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21 marzo 2012

MAR Barker y Tékumel

M.A.R. Barker, creador del mundo de Tékumel, murió la semana pasada a la edad de 83 años. Hay quien calificó a Barker como "el Tolkien olvidado", por la riqueza y profundidad de su creación, Tékumel, y por su afición por los idiomas y los lenguajes, que compartía con el creador de "El Señor de los Anillos".

M.A.R. Barker era profesor de estudios sudasiáticos y de lengua urdu (idioma oficial de Pakistán y uno de los idiomas oficiales de la India). Era estadounidense y su nombre de nacimiento era Phillip Barker aunque lo cambió por Muhammad Abd-al-Rahman cuando se convirtió al islamismo a la edad de 22 años. Como ya he comentado, al igual que Tolkien, sus estudios sobre las lenguas le llevó a crear un mundo propio (Tékumel) y sus lenguajes, pero mientras que Tolkien se basó en fuentes nórdicas, anglosajonas o germánicas para crear la Tierra Media, las influencias de Tékumel fueron la India, el sudeste asiático o la cultura maya.

Tékumel es un planeta terraformado y habitado por los humanos en el lejano futuro. Merced a un cataclismo cuyas causas no quedan muy claras, el planeta fue transportado a otra dimensión y aislado del resto de la civilización galáctica. En esta dimensión los habitantes de Tékumel tenían acceso a extrañas energías que se manifestaban en forma de magia y hechizos, y además podían obtener la ayuda de seres interdimensionales similares a dioses y demonios. Con el paso de los milenios, el modo de usar la tecnología ancestral se fue olvidando y en el período en el que se centran las novelas y los juegos de rol, el nivel tecnológico es de nuevo medieval.

Este mundo se fue gestando en la imaginación de Barker desde los años 40 en adelante, y su autor se centró principalmente en la sociedad y el lenguaje de uno de los cinco imperios que dominan Tékumel 50.000 años después del cataclismo: Tsolyáni, el Imperio del Trono de Pétalos ("Empire of the Petal Throne"). Durante toda su vida, Barker siguió desarrollando el Tsolyáni, y a día de hoy este "conlang" ("constructed language"; lenguaje construido) cuenta con su gramática, su forma escrita y hasta una guía de pronunciación en CD.

Lo que distingue a Barker de otros estudiosos del lenguaje que compartía el "vicio secreto" de Tolkien es que a mediados de los 70 fue testigo de una partida de rol del juego que terminaría convirtiéndose en "Dungeons & Dragons". Intrigado por el concepto, Barker diseñó su propio juego, ambientado en Tékumel y comenzó a arbitrar partidas en las que los jugadores exploraban su extraño mundo. Las fuentes difieren, pero hay quien dice que lo autopublicó en 1974, y que el propio Dave Arneson (co-creador de "Dungeons & Dragons") jugó con Barker en una de sus partidas.

Sea como fuere, "TSR" llegó a un acuerdo con Barker y publicó en 1975 una edición del juego en formato de caja, y con su propio sistema, distinto al de "Dungeons & Dragons". El precio del juego era muy elevado, y su ambientación, algo extraña a los ojos de alguien aficionado a una fantasía más "occidental", por lo que no fue un éxito fulgurante. Entre eso y la falta de apoyo al juego en forma de suplementos, el juego se perdió en la vorágine de novedades de finales de los 70, pero aún así consiguió llamar la atención de unos cuantos grupos de jugadores.

A lo largo de los años, Barker siguió jugando su campaña. Es más, muchos de los grupos de roleros que jugaban en Tékumel le enviaban informes de sus partidas y Barker fue incorporando los resultados de las mismas a la historia de su mundo. A lo largo de los años, Barker mantuvo los derechos de su mundo, y diversas empresas publicaron nuevos juegos de rol ambientados en Tékumel: "Swords & Glory" en 1983 y 1984, "Gardasiyal: Adventures in Tekumel" en 1994 o la última encarnación, "Tekumel: Empire of the Petal Throne" en 2005, de la mano de "Guardians of Order". Además, empezando por "Man of Gold" en 1984, Barker llegó a publicar cinco novelas ambientadas en su mundo.

