De cómo los caballeros de Arturo encontraron el Reino del Grial y de cómo prometieron ayudar al Rey Pescador.
"El Rey Arturo viajó a la tierra de los Pictos a luchar contra un ejército enemigo. Al volver, algunos caballeros se perdieron en el Bosque Peligroso y terminaron encontrando el Reino del Grial. Su señor, el Rey Pescador, estaba siendo asediado por su hermano, el Rey del Castillo Mortal. Los caballeros prometieron ayudar al Rey asediado." - Saxo Grammaticus, cronista.
La corte de Arturo se establece en Londres este año. Todos los reinos Sajones del sur están bajo el control de los hombres del Alto Rey, y los del norte, bajo el Rey de Malahaut. Después de la batalla de Badon, los Sajones no serán capaces de oponerse a los Britones en una generación.
Desde la tierra de los Francos llegan gran cantidad de refugiados de Ganis. El Rey Clovis ha invadido las tierras de los Reyes Ban y Bors aprovechando que Arturo no podía enviar ayuda debido a su guerra con los Sajones. Ahora Clovis controla las tierras de Ganis y muchos buenos caballeros están llegando a Britania, y Arturo, generosamente, les está entregando tierras, sobre todo en los lugares conquistados a los Sajones, lo que ayudará a pacificar la región. Sir Julian, amigo de Sir Nerovens, Sir Soland y Sir Eliot, ha vuelto también a Britania después de pelear en Francia durante casi dos años. Se reincorpora a la corte de Arturo y se casa con una rica heredera de Portsmouth, en Devon.
"Hombre, Francés, veo que has vuelto por fin. Te has perdido una buena batalla" - Sir Eliot dando la bienvenida a Sir Julian y enseñándole sus profundas cicatrices.
Muchos buenos caballeros han muerto en la batalla de Badon, incluyendo a muchos miembros de la Tabla Redonda. Para sustituirles, el Rey Arturo nombra Caballeros de la Tabla Redonda a Sir Sagremor le Desirous, el hijo del Emperador de Bizancio; al Conde Morians de Tribuit, famoso por su espada; a Sir Nerovens de Savernake, hijo del Alguacil de Salisbury; a Sir Dodinas le Sauvage, amigo de Sagremor; a Sir Eliot, hijo de Sir Callaghan el Asesino de Sajones; y al Caballero Pardo de las Tierras Salvajes. El misterioso Caballero Blanco recibe la oferta de unirse a la Tabla Redonda, pero rechaza el honor (es el primero en hacerlo), respondiendo que "sólo el Santo Grial es mi dama".
Los héroes de Badon son ricamente recompensados: muchos reciben tierras y derechos de cobro sobre molinos, ferias y peajes. El mismo Rey Arturo reclama como feudo personal las tierras de Wessex, al sur de Silchester, y pronto se comienza a buscar un emplazamiento donde se construirá la capital de Arturo. Sir Nerovens y Sir Eliot reciben tierras y todos los luchadores de Badon reciben al menos un señorío como recompensa.
Pero el deber llama de nuevo a los caballeros: el Rey Guilmarius de Irlanda ha reclutado un ejército de Pictos e Irlandeses y está asaltando el Reino de Strangorre, vasallo de Arturo en el Norte. El Rey convoca a sus caballeros y su ejército y parte al comenzar la primavera. Como el ejército está diezmado después de Badon, el Rey incluye en su ejército a muchos refugiados de Ganis e incluso a mercenarios Sajones, lo cual no es del agrado de muchos caballeros.
Arturo y Guilmarius se encuentran en las afueras de la ciudad de Alclud. Guilmarius no esperaba una reacción tan rápida de Arturo después de Badon, y Arturo le ataca por sorpresa. La punta de lanza de los Caballeros de la Tabla Redonda destroza las filas enemigas. Sir Eliot se distingue especialmente en el combate. En menos de dos horas, la coalición de Pictos e Irlandeses es destruida, aunque Guilmarius consigue escapar, rumbo a Irlanda.
"Después de Badon, esto es un paseo" - Sir Nerovens, destripando Irlandeses y Pictos con facilidad insultante.
