13 febrero 2020

Autores originales y sus herederos

Hace unos días se murió Christopher Tolkien, a la muy respetable edad de 95 años. Compartíamos día de cumpleaños y amor por la obra de su padre. Recuerdo haber leído hace muuuchos años en una vieja revista Líder un artículo en el que a Christopher se le calificaba de "vampiro post-mortem" que se alimentaba de la obra de su padre, sacando libros de la más mínima nota al pie escrita por su padre en una servilleta. Puede que eso fuera cierto, pero creo que siempre le agradeceré haber puesto en orden esas notas y que pudiéramos disfrutar de El Silmarillion. Para algunos, un peñazo. Para mí, una maravilla.

La figura de Christopher Tolkien y su padre se me asemeja, en el mundo del rol, a la de Jeff Richard y Greg Stafford. Stafford fue el creador del mundo de Glorantha, y la empresa que fundó (Chaosium) fue la responsable de traernos juegos como RuneQuest, Pendragón o La Llamada de Cthulhu. Aunque Stafford siempre dijo que su obra maestra era Pendragón (el juego de rol sobre los caballeros de la Britania del Rey Arturo), su mundo de juego, aquel al que dedicó toda su vida, era Glorantha.

Hace cosa de un año escribí una entrada llamada Notas de los creadores en la que hablaba tanto de Tolkien como de Stafford, y de las notas que habían dejado y que sus herederos (Christopher Tolkien y Jeff Richards) ordenaron y expandieron. Podéis tomaros esta entrada como una segunda parte dedicada un poco más a los herederos que a los creadores originales.

Me resulta muy curiosa la figura del heredero intelectual de un autor original. Por un lado, se les puede acusar de estar aprovechándose de una creación que no es suya o de estar lucrándose del trabajo de otros. Pero yo creo que debe ser algo maravilloso haberte criado admirando a alguien y que llegues a conocer tanto su obra que logres ganarte la confianza de esa persona hasta el punto de que te haga receptor oficial de su material original.

En ese sentido, hace no demasiados años, Greg Stafford le envió a Jeff Richard por correo un montón de cajas llenas a rebosar de notas sobre Glorantha. En un blog de un miembro de Chaosium leí que la mujer de Richard decía que le vio abriendo cajas, leyendo hojas y murmurando "esto es oro puro, oro puro". No puedo sino sentir empatía ante este sentimiento. Imaginaos ser un experto en cualquier campo del saber (aunque sea algo como los juegos de rol) y que os llegue el material original. Yo comprendo que para Richard sea increíble poder ver las primeras versiones de los textos y arrojar luz sobre aspectos desconocidos de la obra que ha estudiado durante tanto tiempo. Es lo mismo en el caso del hijo de Tolkien, que en su momento también llegó a decir que si pudiera volver atrás en el tiempo, habría publicado de un modo muy distinto el Silmarillion; pero claro, probablemente sin haber editado esa primera versión, igual no se habría creado el impulso necesario para poder seguir investigando el tema.

Algo que me parece muy significativo es que tanto Jeff como Christopher dan la impresión de ser mucho más meticulosos que los autores cuya obra organizan. Christopher logró publicar doce volúmenes de la historia de la Tierra Media; su padre fue mucho menos prolífico. Y Richard es mil veces más organizado de lo que nunca fue Stafford. Que era un genio en lo suyo, pero al que le costaba mucho más convertir sus montañas de material en bruto en textos ordenados.

Quizá al final este es un esquema natural: una mente creativa que nos trae un concepto nuevo, sacado de su vida interior, caótica. Caldo primordial creativo del que surge una idea, o miles. Y una mente analítica que crece empapándose de ese material y lo comprende mejor porque puede verlo desde fuera, sin la misma implicación emocional que la que puede tener el autor original. No es de extrañar que al final de su vida Stafford le de su montaña de material manuscrito a Richard para este lo organice, sabiendo que lo va a hacer mucho mejor que él mismo, y que de todas las personas del planeta, es el que más va a apreciar tener toda esa información. Christopher fue el albacea literario de la obra de su padre, y probablemente su colaborador más antiguo (dibujó los mapas de El Señor de los Anillos, por ejemplo).

