En muchos sentidos, me recuerda a los Cuentos Inconclusos de Tolkien, que son narraciones sobre la Tierra Media que no llegaron a tener el formato adecuado para ser publicados. Algunas eran narraciones que se cortaban abruptamente y otros eran cuentos completos pero con partes sin finalizar, con diversos borradores y versiones, pero ninguna que Tolkien considerara "finalizada". Posteriormente, el hijo de Tolkien recopiló casi todo lo que su padre había escrito sobre la Tierra Media en los doce volúmenes de Historia de la Tierra Media
Tanto en las obras de la Stafford Library como en los Cuentos Inconclusos hay oro puro. El Silmarillion se creó a partir de la información de los Cuentos, rellenando los huecos donde fue necesario. Aunque al final los relatos de el Silmarillion no dejan de ser en muchos casos resúmenes de relatos más extensos de Tolkien, al menos son relatos completos y coherentes entre sí. Y habría sido una pena no llegar a leerlos, porque hay conceptos realmente geniales en ellos. Y The Glorious ReAscent of Yelm y The Fortunate Succession pueden irse por las ramas en algunas secciones, pero son la base de uno de los mejores suplementos para RuneQuest que existen: la fantástica campaña Dara Happa Stirs, donde no solo se habla de la historia de la región de Dara Happa... sino que se hace de un modo jugable, incluyendo una muy divertida serie de aventuras.
Claro, también es verdad que tanto en uno como en otro caso, estas son obras dedicadas a los aficionados más duros de cada uno de estos mundos. Porque se le ven las costuras a la narración aquí o allí. En el caso de Stafford, como siempre dejó claro que los mitos pueden ser contradictorios entre sí y aún así ser auténticos (y que la historia la escriben los vencedores), puedes encontrar un mito que no "encaja" con el resto de mitos, un héroe presentado como en otra narración como un villano y cambios fundamentales en su mundo que reflejan la evolución que el propio Stafford sufrió a lo largo de su vida y que se vio plasmada en su concepción de Glorantha. Tolkien, sin embargo, siempre buscó una consistencia interna en su propia mitología, buscando que todo encajara. En el último volumen de la Historia de la Tierra Media, llamado El Anillo de Morgoth, se refleja lo mucho que Tolkien se esforzó para hacer encajar conceptos como qué sucedía cuando un Elfo volvía a casarse, si era evidente que todos los Elfos renacían en Aman y por tanto, podían terminar reencontrándose con su anterior pareja. Así que Tolkien escribía, reescribía y volvía a reescribir y, al igual que Stafford, con el paso de los años cambiaba cosas, aunque solo fuera el nombre de un personaje.
La diferencia entre uno y otro es que el bagaje de Stafford era básicamente mitológico, y en sus escritos exploraba el politeísmo, el chamanismo, el monoteísmo, etc. Glorantha es un mundo cuyas bases son la mitología del nuestro. El bagaje de Tolkien era lingüistico; era un enamorado de la palabra y los idiomas, y de cómo estos iban evolucionando. Recuerdo haber leído que, cuando descubrió el finlandés, para él fue como encontrarse con un tesoro. Pero en ambos casos llevaron ese amor por dos actividades fundamentalmente humanas (la religión y el lenguaje) a crear un mundo propio que compartieron con todos nosotros en sus obras publicadas. Y sus obras no publicadas nos permiten atisbar un poco de todo aquello que se dejaron en el tintero, pero que fue importante (no; imprescindible) a la hora de crear sus obras finalizadas.
Y, por otro lado, ¿cuándo está una obra finalizada? Cuando creas un mundo como Glorantha o la Tierra Media, en realidad esta obra nunca finaliza. Porque puedes llegar a crear algo tan enorme como la Guía de Glorantha o tan famoso como El Señor de los Anillos pero siempre tendrás más que contar, más detalles, más conceptos que seguir explorando.
Creo que mundos como Glorantha, Tékumel, Hârn o la Tierra Media son fascinantes no solo por su riqueza de detalles, sino porque son obras personales y reflejo del mundo interior de un creador. En ese sentido, es posible que otras personas cojan el relevo y sigan desarrollando el mundo de juego, como por ejemplo ha pasado con Jeff Richards en el caso de Glorantha, pero también puede suceder como con la Tierra Media de Tolkien, que no creo que vaya a evolucionar con nuevos conceptos y narraciones porque el Tolkien Estate es bastante firme en lo que se puede y no se puede hacer con este mundo. Ojo, incluso en ese último caso, lo más tolkieniano que he leído en mucho tiempo son las aventuras de Relatos de las Tierras Ásperas, así que hay esperanza incluso para los mundos más "cerrados" tras la muerte de su autor.
