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23 diciembre 2024

La IA me parece una mierda

A lo largo de los últimos tiempos he visto como la Inteligencia Artifical se cuela poco a poco en todos los ámbitos de la experiencia digital. En mi propio trabajo se nos anima a utilizar Copilot (el asistente de inteligencia artificial de Microsoft), aunque es verdad que se nos prohibe usar ChatGPT, por la información que esta herramienta recopila sobre nuestras actividades y envía a sus dueños. En mi experiencia, lo que Copilot, ChatGPT y el resto de herramientas basadas en IA ha logrado en mi trabajo ha sido:

  • Que un colega me haya enviado un correo electrónico y mi primera impresión haya sido pensar que estaba borracho cuando lo escribió. Después me confirmó que lo que había pasado es que le había dicho a Copilot que me respondiera, y le dio a Enviar simplemente repasándolo por encima. Y ya os digo yo que se notaba que ahí había algo raro (eran tres frases que decían cada una lo mismo, pero de forma ligeramente distinta).
  • Que la gente ya ni se preocupe de tomar notas en las reuniones, porque total, ya les va a hacer un resumen la IA y, si hace falta, un resumen del resumen, o un resumen del resumen del resumen. O simplemente, las tres ideas claves de la reunión. Habrá quien siga atendiendo en las reuniones, pero ¿estamos de verdad quedándonos con los detalles de lo que se dice o acuerda? ¿O no nos fijamos en eso porque, total, tenemos una transcripción que podemos consultar cuando sea necesario?
  • Los programadores están usando ChatGPT (aunque no se pueda) para crear código que están incrustando en los proyectos, aunque no sepan muy bien qué es lo que están haciendo. Lo consideran cajas negras de código, donde meten unos datos y sacan otros. Con que funcione razonablemente bien, les vale. Y ya me ha tocado, el año pasado, ponerme el casco de minero, meterme en las tripas del trabajo de una compañera y empezar a ver qué es lo que había hecho. Y lo que había hecho en ocasiones no tenía el más mínimo sentido, ni tenía coherencia con el resto de la aplicación. Peor aún, como no lo había hecho ella, no estaba familiarizada con lo que había escrito. Había confiado en que hacía lo que ella quería, sin repasarlo.

En general la gente sabe que la IA «falla a veces» y, por el momento, no se fían del todo de ella. Así que la usan principalmente como base para escribir una primera versión de un informe o presentación, una primera versión de un código o una primera versión de un correo electrónico. Y luego lo revisan, cambian lo que sea preciso y terminan su curro en mucho menos tiempo del que hubieran necesitado para hacerlo desde cero.

Ok, esa es la teoría. Y ellos están esperando que, a medida que la IA mejore, se equivoque cada vez menos y tanto el código como los correos o las presentaciones salgan cada vez mejor y más rápido y ellos puedan dedicarse a otras cosas. Así todos seremos más productivos.

Jo-der.

Estamos externalizando el pensar.

No hace falta que atendamos en las reuniones, porque la IA ya atiende por nosotros. No hace falta que pensemos en cómo se responde a un colega, porque la IA ya nos escribe la respuesta. No hace falta que pensemos cómo armar un programa porque la IA nos crea el esqueleto del mismo y nosotros ya solo tenemos que darle unos retoquitos, hasta que llegue el día en el que lo haga todo solo y nosotros solo nos tomemos cafés.

¿Estamos pensando realmente lo que esto va a suponer para nosotros, los humanos, en cuanto hayan pasado unos cuantos años? ¿Lo que va a hacer con nuestras mentes?

Los LLM (Large Language Model) como ChatGPT son fotocopias del saber humano. Han cogido todo lo que los humanos han escrito y subido a Internet en las últimas décadas y escupen, en base a gigantescas bases de datos, respuestas estadísticamente plausibles. Cuando le preguntas algo, lo que buscan es lo que es más probable que se haya contestado ya antes cuando se ha hecho esa misma pregunta. Que no digo que no sea una hazaña tecnológica increíble, pero no es pensar. Es el autocompletar de tu teléfono móvil, pero tirando de una tremenda cantidad de datos y de una brutal capacidad de procesamiento que exige una enorme cantidad de energí. Y todo para que tú puedas contestar a un compañero un correo de tres líneas, ya que te da pereza escribirlo.

Los LLM no crean nada nuevo. Reciclan lo que ya se ha escrito antes. Lo que los humanos hemos escrito antes. Entonces, si tienen ahora mismo todo el conocimiento humano en su memorias y todas sus respuestas se basan en el conocimiento completo de los seres humanos hasta el año 2025, ¿es que ya hemos llegado al cúlmen del conocimiento humano? ¿Se acabo el pensar más, ya no es necesario? ¿Todos las respuestas están ya pensadas y no hace falta ir más allá?

