Me sucede algo curioso con los dragones en los juegos de rol: no los utilizo mucho. De hecho, salvo en una ocasión, no los he utilizado en absoluto. La razón es sencilla: los dragones han crecido demasiado.
Una de las leyendas más famosas relacionadas con dragones es la de San Jorge y el Dragón. En la leyenda, el santo guerrero se enfrenta al dragón y le vence. Observad esta imagen clásica de este combate:
Vaya, ese bicho parece peligroso, sin duda, pero un caballero puro de corazón, valiente y de brazo firme, parece capaz de vencerlo.
Ahora, vamos a ver a este dragón que aparece en el Starter Set de "Dungeons & Dragons 5":
Buena suerte, chicos. El dragón no necesita mataros con sus garras, mordiscos o aliento de fuego; le basta con tumbarse de espaldas, rodar como un gatito y aplastaros con el poder de sus varias toneladas de peso.
En esta entrada, el gran Velasco lo decía claramente, hace ya tres años: "A cada edición que pasa el dragón es más grande y el guerrero más pequeño".
Y es cierto; en la primera edición de "Dungeons & Dragons" los dragones son bichos mortíferos, claro que sí, pero claramente derrotables por un grupo de héroes. A medida que pasaban las ediciones, estos bichos se hacían más y más grandes, y más y más mortíferos. Además de aumentar en tamaño, conseguían más ataques y podían hasta lanzar conjuros.
San Jorge no habría podido cargarse a un Ancient Wyrm con su ridícula espadita ni aunque el bicho estuviera tumbado, con el ojo abierto, y quisiera suicidarse; la espada no habría llegado ni al nervio óptico. Luego, el dragón habría suspirado, habría rodado sobre si mismo, y chof.
Ojo, critico a "Dungeons & Dragons" por ser el juego de rol más popular, pero pocos juegos se quedan atrás en ese sentido: en "RuneQuest 3" los dragones son unos bichos jodidos de matar, aunque sólo sea por su monstruosa cantidad de puntos de armadura. Si vamos a una ambientación concreta, por ejemplo, Glorantha, pronto te dejan claro que los dragones son bichos de kilómetros de largo, más dioses que bestias. Y así con muchos sistemas y ambientaciones.
Supongo que la razón de todo esto es hacer que los dragones sean algo especial, un monstruo al que sólo los más grandes héroes pueden derrotar. Lamentablemente, lo que ha terminado pasando es que hemos convertido a los dragones en tal icono del poder y la majestad maligna que les hemos obligado a desaparecer de nuestras partidas, excepto de aquellas más épicas. Para compensarlo, tenemos dracos, wyrms, dragoncitos, dragonzuelos y mil variedades "menores" de la bestia "de verdad", y ésta se reserva para el final de la campaña, de modo que, en muchas ocasiones... no llega a utilizarse nunca.
¿Qué sucede cuando conviertes a un dragón en una bestia de 150 metros de longitud? Pues que, mientras que en "El Hobbit" (el libro) Bardo el Arquero se lo carga de un flechazo, en "El Hobbit" (la película), el héroe tiene que utilizar una puñetera máquina de asedio para cargárselo.
Un sabio escribió una vez que si un jugador de rol hubiera escrito el guión de la película "Tiburón", la idea de que el monstruo fuera un "simple" tiburón grandote le habría parecido inmensamente banal. Y que probablemente le habría puesto algo más; algo como ¡un láser en la cabeza! (ver Lasersharking). Esta idea la había llevado a la práctica Mike Myers en la película "Austin Powers", donde el Doctor Maligno tenía, efectivamente, una piscina llena de tiburones con láseres en la cabeza. ¿Es una coincidencia que Mike Myers sea un conocido jugador de rol...?
¿Es necesario que los dragones sean tan grandes, tan inmensamente poderosos? ¿O que metamos poderes psiónicos, monstruos de los Mitos de Cthulhu o cualquier otro tipo de "poderes chulos" en TODAS las ambientaciones roleras? ¿Es que un león no es suficientemente aterrador en los relatos de Conan, sin necesidad de que sea un León Terrible?
Mientras leía "Camelot", de T. H. White, me hizo mucha gracia leer cómo los caballeros que iban por los bosques se encontraban a menudo con dragones que saltaban desde los árboles silbando antes de atacar. Por la descripción, parecían serpientes grandotas. Poco a poco los caballeros fueron matando a estos dragones e Inglaterra fue haciéndose cada vez más mundana y banal. Pero, sin convertir a los dragones en serpientes grandotas, creo que hay un punto intermedio en el que se puede describir a estos bichos como peligrosos, pero no como algo absurdo de derrotar.