Así pues, aunque no hay que tomar como Palabra de Dios cada nota al margen escrita por Tolkien en una factura de la luz, sí es cierto que cada una de estas notas sirven para aumentar nuestra comprensión de estos mundos, reflejos de sus autores y sus preferencias. En ese sentido son una gran fuente para extrapolar nuevas obras derivadas que sean respetuosas con el concepto original de su autor. Y oye, en muchos casos son muy divertidas de leer por sí mismas. En fin, os dejo, que tengo a medio leer la sección de los Aprendices de Dios y quiero saber si cuentan algo de cómo eran capaces de efectuar cambios permanentes en el Plano Divino.
Saludetes,
Carlos
Qué curioso que Tolkien reescribiera cosas sobre la Tierra Media. Algunos fans suelen quejarse de que Greg Stafford reescribió esto y aquello y que el cambio no les gusta, pero veo que no es algo tan excepcional. De hecho, me parece lo más normal. Al fin y al cabo, como dices, es muy difícil dar una obra por terminada. Y si se trata de un mundo imaginario, con todas sus complejidades, todavía más. 😀
ResponderEliminarTolkien reescribía mucho. De hecho, la novela de El Hobbit que puedes leer hoy en día no es igual que la que se publicó originalmente porque Tolkien la cambió para que la narración fuera más compatible con la de El Señor de los Anillos. El ejemplo más famoso es que Gollum acepta darle el Anillo a Bilbo después del concurso de acertijos y le enseña la salida. Y eso se cambió porque no encajaba con el poder corruptor del Anillo descrito en El Señor de los Anillos. Lo que pasa es que Tolkien era un tipo meticuloso que justificó el cambio haciendo que Bilbo confesase en el Concilio de Elrond que no les dijo la verdad a sus amigos sobre su encuentro con Gollum... y que lo que les contó fue la versión que se publicó originalmente en el "mundo real" :D.
EliminarAsí que nos quejamos del Gregging, pero también deberíamos hacerlo del Tolkieing ;)
En la historia de la Tierra Media se puede ver que la Tierra Media evolucionaba constantemente, aparte del Hobbit, El Señor de los Anillos tuvo unos cuantos cambios respecto al primer borrador añadiendo, quitando, y corrigiendo multitud de detalles, personajes, familias, historia, etc. Se ve que Greg Sttaford y Tolkien eran muy meticulosos. Buena entrada.
ResponderEliminarSí, muy cierto. Para Tolkien la Tierra Media era un mundo propio que evolucionó con él, a lo largo de toda su vida. El Hobbit y El Señor de los Anillos fueron simplemente dos pequeñas ventanas a ese mundo.
EliminarTolkien era muy meticuloso. Stafford era... un chamán; un puente entre este mundo y el Otro Mundo. Ambos creadores.
Uno de los cambios más importantes de Tolkien es meter a los hobbits en su Tierra Media, su Midgard. El Hobbit, ni los hobbits, como se indica no pertenecía a estos relatos que creo recordar empiezan al rededor de su época en el ejército. Es genial la historia del Concilio :D, no la conocía.
ResponderEliminarHablando de motivaciones para crear mundos inventados, la de Eddison (Serpiente Uróboros) es magnífica, un entorno donde inventarse historias para jugar con su amigo de "escuela" (acaudalado noble tenía un tutor y a un niño de su edad que le acompañaba en los estudios, el niño se convirtió en un famoso periodista). La resistencia del autor a cambiar nombres le molestaba mucho a Tolkien, la no coherencia lingüistica le enfadaba, y aún así decía que la Serpiente era la mejor novela de mundos inventados creada.
El ahora más de moda Freddie Mercury tuvo una inspiración parecida, jugar con su hermana pequeña, seguramente de manera epistolar, en un mundo de fantasía inventado, Rhye. Como Eddison, usó ese mundo al que tendría bastante cariño para ya adulto inspirarse en sus primeras composiciones (algunas claramente precursoras en estilo a Bohemian). Curiosamente Mercury no era un lector de fantasía y ciencia-ficción, al menos de adulto, pero escuchaba a sus compañeros de grupo hablar de ciencia ficción y fantasía ya que eran parte de sus pasiones. En fnac leí una introducción de un libro, de un amigo del inicio de la banda, un punky, que decía que Mercury estaba obsesionado con Tolkien, pero igual se refería a la Fantasía en vez de con el escritor concretamente.
