Estoy con un poquito de bloqueo de escritor con respecto al blog. Confieso que me veo estancado en el curro y que tengo ganas de cambiar. Pero estoy también algo cansado de la informática y me planteo incluso tomarme unos meses sin hacer nada. No lo sé, le sigo dando vueltas. Ya os iré contando.
He empezado a escribir un par de artículos estos últimos días pero no he llegado a terminarlos. Tenía uno a medio escribir que trataba sobre la microgestión en los juegos de rol, pero es que no me da ni para un artículo; en definitiva lo que quería decir es que prefiero los juegos en los que hay una habilidad de Combate única (tipo FATE) que los que tienen mil maniobras de combate (como GURPS). O los juegos en los que hay un par de habilidades mágicas (como Sombras Urbanas) a aquellos en los que los hechiceros tienen que estar pendientes de cientos de conjuros (como D&D o Ars Magica). Supongo que en realidad es que la cabeza no me da ya para aprenderme juegos demasiado complicados y voy a lo sencillo. Porque no puedo decir que unos juegos sean mejores que otros, sino que es una preferencia personal. Entiendo a la perfección que aquellos diseños que hacen mayor énfasis en ciertos aspectos en sus mecánicas (el combate, la magia, etc.) lo hacen porque quieren que la experiencia de la partida se centre en eso. Y no puedo sino estar de acuerdo, pero hoy en día creo que disfruto más de juegos con un nivel de abstracción mayor, que me permiten centrarme en la historia o la exploración. Me he cansado de las simulaciones muy detalladas de un combate táctico, incluyendo los hechizos que son una forma de «artillería mágica».
¿Veis? En realidad estaba liándome para escribir un artículo de algo que puedo expresar en un único párrafo. Creo que siento la necesidad de escribir siempre sesudos análisis, revelaciones epatantes o, siendo más exactos, tochos soporíferos sobre el mundillo del rol. Y tampoco pasa nada por escribir solo un poquito. Si os digo la verdad, casi estoy más interesado en lo que me podías poner en los comentarios y en el diálogo que se monta allí que en lo que pueda contar yo. Me da la impresión de que me repito como el ajo.
Como voy a estar en el pueblo de mis padres estos días de Semana Santa, no voy a escribir ninguna entrada más estos días, porque es bastante incómodo hacerlo desde el móvil. Y lo mismo ni siquiera puedo contestar a los comentarios que me pongáis, porque me he fijado que muchas veces me resulta imposible hacerlo desde el móvil; no sé la razón, pero supongo que será algún problema entre Blogger y Android, o algún esoterismo por el estilo. En cualquier caso, os dejo un par de comentarios, así a vuelapluma:
- Me estoy leyendo la última trilogía de Dragonlance, la de la Guerra de los Espíritus. Voy por el primer libro, Los Caballeros de Neraka. Me está gustando más que la última que me leí, la de la Guerra contra Caos, que confieso que me costó bastante terminar. Pero esta me está gustando un poco más. Creo que con el final de esta trilogía voy a dar por concluida mi incursión en las novelas de la Dragonlance de modo casi definitivo. Y digo casi porque hay un libro, La Torre de Wayreth, que trata sobre el tiempo en el que Raistlin pasa de ser un Túnica Roja a un Túnica Negra, que sí que llama la atención. Qué le vamos a hacer, todo lo que rodea a las Torres de Alta Hechicería de Dragonlance me atrae como una polilla a la luz. Pero después creo que terminaré de modo definitivo mi reencuentro con estas novelas.
- Hace poco he estado echando un vistazo a listados de libros de ciencia ficción y fantasía que tengo por leer. Repasando el famoso Apéndice N, el listado de Premios Hugo y Nébula y algunas bibliografías muy jugosonas de los libros de GURPS (sobre todo de GURPS Fantasy y de GURPS Space), me he hecho con un listado bastante extenso de obras interesantes. Da un poco de vértigo ver todo lo que hay disponible, pero es cierto que hay algunos que llevo mucho tiempo queriendo leer y que voy dejando y dejando, como American Gods, La mano izquierda de la oscuridad, Neuromante, El Problema de los Tres Cuerpos, Tres corazones y tres leones y muchos otros más. Y como lo deje para más adelante, me jubilo antes de ponerme con ellos. Os iré contando cómo avanzo en este sentido.
