-->

25 junio 2020

Primera vez como máster

En Twitter se ha organizado un desafío de estos de responder en 30 días. El organizador es Davile y ha propuesto una serie de preguntas para directores de juego y otras para jugadores, agrupadas con el hashtag #rolen30dias. Cuando era un bloguero joven y despreocupado, me apuntaba a estas cosas sin pensar y cumplía a rajatabla con lo de escribir una entrada al día; tengo pruebas, muchas pruebas, pero que muchas pruebas (*).

Ahora, en cambio, soy más mayor, sabio y comodón, y ya me tomo estas cosas con gran parsimonia, por no decir con una inmensa pachorra. Así que voy a ir contestando a estas cosas despacito y, probablemente, contestando un poco más de lo que me piden, o un poco distinto. Nadie lee ya blogs, así que tampoco va a tener tanta importancia lo que haga o deje de hacer :D. Ah, tampoco las voy a publicitar en Twitter porque no tengo redes sociales desde hace tiempo (aunque de algo me entero a través de la cuenta de Twitter de la editorial...).

La primera pregunta del desafío trata sobre la primera vez que hicimos de máster, y comenta si fue por iniciativa propia o si es que alguien tenía que hacerlo. Bien, entiendo que la situación a la que hace referencia esta pregunta sea parecida a que un grupo de colegas descubre qué son los juegos de rol, les mola el concepto y entienden que uno de ellos tiene que ser el máster. A partir de ahí, una de dos, o hay un valiente que, lleno de entusiasmo, se ofrece voluntario, o más bien a uno le cae el marrón y tiene que ponerse a ello aunque realmente hubiera preferido que lo hiciera otro. Es decir, la pregunta va un poco de si empezaste a ser máster por vocación o por casualidad/obligación ;).

En mi caso, la verdad es que fue por vocación, y porque yo no tuve un grupo de amigos con los que descubrí el rol. Yo llegué al rol por mis propios medios, gracias a los libros de Elige tu propia aventura, Lucha-Ficción o La Búsqueda del Grial. Para ser exactos, lo hice porque había anuncios de juegos de rol al final de estos librojuegos (de Dragones y Mazmorras en el caso de las series de D&D Aventura sin fin, por ejemplo). El anuncio que me terminó de convencer para encargar mi primer juego de rol en la librería de mi barrio fue uno que me encontré al final de los librojuegos ambientados en la Tierra Media de Tolkien. Por supuesto, ese juego fue El Señor de los Anillos, también conocido por sus siglas en inglés: MERP (Middle-earth Role Playing).

El juego tardó semanas en llegarme a la librería, y cuando lo tuve en mis manos y lo leí, resultó que las únicas personas con las que podía jugar eran mis hermanos y primos pequeños (que tenían entre 9 y 5 años; yo tenía 14). Así que obviamente el que dirigió las primeras partidas fui yo. Era la única persona con capacidad para leerse ese tocho y sacar algo en claro xD. Y que conste que hubo cosas que seguro me costó entender más que otras, pero pillé el concepto bastante rápido. Y aunque nuestras primeras aventuras fueron un poco raras, el concepto me maravilló tanto que poco a poco fui mejorando. Sobre todo cuando me compré mi segundo juego de rol, RuneQuest, y encontré un sistema de juego mucho más amigable para mí y mi estilo de juego ;).

Así pues en mi caso fue vocación. Quiero dejar claro que mucho antes de que yo jugara al rol con un juego de verdad, ya organizaba juegos con mis hermanos pequeños en los que éramos piratas o caballeros, y en los que yo ya hacía de máster. Y que nuestros muñecos (Clicks de Famóbil, Másters del Universo o Airgam Boys) ya corrían grandes aventuras inventadas cuando éramos más canijos. El juego de rol no fue sino una evolución lógica de las cosas que mis hermanos, primos y yo mismo ya hacíamos antes.

Nótese, por cierto, que yo no tenía muchos amigos por aquel entonces. Los tenía, claro, pero solían estar más interesados en los deportes (en los que yo era muy malo) o los juegos de habilidad como chapas, canicas, etc. (en los que también era muy malo). Si a esto le añadimos que era muy tímido de pequeño, pues eso reducía bastante mi rango de amistades. La cosa fue mejorando con el paso de los años en ese sentido (y en muchos otros).

Yendo a una reflexión más general, me resulta curioso que alguien pudiera verse obligado a hacerse máster. Es decir, que tus colegas decidieran que alguien tenía que hacerlo y que te tocara a ti :D. De todos los másters que he conocido a lo largo de los años, creo que ninguno de ellos ha mostrado nada menor que un enorme entusiasmo por esta afición. Es decir, que a todos los veo de la rama "vocacional", y no es de extrañar, porque a ver... esto es una afición. A las aficiones, sobre todo a aquellas que mantienes a lo largo de años y décadas, se les supone un punto de pasión por parte del que las practica. No niego que pueda haber gente que empezara a dirigir un poco por obligación, pero si continuó haciéndolo durante años entiendo que lo hizo porque le cogió el gustillo. Y, la verdad, entiendo también que si se dejó liar desde un buen principio sería porque realmente le llamaba la atención ;).

