02 noviembre 2023

Estuve en Gigamesh y no me compré nada

Escribo el título de esta entrada con algo de vergüenza, que conste. Por otro lado, en realidad sentir vergüenza por no comprar es algo muy consumista.

El fin de semana pasado me fui con mi mujer a Barcelona. Hace casi un año me tocaron dos noches de hotel en un pequeño concurso que hicieron en mi empresa. Con el bono a punto de caducar, hace cosa de un mes me decidí por fin por uno de los hoteles y la ciudad de destino fue Barcelona. No es la primera vez que he estado allí, sino ya mi tercera visita. Nos cogimos un día de vacaciones para aprovechar un poco más el día y salir el viernes prontito y he decir que, merced al cambio climático, me ha sobrado hasta la chaqueta (¡casi en noviembre!).

Abandonados los niños con uno de sus abuelos el fin de semana, mi mujer y yo recorrimos Barcelona arriba y abajo durante dos días y medio. Visitamos la Sagrada Familia (donde vimos lo que habían avanzado las obras en los cinco años que hace desde nuestra última visita), la Casa Batlló (¡no había estado por dentro! ¡bellísima!), el Pueblo Español (que encima, tenía un par de actividades de Halloween) y la playa de la Barceloneta. Como de costumbre, un gusto visitar la ciudad, que es una de mis favoritas de España.

Y, por supuesto, tuve que visitar el Triángulo Friki. Para los que no lo conozcan (¿lectores de este blog que no conocen el Triángulo Friki? Sospechoso), esta es una zona que concentra una gran cantidad de tiendas especializadas en cómics, juegos de tablero y rol, anime, figuritas, fantasía y merchandising. Están por la zona del Arco del Triunfo y a estas alturas de la vida el número de tiendas supera ya ampliamente la docena. No entramos en todas, pero sí en las más grandes, como Norma Cómics y Gigamesh y en algunas más pequeñitas.

Lo primero que he de decir es que, sin despreciar a nadie, el nivel de las tiendas de Barcelona me parece muy superior a las de Madrid. Norma Cómics es enorme y tiene todos los cómics actuales del planeta. Kilométricas estanterías llenas de material de todo tipo que abruma por su extensión. Es un paraíso del cómic, sin lugar a dudas. Pero es que entramos en una que solo tenía figuritas y merchandising, que daba gloria verla. Los precios, espeluznantes, pero no se puede negar que lo que había era de auténtico capricho. En ninguna llegué a encontrar lo que estaba buscando en cuanto a cómics, pero es que lo que yo necesito son cositas ya muuuuy especializadas: números sueltos en grapa de la edición de Conan el Bárbaro que Fórum publicó con una serie de artículos de Roy Thomas, guionista original de la serie, explicando anécdotas de cada episodio. Tengo el capricho de conseguir los cien primeros números de esa colección concreta, pero aún me quedan 25 numeritos por encontrar. En una tienda concreta que olía a tebeo viejo y estaba lleno de ellos creí que podría hallar alguno, pero no lo logré. Creo que tendré que tirar de Wallapop o Todocoleccion algún día de estos.

Y, al fin, entré en Gigamesh. Me hice una fotito en la entrada porque, a ver, si me la había hecho con la Sagrada Familia, ¡cómo no hacérmela en ese templo del vicio y la subcultura que es Gigamesh!. Leches, qué gordo estoy, se me ven unas tetazas... bueno, en fin, qué le vamos a hacer, soy un señor ya casi cincuentón que no hace casi deporte y al que le gusta comer. Se pueden ser cosas peores en esta vida. Pero el caso es que allí estaba, listo para darme un baño de frikismo.

Gigamesh es una tienda emblemática, la obra de Alejo Cuervo, el hombre que se hizo de oro gracias a traer la saga de Canción de Hielo y Fuego a España antes de que ni se pensara en convertir los libros en una serie de televisión que lo petó. Ahora parece obvio, pero en su momento había que estar ahí, apostar por ello y conseguir los derechos. La tienda en la que me hice la foto no es la original, sino la nueva que se construyó con todo ese oro del que os hablo.