Decidido a acabar con la amenaza de los Pictos de una vez por todas, Arturo les persigue hasta Loch Lomond. El ejército de Arturo cae sobre ellos por sorpresa, pero pronto los Pictos huyen a nado hasta unas islas en el centro del lago y la batalla termina.
Arturo se asegura de que los Pictos no escapen de la isla y después envía a parte de las tropas a saquear el territorio y someter a las tribus Pictas. Finalmente, los Pictos de las islas se rinden, y sus tierras son saqueadas por las tropas de Arturo.
El verano casi ha terminado, y las tropas de Arturo regresan al sur. El grueso del ejército cabalga primero y después el resto de las tropas en pequeños grupos, dependiendo de si han saqueado más o menos.
En uno de esos grupos viajan Sir Eliot y Sir Nerovens, Caballeros de la Tabla Redonda; Sir Soland, hijo de Sir Morians; y Sir Julian de Francia, exiliado de Ganis. En un momento dado, mientras cabalgan camino de Malahaut, cerca del Bosque Peligroso, Sir Soland cree ver una figura en el bosque. Cuando se acerca a investigar descubre que la figura es Merlín, el Encantador, que llega años desaparecido de la corte de Arturo. Sir Soland avisa a sus camaradas, y los cuatro caballeros se internan en el bosque junto a sus escuderos
"Merlín, he visto a Merlín... o al menos, a su espíritu" - Sir Soland, una vez más testigo del Mundo Mágico.
Los caballeros vagan por el Bosque Peligroso durante varios días sin encontrar a Merlín. Finalmente, llegan hasta un isla rodeada por un rápido río. La única forma de cruzar es a través de una enorme espada muy afilada. Sir Soland reconoce el lugar: hace años llegó hasta aquí compitiendo por ser el más glorioso de los Caballeros Jóvenes, y encontró la tumba de Balin, el Caballero de las Dos Espadas y la de su hermano Sir Balan, en el centro de la isla.
Sir Soland cruza sobre la espada, hiriéndose en el proceso. Pero tan pronto como cruza al otro lado, las aguas se calman y sus compañeros pueden cruzar también, puesto que esta es la forma de romper la magia protectora de la isla.
En la isla encuentran la tumba de Sir Balin y Sir Balan, y más allá de la isla, en la lejanía, una ciudad brillante, como hecha de cristales de muchos colores. Los caballeros cruzan por un pequeño vado hacia la ciudad, cruzando por tierras desoladas y yermas, como afectadas por una maldición.
"Estamos atravesando la frontera del País Encantado. Cuidaos, caballeros, puesto que extraños peligros nos aguardan sin duda aquí" - Sir Eliot, presintiendo su futuro.
Al llegar a la ciudad, un grupo de alegres hombres y mujeres les conducen hasta la corte de la Princesa Alis, soberana de la Ciudad de Cristal. Los caballeros son llevados a confortables cámaras y servidos por bellas mujeres, que les lavan y visten con brillantes trajes. Después, la Princesa Alis les recibe y cenan juntos. Los caballeros se dan cuenta de que están en un reino encantado.
Durante la cena, la Princesa Alis les revela cómo murieron Sir Balin y Sir Balan: los dos hermanos habían viajado hasta aquí persiguiendo al Caballero Invisible, pero Sir Balan se perdió por el camino. Sir Balin llegó al fin al Castillo del Gozo, donde vive el Rey Pescador. Allí encontró por fin al Caballero Invisible, y después de una gran lucha, Sir Balin le mató. Pero el Caballero Invisible era hermano del Rey Pescador, y Sir Balin había deshonrado una vez más las leyes de la Hospitalidad. El Rey Pescador le persiguió por el castillo con la intención de matarle, pero Sir Balin era un gran guerrero e infligió al Rey Pescador una terrible herida. Desde entonces, después de recibir el Golpe Doloroso, todas las tierras del Rey Pescador y sus vasallos quedaron yermas, como las que los caballeros ven tras las ventanas. Sir Balin escapó del Castillo del Gozo y terminó llegando hasta la isla que los caballeros han visto hace poco. Allí se enfrentó a un caballero desconocido y lucharon tan bravamente que ambos se hirieron de muerte y en esa misma isla murieron. Porque el otro caballero no era otro que su propio hermano, Sir Balan, que se había visto obligado por encantamiento a proteger la isla hasta ser vencido por otro caballero que entonces le habría sustituido. Merlín llegó y erigió la tumba de Sir Balin y Sir Balan, y esta es la que encontró Sir Soland hace unos años.