Al fin y al cabo, ser máster, narrador, director de juego, o como quieras llamarlo, es algo que exige por lo general algo de esfuerzo y preparación. Vale que igual con el paso de los años eres capaz de dirigir con cuatro notas y tres dados, improvisando a saco, pero hombre, un primer libro te tienes que leer normalmente ;), así que como mínimo eso requiere de un poco de dedicación. Y las cosas a las que dedicamos tiempo pero no nos dan de comer solemos hacerlas por gusto.

Bueno, me gustaría saber si soy muy raro en este sentido o si hay más gente que vició a sus familiares más pequeños en todo este asunto del rol. Ahí abajo tenéis los comentarios ;).

Saludetes,
Carlos

(*) insisto; muchas pruebas

34 comentarios:

  1. Mi experiencia es casi punto por punto la misma!: libros de elige tu propia aventura (viví mi infancia en Francia, así que para mí fue "Loup Solitaire" y otros de la colección "Un livre dont VOUS êtes le héros"), luego el MERP y mis primeras partidas con mis hermanos pequeños. También era muy tímido y no he tenido grupo estable de jugadores ni campañas largas de rol prácticamente hasta la edad adulta :).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es de extrañar que para muchos que tenemos cierta edad el tránsito natural fue de los librojuegos a los juegos de rol (ahora los librojuegos no tienen la influencia que tuvieron en los 80, ni de lejos).

      Lo de liar a los hermanos pequeños parece una constante entre muchos de nosotros ;).

      Eliminar
    2. YO TAMBIEN TUVE UNA EXPERIENCIA PARECIDA!! En mi caso fue una evolución de Heroquest allá por los 90 (en la que un jugador se puso a hablar con un orco, y yo le seguí la corriente! sin darnos cuenta estabamos jugando a rol sin conocer ningún otro juego!). Después un juego de rol 100% inventado al que jugábamos en los recreos en 8º de EGB (de nuevo sin haber jugado a ninguno). Y unos años después, llegó el momento que parecía haber estado esperando que fue jugar una partida de MERP, esa misma tarde fui a comprarmelo para poder dirigirlo yo y a mi manera. Y de eso hace 26 años en los que no he dejado de recorrer la Tierra Media! (ahora con Rolemaster).

      Eliminar
    3. El HeroQuest realmente fue también un revulsivo muy importante para la afición. Para cuando llegó a España yo ya conocía los juegos de rol, pero es cierto que para mucha gente fue su introducción al género de los juegos de aventuras en sus distintos formatos.

      Y lo de jugar en los recreos... a ver, es que jugar a juegos de rol ya lo hacíamos mucho antes de que se inventara el D&D ;). Quizá menos reglado, aunque bueno, al final sí que había siempre un "contrato social" en los juegos del patio.

      ¿Sigues jugando al Rolemaster? ¡Eso sí que es Vieja Escuela! Yo soy más de RuneQuest, pero cuando la gente me dice que el Rolemaster es muy complicado porque tiene muchas tablas, la verdad es que me quedo bastante confuso, porque sí, tablas tiene muchas... pero el juego es bastante sencillo de dirigir.

      Eliminar
    4. Cuando digo jugar en recreos me refiero a que diseñe un plano de un mundo (muy tosco) y el resto se movia e interactuaba con lo que quisiera. No llegaba a ser "rol" pero algo parecido. Todo esto recordemos sin haber visto ni leído nunca un jdr.

      Rolemaster forever! Y si usas combat minion adiós tablas! Todo automatizado. Ahora llevo varios años con el playtest de la nueva version rolemaster unified.

      Eliminar
    5. Qué chulo, ¡una campaña sandbox en el patio del recreo! :D. La verdad es que de niños nos rebosa la imaginación.

      No sé lo que es combat minion pero... google... coño, ¡está todo automatizado! Madre mía, está visto que los frikis somos capaces de inventarlo todo xD.

      Que vaya bien el playtest. Umm.... ¿es buen momento para preguntar a alguien que conoce el tema sobre su opinión sobre Against the Dark Master? ;).

      Eliminar
    6. Era un sandbox muy primitivo, mas inspirado en lo conocia q no era mucho (juegos de pc de estrategia, heroquest, librojuegos de elige tu aventura, etc)
      Combat minion automatiza TODO el combate, y yo aparte tengo un excel automatizando el resto.
      AtDM es un retroclon interesante pero lo estuve ojeando nada mas, no tengo intención de probarlo aunque parece chulo.

      Eliminar
    7. Bueno, yo dibujaba mapas de cavernas y bosques en clase de dibujo y luego les ponía a jugar a los compañeros, inspirado por los librojuegos, obviamente. Cada cual crea con lo que tiene como inspiración ;).

      Qué barbaridad lo del Combat Minion, la verdad. Una pasada.

      Supongo que si tienes Rolemaster y te funciona, no tienes necesidad alguna de un retroclón como AtDM ;)

      Eliminar
  2. Las luchas imaginarias de personajes de franquicias sin relación alguna formó parte de mi juventud. Recuerdo alguna que otra lucha a muerte entre Ultraman y Groizer X contra algún monstruo de cualquiera de sus series, aunque nunca con un reglamento o con alguien haciendo las veces de narrador.