- El domingo pasado conseguí reunir a tres de mis viejos compañeros roleros para jugar de nuevo presencialmente. El viejo grupo que ha jugado conmigo tantas aventuras cabalga de nuevo. Les he conseguido engañar para que jueguen Sombras Urbanas, pero en lugar de hacerse un grupito de góticos urbanitas se han hecho... otra cosa. Solo os diré que uno de los personajes es Avelino el del taller (un Veterano) y que la ciudad elegida para nuestras correrías es un pueblo rural de Albacete. El nombre de la crónica es «Anochece, que no es poco». Ya os pondré algo más sobre esta crónica, que va a ser la segunda que dirija a la vez de Sombras Urbanas (la otra es con mi hija adolescente y sus colegas).
En fin, y poquito más. Comed muchas torrijas y potaje estos días y no os hagáis daño en la espalda cuando llevéis al santo en procesión. ¡Nos leemos!
Saludetes,
Carlos
La verdad es que te entiendo perfectamente a pesar de que me fascina la granularidad en los juegos de rol (que a veces se confunde con profundidad) la verdad es que a la hora de jugarlos se me hacen una cuesta arriba tremenda.
ResponderEliminarPor ejemplo, hace poco jugué una campaña de Shadowrun y se me atragantaba un poco el tener una habilidad para casi todo y que se contabilizase de maneras distintas. Que cada pieza de equipo tuviese dos o tres reglas especiales y que a la hora de calcular el daño de los explosivos hubiera que hacer potencias.
Pero de mas joven le habria dado todo y hubiese sido un motivo de regocijo por mi parte.
Shadowrun es un buen ejemplo de juego con muchas habilidades, aunque el juego en el que pienso más en estos casos es en GURPS, donde hay una habilidades específica para andar por el campo («hiking»). Sé que hay opciones para agrupar habilidades en GURPS, y que incluso lo de salir a andar por el campo es una habilidad que se entrena (mis paseos domingueros con los colegas lo atestiguan), pero creo que descubrir esa habilidad me agobió.
EliminarSin embargo, incluso aunque me agobie jugar algo así, me gusta que exista un juego de rol con estas opciones. Porque me hace pensar en lo que me gusta y lo que no me gusta, y también me hace ver otras formas de simular la ficción. Para mí una habilidad como esta puede ser ridícula, pero no lo era en absoluto para los legionarios romanos, por poner un ejemplo, y les hizo ganar más de una guerra.
Así que como bien dices, es una cuestión de perspectiva. Cuando estábamos empezando en esto creo que teníamos más capacidad de disfrutar de este tipo de reglamentos detallados. Es más, quizá era bueno para nosotros tener este tipo de reglamentos detallados, porque nos iba entrenando la mente. Después, creo que es normal que optemos por otro tipo de sistemas.
Un apunte, me leí Tres corazones y tres leones hace unas semanas y me encantó. De hecho ves el origen de muchas cosas de D&D ahí y a mi me ha valido para coger algunas cosas para la ambientación en la que Kha y yo llevamos años currando. Ya me dirás que tal, si la lees, porque tengo curiosidad por ver qué te parece.
ResponderEliminarYo sobre los juegos granulares, estoy un poco dividido. Porque a veces pienso igual que tu, pero ayer mismo volví a jugar a Warhammer 6ª (de miniaturas), un juego que ahora lees por internet y no paran de decir que es lento, denso, complicado y que 'para lo que necesitas es poco satisfactorio' y... me lo pasé como un enano. Aunque hacía más de 15 años que no jugábamos nos acordábamos de (casi) todo y fuimos como el rayo, jugando una partida (de pocos puntos, eso sí) en una hora. Creo que no es tanto la complejidad, si no lo acostumbrado que estés a la complejidad específica del juego al que juegas y si el resto del grupo es proactivo con eso. Porque seamos sinceros, hay muchos jugadores que juegan sin leerse el juego y no profundizan en absoluto en el mismo, entonces como director estás obligado a no solo llevar todo el manto del DJ, si no que además a tener en cuenta todos los detallitos de todas las cosas... Agotador.