Puestos a establecer paralelismos con otros autores y sus herederos, recordemos que la obra de Lovecraft, que tan influyente es a día de hoy (Cthulhu está hasta en la sopa) podría ser totalmente desconocida, más allá de ser un olvidado autor de pulp de principios del siglo XX, si no fuera por su amigo y escritor August Derleth, que fundó la editorial Arkham House inicialmente para reimprimir las obras de Lovecraft. De hecho, fue él quien acuñó el término "Mitos de Cthulhu" para referirse al ciclo de escritos relacionados entre sí escritos por Lovecraft. Lovecraft los llamaba "Mis Yogsothotherías". Derleth rescató las obras de Lovecraft del olvido, o al menos, no las dejó morir. Y publicó sus propias obras relacionadas, aunque mucha gente opina que cambió el significado original al introducir una guerra entre dioses buenos y malos que no estaban representadas en los escritos del autor. En ese punto es cuando uno se pregunta si es mejor hacer como Christopher y ordenar, editar y publicar la obra original de un modo respetuoso o si hay que hacer como Derleth y extrapolar a partir de la obra original y modificarla y ampliarla.

Creo que Richard lo tiene más fácil en ese sentido porque Stafford ya dijo en vida que "Tú Glorantha Será Diferente", indicando que en realidad no hay una visión canónica del mundo que él inventó, sino que éste puede y debe adaptarse a cada uno de nosotros. Probablemente, de todos los autores de los que hemos hablado, es el que más claro tenía que daba igual lo que él dijera o dejara de decir, en el futuro sus obras, si tenían que pervivir, lo harían cambiando, como esos mitos que mutan para adaptarse a los nuevos tiempos, pero transmitiendo una misma verdad a lo largo de los siglos.

Saludetes,
Carlos

23 comentarios:

  1. Hace poco tiempo crucé correos con otro gran heredero (aunque de una obra mucho más pequeña) en esto de los juegos de rol, Joe Adams (quien también ha respondido a los nombres de Dakkar II, Joe Coleman, Adam Sefton, Dean Wilson, Jose Velayas, Sho Copra Joe, Jose Velasquez, Joseph K. Adams, Joseph S. Coleman o Joseph Kessler Adams).
    La suya es una figura un tanto atípica, ya que es quien publicó la tercera edición de Jorune y ha mantenido vivo su legado hasta el día de hoy.
    En estos días y a los setenta años una de sus mayores preocupaciones es la del legado de su obra. Una obra que, en su mayor parte, no nació de su pluma sino de la de unos chavales más jovnes que él que crearon un mundo que conectó de manera muy especial con su manera de entender la ficción.

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    1. Qué cosa más curiosa. Pero sí, es un ejemplo similar. Claro, en el caso de la Tierra Media y de Glorantha, las obras son mucho más conocidas (obviamente, la de Tolkien en un grado muchísimo mayor). Pero está por ver si Jorune tiene la posibilidad de conseguir encontrar un heredero de continúe cuidando de la obra.

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    2. Por supuesto, a nivel de escala la cosa no tiene nada que ver.

      Ojalá alguien se hiciese cargo, pero dado que no se pueden sacar nuevas ediciones en físico supongo que la cosa quedará en manos de la comunidad. Y con Talislanta me temo que pasará tres cuartas partes de lo mismo (al igual que pasará con mi mundo cuando yo casque).
      Al menos con Tékumel sí que se creó una fundación para preservar el legado de Barker.

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    3. En muchos casos solo nos queda la esperanza de que, cuando queden libres de derechos, alguien redescubra estos mundos y les de nueva vida.

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  2. Leyendo tu entrada me he acordado del prólogo del Misterio del Lobo Blanco, de Elric donde hablan del sueño del Conde Aubec en el que caballero se adentra en las Tierras del Caos para crear nuevas tierras, nuevas culturas dando forma y orden a la Entropía.

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    1. Creo que ese es un sueño recurrente entre los creadores de mundos (y de historias). Sin ir más lejos, Hoja, de Niggle, cuento corto escrito por Tolkien, va un poco sobre eso. Es un pequeño gran cuento, que he ido comprendiendo mejor a medida que han pasado los años y las relecturas.

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  3. Como suele decirse, las ideas son baratas, lo complicado es cristalizarlas. El valor de saber concretar la obra de autores como Tolkien, que se ponía a escribir en cualquier hoja al azar, es para nada desdeñable.

    En el extremo opuesto está Pratchett y su apisonadora. No sé por qué siento más simpatía por él, que por los los otros ejemplos que citas XD.

