30 abril 2021

Leyendo a Lovecraft (y II)

Ya me he terminado la antología de relatos de Lovecraft de los que os hablé en una entrada anterior. Me quedaban unos cuantos de los relatos más famosos de Lovecraft, mi relato preferido y uno que aún no había leído nunca. Vamos allá con las mini-reseñas (con algún que otro spoiler pero, a ver, que los libros tienen ya bastantes décadas...):

  • En las Montañas de la Locura. O Lovecraft contándonos una historia de Julio Verne (en su estilo). Cuando era pequeño me leí muchos relatos de Julio Verne, de los que recuerdo con especial cariño aquellos que trataban de largas expediciones por todo el globo protagonizadas por científicos, como Cinco semanas en globo, Veinte mil leguas de viaje submarino o De la Tierra a la Luna. En esta ocasión, Lovecraft nos cuenta la historia de una expedición que llega a la Antártida, dispuesta a hacer excavaciones geológicas. Toda la primera parte nos habla sobre el viaje, los preparativos, los aviones que se van a usar para explorar, etc. A continuación, la historia toma un giro más siniestro cuando parte de la expedición muere en extrañas circunstancias después de haber encontrado unas extrañas criaturas congeladas... y en la última parte los protagonistas terminan por explorar lo que hay tras esas Montañas de la Locura, metiéndonos de lleno en la ciencia ficción. La primera vez que me leí el libro fui incapaz de visualizar a las criaturas que se encuentra la expedición, aunque esta vez he tenido la ayuda de varia décadas de ilustraciones de Antiguos ;). Me gusta mucho el sentimiento de grandiosidad del relato, con la ciudad ciclopea, la historia de millones de años de la raza estelar y su decadencia. Es interesante el hecho de que el narrador es un miembro de la expedición que está revelando lo que encontró precisamente para evitar que se monte un nueva expedición... y esa otra expedición es la protagonista del suplemento Más allá de las Montañas de la Locura para el juego de rol La Llamada de Cthulhu. Ahora tengo aún más ganas de leerme esa Campaña legendaria.
  • La sombra sobre Innsmouth. Si te paras a pensarlo, el argumento de este pequeño relato es muy, muy simple. Un chaval oye hablar de un pueblo extraño, lo visita, habla con quien no tendría que haber hablado y casi se lo cargan. Si no fuera por el giro del final (que en su momento me sorprendió bastante), no se podría decir nada más de esta narración. Pero es que en realidad el relato no va de un argumento brutal, sino de generar mal rollo. Y es que a medida que el protagonista pasea por Innsmouth, eres capaz de oler la peste a pescado y de visualizar los solares vacíos y las casas derruídas. Lovecraft genera un ambiente de desasosiego muy bueno en este cuento de terror. Y, como siempre, elementos de otros relatos que se van encontrando en este (los shoggoth, Cthulhu, etc.).
  • La busqueda en sueños de la ignota Kadath. Mi relato preferido de Lovecraft. Sí, sí, lo sé; es más un relato de fantasía, y no un relato de terror, aunque siguen saliendo Nyarlathotep, gugs y gules, la meseta de Leng o Azathoth. Pero el estilo es otro. Ya hablé en su momento de esta obra, así que no me repetiré, sino que os remitiré a mi reseña de hace seis añitos: Recomendando a Lovecraft: En busca de la ciudad del sol poniente.
  • Sueños en la casa de la bruja. Y, para terminar, un relato que aún no había leído. En este cuento, ambientado en la ficticia ciudad de Arkham, un estudiante de la también ficticia Universidad de Miskatonic dedice (con muy mal criterio) alquilar una habitación en una casa que perteneció a una bruja. Lo hace porque se supone que esa bruja tenía ciertos conocimientos matemáticos que el estudiante cree que le servirán para viajar a otras dimensiones. A lo largo de la narración se va viendo el progresivo descenso a la locura del protagonista, mientras va soñando con la bruja y con su malvado familiar, una rata con cara de hombre. En todo momento sientes que el protagonista está condenado, pero se puede disfrutar de un modo morboso de su decadencia, y de los poderes que va adquiriendo poco a poco. Las dimensiones extrañas que encuentra en sus sueños (¡incluyendo una visita a los Antiguos de En las Montañas de la Locura!) son muy características de Lovecraft, con sus ángulos extraños y sus entidades extrañas. En todo momento en Lovecraft la magia no es sino ciencia mal entendida y el universo, un sitio que la Humanidad (por suerte) no comprende en absoluto. Muy chulo, con un final bastante aterrador.