Ah, se me olvidaba. La única vez que utilicé un dragón en mis aventuras fue en "Pendragón". El bicho era grande, malo, peligroso, y se podía enfrentar a un pequeño grupo de caballeros con esperanzas de vencer, gracias a su capacidad de vuelo, su aliento flamígero y su resistente aventura. Pero, después de un duro combate, mis personajes se lo cargaron, porque eran varios, le emboscaron y eran guerreros experimentados. La pelea fue dura y la recompensa, en forma de tesoro que el dragón custodiaba, apropiadamente generosa.
Lo mejor, en cualquier caso, fue que mis jugadores pudieron decir que, al menos una vez en una partida de rol, se pudieron cargar a un dragón.
Saludetes,
Carlos
Todo depende de lo que quieras hacer con ellos.
ResponderEliminarNo tengo nada en contra de dioses de kilometros de largo que sean más dioses que seres vivos, tendrán su sitio en las historias.
A mi me pasa un poco como a ti, que no he tirado de dragones casi nunca. La única vez que los usé con frecuencia fue en una campaña de harp donde los dragones tenían el tamaño aproximado de un caballo o una vaca, segun el tipo y eran más animales que seres mágicos (no hablaban, no lanzaban conjuros, etc.).
En esa misma campaña había un gigantesco dfragon negro al final de todo, que en realidad era una forma transfigurada de una especie de demonio (por resumirlo), así que creo que tecnicamente no se puede decir que fuese un dragon.
Esa subida de poder y tamaño creo que responde a un intento de convertir la hazaña de su derrota en algo cada vez más epico, pero en lugar de mejorar la épica desde una buena narración o detacando el peligro, se hace de la forma facilona y evidente, con el tamaño y los numeros más altos. Como cuando el cine intenta suplir su absoluta falta de guiones con un puñado más de explosiones o de mujeres con poca ropa.
Aún así, lo descumunal y poderoso puede tener su lugar, sobre todo en según que ambientaciones, donde eso no lo convierte en imposible gracias al poder desatado de los heroes que son semidioses o seres realmente excepcionales (exaltado, Anima, etc.)
No, yo tampoco tengo nada en contra de los dragones kilométricos, de hecho, me gustaría ser el primero en dar la bienvenida a nuestros nuevos amos reptilianos :D.
EliminarY sí, coincido contigo en que un dragón no necesita, necesariamente, tener docenas de conjuros, cientos de puntos de vida y miles de poderes especiales. Bastaría con que fueran difíciles de matar y tuvieran la opción de envenenar las mentes de sus adversarios con mentiras y maldades, a la manera de Smaug o Glaurung, para que fueran ya bastante terroríficos.
Que bien dicho. La verdad es que yo no he sacado un dragón en mi vida, pero porque siempre he jugado en ambientaciones donde su poder es exagerado (y nunca en D&D... Vaya, en Warhammer un dragón era un ser terrible, terrorífico y demas cosas que empiezan por ter-). Pero es verdad que los dragones son cada vez mas grandes y mas chungos. Y no entiendo que se gana con eso...
ResponderEliminarPues es una pena que no tengamos la oportunidad de usar a estas bestias en las aventuras, porque son un bicho icónico. Creo que lo que se gana es hacerlo más espectacular, pero también creo que perdemos algo por el camino: que los personajes de muchísimos roleros no se han enfrentado nunca a uno de estos dragones.
EliminarPues en Glorantha un Dragón es una cosa terrifantasmosa, sí, pero nada que una buena Búsqueda Heroica no pueda solucionar. Al fin y al cabo, para destruir a ése bichejo de 100km de largo, sólo necesitas buscar el mito en el cual todavía no ha nacido, ¡y golpearle con ese Misterio en la cabeza! O tirarle un Bloque mitológico encima, o una inundación. En Glorantha casi todo lo malo termina debajo de Bloques o debajo del mar. xD
ResponderEliminarDejémoslo en que los dragones gloranthanos (y Glorantha, en general) son "otra cosa" ;).
EliminarCreo que lo que vivimos es una banalización general de lo increíble en que tiene más responsabilidad el cine con trucos e imágenes cada vez más extremas, alimentadas por al imagen por ordenador, que los juegos de rol, que al fin y al cabo son sólo un producto más minoritario y menos influyente. Lo increíble se ha vuelto normal, incluso cotidiano, y las acciones deben escalarse hasta límites exagerados para seguir siendo "épicas", todo debe ser más grande, más espectacular y en general menos significativo.
ResponderEliminarCierto. Parece que ahora un león no es una bestia temible que puede significar un peligro para un aventurero o héroe. Necesitamos que sea un León Terrible para que nos acojone siquiera un mínimo.