Curiosamente, los compañeros del grupo, lectores declarados del ambos géneros no sacaron tantas canciones del género.
PD: ¿Qué pasó con los Aprendices de Dios? (genial nombre y misterioso grupo)
Sí, muy cierto, los hobbits no encajan en el tono general del mundo de Tolkien, sobre todo en lo que concierne al Silmarillion. Las historias de la Primera y la Segunda Edad son míticas, épicas, y los hobbits se cuelan en la Tercera Edad como agricultores amantes de la comida y de fumar en pipa. Pero al final, ¿qué sería de El Señor de los Anillos sin escenas como la de Merry y Pippin comiendo y fumando a la entrada de las ruinas de Orthanc, cuando llegan allí los héroes? Los hobbits humanizan la épica de Tolkien.
EliminarSobre la creación de mundos, te recomiendo mucho Playing at the World. De Freddy Mercury no habla el libro, pero sí de muchas otras personas que en los 60 y los 70 estaban creando infinidad de mundos propios y para los que fue una revolución la llegada de D&D y la posibilidad de simular el vivir en dichos mundos.
Los Aprendices de Dios llegaron a ser la fuerza principal detrás del éxito del Imperio Jrustelano. Gracias a su magia, los jrustelanos conquistaron multitud de tierras. Y los Aprendices de Dioses saquearon gracias a sus poderes los mitos de los pueblos conquistados, como los jugadores munchkin que eran. Y tras unos cuantos siglos de hacer de las suyas, el mundo reaccionó y una serie de desastres mágicos acabaron con su imperio: las aguas de todo el mundo impedían la navegación, la mitad de la isla de Jrustela se hundió en el mar, unos gigantes inmortales masacraron Seshnela y unos espíritus temibles, los Portadores de los Regalos de los Antiguos Dioses, mataron a todos los hechiceros que conocían el secreto de los Aprendices de Dioses para hacer cambios permanentes en el Plano Divino. En la Tercera Edad (donde están ambientadas la mayoría de partidas de Glorantha), esos Portadores siguen activos, por lo que trastear con magia de los Aprendices de Dioses es extremadamente peligroso.
Leñe, no sabía nada de esos Portadores. O no me acordaba, porque no me suena del antiguo Glorantha el Mundo y sus Habitantes... ni de los suplementos más o menos equivalentes posteriores.
EliminarYo creo que la creación de un mundo tiene mucho que ver que con "jugar" en él. Estoy seguro que Tolkien se imaginaba moviéndose por la Tierra Media y encarnando ciertos personajes, al menos de joven :D... de crío me ponía nervioso cuando tu sabes que el personaje de una novela no debería hacer lo que hace, o tu harías otra cosa.
Poder jugar es una revolución, lo malo es que te suele tocar hacer de master, porque si juegas con un pj en tu mundo, recalco en TU mundo, seguro que te enfadas con el master :D que hace esas barbaridades que en tu mundo no ocurren. A no ser que seas G.Stafford y te relajes :).
Ese creo que es un cambio que hace el rol en el creador de mundos, saber que es un mundo para que se lo trastoquen los demás.
Sí, sí, busca en El Mundo y sus Habitantes, que estar, tienen que estar. En inglés son los Gift Carriers, pero en español me suena que eran los Portadores de los Regalos. Son como espíritus de represalia a lo bestia.
EliminarSobre lo que comentas de que Tolkien se imaginaba en la Tierra Media... ¿sabías que está enterrado con su esposa, y que en la lápida pone simplemente "Beren" y "Luthien"? ;). Sí, no se creía Gandalf :D.
¡Claro que a todos nos pone nervioso que los personajes de una novela u otra obra actúen a lo loco muchas veces! Y poder solucionar (al menos en parte) esa cuestión es algo muy importante que explica la popularidad de los juegos de rol ;).
Sí, coincido en que si quieres jugar en tu mundo... una de dos, o eres el máster, o aprendes a asumir que otras personas van a tener una percepción distinta de tu creación. Hay quien ha dicho que en mundos como Tékumel, Hârn o Glorantha solo se puede jugar si juegas con el creador. Pero Stafford se pasó décadas diciendo que Tu Glorantha Será Diferente, una enseñanza que el resto de creadores de mundos deberíamos hacer nuestra.