Y con esto concluye mi reencuentro con Lovecraft. Hay algo que me llama la atención de estos relatos, y es que en muchos de ellos, aunque los protagonistas las pasen putas y muchos de ellos pierdan la cordura, terminan logrando detener al mal, siquiera por un breve período de tiempo. El juego de rol tiene fama de letal y de que lo más normal es que los personajes jugadores terminen muertos o chalados. Y leyendo los relatos de Lovecraft, creo que esto es bastante adecuado, incluyendo el hecho de que es posible enfrentarse a estos horrores y salir vivo. Cuerdo es difícil, pero vivo, bueno, eso ya sí que es posible xD.

La editorial Chaosium llegó a reeditar muchos de estos relatos en EEUU precisamente porque sus dueños se dieron cuenta de que mucha gente jugaba a La Llamada de Cthulhu sin haberse leído la obra original del autor, eso sin hablar de las obras relacionadas de otros miembros del "Círculo de Lovecraft" como R. E. Howard o Clark Ashton Smith. Yo creo que, como mínimo, sería conveniente que los jugadores de este tipo de juegos se leyeran al menos la pequeña colección de relatos incluida en esta antología. No son tan largos como para que vayas a tardar mucho en leerlos y realmente te van a meter en la obra de Lovecraft y en el estilo especial de las "aventuras" (más bien desventuras) que vas a poder jugar con dicho juego de rol.

En fin, que muy recomendables. He disfrutado mucho con la lectura de estos relatos :). Y, al contrario que cuando me los leí con 14 o 15 años, creo que esta vez no me han dado tanto miedo :D.

Saludetes,
Carlos

28 abril 2021

Cierra El Guardián de los Arcanos (y lo borra todo)

Hace cosa de tres días desde el blog de El Guardián de los Arcanos se escribió una entrada en la que el autor indicaba que cerraba el blog. No solo que lo cerraba, sino que borraba el contenido. A día de hoy, de hecho, no se puede acceder al blog porque se indica que es un blog privado al que solo se puede acceder con invitación. No tengo muy claro si esto significa que los contenidos no se han llegado a borrar y los volveremos a ver en algún momento, de algún modo, pero a día de hoy, están perdidos. El autor ha decidido centrarse en su canal de Youtube (El Guardián de los Arcanos), que lleva abierto aproximadamente dos años.

Que se cierre un blog para mí es triste, porque obviamente me gusta el medio y obviamente quiero tener cosas que leer. El de El Guardián de los Arcanos me parecía interesante por su énfasis en los juegos relacionados con Cthulhu. Se podría decir que era un blog muy especializado, aunque al ser tan numerosas las publicaciones dedicadas a los Mitos de Cthulhu, daba la impresión de que siempre había algo nuevo que contar.

Por otro lado, que sea triste no quiere decir que sea sorprendente, porque los blogs escritos por lo general tienen un período de vida más o menos breve, de unos seis o siete años en su mayoría, y eso contando con los que comenzaron en el punto álgido de los blogs, hará cosa de quince años, más o menos. En este período de tiempo he visto aparecer y desaparecer muchas bitácoras, tanto personales como especializadas. Otras, como mi propio blog, sobreviven pero con muchas menos entradas que las que tuvieron en su momento de máximo esplendor.

Es legítimo que se cierre un blog. Os puedo decir que yo mismo he sentido en ocasiones la tentación de dejar de escribir, por la simple razón de que en ocasiones considero que no tengo nada más que aportar. Que ya lo he contado todo y que por tanto solo me queda repetirme, volver a hablar de lo que ya he hablado y reiterarme en puntos de vista y opiniones que hasta a mí me cansa oir de nuevo. Me gustan los librojuegos, la Gran Campaña de Pendragón es la caña, la OSR mola, yo me crié con el RuneQuest. Es mucho más legítimo que lo haga un blog que no recibe comentarios, cosa de la que se quejaba el Guardián, porque si ya cansa repetirse, debe cansar aún más predicar en el desierto. Hace poco me han dicho que los que tenemos cierta fama en el mundillo y llegamos en su momento a esto nos hemos ganado a una audiencia que nos lee y nos responde, aunque solo sean media docena de comentarios en cada entrada. Y es cierto: os aseguro que media docena ya son suficientes para sentirse querido ;).