Gigamesh tiene algo que me gusta mucho: no está hasta arriba de juegos de tablero. En la mayoría de tiendas especializadas que conozco los juegos de tablero han ido ganando más y más espacio, arrinconando el resto de ocio friki. Cosa que entiendo, ¿eh? Las tiendas tienen que darle espacio a aquello que les dé dinero, y entiendo que a estas alturas del milenio, el dinero está en los juegos de tablero. Pero en Gigamesh hay juegos de tablero, sí, y juegos de rol, también. Pero sobre todo, una enorme cantidad de novelas. En un rincón de la tienda tienen libros de hace décadas, en viejas ediciones de los tiempos de maricastaña, de las que me leía cuando era crío en la biblioteca municipal de Coslada. Hasta tenían librojuegos de los 80, aunque de colecciones que no eran las que yo busco hoy en día.

Me di una vuelta por la sección de rol, como es lógico, buscando algo que llevarme a casa. He de decir que tienen de todo. Creo que había representación de todas las publicaciones españolas, ya fueran obra de editoriales grandes o pequeñas. De 77Mundos vi un Mythras, una Isla de los Monstruos, un M-Space, varios Zweihänder y, como no, un Hexplora en la sección de libros de «teoría rolera».

Tenían incluso una pequeña estantería llena de librojuegos, cosa que me alegró. Era pequeñita pero bien surtida, y me alegró comprobar que el pequeño nicho de la literatura interactiva se va haciendo su hueco.

Puse todas mis esperanzas en encontrar algo o en la sección de ofertas o en la de libros en inglés. A punto estuve de llevarme un Neverland de Nosolorol, y lamenté no encontrar un Dentro del Laberinto, que creo que sí habría comprado. Y sostuve en mis manos la nueva caja de inicio de Pendragón, en inglés, que la verdad es que estaba barata y tenía buena pinta.

Pero, como decía el título del artículo, me fui sin nada de la tienda.

La razón no deja de ser que tengo ya muchísimos libros. A día de hoy mi estantería rolera carece de un solo hueco libre, y he tenido que empezar a apilar libros en la parte de arriba, uno encima de otro. Cada libro que entra a día de hoy en casa tiene que ganarse su sitio luchando a brazo partido con otros que llevan allí años y años (en algunos casos, más de una década). Este año no he dejado de comprar rol, pero ya no puedo justificar el comprar algo solo porque me llame la atención. Debe ser algo que me llame mucho la atención. Sigo comprando cosas, pero muchas las pillo en PDF, otras son mecenazgos (ya casi nunca en inglés) y en varios casos compro para terminar colecciones que lamentaría dejar a medias.

Y no solo eso, sino que llevo meses leyendo. Tengo una partida de rol en marcha, de Sombras Urbanas, que me divierte mucho dirigir. Pero es que tengo también muchos, muchísimos libros que estaban acumulando polvo y esperando a mi jubilación para que los leyera. Desde hace tiempo voy alternando el leerme una novela, un librojuego y un libro de rol, para meter algo de variedad en la dieta friki. Lo último que me he leído han sido una recopilación de relatos de Lord Dunsany, el librojuego Once Upon a Time in Arabia y el suplemento Anaxial Roster del juego Hero Wars. Y ponerme a leer mi extensa colección me hace darme cuenta de lo muchísimo que me queda todavía por leer. Y eso es un hándicap a la hora de comprar más cosas para hacer más grande la pila de libros por leer.

No me quejo, ¿eh? Creo que es mejor así. Que mi hobby sea jugar y leer rol creo que es más sano que la opción de que mi afición sea solo comprar rol. Pero me da un poco de pena pensar que ya he llegado a un límite físico de libros que puede haber en mi casa. Es como quemar una etapa.

En fin, puede que sea solo una fase. A lo mejor lo único que necesito es otra estantería Billy del Ikea ;).

Saludetes,
Carlos

18 comentarios:

  1. Te entiendo. Tengo mis bibliotecas reventadas. Entre novelas, manuales de rol, librojuegos, comics y mangas ya no da más. Hay cuatro bibliotecas en casa y ya llevo años apilando libros. Hace unos días me llegó material incluso de AD&D 1ra Edición. Ultimamente ya no se incluso si comprar libros de rol. Hay cientos y cientos de juegos gratuitos de indudable calidad con los que podría tirar el resto de mi vida y sin sumar los SRD. Considero que el mercado esta destruido, pero no la esfera fan, que no va a detenerse nunca.