Personalmente, la primera referencia que tuve sobre "Tékumel" fue una adaptación a RuneQuest que habían hecho unos aficionados, a partir de la cual me enteré de que Sandy Petersen (el creador de "La Llamada de Cthulhu") era un fan de dicho mundo. Fui cogiendo referencias aquí y allá, en las que se decía que era un mundo nada occidental, con un lenguaje elaborado, tan profundo y complejo como Glorantha o la Tierra Media. La idea que me quedó era que se trataba de una ambientación sólo para iniciados, y que yo ya tenía bastante con seguirle el ritmo a Glorantha ;).

Fue sólo el año pasado cuando por fin me adentré de forma algo más seria en Tékumel, leyéndome de pé a pá el juego "Tekumel: Empire of the Petal Throne" de "Guardians of Order". La impresión que me quedó, la verdad, fue muy positiva.

Efectivamente, la sociedad que nos presentaban era poco habitual y había muchos nombres "raros", pero la idea central era una sociedad muy estratificada, centrada en la existencia de clanes o casas a las que todo el mundo debía pertenecer. Algunos clanes eran más ricos e influyentes y otros más pobres, y cada clan tenía una serie de negocios, profesiones y tareas asignadas en Tsolyáni. Existían también otras organizaciones importantes como templos a diversos dioses y legiones que formaban el ejército imperial, pero incluso estos templos y legiones estaban estratificados, con cargos eclesiásticos a los que sólo podían acceder ciertos clanes y legiones de más prestigio y de menos que solían coger a sus miembros de clanes concretos. En el juego se transmitía muy bien la idea de que todo el mundo tenía su lugar en la sociedad y que el prestigio y el rango eran muy importantes para un habitante del imperio y por lo tanto, para los personajes jugadores. Sí, no era la fantasía medieval a la que estaba acostumbrado, pero la presentación era muy buena y a mi me pareció jugable :).

Algunas cosas que me llamaron más la atención de la ambientación: la naturaleza es bastante hostil a los humanos en Tékumel y casi todos viven en ciudades fortificadas conectadas por enormes carreteras elevadas, parecidas a la Gran Muralla China pero con varios niveles (los niveles más bajos son para los ciudadanos de menor rango y los más elevados para los de más rango y los correos imperiales); las razas no humanas de Tékumel son extrañas y alienígenas, con hombres insecto perfectamente integrados en la sociedad, una raza guerrera con muchas piernas, muchas brazos, varios rostros y, realmente, nada que se parezca a algo que hayáis visto en otros mundos de fantasía; la concepción de que muchos de los dungeons de Tékumel son caminos subterráneos que sobreviven desde el pasado altamente tecnológico del planeta; y la descripción de cómo era la vida en un clan pobre, un clan normal y uno muy rico era tan vívida que realmente costaba creer que esa gente no existiera de verdad :D.

Realmente creo que el libro de "Guardians of Order" merece mucho la pena como introducción a un mundo más que interesante, y a una obra muy influyente para muchos diseñadores de juegos de rol. A mi me gustó bastante. Para adentrarse más en este mundo, os tengo que recomendar la página oficial de Tékumel, creada hace unos años para velar por el futuro de esta obra de ficción.

Una última reflexión. Muchos de nosotros nos tiramos media vida trabajando en un mundo de juego, y es bastante normal que éste termine cogiendo polvo en forma de unos cuantos folios perdidos en un cajón... o en un par de archivos de texto en un directorio olvidado. El mundo de M.A.R. Barker creció y se expandió sobre todo después de que su autor lo compartiera con muchas otras personas a través de varios juegos de rol. No es cuestión de querer superar a los mundos más famosos y trabajados de los juegos de rol, ni es necesario que trabajemos durante toda una vida en uno de ellos, pero en una época como la nuestra, en la que es tan fácil y sencillo compartir nuestras creaciones con otras personas, dejar que éstas se pierdan en el olvido es una auténtica lástima. Así que ya sabéis, la hora de compartir vuestros mundos es... ahora ;).

Saludetes,
Carlos

8 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la entrada, y me ha picado el gusanillo sobre Tékumel, ¿las novelas están traducidas? ¿Se pueden conseguir fácilmente?