Creemos que la IA va a seguir mejorando, algo que está por demostrar, pero es que si fuera así, ¿eso es realmente bueno para nosotros? ¿Es mejor que yo le pase un «prompt» a ChatGPT y le diga «escríbeme una entrada al estilo de La Frikoteca en la que se diga que la IA es una mierda para el desarrollo del pensamiento humano y que encima nos está quitando el placer de aprender a escribir, dibujar y componer música. Añade alguna referencia a cómo esto influye en el desarrollo y disfrute de los juegos de rol»? Es decir, incluso en el caso de que usando ese «prompt» el ChatGPT me devolviera el contenido exacto de esta entrada, ¿qué supone eso para mí? ¿Que ahora en lugar de escribir una entrada cada semana o cada semana y media en el blog tengo la capacidad de ser más productivo y escribir una cada día? ¿Y eso en qué me beneficia a mí, que ni siquiera tengo monetizado el blog? Yo escribo por el placer de plasmar mis pensamientos. Escribo para ordenar mi mente y reflexionar sobre un tema. Me gusta leer los comentarios de otros humanos. Me gusta releer lo que escribí hace años para ver cómo he cambiado. NO QUIERO EXTERNALIZAR EN UNA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EL PLACER DE ESCRIBIR. Quiero hacerlo YO. De principio a fin. Quiero poder expresar mis pensamientos con claridad, quiero escribir cada vez mejor, quiero practicar, quiero aprender una nueva habilidad, quiero ser ser mejor persona. No quiero PRODUCIR contenido.

La Inteligencia Artificial me parece una puñetera trampa. A muchísimos niveles.

  • Necesita energía por un tubo. Una búsqueda alimentada con IA necesita muchísima más energía que una búsqueda tradicional, así que están proliferando los centros de datos, cada vez más masivos, cada vez más necesitados de energía y de agua para refrigerarlos. Cada vez que le pides a la IA que te pinte a Mickey Mouse vestido de Marine Espacial, el nivel de agua del pantano más cercano baja un centímetro.
  • La IA es la actual burbuja, que sigue a la de las criptomonedas, a la de los NFT, a la del metaverso y a todo el resto de tecnologías que venían a cambiarlo todo y lo único que han conseguido es toneladas de dinero procedentes del capital riesgo que lo que busca es su 10% o 15% de retorno de la inversión. A saber qué coño vendrá después, dentro de dos o tres años, cuando la IA no devuelva todo lo que se ha invertido en ella.
  • Los humanos somos mucho mejores creando algo desde cero, sabiendo lo que estamos haciendo que supervisando algo o repasándolo, porque nos aburrimos repasando algo que no hemos creado nosotros. O simplemente confiamos en que esté bien.
  • ¿Cómo coño va a aprender un ilustrador a ilustrar si no puede vender sus trabajos de novato? ¿Y un músico, cómo se va a ganar la vida si una IA puede crear ya una canción de un determinado estilo en medio minuto? ¿Se acabaron los traductores, los correctores, los pintores, los artistas? ¿Cómo llegas a ser bueno en algo si una máquina lo puede hacer todo mejor que tú o al menos lo suficientemente bien como para que a ti no te contrate nadie cuando estás empezando?
  • Cuando nos acostumbremos a que una máquina nos haga todo el trabajo creativo y científico, estaremos en manos de los dueños de esas máquinas.

Ya sé lo que me voy a encontrar en al menos un porcentaje de los comentarios a esta entrada (no sé si mayor o menor). Que la IA ha venido para quedarse y tendremos que adaptarnos. Que algunos trabajos se irán a la mierda y que surgirán otros nuevos. Que nos ahorrará mucho trabajo y que será un modo de que seamos más eficientes y productivos. Que soy un ludita. Que ya llevamos tiempo dibujando con Photoshop y que aún así sigue habiendo ilustradores.

A lo que yo os respondo, ¿recordáis cuando podíais leeros un libro entero, de principio a fin? ¿Habéis leído muchos últimamente? ¿O habéis descubierto que leéis en diagonal y que no tenéis paciencia para dedicar el tiempo necesario para comprender lo que estáis leyendo y reflexionar sobre ello? Los teléfonos móviles son la caña, pero no son inocuos.

Cuando la IA nos quite el empleo a todos los oficinistas, abogados, programadores, ilustradores, traductores, músicos, diseñadores, secretarios y mil y un oficios y profesiones, cuando estemos todos obsoletos, mucha suerte para ganaros la vida entregando paquetes en vuestra furgoneta de Amazon o llevando a gente de un lado para otro en Uber (hasta que alguien invente el conductor robot). A lo mejor, llegado ese momento, cuando los únicos correos que se intercambien por las redes sean IA respondiéndose las unas a las otras, a alguien se le ocurrirá que hay que darnos a todos un sueldo para que no nos muramos de hambre (o no nos pongamos a quemar ministerios) y no queda más remedio que implantar una paga universal porque ya no hay nada más que hacer. Aunque, visto lo visto, yo diría que no va a ser así. La productividad y el trabajo son dogmas sagrados de nuestra sociedad. Lo que importa es crecer al 10% anual, aunque el mundo arda y la gente vague cabreada, desesperanzada y hastiada de ver series, seguir sus redes sociales y comprar la última chorrada que se haya puesto de moda.