"Pobre Sir Balin. La Hospitalidad nunca fue su fuerte" - Sir Soland, recordando cómo Sir Balin decapitó a la Dama del Lago en la corte de Arturo.
La cena continúa hasta que un caballero entra apresurado. Sorprendidos, los caballeros reconocen al Caballero Pardo de las Tierras Salvajes, un Caballero de la Tabla Redonda. El caballero se identifica como Sir Darnates y le dice a la Princesa Alis que su común señor feudal, el Rey Pescador, está siendo asediado por su cruel hermano, el Duque Klingsor, señor del Castillo Mortal. La Princesa palidece, puesto que en su corte no hay guerreros y no puede enviar ayuda. Pero los caballeros de Arturo se ofrecen a ayudar en lo que puedan. La Princesa les advierte de que corren un gran peligro al enfrentarse al Duque Klingsor, pero ellos siguen empeñados en ayudar a su anfitriona.
Por la noche, los caballeros son visitados por hermosas damas, y Sir Eliot no puede evitar yacer con una de ellas. A la mañana siguiente, cuando todos están a punto de marchar, Sir Eliot se niega a separarse de su nuevo amor. Sólo cuando Sir Nerovens le recuerda su deber hacia Arturo y su Honor consigue convencer al caballero, que sigue a sus compañeros pero deja su corazón en la Ciudad de Cristal.
"¡Ay! Muchas veces he sufrido el dolor de la espada en mi carne, pero nunca creí sufrir un dolor como este" - Sir Eliot, despidiéndose de su amada en la Ciudad de Cristal.
El Caballero Pardo de las Tierras Salvajes indica a los caballeros como llegar hasta el Castillo del Rey Pescador: para ello deberán cruzar el Camino de la Caballerosidad, que atraviesa las tierras encantadas. Después de guiar a los caballeros hasta el inicio del camino, el Caballero Pardo se marcha en busca de más aliados del Rey Pescador.
Durante varios días, los caballeros viajan por el Camino encantado: la Garganta de la Pereza, el Valle de los Obsequios, el Precipicio de la Decisión, la Grieta de la Clemencia, la Cueva de la Bruja Inquisitiva y la Piedra de la Cobardía. Los caballeros se ven obligados a superar los encantamientos que protegen estos lugares, y al fin logran cruzar ayudándose los unos a los otros. Pues Sir Eliot se habría dormido en la Garganta de la Pereza si Sir Soland no le hubiera despertado. Y Sir Nerovens habría matado a una imagen de Sir Galegantis en la Grieta de la Clemencia si Sir Julian no hubiera detenido su mano. Y Sir Soland habría caído por el Precipicio de la Decisión si Sir Nerovens no le hubiera sujetado. De entre todos los caballeros, sólo Sir Julian superó todas las pruebas sin ayuda, y fue muy admirado por esa razón por sus compañeros.
"Mis nobles caballeros, no todo es Gloria en este mundo" - Sir Julian, orgulloso de haber superado todas las pruebas mejor que sus compañeros.
Al fin los caballeros llegaron al final del Camino de la Caballerosidad, y frente a ellos, al oeste, vieron una gran planicie desolada, y un gran campamento de caballeros malignos y monstruos deformes. Y al fondo de la planicie, bajo el sol que se ponía en el horizonte, el Castillo del Gozo, más grande, más fuerte y más hermoso que ningún otro que hubieran visto antes.