En fin, ya me he liado yo también.
Tres corazones y tres leones es una de las novelas clásicas de fantasía que tengo pendientes. Como ya comentaba en la entrada, tengo muuuuchas pendientes, pero algunas son especialmente sangrantes para mí, porque las considero fundacionales en lo que respecta a la fantasía o la ciencia ficción. Por ejemplo, las novelas de la Tierra Moribunda de Jack Vance (que, al menos estas, sí he leído), donde la magia de aprender hechizos y olvidarlos se explica de un modo que es absolutamente coherente con el mundo que presenta. Y no extrapolable en modo alguno a otros estilos de fantasía, pero eso es otro asunto ;).
EliminarSobre lo que comentas de los juegos muy granulares, creo que das en el clavo con la cuestión de la familiaridad. Para mí el sistema d100 es tan familiar que algo como Mythras no se me hace bola, aunque sé que hay gente que se las ve y se las desea con el sistema de maniobras de combate.
Pero si realmente dominas un sistema porque lo has jugado mucho, esa supuesta dificultad se convierte en sofisticación, una sofisticación de la que puedes disfrutar.
Lo malo, claro, es aprenderte otro sistema complicado. En ese caso hay que ponerle esfuerzo y ganas, y eso es algo que se nos hace cuesta arriba a partir de cierto momento de nuestras vidas.
Parece una casualidad del destino pero ¡yo también estoy leyendo la trilogía de la Guerra de los espíritus! Acabo de terminarme la primera novela y aunque yo la de la Guerra de Caos la leí hace demasiado tiempo como para comparar (cuando salió, allá por ¿mediados de los 90?), sí que la puedo comparar con la primera novela de Quinta era que leí hace unos dos o tres años. Definitivamente mucho mejor esta trilogía (la de Quinta era no era de Weiss y Hickman, hay que decir).
ResponderEliminarPues sí que es casualidad :D. Me pasé por tu blog el otro día y comenté sobre ello. Pude hacerlo porque está basado en Wordpress y no en Blogspot... porque en los blogs basados en Blogspot no puedo comentar desde el móvil. ¡Ni siquiera en el mío!
EliminarYo ya he terminado de leer esta primera novela y creo que está mejor que la de la Guerra de Caos. El ritmo me parece mejor conseguido y la historia me está gustando más. Tengo curiosidad por ver cómo terminarán las tramas y en qué estado quedará Krynn cuando todo esto termine.
Coincido, creo que es más importante estar "hecho" a un sistema que lo complejo que sea dicho sistema en realidad. A mí me ha pasado, prefiero dirigir algo con un sistema complejo que conozco al dedillo que con un sistema sencillo que no domino del todo.
ResponderEliminarSin duda, tener familiaridad con un sistema es muy importante. Como he comentado antes, yo controlo mucho de d100 porque lo he jugado mucho y a mí no se me hace complicado. Pero entiendo que pueda haber gente que se enfrente por primera vez a Mythras y se le haga bola.
EliminarPor otro lado, puestos a estas alturas a aprenderme un nuevo sistema, prefiero que sea sencillo a complejo, en la medida de lo posible. Y sin pasarnos, porque cosas como el HeroQuest de Chaosium, se me hicieron demasiado simples. Así que la cuestión, como de costumbre, consiste en encontrar algo a mitad de camino entre simplón y supercomplejo, y con lo que te sientas cómodo.
Me encuentro en la misma situación.
ResponderEliminarTras años navegando por la OSR, me han pedido dirigir Pathfinder 1a° después de 12 años sin tocar D&D 3...y me he querido morir. Listados de poderes, hechizos, dotes, las reglas de acrobacias, horas para crear un PJ... terrible. Vivo de las rentas de la memoria y que ya me paso las reglas un poco más por el forro...