Yo ahora mismo no sé si le diría a alguien que se montara un blog para hablar de rol. Igual, siendo sincero, le diría que se montara un canal de Youtube o de Twitch o de la plataforma de streaming que lo pete el mes que viene. Si quiere seguidores (legítimamente) o quiere no solo hablar de algo sino recibir respuestas de la gente y poder interactuar con un público afín... pues sí, probablemente le conviene más montarse un canal de vídeo que un blog de texto.

Confieso que yo sigo unos cuantos canales pero que en realidad me da pereza ver vídeos. Me pongo música de vez en cuando, eso sí. Incluso veo alguna reseña de un juego que me interese. Pero por lo general si veo que un vídeo dura una hora o más, lo normal es que no lo lea. Ojo, que luego si estoy de promoción de algo de la editorial o me invitan a participar en una charla, pues participo y me lo paso bien. En ocasiones, si estoy generoso, hasta dejo hablar a los demás ;). Pero por lo general me pasa como a los escritores que van a la tele. Que me gusta charlar, pero me cuesta encontrar tiempo para ver después los canales. Sin embargo, no me cuesta leer. Yo leo todos los días; antes de acostarme, me leo un libro, por las mañanas leo noticias y un poco a cualquier hora me doy un repasito por los blogs que sigo y me leo las entradas o las dejo en una pestaña del móvil para leerlas después (si os dejo un comentario en alguna entrada y veis que he tardado meses en hacerlo, es porque vuestro artículo lleva ese tiempo pendiente de lectura en mi móvil; no es una excusa muy buena, pero es la verdad. Me gusta más el medio escrito que el medio hablado. Para mí el rol es una afición más literaria que audiovisual, y eso que disfruto del rol cara a cara. Bueno, en ambos casos disfruto de la parte narrativa e interactiva, y el medio quizá no sea lo más importante; pero tengo mis preferencias sobre el medio ;).

Así que, bien, pues entiendo que haya quien abandone su blog y se pase a hacer vídeos, sobre todo si de este modo ve que tiene más interacción. No es el primero que lo hace, y de hecho, hay muchos que lo hacen, incluyendo a gente maja con la que me llevo muy bien ;). Pero me fastidia que haya borrado las entradas. Está en su derecho, ojo. Pero me fastidia.

Porque si algún día quiero leer algo sobre Mythos Expeditions, un libro que en su momento consulté porque todo el tema de organizar expediciones a tierras lejanas me gusta, prefiero leerlo en una reseña escrita que verme un vídeo. Me resulta más sencillo hacer una búsqueda textual que verme un vídeo completo para ver qué me cuentan. Y en el blog del el Guardián había muchas reseñas, con sus fotografías, sus categorías y sus análisis. Ahora siete años de reseñas, pensamientos y contenido se van por el sumidero. El contenido es suyo, no nos debe nada a nadie y si decide borrarlo, no hay realmente mucho que podamos hacer. Sigue habiendo un canal de comunicación con el autor, más acorde a los tiempos que corren. Probablemente el que se está quedando atrás soy yo.

Pero qué pena, ¿no?

Este blog algún día cerrará. Porque cierre Blogger o porque lo cierre yo. O porque casque (que cascaré). No creo que sea tan importante o interesante como para que mis herederos traten de preservarlo de algún modo :D ni tengo interés en sobrevivir a través de mis escritos (desde luego, no a través de los escritos de un blog). Pero coño, que me lo borren otros. Que me tenga que morir para que lo borren. Que no le importe ya a nadie si existe o no. Como todas las cosas hechas por las personas, lo que termina por desaparecer es aquello que a ninguna persona le importa ya.

Yo creo que había gente a la que todavía le gustaba el contenido del blog de Guardián, aunque a él no le sirviera ya para nada. Y por eso me fastidia. Porque siendo todo tan efímero, tan liviano, de tan poco valor en comparación con el avance del tiempo, siento su desaparición como un signo de derrota. Aunque no sea la mía.