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    1. Porque Pratchett era un tipo simpático, majísimo y que nos caía bien a todos. Aún no he encontrado a nadie que me haya dicho nada malo de él xD

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    2. El caso de Pratchett es interesante, particularmente porque su hija Rhianna se dedica profesionalmente a escribir, aunque ha hecho carrera en el mundo de los guiones de videojuegos, no de los libros. Sin embargo, en ningún momento ha querido escribir nuevas obras a partir de las creaciones de su padre. Supongo que todo depende de los deseos de cada uno respecto de continuar o no este tipo de legados y de qué forma continuarlos.

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    3. Si te paras a pensarlo, Christopher Tolkien tampoco creó nuevas narraciones a partir de lo que había escrito su padre. No hizo una segunda parte del Señor de los Anillos, ni incluyó leyendas nuevas sobre los Días Antiguos en el Silmarillion. Simplemente ordenó lo que ya existía y, ok, rellenó huecos en algunos momentos. Pero de modo cuidadoso.

      Pongamos como contraejemplo la obra del hijo de Frank Herbert sobre Dune. Puaj.

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    4. Muy cierto, la labor de Tolkien fue de editor, editó el material de su padre que no había visto la luz, y hasta donde sé, el propio J.R.R. quería que se editase. En el caso de Pratchett se editó póstumamente la última novela que había terminado de escribir, el resto de material inédito que pudiera tener, como dice Yop más arriba, supongo que sería destruido porque eso era lo que siempre había expresado como deseo Terry Pratchett.

      Sí, es mucho mejor ejemplo lo de las novelas de Dune de Brian Herbert y Kevin J. Anderson. Por otro lado, entiendo humanamente la postura de Brian Herbert, aunque me parece que es más honesta y valiente la postura de Rhianna Pratchett de no hacer obras con la propiedad intelectual heredada.

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    5. En el caso de Herbert... entiendo que pueda desear seguir las ideas de su padre, pero me parece que... en fin, que les falta habilidad. Me leí un par de novelas y el estilo no me recordó a Dune, ni en el tipo de narración ni en la estructura de la historia.

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  4. Y los gloranthófilos tuvimos suerte de que Sandy Petersen estuviera en Chaosium, porque organizó y complementó la obra de Stafford mientras este iba produciendo cosas. 😀
    Me ha gustado mucho la última frase del artículo. 👍

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    1. He de confesar que sé mucho menos sobre la figura de Sandy Petersen de lo que debería. Vamos, que no me es desconocido, obviamente, pero no sé tanto sobre su papel en Chaousium.

      Gracias, la última frase también me ha gustado a mí :P

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  5. Que alegria me ha dado ver que el blog sigue activo Carlos. Con el tema este de las redes sociales, le habia perdido la pista a los blog, pensando que todos habian sido abandonadillos!

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    1. Jajajaja, yo soy incombustible :D. Mi blog estaba aquí cuando nació Google+ y lo ha sobrevivido :P.

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  6. La denominación "Mitos de Cthulhu" es un engaño. ¡Maldito sea el que la inventó! [insulto] [insulto] [insulto]

    Si tenía que meter la obra de Lovecraft en una caja ¡haberla etiquetado correctamente al menos!

    gruñidos y malas caras :( :( :(

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    1. En el catálogo de la gran Biblioteca de Babel -que contiene todos los libros posibles-, siempre habrá un lugar de honor reservado para los "Mitos de Cthulhu". Junto a obras de la literatura pop tan insignes como las "Crónicas del Dr. No", "La saga de los Baskerville", "El ciclo Da Vinci" y el "Romance de Neville Longbottom".

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    2. Rufus Wilmot Griswold: ¿te suena ese nombre? No, no es un villano de Harry Potter, sino el albacea literario de Edgar Poe.

      El Rufus era un trol profesional que detestaba a Poe visceralmente, por diversión y provecho. Y aún así no cometió tantas barrabasadas como las que hizo Derleth con las obras de Lovecraft o Sprague De Camp con las de Bob Howard.

      ¡Crom te libre de fans fatales y te mande muchos haters!

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    3. No conocía al albacea de Poe. Lo que sí puedo decir es que tanto Derleth como De Camp se tomaron al parecer más libertades que las debidas con las obras que "heredaron" ;).

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  7. Lo admito: el difunto Christopher Tolkien me da una tremenda envidia. Si me dejaran escoger qué Tolkien preferiría ser, si Christopher o su padre, me quedo con Chris. Se me da bien armar piezas de puzzle. En cambio carezco de talento creador (diga lo que diga el psiquiatra).

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    1. Es algo bastante común. La creación a partir de la página en blanco en complicada. Pero clasificar y ordenar parece que es algo que se le dan bien a ciertas mentes menos creativas pero más estructuradas.

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