenes que persigan al enemigo. Yo ya he tenido suficiente diversión por hoy" - Sir Morians, ensangrentado, tras la batalla de St. Albans.
Esa noche hay una gran fiesta en el castillo de St. Albans. Los grandes señores se reúnen el Gran Salón, y en el patio de armas se montan grandes tiendas para el resto de caballeros. La fiesta es alegre: el Rey Octa ha muerto y aunque muchos buenos caballeros y soldados de Logres han perecido, las pérdidas no han sido catastróficas.
Después de varias horas de celebración, se comienzan a oír gritos en el Gran Salón. Sir Hewgon, Sir Morians y muchos otros caballeros corren hacia allí temiendo un ataque Sajón. Al llegar, contemplan una escena dantesca: los nobles están tirados en suelo, sangrando por ojos, nariz y boca. Uther está muerto en su silla, así como el Conde Roderick y muchos otros grandes señores de Logres. Nada puede hacerse por ellos.
Al día siguiente se descubre que un Sajón, haciéndose pasar por médico de Uther, arrojó un veneno mágico en la bebida de los señores. Múltiples procesiones fúnebres recorren Logres. Uther es enterrado en Stonehenge, entre su hermano Aurelio Ambrosio y su hijo Madoc. El Conde Roderick es enterrado en la catedral de Sarum. La Reina Ygraine se retira a la Abadía de Amesbury junto a su hija Morgana y se niega a recibir a nadie. Sólo Nanteleod de Escavalon, el Duque Corneus y el Duque Ulfius han sobrevivido de entre la gran nobleza, y sólo porque no estaban presentes en la Fiesta Sangrienta. Incluso Sir Elad el Alguacil murió esa noche, lo cual es un motivo aún más personal de dolor para los caballeros de Salisbury, ya que el viejo caballero fue su mentor cuando aún eran jóvenes escuderos.
"No hay nobles en Logres... han muerto todos... no hay nobles en Logres" - Sir Hewgon, asumiendo la situación del reino.
Sir Hewgon tiene un motivo más de pena: su esposa, Lady Adwen muere por complicaciones en el parto, al igual que sucedió con la mujer de Morians el año anterior.
Sir Amig ha sobrevivido, pero ha recibido una herida casi mortal en la batalla de St. Albans. Desde su lecho, insta a Sir Hewgon, Sir Morians y el resto de cortesanos a que apoyen a la Condesa Ellen y al joven hijo del Conde, el pequeño Robert. Robert sólo tiene cuatro años y hasta que crezca y sea nombrado caballero, la Condesa Ellen necesitará el apoyo de los leales caballeros de Salisbury. Sir Lycan, un miembro de la corte del Conde Roderick, insta a los caballeros a que tomen las riendas del condado y que elijan a uno de ellos como regente, puesto que se avecinan tiempos difíciles. Su propuesta es rechazada por el resto de los cortesanos, con la oposición firme de Sir Hewgon y Sir Leo el Justo.
"¡Por la Condesa Ellen! ¡Por Salisbury!" - Sir Hewgon y Sir Morians, jurando lealtad.
Así, los caballeros de Salisbury que habían sobrevivido a la batalla y al envenenamiento de los Sajones, juraron lealtad a la Condesa Ellen y al joven heredero del condado, Robert, y juntos se prepararon para afrontar el período de anarquía que se presentaba ante el Reino de Logres, la tierra sin Rey.
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