En ese momento los caballeros vieron una luz detrás de ellos, y al girarse distinguieron en la lejanía la brillante Ciudad de Cristal, desde la que la Princesa Alis les enviaba sus bendiciones por haber logrado cruzar el Camino de la Caballerosidad. Inspirados por esta visión, los caballeros se reafirmaron en su decisión de llegar al Castillo del Gozo por todos los medios posibles. Sir Eliot, recordando a su amada que había quedado en la ciudad, se esforzó por encontrar un medio de entrar al castillo, y distingue una gran rampa con grandes ingenios de asedio. Si los caballeros cabalgasen rápidamente podrían llegar hasta el castillo y pedir que les abrieran las puertas.
Así lo hacen, y cabalgan raudos. Cuando llegan al campamento ya van al galope, y los monstruos y seres encantados que asedian el castillo se apartan de ellos aterrorizados. Un grupo de caballeros negros comienzan a perseguirlos, pero los caballeros de Arturo son más rápidos y pronto llegan a la rampa y a la puerta del castillo.
"¡Abrid! ¡Abrid a los Caballeros de Arturo! ¡Pues las hordas infernales nos pisan los talones!" - Sir Nerovens, con una pizca de temor en su voz.
Cuando Sir Nerovens y Sir Eliot se identifican como Caballeros de la Tabla Redonda, los guardias del castillo abren inmediatamente las puertas, dejándoles entrar.
Los caballeros se maravillan de lo encuentran dentro: grandes muros de más de doce metros, altas torres, y autómatas vestidos con antiguas pero brillantes armaduras romanas defendiendo los muros. Aunque hay grietas en algunos muros, parece que los defensores aún podrán resistir mucho tiempo.
Dentro del castillo, los personajes son recibidos por la Dama Brisen, una amable Dama que les da la bienvenida y les lleva a unos aposentos donde los caballeros se lavan y se visten antes de visitar al Rey Pescador.
En el Gran Salón, los caballeros son recibidos por el Rey Pescador. El Rey se sienta junto a un gran fuego y pregunta a los caballeros sus nombres y cómo han llegado hasta su castillo. Los caballeros se dan cuenta de que hay un charco de sangre bajo la silla del Rey. El Rey Pescador queda satisfecho con la historia de los caballeros y les conduce a la mesa donde ocupan asientos de honor.
En ese momento, suena una campana, y una extraña procesión entra en el Gran Salón: al frente camina un muchacho con una lanza blanca de la que gotea sangre. Después van dos niños con candelabros negros con diez velas ardientes. Detrás, una hermosa doncella con un cojín de seda donde descansa una brillante copa dorada. Por último, una chica con un tajadero de plata cierra la procesión. Todos los caballeros saben que están viendo la Procesión del Santo Grial, pero quedan enmudecidos por su esplendor hasta que ésta abandona la cámara. Entonces el Rey gime apenado y unos servidores le retiran mientras otros limpian el charco de sangre que ha dejado bajo su diván.
"¡Oh, maravilla de maravillas! ¡Oh, Santo Grial, puro y perfecto! ¡Nada que haya visto antes puede compararse con Él!" - Las primeras palabras de Sir Soland después de ver el Santo Grial.
La Dama Brisen se acerca a los asombrados caballeros y les dice que han fallado en su misión, puesto que no han conseguido sanar al Rey Pescador. Les dice que nunca podrán volver al Castillo del Gozo, y que los asediadores pronto llegarán para asaltarles de nuevo, y entonces el Castillo del Gozo caerá. Y cuando esto suceda, todos los reinos quedarán yermos también y el odio gobernará el mundo... a menos que hombres valientes se esfuercen por salvar a la humanidad.
Los caballeros se ofrecen a ayudar al Rey Pescador como puedan. La Dama Brisen les pide que busquen a los aliados del Rey Pescador y les avisen del peligro que sufre su señor. Aunque ellos no podrán volver a encontrar el camino hasta el Castillo del Gozo, sus aliados sí lo harán y esto puede que signifique la diferencia entre la derrota y la victoria. La Dama Brisen les dice que ante todo deben encontrar a Alain le Gros, pariente del Rey Pescador, y también encontrar al Enemigo Injusto, un caballero que está destinado a matar al Rey Pescador si no es convencido de la injusticia de su causa. Y todo esto debe lograrse antes del siguiente verano, puesto que entonces el Duque Klingsor habrá reunido a todo su ejército y lanzará el ataque final.