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    1. Yo creo que seguiré comprando algunas cosas, porque es verdad que se están publicando verdaderas joyas. Para encontrarles hueco supongo que no me quedará más remedio que vender o regalar algunos de los libros que tengo (ya lo he hecho otras veces) pero es verdad que cada vez me cuesta más encontrar libros que no quiera tener en mi colección; ya han sido varios años de poda.

      Con respecto a los juegos gratuitos, totalmente de acuerdo. Incluso aunque no lo fueran, yo ya tengo suficientes libros como para jugar toda mi vida. En realidad los coleccionamos porque nos gustan, no porque los necesitemos.

      Me resulta curioso el comentario de que «el mercado está destruido». Estoy de acuerdo en que la esfera fan es indestructible a día de hoy, pero no tengo tan claro que las cosas le vayan mal a las empresas grandes como Devir o Edge, que sacan su pasta de cosas que no son rol. A Nosolorol y HT Publishers les puede ir un poco peor, porque son empresas que sí que están sobre todo en los juegos de rol y les cuesta más sobrevivir. Y al resto las veo tan destruidas como siempre, pero es que su salud nunca ha sido buena.

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  2. Hola. A ver si me puedes ayudar. Mi sobrino, que va a cumplir 12 años, me ha pedido jugar al rol porque le parece que puede ser divertido. Me quedé tan sorprendido que no le pregunté de dónde se sacó esa tontería. Pero indagaré. Me puedes recomendar algún jueguillo para jugar con chavalillos? Breve, dinámico y bueno. Que no suponga mucha lectura. Apenas conozco la cultura infantil actual así que creo que también mejor dejar fuera cualquier cosa de series tv actuales o cosas así porque no tengo nidea dellas (y no sé cómo sentretiene mi sobrino, así que no sé qué sigue o no sigue). Gracias.

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    1. Hola, para la chavaleria tienes el Magissa, fantasía clásica en la que los héroes son niños.
      También tienes Hora de Aventuras pero se basa en una serie de animación. Supongo que no es necesario ver la serie para jugar, pero no sería ninguna tontería ver algunos capítulos para pillarle el tono a las partidas.
      Mis hijos han jugado a los dos con menos de 10 años y les gustó mucho.

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    2. @Lord Pengallan, yo también tengo interés por saber de dónde sacó la idea. A ver si nos la puedes contar :D. Entiendo por lo que nos comentas que la idea es dirigir tú y no directamente ellos, ¿verdad?

      Las propuestas de David son bastante clásicas cuando se pide a la gente opiniones sobre juegos para niños. Yo mismo llevo bastante dirigiendo una campaña de Magissa a un par de hijos míos y sus amigos del pueblo los veranos. Se conocen tan bien el juego que ya son capaces de proponer soluciones bastante imaginativas a los problemas que les pongo.

      Hora de Aventuras me parece que es un buen juego, pero que ayuda ser fan de la serie, y ya has comentado que mejor nada que venga de la cultura infantil. También te digo que Hora de Aventuras es una cosa loquísima que merece la pena ver.

      Voy a proponer un par de juegos que creo que son útiles no solo para jugar con niños sino para dárselos después y que dirijan ellos. En primer lugar, Ryuutama, de la editorial Other Selves. Es un juego en el que los personajes son aldeanos que sienten la necesidad de ponerse a viajar y conocer mundo. Viene con un par de aventuras en el libro básico y tiene un suplemento baratito con otras cuatro. Lo recomiendo sobre todo porque está todo muy estructuradito, no solo en la creación de personajes o el sistema de juego, sino también en el modo de crear aventuras, por si se animan ellos a hacerlo por su cuenta.

      También voy a proponer otros dos que comparten sistema de juego, aunque no editorial en España: Más allá del muro (HT Publishers) y Por las tierras hundidas (Outremer Ediciones). El sistema de juego es como un D&D simplificado y tiene como peculiaridad que la creación de personajes va un poco dirigida y se hace de forma grupal, con lo que una vez empezado el juego el grupo suele estar cohesionado y formado por gente que se conoce. También incluye aventuras y hasta marcos de campaña que son sencillos de aprender y que puedes pasarle a los chavales si quieren indagar más o dirigir ellos. Más allá del muro es tipo fantasía medieval en el que todos los personajes son gente joven que ha crecido en el mismo pueblo. A mí me recuerda un poco en estilo a El Hobbit, aunque sin hobbits :D. Por las Tierras Hundidas usa el mismo sistema pero ambientado en un mundo de espada y brujería tipo Conan, Fafhrd y el Ratonero Gris, etc. Es un poco más descarnado en cuanto a ambientación, pero yo creo que los chicos de 12 años están más que preparados para ponerse a pisotear con sus sandalias los tronos enjoyados de la tierra. Como nosotros, a su edad.