En fin. Me estoy haciendo mayor y gruñón. No me lo tengas en cuenta, Guardián ;).

Saludetes,
Carlos

18 abril 2021

Leyendo a Lovecraft (I)

Siguiendo con mi intento de desengancharme un poco del móvil, he continuado leyendo por las noches libros de los de antes, de esos con páginas de papel y portadas. Después de acabarme todos los libros de Gerardo (por cierto, no doy con él; estoy buscándole por redes y preguntando a gente de la oficina, pero se ha esfumado; hasta me está preocupando un poco), me di una vueltita por mi biblioteca de la buhardilla en busca de cosas que llevaran tiempo acumulando polvo. A nadie sorprenderá saber que son unas cuantas.

Al fin me decidí por una antología de relatos de Lovecraft que compré en una caseta de libros en el pueblo en el que pasé las vacaciones en el verano de 2019. Sí, cuando aún podíamos salir por ahí de vacaciones. Es un libro gordo con los relatos más conocidos de Lovecraft, relatos que en realidad me he leído en su mayor parte (creo que el único que no me leí en su momento fueron Los sueños en la casa de la bruja). Pero hace taaanto tiempo que los leí, que en muchos casos está siendo como si los leyera por primera vez.

Yo llegué a la literatura de terror de los Mitos de Cthulhu a través del juego de rol, sospecho que como muchas otras personas. Comencé a leer aventuras de La Llamada de Cthulhu en la revista Líder, me leí el juego y varios suplementos en la biblioteca municipal de Coslada y, después, cogí la balda dedicada a Lovecrat y me leí unas cuantas antologías de los Mitos de Cthulhu que incluían no solo relatos del autor de Providence, sino también obras relacionadas de otros autores del "círculo de Lovecraft" y escritores relacionados.

En su momento, confieso que hubo algunas obras que me acojonaron. Curiosamente, no en especial las de Lovecraft, sino la de otros autores. Recuerdo un relato en el que los sauces eran entidades malignas que se comían gente que me pareció muy atmosférico y un cuento corto que me dio bastante canguelo en el que el protagonista terminaba encontrando a una especie de hombre sapo deforme en una habitación, que encima salía huyendo. En ninguno de los dos casos había nada "gore" en la narración, pero era el modo en el que se iba creando una atmósfera de mal rollo lo que me atrapaba.

Os cuento un poco los relatos que me he leído hasta ahora (voy más o menos por la mitad), con una mínima reseña de mis impresiones de cada uno. Ojo, seguro que se me escapan detalles de la trama, pero el relato más recientemente publicado es de los años 40, así que habéis tenido tiempo de leerlos desde entonces ;).

