08 diciembre 2017

El Desafío de los 30 Días (4ª edición) - Pregunta 8 (juegos de rol)

Octava entrega del Desafío de los Treinta Días. Hoy la pregunta es sencilla y apenas polémica: ¿Qué es para ti un juego de rol y qué no lo es?

En un juego de rol, los jugadores interpretan a personajes inventados en una situación ficticia. Normalmente existe un jugador especial llamado máster/narrador/director de juego que es el encargado de plantear la situación inicial y que modera la partida hasta su conclusión. Los juegos de rol tienen una serie de reglas que definen qué es lo que pueden hacer los personajes en la partida y es habitual que este sistema de reglas introduzca cierta aleatoriedad mediante el uso de dados, cartas u otros mecanismos.

Creo que lo que es imprescindible para que un juego de rol se pueda considerar como tal son tres factores:

  • Deben existir uno o más jugadores que interpreten un papel en el juego y que tengan libertad para actuar del modo que mejor les parezca. Si los jugadores tienen que seguir un guión preestablecido y no pueden salirse de él, me temo que estamos jugando a algo más parecido al teatro, donde lo que importa es interpretar a tu personaje con naturalidad y convicción.
  • Debe existir un sistema de juego. Este sistema de juego debe permitir crear personajes diferenciados entre sí, con distintas capacidades, y debe permitir poder averiguar el resultado de un conflicto o la resolución de una tarea. Si no existe un sistema de juego, estamos simplemente narrando una historia entre todos pero no estamos jugando a un juego.
  • Debe existir una cierta flexibilidad en las reglas. Ya que los jugadores tienen la libertad para que sus personajes intenten cualquier cosa a lo largo de la partida (dentro de los límites de la ambientación de la misma) es inevitable que surjan situaciones que no están contempladas en las reglas. En ese caso, lo más habitual es que el jugador especial que está arbitrando la partida (máster, director de juego, etc.) sea el encargado de determinar cómo resolver dicha situación, basándose en las mecánicas existentes en el juego y lo que le dicte su sentido común. Hay juegos que no tienen un director de juego pero resuelven este tipo de situaciones a través de algún mecanismo de toma de decisiones que incluye a todos los participantes. Esta es una característica que distingue a los juegos de rol de los juegos de tablero, donde las posibles acciones están mucho más definidas y no se contempla (por lo general) el improvisar reglas en mitad de la partida.

Aunque algunos juegos de rol pueden desviarse en poco o en mucho de estos parámetros, creo que la mayoría los cumplen y son los juegos que más fácil resulta clasificar como juegos de rol. Existen juegos que carecen de alguna de estas características y aún así podemos identificar como juegos de rol, pero creo que son una minoría.

Por poner algunos ejemplos de juegos de rol clásicos podemos citar Dungeons & Dragons, Vampiro, Star Wars d6 o La Llamada de Cthulhu. En todos estos juegos los jugadores interpretan a un personaje con libertad para tomar decisiones, existe un sistema de juego que determina cómo resolver tareas y conflictos (por medio de dados) y tenemos una figura tipo narrador o director de juego que se encarga de presentar la situación inicial al resto de jugadores y arbitrar las distintas situaciones que se den en la partida.

Existen juegos de rol en los que los jugadores no interpretan a un único personaje, como por ejemplo, Ars Magica, donde cada jugador tiene un personaje principal (un Mago), uno secundario (un Compañero) y personajes menores que puede interpretar cualquiera en distintos momentos (los Grogs). Sin embargo, existe un personaje principal (el Mago) y cada jugador interpreta a un único personaje en cada momento. Existen juegos como Microscope en el que los jugadores van creando una historia entre todos, sin director de juego. Y yendo atrás y adelante en el tiempo, hasta que deciden parar. Lo normal es que en Microscope se termine una partida con un resultado que se parece a una cronología de un imperio, reino o civilización. Microscope es un juego interesante y muy útil si quieres, por ejemplo, crear la historia de un mundo para después jugar una partida de rol en alguno de los períodos que se han definido... pero no lo considero estrictamente un juego de rol porque creo que el foco no está en los personajes, sino en el propio mundo. Y me falta ese sentimiento de identificación con un personaje que me hace pensar que estoy viviendo otra vida. Eso no quiere decir que no sea un juego divertido.

