Hace unos días me he terminado de leer un libro sobre mitología hinduísta. Sí, de cuando en cuando me da por estas cosas. Me lo compré hace décadas en un Fnac, junto a otros libros de mitología que estaban de oferta. No son ediciones de lujo, sino libros de batalla. Tienen la etiqueta del precio puesta en algunos casos y resulta que me costaron cada uno... 300 pesetas (ni dos euros). No son libros excesivamente largos ni sofisticados, pero sirven como introducción al tema y punto de partida para posteriores investigaciones sobre lo que sea.
Este libro en concreto me ha permitido leer dos amplios resúmenes sobre el Ramayama y el Mahabhárata (que incluye un pequeño estudio sobre el Bhagavad Gita). Estas son las dos epopeyas fundamentales del hinduísmo, similares a la Ilíada y la Odisea en el mundo grecolatino.
Ramayana y Mahabharata
El Ramayana nos cuenta la historia del príncipe Rama, una encarnación del dios Visnú, que nace en la ciudad de Ayodhya. La narración habla primero de su milagroso nacimiento (y el de sus hermanos) y después de cómo se casa con Sita. Rama es el heredero de Ayodhya pero debido a una intriga palaciega se ve obligado a exiliarse durante catorce años a la selva junto a uno de sus hermanos y su mujer. Durante su exilio, Rávana, el rey de los rakshasas (un pueblo demoníaco y maligno) secuestra a Sita y Rama la busca durante meses. Al final la encuentra gracias a la ayuda de un ejército de monos, donde destaca Jánuman, que es el que termina encontrando a Sita en la isla donde viven los rakshasa, la actual Sri Lanka. Junto a los monos, Rama asedia la ciudad rakshasa y van derrotando uno tras otro a los hijos de Rávana hasta el combate final entre Rama y Rávana, en el que el primero mata al segundo. Es curioso además como en la narración se cuenta que este fue el motivo por el nació Rama, ya que Rávana había obtenido de los dioses el don de no poder ser derrotado en combate por nadie, pero en su arrogancia no se preocupó de pedir no poder ser derrotado por un hombre, a los que despreciaba; de este modo, Rama, aunque era avatar (encarnación) de Visnú, seguía siendo un hombre mortal y por tanto pudo matar al demonio. El Ramayama prosigue con pasajes en los que se habla de cómo Sita se ve obligada a exiliarse una vez más, ya que había vivido un año en la casa de Rávana y los súbditos de Rama dudan de su honradez. Y finalmente, se cuenta cómo Sita y Rama se reúnen brevemente, y la posterior muerte de Rama, después de un largo reinado.El Mahabhárata es una narración mucho más larga, en la que se habla de la enemistad y el enfrentamiento entre dos familias de príncipes, los Kauravas y los Pándavas, que eran primos entre sí. En realidad se habla de muchísimas más cosas, pero esto es el núcleo de la historia. Al comienzo de la narración, los protagonistas son jóvenes que viven en la capital imperial de Hastinapura, donde el sabio Drona actúa como su preceptor y les enseña todo lo que debe saber un príncipe hindú, incluyendo las artes del combate. Desde el principio se ve que hay mucha rivalidad entre los dos grupos de príncipes, sobre todo entre Karna y Aryuna. Un grupo de príncipes, los Pándavas terminan siendo exiliados y aprovechan el tiempo para fundar una ciudad maravillosa. Después, el mayor de los Kauravas, Duryodhana, engaña a los Pándavas y les reta a una partida de dados, que es la debilidad del mayor de los Pándavas, Yudhishthira, que se vuelve loco durante la partida y se juega todo su dinero, su reino, a sus hermanos y hasta a su mujer. Para no provocar una guerra, el señor de la ciudad, pariente de todos ellos, exilia de nuevo a los Pándavas durante unos cuantos años, años que aprovecha Duryodhana para ir recabando aliados para una futura guerra entre ambos que sabe inevitable. Finalmente, la guerra tiene lugar entre ambas familias y hay terribles combates entre todos los príncipes, donde los Kauravas y sus aliados (incluyendo a Drona, el preceptor de ambos) terminan muriendo.El Bhagavad Gita es un canto incluido en esta batalla final, que comienza cuando Aryuna, uno de los Pándavas, se lamenta de tener que luchar contra sus parientes. Entonces Krishna, un aliado de los Pándavas, le dice que este es el deber de los príncipes, la lucha y que todo el mundo debe cumplir con su deber (es la ley del dharma). En el Bhagavad Gita se habla sobre muchas otras cuestiones acerca de cómo se debe vivir la vida y por tanto es una síntesis del modo adecuado de ser un hindú.