Yo lo siento, pero me niego a usar la Inteligencia Artificial. No quiero que me escriba correos, informes, entradas de mi blog o suplementos de un juego de rol. No quiero que Midjourney me haga la portada de un libro o la ilustración de los personajes para mi próxima partida. No quiero que me diseñen una banda sonora.

¿Para qué coño quiero poder escribir 365 entradas de un blog al año, si no tendría tiempo ni para leerlas?

¿De qué me sirve a mí ser más productivo en el curro? Si voy a seguir currando 40 horas a la semana en la oficina, ¿qué más me da escribir quince informes que escribir quinientos?

No quiero ser más productivo. Me cago en la productividad, y en la velocidad inhumana de la mierda de sociedad que nos están imponiendo.

Para mantener mínimamente el tema de este entrada dentro de los parámetros del frikismo, os diré que sigo escribiendo mi suplemento sobre hobbits, y que encima lo estoy escribiendo a mano, porque se me estaba olvidando escribir a mano y tengo una letra de mierda. No quiero que nadie escriba por mí ese suplemento, ni que me lo escriba una máquina ni que me lo ilustre una máquina. Hombre, una máquina tendrá que imprimirlo en una imprenta, y habrá que llevarlo en camión de allí a la distribuidora y de allí a la tienda, pero os juro que a estas alturas de la vida casi prefiero que lo lleven en burro de un sitio a otro. Aunque tarde más tiempo. Porque al final en esta puñetera vida lo único que tenemos es tiempo. Muy corto, y muy limitado. Y unas cuantas personas con las que merece la pena pasarlo.

Os dejo vuestros juguetes. No los quiero. No me gustan. Me aguantaré porque no me quedan más huevos que aguantarme, hasta que llegue mi jubilación o hasta que la crisis climática se nos lleve a todos a tomar por culo. Que, en cierto sentido, es lo que nos merecemos, por gilipollas. Lo voy a sentir por mis seres queridos porque a ver, los quiero. Pero cada vez que pienso que es una lástima que nos vayamos a extinguir suelo coger el coche, me pongo a circular por las calles de Madrid y, a la quinta pirula que me hace un conciudadano cabrón, me reafirmo en que es mejor que nos muramos todos y le dejemos el planeta a las bacterias.

...

Ale, se acabó la entrada. Feliz Navidad xD.

7 comentarios:

  1. «No quiero ser más productivo. Me cago en la productividad, y en la velocidad inhumana de la mierda de sociedad que nos están imponiendo.»
    Amén y aleluya a esto, hermano...

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  2. Suscribo todo lo que dices y estoy contigo al 100%

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  3. Una entrada genial. Con un gran final que confirma que la has escrito tu y no una IA.

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  4. Bravo y viva, compañero. Muchas gracias por expresar tan magistralmente lo que muchos pensamos.

    Inquietante cómo una de las características principales de los humanos, la capacidad de desarrollar tecnología, lleva siglos volviéndose en nuestra contra.

    Un abrazote,

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  5. Es curioso, pensé que a estas alturas y tras el bum de las IA del... ¿año pasado o quizás hace ya dos? la gente había visto los problemas asociados de las IA y se habían dado cuenta de que no son tan maravillosas como nos las vendían. Que en parte habíamos vuelto a lo de antes y recurriendo a la IA para lo mínimo, para lo que teníamos pensado, que era al final para coger ideas y estimular nuestra creatividad.

    Quizás sea porque mi trabajo me permite y obliga a seguir haciendo muchas cosas a mano, escribiendo a mano, relacionándome en persona y un largo etcétera (soy farmacéutico y estamos un tanto obsoletos), pero nunca me imaginé que en las grandes empresas esto siguiera esa dinámica...

    No sé si somo realmente conscientes de lo que suponen estas tecnologías... Completamente de acuerdo con tu entrada.

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  6. También a mí me lo parecen. Me voy acostumbrando a que otros me miren raro por negarme a emplear nada de esto, por seguir escribiendo también a mano, por dedicarle horas y horas a algo que podría tener hecho en segundos, pero que no sería mío.
    Nos vamos todos por el desagüe y lo estamos celebrando.

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  7. Suscribo esta entrada al 100%, qué razón tienes, compañero. Viva John Connor.

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