Los Elfos viven en una gran extensión del Bosque Aventurado que nosotros llamamos el País de los Elfos. El País de los Elfos está formado en su mayor parte por bosques frondosos y antiguos de gran belleza. Existen varios ríos y corrientes que suelen desembocar en el Río de Plata. Suaves colinas arboladas dividen las distintas regiones de su país y en ocasiones se pueden encontrar prados, lagos y quebradas en el interior del bosque.
Existen sendas que conectan las distintas partes del bosque y que los Elfos mantienen abiertas, algunas de ellas accesibles sólo para los que conocen la palabra mágica adecuada. Las fronteras de su reino son, al norte la pequeña extensión de tierras baldías que extiende justo al sur de las Colinas Peladas; al este, el linde del bosque, más allá del cual se extienden los Reinos del Valle de los Hombres; al sur, el Río de Plata, más allá del cual se encuentra el Condado del Bosque donde vivimos; y finalmente, al oeste, el Bosque de los Elfos se convierte en el Bosque Perdido, una región donde nadie se adentra, ni siquiera los Elfos o los Magos.
El País de los Elfos es una región mágica vedada a los Hombres y los Trasgos. Además de los palacios y ciudades de los Elfos se pueden encontrar algunos asentamientos de Gnomos, lugares encantados habitados por Espíritus del Bosque como Ninfas y Dríades, y animales virtuosos que pueden hablar como los Hombres. Algunos árboles también pueden hablar e incluso desplazarse como los Hombres. Todos ellos reconocen a los Elfos como los líderes naturales del país.
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