El Mahabhárata termina con la muerte de los Pándavas después de un largo reinado, que concluye con los príncipes escalando las laderas del Himalaya, muriendo uno tras otro sin poder llegar a la cima, debido a sus pecados. Al fin solo queda Yudhishthira, que termina ascendiendo al cielo bienaventurado, a donde lleva a sus hermanos. En el comentario del texto se indica que esta última sección probablemente es un añadido muy posterior al texto original.
El resto de mi libro incluye un par de capítulos dedicados específicamente a Krishna, avatar de Visnú (incluyendo todas sus hazañas cuando es niño, su intervención en la guerra entre los Kauravas y los Pándavas y finalmente su muerte, consecuencia además de sus acciones durante dicha guerra) y una sección sobre Buda que me ha parecido también interesante, pero que se aleja de los mitos anteriores.
Aprender de las fuentes originales
Si empecé a leer este libro, que tenía pendiente desde hace muchos años, fue por algo que escuché en una interesantísima charla sobre mitología impartida por Greg Stafford y Jeff Richards, disponible en el canal de Youtube de Chaosium: GenCon 2014 Gloranthan Mythology Seminar. En esta charla, Stafford recomienda a los diseñadores de rol interesados en la mitología y en crear sus propios panteones y mitos que estudien los orígenes de los mismos. Es decir, que se vayan primero a las fuentes originales y se lean la Ilíada, la Odisea, el Mahabhárata, el ciclo Artúrico y el resto de mitos fundacionales de nuestro mundo. Y que solo después se lean los libros de mitología que explican estos mitos. Y que entonces ya estarán más preparados para crear sus propias mitologías y panteones.
Porque es muy cierto que en casi todos los casos nos ponemos a crear dioses para nuestros mundos partiendo de lo que hemos leído... en otros juegos de rol o en literatura de fantasía. Y creamos cosas muy parecidas entre sí que a lo que se parecen poco es a una mitología creíble. Aceptemos que estamos hablando de juegos y que no es necesario que creemos algo inmensamente complejo y sofisticado, sino simplemente algo que sea verosímil. Pero es mucho más fácil hacerlo cuando tienes un mínimo de conocimiento sobre lo que estás simulando.
Por poner un ejemplo, siempre me ha llamado la atención la importancia que Stafford le daba a la idea de que cada clan orlanthi o cada ciudad darahappana debía tener sus propias versiones de adoración a los dioses. El modo en el que los varmandi adoran a Humakt puede ser ligeramente distinto del modo en el que lo hacen los clanes al otro lado de la colina. O pueden incluso tener mitos contradictorios. Pero cuando lees por ejemplo libros sobre mitología griega (como por ejemplo Los Mitos Griegos de Robert Graves) ves que esto es muy común y que aparte del mito principal siempre hay variantes tipo "pero en la ciudad de Tebas decían que en realidad Hércules no había hecho esto, sino otra cosa". Que conste que soy consciente de que Graves no es un personaje muy apreciado por su rigor en la comunidad de los estudios clásicos ;). Lo que importa, en cualquier caso, es que hay cosas que nos llaman la atención en el rol porque no tenemos el conocimiento de que es algo común en el campo que estamos tratando, en este caso, el de los estudios mitológicos.
Por otro lado, leer los escritos originales nos puede llevar a (re)descubrir un mundo del que solo conocemos en el mejor de los casos una versión resumida, matizada e interpretada. La película de Hércules de Disney es un despropósito en muchos aspectos y no quiero ni empezar a hablar de la película de Troya protagonizada por Brad Pitt, que como peli de aventuras es aceptable... pero que palidece, y mucho, cuando la comparas con la lectura de la Ilíada. En serio, la Ilíada es en muchos momentos como leer un cómic de superhéroes. Salvo que los protagonistas van cayendo como moscas y de forma sangrienta y brutal.