Y por ejemplo, con Savage Worlds me pasa algo parecido. En mesa muy guay, pero a la hora de crear PJs o avanzarlos...páginas y páginas y páginas...
He de reconocer que, aun así, tengo ganas de probar Mythras o Zweihander con mi grupo habitual... todsvía la curiosidad es mayor que el tedio 😆
Es bastante complicado volver de lo simple y directo a algo más complejo. Yo no me veo con fuerzas de dirigir Pathfinder, por ejemplo. Ya con D&D5 me costó un poco acostumbrarme a llevar un personaje como jugador (creo recordar que de nivel 5) porque eran muchos hechizos, muchos poderes raros que tenían que combinarse con los poderes raros del resto de jugadores, etc.
EliminarEn cuanto a Mythras y Zweihänder, como están basados en d100, yo es que no los veo complicados. Pero entiendo que es porque yo me he criado con el d100 ;).
En este preciso momento, mi método favorito es "El Imperio de la Anarquía", que consiste en la falta de sistema.
ResponderEliminarFunciona en tres pasos: (a) Conectarse al ChatGPT (b) Pedir a la máquina charlatana que haga de Director (c) Dejar que el parlanchín diga lo que le salga de los algoritmos.
No eres el primero que me lo comenta. En un par de grupos de Telegram en los que estoy (el de rol en solitario y el de librojuegos) ya han estado probando a jugar con el ChatGPT dirigiendo y los hay bastante sorprendidos con los resultados.
EliminarYo no sé si me apetece entrenar a nuestros futuros amos IA, pero es mejor no decir de forma categórica que no haremos algo; la vida da muchas vueltas.
Voy a plantearlo desde otro ángulo. Lápiz y dados y sistemas de juego ¿son herramientas o son obstáculos?
EliminarSi mi PJ no es contable, ¿por qué debo tirarme media partida haciendo cuentas?
Son herramientas :D.
EliminarLos sistemas de juego encarrilan la imaginación y le ponen límites y, a causa precisamente de esos límites, somos capaces de crear algo nuevo.
Y, ojo, no todos los sistemas de juego usan dados ni te piden que hagas cuentas. Ver, por ejemplo, Kingdom, de Ben Robbins.
No sé, también hay que dice que las botas de esquí son muy cómodas para nadar en la piscina... y no voy a ser yo quien lo desmienta. ;)
EliminarIba a decir que me pasa lo mismo, y que igual es por la edad. Pero entonces he recordado a chavalería veinteañera a la que he visto jugar módulos de La Llamada bajo Dark Cthulhu, o disfrutar de campañas bajo Ratas. Aunque todos podemos pasar por fases, diría que es cuestión de gustos. Todo está bien, si lo disfrutas.
ResponderEliminarEs cierto que no es necesario que la muchachada comience jugando a juegos complejos y luego se vaya a cosas más sencillas. Es probable que piense así porque ese fue el camino que seguí yo, y eso hace que lo vea como «lo normal».
EliminarPero lo que pasa es que cuando yo empecé a jugar había pocos juegos que fueran realmente sencillos en sus reglas. se me viene a la cabeza Príncipe Valiente, que para mí era demasiado sencillo. Tendría que revisitarlo, que ya ha habido quien lo ha releído en los últimas años y se ha quedado (gratamente) sorprendido.
Así que puede que la gente que empieza ahora lo haga con juegos más sencillos en cuanto a reglas que lo que teníamos hace treinta años. Sin duda, lo que tenemos ahora son juegos mucho más sofisticados y elegantes, lo cual no es equivalente a complejos.
Yo tuve un catacróker hace años cuando me di cuenta que la mitad de nuestras "tardes de rol" eran "tardes de hacer fichas" y que las usábamos dos veces antes de cambiar de juego (era un momento en que la variedad de sistemas empezaba a ser molesta). Allí descubrí que con sistemas de una página podías dirigir campañas enteras y que una cosa que hay que probar es a cambiar de grupo de vez en cuando. Poco tiempo después me cambié de país, descubrí Umbría, el Onedice System, luego el PbtA y ya no miré atrás....