    En cuanto a compartir mundos, ahí sólo diré que "depende", porque a mi me la jugaron precisamente con una de mis creaciones y todavía sigo arrepentido de haberlo mostrado (ya que intentaron hasta quitarme mis derechos de autor sobre él). Hay mucha gente buena por ahí, pero también mucha alimaña, así que yo recomiendo cuidadín, cuando se comparte según qué cosas.

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    1. La verdad es que el mundo es muy interesante, y creo que el libro que he comentado de Guardians of Order es una muy buena introducción.

      Sobre las novelas, dudo mucho que estén traducidas. Ni idea de si se pueden encontrar fácilmente, pero para eso está Google ;).

      Y de lo de que casi te roban una de tus creaciones... coño, nunca me habías comentado nada al respecto :(. En cualquier caso, creo que los derechos de autor son algo que no pueden quitarte, si logras demostrar que tú lo escribiste antes y lo publicaste, incluso aunque sea vía un cochino PDF. Pero en esos temas la verdad es que no controlo mucho y todo lo que te diga es de oídas.

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  2. Nunca me cansaré de recomendar Tékumel (y otros tantos juegos injustamente desconocidos)
    Hace un tiempo escribí una serie de entradas en las que hablaba sobre él:

    http://www.mytgard.com/php/mi_tekumel_i

    En la propia página de Tékumel está alojada Titas House of games, que tiene casi todo el material publicado a precios bastante razonables.

    Y ayer mismo me animé a retomar la escritura de una campaña en la que iba a incluir este mundo, pero que nunca terminé de arbitrar:

    http://www.mytgard.com/php/la_campana

    Para lo demás, y ante esa petición de compartir nuestros mundos:

    http://www.daegon.net

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    1. Javier, el enlace que has puesto con la historia del juego es muy interesante. Los que no lo hayáis leído, id inmediatamente a hacerlo ;).

      Retomar una campaña en Tékumel parece un buen homenaje a Barker ;), ya nos contarás qué tal :).

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  3. Después de ese artículo escribí unos cuantos más en los que hablaba del mundo, su historia y algo del presente de las naciones humanas.
    Después, seguí e hice lo mismo con Glorantha, Talislanta, Jorune, Arcanum y Shadow World.

    No tengo intención de retomar mi campaña. Lo que haré será publicar lo que iba a ser, por si a alguien le puede resultar interesante alguna de las ideas que tuve y quiere usarlas, o desarrollarlas por su cuenta.

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    1. Ah, pues le echaré un vistazo a los artículos, sobre todo a los de Glorantha, Talislanta y Shadow World :).

      Publicar la campaña también es buena idea, ya la echaré un vistazo :).

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  4. Yo no lo conocía y la verdad es que me parece un mundo muy bonito y fascinante. Gracias por el artículo.

    Respecto a compartir las creaciones yo me debato entre la duda de qué es lo mejor. Imagino que lo suyo es hacer el adecuado registro en los sitios que hay para ello (safe creative), pero nunca tienes la seguridad de que alguien te vaya a amargar la existencia con apropiarse de algo y usarlo con su autoría. Precisamente me he animado a comentar porque estos últimos días andaba yo en ese dilema.

    Hay muchos que lo que desean es reconocimiento, aunque sea a costa de otros, antes que realmente plantearse crear alguna cosa. No lo sé, es un dilema. Yo recientemente me decidí a mostrar lo que hago, pero siempre tengo ese temor. Aunque no piense que le pueda interesar a nadie.

    Voy a mirar con detenimiento este mundo tan fascinante, gracias y un saludo.

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    1. Hola, Edanna.

      La verdad es que Tékumel es un clásico dentro del mundillo del rol, aunque no tan popular como debería. Creo que te gustará cuando profundices un poco en él.

      Sobre lo que planteas de que te da miedo compartir tus creaciones por miedo a que te las roben... existe la posibilidad de imprimir una copia física de cualquier obra, encuadernarla, y llevarla al registro de la propiedad. Es una opción barata (aunque no gratis) que te puede dar un poco de seguridad.

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