Detalles que molan de los mitos hindúes
En el caso del Ramayama y el Mahabhárata, hay cosas que he encontrado muy, muy chulas:
- Los poderosos dioses como Visnú o Bhrama nacen como mortales frecuentemente, siendo encarnaciones que frecuentemente ignoran que lo son, hasta que los propios dioses se lo revelan en algún momento de sus vidas. Estos avatares (el concepto de avatar es originalmente hindú) en ocasiones pueden llegar a tener visiones del futuro o revelaciones debido a su carácter divino pero es normal que las olviden poco después, porque la carne mortal no puede aguantar durante mucho tiempo la comprensión divina.
- La mayoría de los combates en estas dos sagas se realizan por medio de arcos, más que en cuerpo a cuerpo. Y normalmente con los protagonistas montados en carros conducidos por sus aurigas (Krishna es el conductor del carro de Aryuna, el mejor guerrero de los Pándavas, en la guerra final del Mahabhárata). Los protagonistas de la Ilíada también acuden al combate en carros, pero suelen descender de ellos para enfrentarse a lanzazos (aunque mueren un montón de héroes simplemente a pedradas). Yo cada vez que veo combates en carro en un mito, me hago a la idea de que es muy antiguo.
- Durante los combates los guerreros utilizan en ocasiones "armas de los dioses" que suelen ser arcos o flechas divinas con poderes maravillosos. Estas armas se denominan Astras, y podéis ver un listado interesantísimo de las distintas armas y sus poderes en este enlace: Astras. Algunos de estos Astras solo se pueden utilizar una vez en la vida, o solo después de haber cumplido muchas condiciones rituales. Yo no sé a vosotros, pero a mí se me asemejan no solo a objetos mágicos, sino también directamente a hechizos (como el famoso Lanza Solar de RuneQuest).
- Es curioso la cantidad de veces que los héroes se ven obligados a exiliarse lejos de casa. Esto también les pasa a muchos héroes griegos. El exilio era algo muy serio en la Antigüedad, probablemente cercano a una pena de muerte y sobrevivir a ello es tan extraordinario que muchos mitos lo incluyen.
- La India, incluso la más antigua que se describe en el Ramayama, estaba llena de ermitaños que se retiraban a una cueva a meditar y alejarse del mundo. Y a medida que se alejaban del mundo iban haciéndose más sabios y conseguían más poderes. Me preguntaba qué comía esa gente, pero es que en teoría cuanto menos comían, menos necesitaban.
- En el Ramayana se nos presentan ideales: el gobernante ideal, la esposa ideal, el servidor ideal. Claro, ideales para una cultura concreta, en un tiempo concreto, del mismo modo que los relatos del Rey Arturo nos hablan de caballeros ideales, romance ideales, etc. Probablemente después fuera muy complicado llegar a cumplir esos ideales, pero se establecían como algo a lo que aspirar. Los mitos nos explican no solo cómo funciona el mundo, sino cómo debemos comportarnos.
- Me pregunto por qué Rama siempre se representa con piel azul. En el libro pone directamente que esto debe indicar que es una deidad originaria del sur de la India... pero eso no me explica su significado. Si alguien puede arrojar luz sobre este particular, se lo agradecería :D.
Conclusiones
Como ya he comentado en ocasiones, tengo un mundo de juego llamado Aelios donde hay culturas inspiradas por las de la Antigüedad de nuestro mundo (Glorantha me ha influido...), pero aunque no quiero crear pueblos que sean necesariamente calcos de estas culturas antiguas, sí que es necesario basarme en algo. Y por el momento mi conocimiento se reduce a los mitos griegos, artúricos, celtas y vikingos. Creo que debo ampliar mi "bagaje mitológico" ;).He disfrutado mucho de la lectura de estas dos epopeyas. No solo porque son relatos fantásticos de hazañas legendarias, sino porque te transportan a otros mundos que, en realidad, están en este.
A la hora de crear nuestros propios juegos de rol, si queremos dar algo más de significado a las religiones y mitologías que tejemos en torno a ellas, debemos aprender de lo que realmente ha existido. Ojo, después hay que tener en cuenta que en muchos casos, estos relatos forman parte de mitologías vivas y que son la base de la religión de millones de personas, y eso hay que tratarlo con respeto.
Pero el conocimiento, sin duda, es enriquecedor.
Saludetes,
Carlos
P.D.: El siguiente libro es sobre mitos africanos.
La metafísica y las mitologías derivadas de esta son elementos que siempre me han interesado mucho. Es la razón por la que Glorantha logró atraparme una vez que entré en profundidad con ella, y uno de los aspectos que más me gusta de Tékumel.
