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13 abril 2008

De Rebus Faericum, Del Gobierno de los Elfos

El País de los Elfos está dividido en distintos dominios, cada uno de ellos gobernado por un Rey o Reina Élficos desde una fortaleza o palacio que suele dar nombre a la región. Así, por ejemplo, la fortaleza de la Torre de las Águilas, construida en un cerro casi inaccesible en las Colinas Peladas, es la sede de Rey Helderan, el Señor de las Águilas, y todos los Elfos que viven alrededor le reconocen como su señor y obedecen sus órdenes. Dentro de cada región, el Rey Elfo es el encargado de administrar justicia, organizar al ejército y a los exploradores y presidir las fiestas y ceremonias, y es asesorado por un Consejo de Sabios. La última palabra en cada región la dice el Rey Elfo.

Existe un Alto Rey Elfo que preside las ceremonias más importantes y decide si la nación élfica debe ir a la guerra. El actual Alto Rey es Findegal, que gobierna desde el Palacio del Corazón del Bosque. Cuando dos Reyes Elfos encuentran un motivo de disputa o cuando deben actuar fuera de sus dominios, es el Alto Rey el encargado de mediar y organizar. El cargo de Alto Rey o el de Rey no es hereditario entre los Elfos. Cualquier Elfo puede ser escogido Rey o Reina independientemente de su linaje o familia. Cuando un Rey Elfo decide retirarse o muere en batalla el Consejo de Sabios escoge a otro Elfo para sustituirle mediante pruebas o tradiciones que varían de un dominio a otro.

Cada Corte élfica respeta distintas tradiciones y hay diversos cargos y puestos que mantener. En ocasiones un Elfo desea una posición concreta e intrigará para conseguirla ayudado por su familia y aliados. Las conjuras de los Elfos pueden tardar años en dar fruto, ¿pero qué es el tiempo para los seres inmortales?

1 comentario:

  1. Juzam escribió "Con respecto a las leyes ¿Cual es la pena por matar a otro elfo? Supongo que desde el punto de vista de un elfo, matar a otro es privarle de la vida eterna, por lo que debería ser un castigo muy grave. Pero ¿Qué pasa si un elfo mata a un humano? Los humanos quizá sean efímeros desde el punto de vista de un elfo, por lo que su muerte pueda ser tratada como un crimen menor. Puede que los propios elfos tengan dificultades para comprender la existencia tan corta de los humanos. ¿Y qué sucede con el trato de los elfos hacia los gnomos y sus otros sirvientes? ¿Qué pasa cuando un elfo castiga severamente a un gnomo o lo mata? ¿Y cuales son los castigos por destruir la naturaleza? ¿Piensan los elfos que el fin justifica los medios o un héroe que salve a su pueblo será desterrado si para hacerlo tuve que destruir un santuario o parte del bosque?"

    La pena por matar a otro Elfo depende de las circunstancias. Si fue un accidente o algo involuntario, se impone un período de penitencia, quizá un trabajo o una misión. Si fue un duelo formal, no hay pena alguna, aunque la familia y amigos del Elfo pueden buscar venganza. Si fue un asesinato sin justificar, lo normal es el exilio del reino so pena de muerte (y también es normal que los amigos y familiares se encarguen de eliminar al asesino tan pronto como deje el reino).

    En cuanto a matar Hombres, la cosa es, efectivamente, menos grave. Si el Hombre es un bandido que ha dañado a algún Elfo o incluso un leñador que ha atravesado una zona prohibida, no hay castigo para el Elfo. Incluso en otras circunstancias, si el Elfo puede dar una mínima justificación o convence al Rey Elfo de que sus acciones no van a perjudicarles, es probable que baste con enviar una compensación a la familia del Hombre o ni eso.

    Una circunstancia que sí puede ser grave para el Elfo es si el Hombre en cuestión (o uno de sus antepasados) tenía algún trato con el Rey Elfo. En ese caso, es como matar a un miembro de una raza servidora.

    Y matar a un miembro de una raza servidora exige una muy buena justificación por parte del Elfo en cuestión. En el peor de los casos, se considerará como el asesinato de un Elfo. En el mejor de los casos, la raza servidora no se quedará con los brazos cruzados si cree que el asesinato ha sido injusto.

    Los castigos por destruir la naturaleza son delitos contra la propiedad del Rey Elfo. Como los Hombres tienen prohibido talar árboles o incluso penetrar en el País de los Elfos, provocar un fuego, contaminar un río o cosas similares se considerarán como una intrusión y será castigado, normalmente, con una hermosa lluvia de flechas.

    En cuanto a la destrucción de un santuario o de parte de un bosque, si está justificado normalmente el Elfo será tratado con benevolencia, pero es muy probable que tenga que realizar algún tipo de penitencia en forma de misión o de años de meditación para "equilibrar" sus mala acción.

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