      Esos que te comento tienen la ventaja, además, de que no son libros muy tochos, que se los puedes pasar incluso a ellos si les gusta. Y están bastante estructuraditos, lo que permite ser sistemático a la hora de aprender a jugar o dirigir.

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    3. Sí, mi plan es masterearle, y si le gusta pues le regalo algún juego para que juegue con sus amigos (o conmigo). Creo que así es más fácil y yo ahora no es que esté hasta arriba de roleo.

      De lo que decís miraré Magissa y Tierras Hundidas, que los chavales de 12 ya tienen quempezar a mirar el mundo adulto. Pero muy bueno eso de recomendarme juegos quellos puedan usar por su cuenta. En eso no había caído. No le iba a dar ninguno de los que jugamos nosotros porque no los veo adecuados sobre todo sin haber jugado nunca.

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    4. Vale, si diriges tú es más sencillo, claro, pero yo siempre trato de recomendar en esos casos cosas que puedan ellos dirigir por su cuenta. En edades más pequeñas recomiendo Pequeños Detectives de Monstruos porque luego los chicos enseguida te piden el libro para dirigirte una aventura (me ha pasado) y conviene que esté escrito de un modo que puedan entender.

      De entre Magissa y Tierras Hundidas te diría que el segundo está mejor estructurado a la hora de que luego dirijan los chicos por su cuenta, pero vamos, los dos son buenas elecciones. Y el de Magissa tiene un capítulo específico con consejos para dirigir a menores.

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  3. Tranquilo, Carlos, no estás solo. A mí me ha pasado eso las últimas... siete u ocho veces que he entrado en la "nueva" Gigamesh. Sigue siendo un fabuloso templo de ocio friki (aunque yo echo un poquito de menos la antigua, por su encanto), pero tanto nosotros como el mundo hemos cambiado: ahora tenemos más medios para adquirir lo que buscamos, que también está más cerca con la globalización, y uno va al Triángulo con algo menos de "cosquilleo" en los bolsillos para gastarse los cuartos. Eso sí, sigue siendo encantador pasear por todas esas tiendas (si obviamos que podrías ser el padre de muchos de los que corretean por allí).

    Sobre esos Conan que buscas, igual habrías tenido más suerte en el Mercado de San Antonio el domingo por la mañana. Tampoco es lo mismo que era en tiempos, pero aún asoman por ahí materiales antiguos e igual habrías tenido algo más de suerte, no sé. Yo tengo algunos Conan de esos de Fórum, pero (me avergüenza decirlo) me deshice de unos cuantos cuando me emancipé de la autoridad paterna. Craso error...

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    1. A la antigua tienda de Gigamesh fui una vez y la recuerdo también con cariño. Es verdad que la nueva es más impresionante y que sigue siendo un templo friki, pero es posible que me pase lo que a ti y recuerde la original con nostalgia porque por aquel entonces allí había cosas que no podía conseguir de ningún otro modo.

      Creo que tienes razón en que hemos cambiado tanto nosotros como el mundo en general. A veces me he preguntado si soy yo, que soy viejo, o es el mundo, que se ha vuelto loco. Y sí, son las dos cosas :D. Me gustó pasearme por esa tienda y por el resto, pero no tengo la necesidad de salir con un montón de libros. Pensándolo fríamente, yo tampoco suelo salir de estos sitios con más de uno o dos libros. Tengo muchos libros porque llevo treinta años comprándolos.

      Entiendo que el Mercado de San Antonio debe ser parecido al Rastro de Madrid, un lugar donde se vende mucho material de segundo mano y de todo tipo. Lo cierto es que podría tratar de buscar en el Rastro, que no me acerco nunca, a ver si hay más suerte.