ResponderEliminarAmbos aspectos de la ficción (y su implementación en estos dos juegos en concreto) me han influido mucho a lo largo de la elaboración de mi propio mundo de juego.
Si te han gustado el Mahabharata y los mitos hindús te recomendaría que, si no lo has leído ya, le eches un vistazo a Señor de la luz de Roger Zelazny, que se llevó estos a un ambiente de ciencia ficción que me enamoró.
Me leí El Señor de la Luz hace años, y me gustó mucho, la verdad, aunque confieso que me acuerdo solo de detalles de la trama. Puede que ahora, conociendo algo más del tema mitológico, le sacara aún más partido a la lectura :).
EliminarNo me paso mucho, pero siempre es un placer leerte, Carlos! Sobre el Mahabharata, de hecho hace unas semanas terminé de ver la serie original en YouTube, durante muchísimo tiempo (y tal vez aún lo sea) el programa más visto de la televisión India. Una versión más extensa creo, que la de tu libro, y que me recuerda mucho a la biblia por su contenido culturalmente moral y didáctico. Sobre ser azul del Sur, puede tener sentido:en la India hay mucha variedad de fenotipos, y de hecho hay uno en el que la piel parece azulada, puede tener relación.
ResponderEliminarEstoy deseando leer la entrada sobre África!
He leído algo sobre esa serie que comentas, igual le doy una oportunidad. Después de leer mi libro y ver lo que hay escrito en el Mahabhárata... sí, me temo que he leído una versión muy reducida ;). Pero espero que al menos los temas principales sí estén reflejados.
EliminarTendré que estudiar más lo de la piel azul.
Ah, y la entrada sobre África, ya veremos qué tal resulta. Creo que hay muchas religiones en el África subsahariana, y no sé si estarán muy relacionadas entre sí. A ver qué me cuentan.
EliminarDado que me ha llamado la atención eso de la piel azul, me he puesto a buscar.
ResponderEliminarHe encontrado esto:
https://www.quora.com/Is-there-any-reason-why-Krishna-Rama-are-depicted-to-be-dark-blue-skinned
Y buscando entre las diferentes respuestas he encontrado que tiene que ver con los "gunas":
Esto está apoyado por la wikipedia (en inglés) en su artículo sobre los "tamas":
¿Y por qué azul para "darkness"? Pues al parecer en algunos idiomas antiguos el azul se identificaba con la oscuridad:
https://www.businessinsider.com.au/what-is-blue-and-how-do-we-see-color-2015-2
Ah, pues muy bien... En mi comentario había unos textos copipasteados que ahora no se ven.
ResponderEliminarBasicamente, decían que los gunas (https://en.wikipedia.org/wiki/Guṇa) se identifican con colores: rojo, blanco y oscuro.
Y luego, que en sánscrito "nila" quería decir tanto oscuro como azul.
Muy interesante. Parece que tiene que ver sobre todo con ser avatares de Visnú, cuyo color es el azul.
EliminarMe gusta ver que estás haciendo los deberes como Stafford manda. :-D
ResponderEliminarMe ha gustado el tema de los astras. Y tengo ganas de leer tus reflexiones sobre la mitología africana.
El tema de los astras mola un montón :D.
EliminarY el libro de mitología africana que he empezado a leer resulta que no es muy sistemático, la verdad. Son más bien leyendas, mitos, etc., pero cada cual de su padre y de su madre. Me temo que tendré que documentarme por otro lado.
Qué chulo el actual play ¿y de qué juego has dicho que era?
ResponderEliminarArrows of Indra ;)
EliminarEl Ramayana no lo conozco, pero pude comprar hace la tira de años un resumen en español del Mahabharata y me explotó la cabeza con todo lo que hay ahí.
ResponderEliminarSiempre he tenido ganas de leer una versión completa, pero creo que en castellano no está. Ojo, el resumen que tengo son dos tomacos que dejan corta a la Ilíada...
Yo he leído un simple resumen, pero ya me ha quedado claro que es mucho más extenso. De hecho, el Mahbhárata es muuuucho más largo que la Ilíada y la Odisea.
EliminarYo supongo que debe haber algún libro que, si no completo, al menos sí sea un resumen completo de ambas epopeyas. Habrá que pasar por la sección de mitología de las librerías ;).