ResponderEliminarUff, eso me ha pasado a mí mucho. Lo de crear fichas y luego no jugar, quiero decir. Aunque también, como soy bastante cabezón, he logrado sacar adelante campañas enteras antes de saltar a la siguiente. Pero admito que entre una y otra sí que nos ha pasado lo de crear PJ y luego no hacer nada con ellos.
EliminarEs cierto que se pueden jugar campañas enteras con juegos de una sola página.
Por cierto, que les ofrecí a los compañeros echarse una partida de Space Knights, ¿eh? Se terminaron decantando por Sombras Urbanas por eso de que es un clásico, pero no descarto yo que nos terminemos pegando algún día unas cuantas tortas en un siniestro futuro en el que solo hay guerra.
Se agradece, hombre, se agradece. Llegado el caso, la versión 2.0 del reglamento (el básico pero más ordenado y pulido) está disponible para los que se descargaron la primera...
EliminarSí, es la versión 2.0 la que estuve mirando. Ya vi que pusiste la creación del universo antes (creo que es mejor ahí) y que las compañías de élite pueden evitar perder tropas a cambio de ganar corrupción, lo cual me parece un acierto para que no se paseen haciéndose las molonas por el campo de batalla :D.
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ResponderEliminarOtro viejuno admitiendo lo mismo. Creo que, llegado a los 50, se me han quitado todas las ganas de complicarme la vida. Haciendo un inciso, afirmo que no me echaría una amante porque tendría que crear excusas, organizarme, ocultar mis movimientos, encontrar los huecos y buuuuuuuuuuuuf. No, qué pereza. Paso.
ResponderEliminarEn fin, que había empezado una campaña de Mythras (mira qué bien que lo mencionas) y se me hace bola. Juego a d100 desde 1988, si no recuerdo mal, pero son 6 jugadores y los combates se hacen eteeeeeeeeeeeeeeernos. Ya no soporto consultar qué coño hace cada maniobra, qué pueden hacer unos y otros y cuál es el efecto concreto, es que me aburre. Me hastía.
Resulta que acabo de descubrir Scum & Villainy y sus tiradas de un par de D6, PARA TODO ¡¡¡Dios mío, qué maravillaaaaaa!!! Estoy encantado, entusiasmado, alucinado y emocionado. ¡Viva la simplicidad y la narratividad! Todo en una tirada y a correr.
Nada, me he lanzado de cabeza a la tarea de convertir a mis jugadores a esta, mi nueva fe. ¡Aleluya, hermanos! ¡He visto la luz! ¡Arrepentíos!
Postdata: tengo como 100 dados de colores y formas variadas, súper molones que lo flipas y sospecho que me los voy a acabar metiendo por el
Tengo una teoría (que seguramente leí en algún sitio) según la cual cuando eres más joven y estás empezando en esto del rol los reglamentos llenos de reglas, maniobras, poderes y combates de seis horas te molan porque tienes tiempo para ello, un cerebro aún plástico y, sobre todo, estás empezando en esto y mola tenerlo todo organizado.
EliminarY cuando ya te acercas a los 50 y el cerebro va haciendo ya ruidos, te molan más los juegos más sencillos, porque son más fáciles... pero también porque a esas alturas lo de dirigir/jugar a juegos de rol lo has asimilado ya tanto que no necesitas una gran cantidad de reglas para organizar una buena partida.
O puede que lo haya interpretado yo todo mal. Pero a día de hoy, es cierto que me siento más cómodo con juegos más aparentemente simples. Creo que hemos seguido un camino similar al de los wargames tipo kriegsspiel, que empezaron con prototipos, se fueron complicando más y más y terminaron llegando a un punto en el que se simplificaron gracias a la asunción de que lo mejor era que hubiera un umpire (un director de juego) decidiendo el resultado de la mayoría de las cosas.
Uff, esta respuesta en realidad da para un análisis mucho más sosegado.
P.D.: ¡No lo hagas! ¡Pobres dados!