EliminarLo peor es cuando se enfrentan con el león, los mata y se quejan :)
EliminarY luego yo veo una araña patilarga de esas y ya pudiera llevar encima Excalibur que correría y chillaría como una niña sin su papá. Pero en los juegos de rol SOY MUY MACHO. No huiría hasta que no me encontrara con DOS arañas patilargas. Es que roleo a un tipo muy duro.
EliminarTodo esto en RQ está solucionado. En D&D le sacas 4 o 5 lobos a un grupo de aventureros y te pegan una paliza por máster mamá. En RQ haces eso, y te la pegan por hacerles un TPK gratuito. Y es que derribar es mucho derribar. xD
En D&D mis jugadores huyen de cualquier arácnido más grande que la palma de la mano. Le cogieron mucho respeto a la tirada de salvación contra veneno...
EliminarY en RQ huyen de cualquier cosa.
Pues yo, como jugador asiduo de D&D sí que he usado y matado dragones (tanto como jugador como DM) de todos los colores y en varias ediciones (Advanced, 3.0, 3.5, 4ª...) pero claro, D&D es un juego que se presta a eso ya que cuando el dragón intenta aplastarles con su peso y tamaño, los jugadores salen volando o usan sus tobilleras de velocidad para esquivar al dragón con facilidad.
ResponderEliminarPues mira, igual lo que no he tenido en cuenta es que, cuando un grupo de juego ha llegado a nivel 12 y se puede enfrentar a un dragón, va trufado de poderes y objetos mágicos y la lucha está más que igualada :D.
EliminarClaro, igual lo que está pasando es que D&D no es el mejor sistema para simular la leyenda de San Jorge y el Dragón ;).
Hombre, igual sí se puede emular la leyenda de San Jorge y el Dragón en D&D siempre que San Jorge sea un Paladín con una montura voladora y una lanza de caballería +3 azote de dragones además de una armadura completa de RE Fuego 30, y no siendo un sencillo caballero con un buen porcentaje en armas...
EliminarOtro detalle, no siempre las luchas contra dragones son a nivel 12, ya que en D&D hay dragones de todos los tamaños, ya que estos crecen al envejecer. En 4ª edición, por ejemplo, redujeron mucho los tamaños y se acabaron los dragones gargantuescos (por lo que la frase de Velasco acaba no siendo cierta... :P)
Seguro que en alguna versión de la leyenda se dice que San Jorge llevaba una lanza de caballería +3 :P. Estas leyendas tienen siempre un montón de versiones distintas.
EliminarLo de cuarta edición no lo sabía, pero me parece lógico. Igual de lógico que el hecho de que en las aventuras de quinta edición salgan dragones con más frecuencia (que tampoco es que sea obligatorio que haya dragones, ojo, igual que no es obligatorio que haya dungeons).
En parte coincido contigo. Yo he usado cuatro o cinco dragones a lo largo de una campaña que va ya hacia los once años, y aunque en mi ambientación los dragones, como los elefantes, crecen con la edad, los que he puesto en mesa podrían caber en un salón grande.
ResponderEliminarPero debo hacer referencia a un dragón anterior a D&D: Ancalagon el Negro, criatura que, al caer muerto desde el aire, hundió buena parte de la región de Beleriand, al oeste de la Tierra Media. ¡Imagina su tamaño!
Ese es el tipo de dragones que me gusta usar a mí, por ejemplo, en Pendragón.
Eliminar¿Ancalagon el Negro anterior a "D&D"? Umm... "D&D" se publicó en 1974 y "El Silmarillion" en 1977, así que... :P
Sí, sí, claro, pero el Profesor murió en el 73. XD
EliminarDe todas formas, me refería a que fue anterior al crecimiento de los dragones en las progresivas ediciones del juego.
Por cierto, también habría que estudiar si la presencia de animales terribles, híbridos de especies, o versiones exóticas (como elementales, demoníacos y cosas as´) también ha aumentado a lo largo de los años. Tal vez existe detrás de eso cierta consciencia antimaltrato. Por ejemplo, sé que mis jugadores suelen dejar en paz a osos y lobos, si no se muestran agresivos.
*conciencia, perdón, no consciencia. XD
EliminarAncalagon podía estar en sus notas, pero estas no se publicaron hasta el 77, así que no pudo influenciar a nadie ;). De todas formas, no me quiero poner tiquismiquis; es evidente que en la literatura fantástica habrá muchos ejemplos anteriores a D&D de dragones de tamaño colosal :).
EliminarLo que has comentado de la conciencia antimaltrato... es curioso. Nunca lo había pensado de ese modo.