Los caballeros dejan el Castillo del Gozo y cabalgan lejos, hasta que dejan detrás de ellos las tierras encantadas.
En Brandigan encuentran a Lord Eurain, aliado del Rey Pescador, y le convencen para que envíen tropas el año siguiente a ayudar a su pariente. Lord Eurain les habla de los enemigos del Rey Pescador: Guinebaut el Sajón, Señor de las Marismas; Carados el Picto, Rey de Escocia; el Duque Breunor, pirata Irlandés; el Caballero del Dragón, señor de los terribles Atecotti; y Balor el Fomoriano, Señor de los Monstruos. Y también les habla de los amigos del Rey: Alain le Gros, Señor de Ka'amalot; el Rey Pellinore y sus hijos, parientes del Rey Pescador; el Caballero Blanco; el Obispo Baudwin de Britania; y por supuesto, cuando sepa el peligro al que se enfrenta, el Rey Arturo.
Los caballeros se ponen en camino para encontrar al Obispo Baudwin, que tiene un señorío cerca de Brandigan. Saben que tendrán que dividirse si quieren cumplir todas las misiones que se les ha encomendado, pero aún no se deciden sobre cómo hacerlo. Cuando llegan al Castillo Blanco del Obispo Baudwin le cuentan al poderoso señor lo que han visto. El Obispo les escucha atentamente, pero les dice que por desgracia no podrá ayudarles, puesto que Arturo partirá el siguiente año a Irlanda para ayudar al Rey Agwisance en contra del Alto Rey Irlandés. No puede mandar tropas a ayudar al Rey Pescador, y Arturo probablemente tampoco pueda. Pero Sir Soland apela a la piedad del Obispo Baudwin, convenciéndole de que han visto el Grial y de que todos corren peligro, y Baudwin decide ayudarles en lo que pueda, avisando a Arturo de este peligro.
"¡Obispos! ¡Bah!" - Sir Eliot el Pagano, viendo como Sir Soland se esfuerza en convencer al Obispo Baudwin de que les ayude.
Cuando dejan el castillo del Obispo, los caballeros se encuentran con el Caballero Blanco. Este les cuenta que se dirige hacia el sur, al Bosque Salvaje, pues ha descubierto que el Enemigo Injusto que matará al Rey Pescador se encuentra allí. Sir Soland decide acompañarle, pues su padre Sir Morians es señor de Tribuit y él se ha pasado mucho tiempo en el Bosque Salvaje y conoce muchos de sus caminos.
Después de separarse de Sir Soland y el Caballero Blanco, el resto de los caballeros cabalgan hacia Leeds, y allí encuentra a Sir Lamorak, hijo del Rey Pellinore. Después de escucharles, Sir Lamorak les dice que su padre no podrá ayudarles, puesto que yace herido después de haber sido atacado por un caballero desconocido. Él, sin embargo, está dispuesto a ayudarles, puesto que el Rey Pescador es un lejano pariente suyo. Sir Lamorak y Sir Eliot, ambos Caballeros de la Tabla Redonda, parten al norte para buscar a Sir Alain le Gros, mientras que Sir Nerovens y Sir Julian deciden viajar al norte para tratar de convencer al Señor de las Marismas y al Rey de Escocia de que no se unan al ejército del Duque Klingsor.
El otoño ya había comenzado, y los caminos pronto estarían intransitables. Los tres grupos de caballeros se apresuraron a cumplir sus misiones.
Sir Soland y el Caballero Blanco llegaron hasta el Bosque Salvaje. Sus caminos encantados eran difíciles de transitar, pero Sir Soland encontró a su hermano Sir Maurel, que había sido criado por duendes en el Castillo del Rey del Bosque Salvaje, y con su ayuda encontraron la Torre del Jabalí que buscaba el Caballero Blanco. Allí hablaron con su señor, Sir Bavid, que era el hermano de Sir Balin y Sir Balan y pensaba que el Rey Pescador era responsable de la muerte de estos. Pero Sir Soland había visto la tumba de los dos hermanos y había escuchado la historia de la Princesa Alis, y sabía que sus hermanos murieron el uno por la mano del otro. Sir Soland juró por su honor, y recordó a Sir Bavid que el Conde Morians de Tribuit siempre había sido amigo de Sir Balin y que él no le mentiría en esta cuestión. Sir Bavid quedó convencido y Sir Soland consiguió que el Enemigo Injusto se convirtiera en un aliado, ya que Sir Bavid accedió a viajar al norte para ayudar al Rey Pescador. Todos pasaron el invierno en la corte del padre de Sir Soland, el Conde Morians de Tribuit.