  • La Llamada de Cthulhu: Se podría decir que este es el relato más conocido de Lovecraft, y el que da título tanto al famoso juego de rol como a los "Mitos de Cthulhu" en su conjunto. Lo cual es curioso, porque Lovecraft hablaba de sus relatos de terror como "mis yogsothotherías", dando preponderancia a Yog Sothoth sobre Cthulhu. Realmente fue August Derleth quien acuñó el término, y el que contribuyó a que la obra de Lovecraft no cayera en el olvido. Centrándonos en el relato, he de decir que me ha sorprendido lo cortito que es. Lo recordaba más extenso, aunque es cierto que en una de las ediciones del juego de rol (creo recordar que la quinta) se incluía completamente como prólogo del juego, así que eso me tendría que haber dado una pista sobre que no era muy largo ;). En la narración, el protagonista nos va hablando de cómo fue descubriendo la existencia tanto de un ser extradimensional llamado Cthulhu como del culto milenario que le profesan ciertas sectas relacionadas con el mar por todo el mundo. Es curioso cómo en este libro no hay ni una referencia a los Profundos (de estos ya leeré en La sombra sobre Innsmouth) y se hace mucho hincapié en cómo Cthulhu se infiltra en los sueños de las personas, sobre todo de aquellas dotadas de una notable sensibilidad artística. Yo creo que el propio Lovecraft, del que he leído que tenía sueños muy vívidos, debe haber visto a su monstruo en alguna de sus pesadillas, como los pobres artistas que sufren su presencia en la narración. El autor va cogiendo relatos de aquí y de allá de diversas fuentes: un policía que desarticula una secta, el artista que tiene visiones del monstruo y, finalmente, el marinero que visita la ciudad emergida de R'lyeh y estampa un barco contra la mole de Cthulhu. Confieso que me sigue pareciendo espeluznante lo de los marineros que se caen por un ángulo que no debería estar allí y simplemente desaparecen. Ah, y aunque es evidente que estamos todos condenados a largo plazo, al final hay sectas que son desarticuladas y monstruos a los que se vence, siquiera temporalmente, en la narración. Un buen relato, imprescindible para los amantes del juego de rol (¡y cortito! ¡no hay excusa para no leerlo!)
  • El caso de Charles Dexter Ward: Esta narración es más extensa que la anterior, y confieso que cuando comencé a leerlo creí que no lo había hecho antes, aunque a medida que avanzaba iba recordando ciertas cosas y me da la impresión de que sí lo conocía, aunque es probable que lo leyera hace décadas. El propio Lovecraft no estaba muy satisfecho con este relato y solo se publicó de forma póstuma. A mí, en cambio, me ha gustado bastante. Nos va contando el progresivo descenso a la locura de un joven (Charles Dexter Ward) de buena familia burguesa de Providence obsesionado con la historia antigua, que termina dando con unos papeles de un antepasado suyo que fue un brujo procedente de Salem. En realidad, la historia nos la cuenta el médico de este joven, que es el verdadero héroe que llega a entender la verdad de lo que está pasando y se enfrenta y vence al antagonista principal, el brujo Joseph Curwen. De este relato destacaría por un lado cómo el amor de Lovecraft por su ciudad de origen, Providence, se ve reflejado en los paseos que el joven Charles da por sus calles, descritas de forma idílica por el autor. Me ha gustado también la correspondencia que se intercambian los brujos entre sí, hablando de sus experimentos, y la imagen de estos experimentos fallidos encerrados en sus pozos durante décadas, es bastante inquietante. Esta es una historia que no termina del todo bien para Charles, pero en la que el doctor sí que logra imponerse a los malvados. Es, al fin, la historia de una investigación, con sus puntito de magia. ¡Ah! Bonus para este relato por el hecho de que existe en él una referencia a Randolph Carter y al mundo de los sueños.
  • El horror de Dunwich: Otro relato no demasiado extenso, y bastante famoso también dentro del corpus de Lovecraft. La historia de los brujos Whateley de la región maldita de Dunwich, lo que invocaron y cómo trataron de acabar con el mundo. Siempre me llamó la atención de este relato cómo el principal antagonista termina asesinado por un simple chucho; y es que al final muchos de los sectarios y brujos de los relatos de Lovecraft son en realidad gente bastante patética, nada de seres invulnerables con multitud de hechizos peligrosos. La peligrosidad suele venir de los seres que invocan o de su maldad intrínseca. Y el horror que termina provocando la muerte de algunos habitantes de Dunwich es ese tipo de ser monstruoso del que, ojo, no recordaba que era invisible a los ojos humanos la mayor parte del tiempo. Los héroes del relato son un grupo de profesores de la ficticia universidad de Miskatonic de la también ficticia ciudad de Arkham, que consiguen expulsar a base de hechizos a la monstruosidad que da título al relato. Un clásico también, con sus poblaciones degeneradas, sus brujos malignos y sus libros malditos.

Por el momento estoy disfrutando mucho de la lectura de estos relatos. Me quedan aún unos cuantos, incluyendo mi preferido, el de La búsqueda en sueños de la ignota Kadath que la verdad es que me leí hace poco, pero me apetece releer. Como le dije una vez a mi suegro cuando me preguntó que si me estaba leyendo otra vez El Hobbit, ¿merece la pena un libro que no tengas ganas de releer de vez en cuando? ;).

Saludetes,
Carlos

10 abril 2021

Vendha

Desde hace un tiempo he decidido dedicarle algo más de atención a mi extensa, muy extensa biblioteca de libros físicos y...

(Un inciso: hace unos años no se me había ocurrido que tuviera que añadir a "libros" el adjetivo "físicos" para distinguirlos de nada; lo normal es que los libros fueran físicos, o ya serían otra cosa. Pero desde la llegada del PDF y el eBook, parece que sí que es necesario hacer la distinción. Cómo cambia la vida, y qué pronto nos acostumbramos a la nueva normalidad).