Ahora mismo no se me ocurren ejemplos de juegos calificados como "juegos de rol" que carezcan de algún tipo de sistema de juego. Quizá podríamos mencionar a Amber, el juego basado en la saga homónima de Roger Zelazny. Amber carece de aleatoriedad en el sentido de que no usa dados, cartas ni ningún otro sistema para introducir resultados aleatorios en el juego. Pero sí tiene personajes con distintas capacidades y un sistema de apuestas para escoger estas habilidades al inicio del juego. Creo que realmente Amber no es un juego para mí, pero probablemente no me atrevería a calificarlo como "teatro improvisado".

En cuanto a la flexibilidad en las reglas, es evidente que en juegos como HeroQuest (el juego de tablero) o Descent estamos hablando de juegos de tablero con sus fichas, sus reglas, sus misiones, etc. La razón por la que Dungeons & Dragons 4 ha sido en muchas ocasiones calificado como un mero juego de tablero se debe a que es perfectamente posible jugar a ese juego de un modo muy similar a un juego de tablero tipo dungeoncrawl. Sin embargo, al menos en D&D4 existen reglas para hacer cosas que no sea únicamente viajar de una mazmorra a otra y es perfectamente posible jugar misiones de intriga, de espionaje o de exploración sin que el juego deje de funcionar.

Así que, ahi está. Mi definición de lo que es un juego de rol. Seguro que alguien puede encontrar uno o dos contraejemplos de juegos que carecen de alguna de las características que he mencionado y me encantaría leerlos en los comentarios. En cualquier caso, creo que mi definición se puede aplicar sin problema a la mayoría de los juegos de rol existentes.

Saludetes,
Carlos

7 comentarios:

  1. Ya estamos metiéndonos con d&d 4a! xD
    Es verdad que en los combates se convertía en un juego de tablero pero luego tenias las mismas libertad y opciones que en la mayoría de los jdr.

    Yo es en el tema de los juegos de narración compartida donde veo que los límites pueden ser difusos en la medida que las reglas son una excusa para que la historia siga un curso determinado. Algo que me parece quizas contrario a la impredecibilidad que espero de una partida de un juego.

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    1. Eh, eh, que yo solo he digo que "ha sido en muchas ocasiones calificado como..." xD.

      Yo también quiero que en las partidas sucedan cosas que me sorprendan. Un juego más narrativo se acerca demasiado al teatro improvisado para mí ;).

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  2. ¡Saludos! Tras leer a todos los que participasteis en el Desafío 2017, le he dado vueltas al asunto. He escrito este borrador con mis conclusiones provisionales y estoy haciendo un spam masivo de él, a ver si consigo algún feedback.

    ¿Y si dijera que "D&D no es un juego de rol"? ¿Quedaría mal, verdad?

    Bueno, pues John Wick se quedó corto. No sólo D&D no es un juego de rol, sino que ninguno de sus derivados (entre los cuales se incluye la morralla diseñada por Wick) tampoco lo son.

    Pero si digo "D&D y sus derivados no son meros juegos de rol, sino algo inmensamente mayor y más complejo", eso ya suena mejor ¿verdad? D&D tiene más facetas que un icosaedro, y calificarlo de juego de rol sin más es una visión tan reduccionista y miope como definir a un Ferrari diciendo que es una estufa con ruedas.

    "¿Acaso un Ferrari no quema combustibleee? ¿y acaso no produce calooor? Y no quieras hacerme creer que no tiene ruedas, porque las tiene. ¡Y son cuatro, nada menos, que las he contao!"

    Por supuesto que D&D se puede usar para rolear, o para contar historias, o las dos cosas, o ninguna de ellas. También se puede rolear y contar historias con el Juego de la Oca. Pero en ambos casos, el roleo es un efecto secundario.

    Porque D&D (y sus derivados) en realidad son juegos de simulación omnímodos. Si en un wargame con miniaturas se trataba de construir una maqueta y de simular batallas, campañas y guerras, en un juego como D&D lo que se trata es de montar y simular todo un Universo.

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