"Padre, el Reino Encantado y el mortal necesitan de nuestra ayuda una vez más" - Sir Soland, entrando en la corte del Conde Morians con Sir Bavid, Sir Maurel y el Caballero Blanco.
Sir Nerovens y Sir Julian viajaron al norte, y se entrevistaron con Guinebaut el Sajón, Señor de las Marismas, en su castillo de Roestoc. Guinebaut era un mercenario Sajón que se había convertido al cristianismo. Apoyaba al Duque Klingsor sólo porque odiaba a Alain le Gros, y accedió a no atacar al Rey Pescador si Sir Nerovens conseguía que Alain le Gros y él lucharan en combate personal. Sir Nerovens accedió a la petición del Sajón, aunque no sabía si encontraría a Alain antes de que acabara el año. Sir Julian actuó imprudentemente en el castillo del Sajón y estuvo a punto de insultar gravemente a Guinebaut. Por suerte, Sir Nerovens logró calmar los ánimos y dejaron la corte sin daño.
En el camino al norte, Sir Nerovens y Sir Julian encontraron a Sir Gawain, sobrino del Rey Arturo. Gawain se unió a ellos en su búsqueda, y juntos viajaron al norte, hasta la corte de Carados, Rey de Escocia. Este les recibió amistosamente, puesto que la madre de Gawain, la Reina Margawse, era su aliada. Carados les dijo que estaba dispuesto a no acudir al combate al lado del Duque Klingsor si recibía un pago de 1.000 Libras. Sir Nerovens y Sir Gawain se mofaron en su cara y abandonaron despectivamente la corte. El Rey Carados les declaró sus enemigos jurados y envió Pictos salvajes a acabar con ellos, pero los tres caballeros consiguieron eludir a los guerreros y pasaron el invierno en la corte de la tía de Sir Gawain, la Reina Elaine de Garloth.
"¡Pictos malolientes y traicioneros! ¿Qué se puede esperar de una tierra que no conoce el vino?" - Sir Julian, deprimido en el frío Norte.
Mientras tanto, Sir Lamorak y Sir Eliot seguían buscando a Sir Alain le Gros. Al pasar por Ilkey los lugareños le hablan del terrible gigante Rombold, que tiene aterrorizada a la región. Los dos caballeros deciden liberar a la región de este monstruo y se dirigen al cubil de Rombold. El gigante resulta ser un ser enorme y maléfico, y los dos Caballeros de la Tabla Redonda apenas son capaces de vencerle, pero al fin el monstruo cae derrotado, y los caballeros arrastran su cabeza hasta Ilkey.
Después, los dos caballeros llegan a Etroite, gobernada por Lord Govier. Este es un caballero pagano que no rinde pleitesía a ningún señor. Pero como los caballeros han acabado con Rombold el Gigante, decide ayudarles indicándoles cómo llegar hasta el castillo de Alain le Gros. Les habla de un ritual que hay que realizar en el río, en una noche de luna nueva. Los caballeros acuden la noche indicada y asisten al ritual pagano. Al final del mismo, una barca se acerca, y Sir Lamorak y Sir Eliot suben a bordo. Cuando descienden del bote se encuentran cerca del castillo escondido de Ka'amalot, residencia de Alain le Gros.
Alain escucha a los caballeros y les asegura que acudirá en ayuda de su pariente, el Rey Pescador. Sir Eliot y Sir Lamorak pasan el invierno en Ka'amalot, y Sir Eliot llega a casarse con una dama del castillo que posee unas tierras cerca de allí. Muchos se sorprenden del rápido enlace, y Sir Lamorak reprende al caballero, puesto que sabe que Sir Eliot sólo se ha casado con la muchacha para tratar de olvidar a la dama de la Ciudad de Cristal que atormenta sus sueños.