... y esto me ha llevado a desempolvar varios tomos que acumulaban polvo en las estanterías. Normalmente me estoy leyendo estos libros cuando me voy a dormir, y casi siempre logro leer unos cuantos párrafos antes de quedarme dormido. Y si el libro es interesante, incluso varios capítulos. Confieso que en más de una ocasión he tenido que terminar de leer el libro de día porque veía que me atascaba y había que darle un empujón o justo lo contrario: que estaba tan interesante que leerlo solo por las noches se me quedaba corto.

Lo último que me he leído ha un librojuego: Vendha, escrito principalmente por Jonathan Pineda y basado en el universo ficticio creado por su padre, Pepe Pineda, para el clásico juego de tablero En Busca del Imperio Cobra. La historia de este juego daría para un artículo completo, pero baste con decir que fue publicado en los años 80 y solo fue el primero de muchos diseños creados por Pepe Pineda para la editorial CEFA. A mí me encantaba este juego, y aún tengo un original en casa, bastante destrozado el pobre, y la nueva edición que publicaron hace no mucho tiempo (con un tablero que no tenía ni la mitad del encanto del original). Aunque es cierto que las mecánicas del juego se podrían considerar muy, muy simples en el día de hoy, la combinación del uso de cartas, lo inspiradoras que eran las ilustraciones y esa mezcla muy loca de magia y tecnología que se adivinaba en la ambientación eran todo un acicate para la imaginación.

La editorial Nosolorol está publicando ahora mismo una serie de librojuegos basados en este mismo universo, obra de Pompeyo Reina, un autor tristemente fallecido antes de completar la colección, pensada originalmente para ser diez libros. No sé si al final se publicarán todos estos libros o no, pero ahora mismo podéis adquirir los cuatro primeros en un pack bastante bien de precio en la web de la editorial. Estos también los tengo y me los leeré a no mucho tardar.

Vendha no tiene que relación con los librojuegos publicados por Nosolorol, sino que es una obra independiente. Se financió a partir de una campaña de verkami algo accidentada. En primer lugar, porque nos pilló la pandemia de por medio, pero también porque a mitad de campaña los autores decidieron no publicar con la editorial que lo iba a sacar en primer lugar porque no estaban satisfechos con la calidad de la obra y, aún teniendo los libros impresos, los volvieron a revisar e imprimir. Teniendo un poco de experiencia ya en este mundillo de la impresión, os digo que esta decisión ha tenido que ser dolorosa (y bastante cara), aunque no sé más sobre las circunstancias que lo que informaron en el mecenazgo.

De un modo u otro, al fin los libros se reimprimieron y nos llegaron a los mecenas. Tenía curiosidad por ver la versión de Jonathan Pineda sobre el mundo creado por su padre. En el propio mecenazgo se decía que la trama está basada en lo que "su autor, Pepe Pineda, partiendo de la idea original del diseño del juego, novelizó años atrás, a través de una serie de partidas junto a sus amistades más cercanas. Durante estas partidas Pepe Pineda creó un universo exclusivo lleno de aventuras, personajes, lugares y una trama inédita nunca vista en el propio juego de mesa creado previamente.". A mí me suena a partida de rol, la verdad :D.

¿Y cómo es, después de esta larguísima introducción, el libro? Personalmente, me ha decepcionado un poco, porque probablemente esperaba más. En primer lugar, dentro del mundillo de los librojuegos existen aquellos que incluyen un pequeño sistema de reglas en los que hay que usar dados, hacer una ficha de personaje, etc. (como en los libros de Lobo Solitario o La Búsqueda del Grial), mientras que hay otros en los solo tienes que ir tomando decisiones en ciertos momentos, pero no hay que tirar ningún dado (como en los clásicos Elige tu propia aventura o La Máquina del Tiempo). Confieso que soy más fan de los primeros que de los segundos, y que Vendha es un librojuego clásico del segundo tipo. Sí es verdad que en algunos momentos el protagonista consigue ciertos objetos que te permiten más opciones en un momento dado (conseguí escapar del Pozo de los Condenados en mi primera partida gracias a cierto objeto que encontré en mi aventura, por ejemplo). De todas formas, esto no es algo que nos hubieran ocultado a los mecenas, era bien sabido; simplemente, en este sentido, prefiero otro tipo de librojuegos.