      No pasa nada por haberte deshecho de ese tipo de material cuando te fuiste a vivir por tu cuenta. Yo también dejé muchas cosas en casa de mis padres que ahora pienso que debería haber atesorado. Pero estaba a otras cosas en esos momentos :D.

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  4. ¡Estás estupendo! El otro día hablábamos de eso, que estamos llegando a nuestros límites de estantería. Y la verdad es algo que no me desagrada, tengo una colección estupendísima para varias vidas. Si sale algún título interesante se le hará hueco por supuesto pero sin prisas. Porque hay algo que mola más que comprar libros de rol y es perderse en ellos.

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    1. Jajaja, gracias, gracias. Estupendo no diría, pero bueno, para mi edad no estoy mal del todo. Tengo que quitarme unos quilitos y bajar algo el nivel de colesterol en sangre, pero bueno.

      No me extraña lo de que hablar sobre los límites de la estantería sea habitual. Yo pensaba que nunca llegaría a tener ese problema, porque pensé que la cultura no ocupa lugar. Pero sí que ocupa :D.

      Creo que tienes razón en que hay que valorar lo que tenemos y ampliarlo incluso, poco a poco, sin agobiarse. A mí también me agrada perderme en todo lo que he ido adquiriendo con el paso de los años. Es mi lugar feliz ;).

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  5. Peroperopero... ¡al menos haberte llevado unos dados o algo, hombre! Un "recuerdo de haber estado en el templo del frikismo" que puedas tocar, además de una foto en la puerta. Vamos, al menos es lo que habría hecho en tu lugar.

    Porque... aaamigo, estoy exactamente en la misma etapa que describes. Ya no entra rol en casa tan alegremente porque ya vivo con rol apilado de cualquier manera. Pero ¡siempre hay sitio para dos o tres dados más!

    P.D.: Esa es otra peregrinación que tengo pendiente en mi vida rolera. La única duda... ¿me atreveré a contactar con algún rolero catalán de nuestra época dorada para que me guíe por la Barna friki?

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    1. Yo es que no soy muy de dados. Prefiero usar los que haya por la mesa en ese momento, sean o no míos, ya lo sabes :D.

      No es la primera vez que estaba en Gigamesh, ojo. He estado en Barcelona en tres ocasiones y las tres veces me he acercado a la tienda. La primera vez fui a la original y las otras dos ya he visitado la nueva. Curiosamente, creo que la primera vez sí compré algo (de importación) pero las otras dos veces nada.

      La Barna friki se concentra alrededor de la zona de Arco de Triunfo. En Gigamesh tienen incluso un mapa del barrio con la localización de las distintas tiendas.

      Y, ay, se ve que entre los barbablancas empieza a ser común eso de tener ya mucho acumulado y comprar con cuentagotas. En fin, les tocará a los más jóvenes tirar del carro del frikismo y salvar a las editoriales ;).

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  6. Hey padre rolero, qué juego de rol me recomiendas para rolear con niños de 12 años?

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    1. Entiendo que este mensaje va para Erekíbeon, que yo ya he contestado :).

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    2. ¡Hey critiquitas! He leído que el plan es masterearles tú, así que lo primero es ¿qué género te va? ¿Supers? ¿Ciencia ficción?

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  7. A mí tampoco me caben más libros de rol en casa, y la pila de libros por leer me avergüenza. Para afrontar esta nueva situación me he inventado el concepto de librería virtual, que no es otra cosa que un listado de libros que me compraré cuando termine de leer los que tengo en casa. Es una especie de trampa psicológica en la que caígo para convencerme de que tengo esos títulos localizados en mi bilblioteca virtual.

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    1. Interesante mecanismo de defensa :D. El caso es que este año yo apunté en algún sitio el listado de libros que me llamaban la atención, con intención de tener una mínima idea de lo que había en el mercado... y me salió que el precio era mayor que todo lo que me había comprado en el año anterior, y eso sin contar con la posibilidad de que salieran cosas que me llamaran también la atención y que no estuvieran en la lista (que al final, me ha sucedido).

      Así que no sé si sería solución. Igual me estresaba aun más. Sobre todo porque hay cosas que se terminan agotando y me da rabia no haber pillado, como el juego de Dentro del Laberinto que sacó Nosolorol, o el suplemento de Apaches de Far West, que ya no encuentro disponibles por ningún sitio.

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