Bueno, antes que Ancalagon ya estaba el Dragón de Beowulf que impresionaba lo suyo y el mismo Smaug, aunque pequeño para los estándares de la Primera Edad ya mediría sus buenos 20-25 metros, lo que se dice un bicho.
EliminarY, remontándonos más atrás, los dragones de la mitología griega se pegaban con gente como Zeus o Apolo, así que debían de ser adversarios de los chungos.
Y, ahora que me acuerdo, antes 1974 ya estaban los dragones melniboneses, que se zampaban ejércitos para desayunar (bien churruscaditos, a poder ser)
EliminarPues yo no lo veo mal, realmente matar a un dragón debería ser el culmen de una vida de aventuras, después de eso, uno ya tendría que empezar a jubilar al personaje. El problema que veo es que en las primeras ediciones de D&D pasaba lo contrario: Un dragón acojonaba en los niveles bajos, pero si la campaña duraba un poco se volvían demasiado accesibles y había que empezar a doparlos con antigüedad magia etc...
ResponderEliminarUn poco de eso pasaba en las Crónicas de la Dragonlance: El primer dragón que aparecía era la releche, pero para el tercer tomo ya se los estaban cargando al por mayor.
Vamos, que a mi me parece bien esa evolución. El que se cargue a un Dragón tiene que ser una bestia parda y eso no se cumplía en los primeros juegos de rol.
El problema puede ser que, en los niveles superiores, los personajes de "D&D" tienen tantos poderes y objetos mágicos, que un "simple" dragón escupefuego y fuerte no es un rival adecuado, y hay que doparle.
EliminarEs un poco una carrera armamentística...
Efectivamente, eso pasa con todos los bichos en el juego, pero los dragones son algo especial, no puede ser que la cosa acabe en dragones de nivel 1, de nivel 2, etc...)
EliminarCuando se llegue a nivel 12 el dragón tiene que ser un desafío serio, posible pero no difícil.
Si la campaña se prolonga es inevitable que la cosa se supere, pero matar a un Dragón (a cualquiera) tiene que ser cosa seria, algo para recordar.
En una partida de HeroQuest en Glorantha vencimos a un dragón (de los sueños) pero sin violencia. ¿Eso cuenta? ;-)
ResponderEliminarUna de las aventuras oficiales va precisamente de eso.
EliminarSí que cuenta :D
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ResponderEliminarHola, Arion.
EliminarLa verdad es que para mí tus entradas sobre Conan son un referente imprescindible, me gustaron mucho en su momento y me ayudaron a entender mejor ciertos elementos del comic.
Mucha suerte con tu comic. La verdad es que las cuatro historias parecen interesantes :).
Muy bien lo de los dragones y demas... pero a colacion de tu entrada se me ocurre otra pregunta que hacerte: ¿Sabes si van a sacar el Pendragon este mes como dicen en NSR? que ya tengo ganas...
ResponderEliminarQue bien traído: Dragonacos, Pendragón, sí, sí, se ve la relación ;).
EliminarQue yo sepa, sí, saldrá este mes. Y si no, saldrá en Julio (que es la semana que viene), pero vamos, es inminente.
Le tengo ganas... tengo monton de material de las viejas ediciones, pero hace miles que no lo arbitro, y esta edicion no la conozco. Me fio de NSR, aunque esta vez se han retrasado un poco mas de la cuenta.
ResponderEliminarA ver como reluce la vieja excalibur en esta edicion ;-)
La nueva edición de Pendragón luce genial, tanto en maqueta como en ilustraciones. En cuanto a las reglas, no vas a encontrar nada raro ;), es un lavado de cara y una pequeña revisión, pero nada que haga que no se puedan usar los viejos libros. Eso sí, el sistema de batallas está mucho mejor explicado que en la versión que vimos en España. Para mí, un añadido genial.
EliminarEn más de una ocasión la fantasía moderna ha conseguido banalizar o invertir algunos de los más profundos mitos de la imaginación de siglos pasados.
ResponderEliminarYa ves tú que los vampiros y hombres lobo han pasado de ser criaturas terribles y demoniacas para pasar a ser adolescentes guays aunque inaptados...
Uno no puede meter a un vampiro terrible y poderoso que sea como aquel Sauron transformado que huye de Beren y Lúthien, ni siquiera el Dracula de Stoker: tus jugadores piensan en Robert Pattinson.
Los mitos se van adaptando con el correr de los tiempos. Algunas veces mejoran... y otras no ;). Por eso pienso que en muchos casos conviene una pequeña vuelta a los orígenes. Si es, además, un regreso que incluya lo aprendido a lo largo de los años... eso ya es genial :D.
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