Hay algo que sí que llevo peor: normalmente en los librojuegos se utiliza la segunda persona en la narración, como si estuvieran hablando al lector ("te encuentras con una puerta cerrada al final del pasillo"), pero hay un par de párrafos en los que la narración pasa a primera persona ("decido usar la llave que encontré antes para abrir la puerta"). Puede que inicialmente el texto estuviera escrito en primera persona y después se cambiara a segunda, pero esto habría que haberlo detectado en la corrección, porque sucede al menos en un par de ocasiones en el texto.

En cuanto a las ilustraciones, no están mal, pero son las típicas ilustraciones hechas a color que después se pasan a escalas de grises y de nuevo es algo que no me gusta mucho; prefiero para un libro en blanco y negro las ilustraciones pensadas directamente para estar en blanco y negro (esto es algo que sucede también en Aventuras en la Marca del Este y creo que es una lástima que se pague la ilustración a color para después no aprovecharlo).

Sobre las decisiones a tomar en el libro, hay algunas que son muy obvias que van a resultar en la muerte del personaje, y creo que habría agradecido poder tomar más decisiones: hay veces en que una decisión te lleva en un largo arco narrativo en el que pasan muchas cosas sin que tengas que volver a decidir nada. Yo prefiero párrafos más cortos y darle más peso a la parte de juego que a la de narración. Y el enfrentamiento final con el Emperador Cobra es demasiado sencillo. Hubiera agradecido poder tomar más decisiones en ese punto que añadieran algo de dificultad.

En lo que sí he de decir que estoy satisfecho es en la historia general. No es un librojuego complicado de completar (yo me lo pasé a la primera), pero sí que hay esa mezcla de magia y tecnología que se podía adivinar en el juego de tablero, y la estructura del libro sigue la de una partida en el sentido de vencer a una serie de enemigos con la ayuda de los dioses para ganar acceso a la Isla Cobra y vencer al emperador. En ese sentido, sí que se siente como una versión plausible del original. Y es que es cierto que en el tablero del juego, todos teníamos claro que Vendha era una región desértica en la que había un gran dinosaurio y una Ciudad de Plata, pero eso era todo. La imaginación de cada uno era la que se encargaba de rellenar los huecos y pensar en qué aventuras correrían nuestros héroes en esos lugares y enfrentados a esos monstruos. Pineda nos da una versión de Vendha en la que nos encontramos no solo con hombres cobra que usan la tecnología y la magia sino con hombres cobra que no sirven al emperador, hechiceras malvadas y muy peligrosas, al capitán del Nautilus, a lo que no puede calificarse sino como un pistolero del oeste y, en definitiva, una mezcla bastante loca de lo fantástico y lo mágico. Y también toda una trama subyacente que habla de que el Imperio Cobra se extiende por distintas épocas y dimensiones, de modo que en futuros libros podrá haber otros protagonistas que venzan al Imperio en sus propios mundos; eso me ha parecido un recurso bastante inteligente.

Lo que sigo sin entender es por qué el protagonista es un hombre simio. Que no es que me parezca mal, pero yo hubiera esperado algo así en el libro dedicado al continente/mundo selvático. Pero bueno, elecciones del autor.

A mí no me gusta mucho hacer reseñas negativas, os lo confieso ;), pero no estoy muy impresionado con el libro. Entiendo que es una primera obra y que los autores se han encontrado dificultades importantes por el camino, pero si no estuviera relacionado con el autor original y nos mostrara un poco de su idea de la ambientación del juego, no pasaría de ser un librojuego simplemente correcto. Y os aseguro que me jode escribir esto; pero es que la nostalgia no es suficiente para sostener una obra, sino que hay que valorarla por lo que es, objetivamente. En cualquier caso, es posible que con todo lo aprendido, en futuras libros los Pineda tengan más experiencia con lo que supone una campaña de verkami y lo que supone escribir un libro de este tipo, y la cosa sea aún mejor. Yo creo que tiene potencial para mejorar en futuras entregas :).

Saludetes,
Carlos