"Lo sé, Sir Lamorak, lo sé. Pero nunca volveré a verla, pues el Reino Encantado me está vedado... " - Sir Eliot, justificando su matrimonio ante Sir Lamorak.
Todos los caballeros pasan el invierno lejos de sus hogares, preocupados por la próxima batalla en la que no podrán intervenir, ya que la Dama Brisen les dejó claro que nunca más podrían llegar al Castillo del Gozo de nuevo... pero la Dama Brisen no contó con la magia de Merlín.
Continuará...
Los Caballeros en 519
Sir Nerovens (Edad 28)
Caballero Celta Cristiano Britano, Caballero Mantenido (a mitad de año, Caballero de la Tabla Redonda), Gloria 9.497
Características: TAM 18, DES 15, FUE 17, CON 18, ASP 11.
Habilidades: Espada 23, Lanza de Caballería 18, Equitación 18, Batalla 17, Intrigar 16, Administración 15, Percepción 15, Primeros Auxilios 15, Torneo 15.
Rasgos y Pasiones: Lealtad (Señor - Alto Rey Arturo) 21, Valiente 19, Enérgico 16
Posesiones: 2 señoríos en Deira, 49 Libras en botín, Caballo de Batalla Andaluz, 4 Caballos de Batalla, 6 Caballos de Silla, 2 Acémila.
Sir Eliot (Edad 28)
Caballero Celta Pagano, Caballero Mantenido (a mitad de año, Caballero de la Tabla Redonda), Gloria 9.042
Características: TAM 16, DES 12, FUE 14, CON 19, ASP 8.
Habilidades: Espada 25, Equitación 21, Lanza de Caballería 18, Batalla 15, Percepción 15.
Rasgos y Pasiones: Amorío (Ginebra) 19, Lealtad (Señor - Alto Rey Arturo) 17, Enérgico 17, Generoso 17, Orgulloso 16, Valiente 16.
Posesiones: 70 Libras y 120 denarios en botín, 1 Caballo de Batalla Andaluz, 1 Palafrén.
Sir Soland (Edad 31)
Caballero Celta Cristiano Britano, Caballero Mantenido (tras recibir el señorío de Marlborough, Caballero Vasallo), Gloria 7.379
Características: TAM 15, DES 14, FUE 14, CON 19, ASP 9.
Habilidades: Lanza de Caballería 25, Equitación 18, Espada 16, Batalla 16, Cortesía 15.
Rasgos y Pasiones: Lealtad (Conde Tribuit) 20, Lealtad (Alto Rey Arturo) 16, Valiente 17, Enérgico 16, Generoso 16.
Posesiones: 1 Señorío en Marlborough, 55 Libras en botín, Brazalete enjoyado (10 Libras), Lanza Bendita (+1 Lanza de Caballería), Caballo de Batalla Andaluz, 2 Caballos de Batalla, 2 Acémilas.
Sir Julian (Edad 27)
Caballero Franco Cristiano Romano, Caballero Mantenido (tras casarse, Caballero Vasallo), Gloria 2.325
Características: TAM 15, DES 14, FUE 16, CON 15, ASP 12.
Habilidades: Espada 18, Lanza de Caballería 16, Equitación 16, Coquetear 15, Percepción 15.
Rasgos y Pasiones: Lealtad (Señor - Alto Rey Arturo) 18, Clemente 16, Energico 16, Modesto 16, Valiente 16.
Posesiones: 3 Señoríos en Portsmouth, 1 Libra en botín.
De nuevo Merlín malmetiendo. Concuerdo con Sir Nerovens: Los magos solo traen problemas.
ResponderEliminarNo sé como me las apaño para ser eclipsado por mi buen compañero Sir Nerovens...
ResponderEliminarAclaro que, en realidad, el que instó al obispo a ayudar al Rey Pescador recordándole que habíamos visto el milagroso Santo Grial fui yo, Sir Soland ;)
Venga, va, ya está cambiado ;)
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