    Antes de comenzar a jugar a rol sí que hice algún amago de crear historias propias, pero estas tenían lugar en mi cabeza y, en alguna que otra ocasión, en la forma de tebeos dibujados sobre un folio en mitad de clase.

    En mi caso, la introducción al rol vino de la mano de un amigo de mi hermano pequeño. De alguien que, cuando le llegaba un tebeo, se leía incluso los anuncios (algo que yo tendía a ignorar).
    De no ser por él, dudo que me hubiese animado a buscar gente fuera de mi radio de acción más directo.
    Lo cierto es que mi bio rolera empieza con el arquetípico niño tímido con miedo a casi todo lo relacionado con el contacto social :)

    Una vez que comencé a jugar y dirigir sí que traté de meter en esta afición a hermanos, primos, compañeros de clase y, más adelante, compañeros del trabajo, pero no tuve éxito en esta lid.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El arquetípico niño tímido nos identifica a muchos de nosotros. Suelen ser los que se terminan aficionando por la lectura ;).

      Yo a lo largo de los años sí que metí a compañeros de clase y del trabajo en esto del rol. Bueno, los del trabajo ya habían tenido algún que otro contacto, pero sí que dirigí unas pocas partidas. Fue divertido.

      Eliminar
    2. Sé que el tema del rol ha sido asociado a los empollones, algo con lo que no puedo identificarme. Siempre fui un estudiante nefasto.
      Por otro lado, siempre he tenido el trauma de que no leo tanto como me gustaría (algo con lo que supongo que también se identificarán muchos lectores de este blog).

      Mi problema es que leer es algo que, de normal, me cuesta mucho más de lo que me gustaría. Funciono a rachas y en las temporadas no lectoras las cosas se me acumulan porque sigo comprando igual.

      Yo creo que en mi caso hizo más por alimentar mi afición por algo que no conocía el ordenador que los libro juegos.
      A pesar de que compré algunos de los clásicos de Elige tu propia aventura, Dragones y Mazmorras, La máquina del tiempo o Lucha ficción, como comentaba cuando escribía mi bio rolera, lo limitado de las opciones siempre me terminaba frustrando.

      En cambio, las portadas de los juegos que veía en las revistas de ordenadores hacían que mi imaginación se disparase.
      He creado muchas más aventuras en la Britannia de Richard Garriot en mi cabeza de las que he vivido en los juegos de Ultima.
      Era ver esas portadas y ser incapaz de parar la imaginación.
      https://www.mytgard.com/php/ultima_i_nostalgiato_andante




      Eliminar
    3. Ninguno leemos todo lo que nos gustaría :D.

      Sí, es obvio que los librojuegos fueron la puerta de entrada al rol para muchos de nosotros... pero no para todos. Por supuesto que los videojuegos terminaron siendo el nuevo punto de entrada, hasta que se convirtieron en un lo que son hoy: un gigante del entretenimiento que mueve millones.

      Y, coincido, me compré muchos videojuegos en mis años mozos en casette solo por la portada. Que luego no se parecían al juego en absoluto, pero vaya, que nos comprábamos el libro por la portada :D

      Eliminar
    4. Yo recuerdo jugar al Bards Tale o al Curse of the Azure bonds en modo "multijugador local". Aunque aquello ya fue tras comenzar a jugar al rol de mesa.
      Con cada uno de los que estábamos en la habitación decidiendo que era lo que hacía de alguno de los personajes del grupo (obviamente, sólo durante los combates) :)

      Eliminar
    5. Esa forma de jugar la he llevado yo a cabo también, con librojuegos, decidiendo entre todos qué camino tomar :D.

      Eliminar
  3. Me suena haber leido antes esta historia, sería de lo más normal que hubiera surgido ya, aunque no se dónde. :D
    ¡Yo he contado la mía muchas veces!
    Mi inicio como master en el rol fue antes de saber lo que era el rol y lo que era un master.
    De adolescente me pasaba muchas vacaciones en soledad, leyendo, hasta que me llegaron 4 libros de una colección de librojuegos, los morados de "Aventuras en la Tierra Media". Me fliparon, claro.
    Si los conoces, tenían unas reglas ligeramente más complejas que otros librojuegos, te hacías una ficha de PJ y todo.
    Entonces se me ocurrió que podía hacerles ficha a varios amigos (mis primos) e ir leyéndoles yo las secciones.
    Fue mi primera partida, me encantó. Asi pues, totalmente vocacional.
    Luego llegó otro primo, de mi edad, y me descubrió que eso que hacía ya existía.
    Empezamos con La Llamda de Cthulhu, Rune Quest, Paranoia, Cyberpunk 2020 y me encantaba ser jugador pero también me hacía ilusión dirigir, asi pues, en cuanto podía, reunía un grupo y el resto es historia. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buah, seguro que la he contado mil veces xD

      Esos libros que comentas son en los que yo vi el anuncio del juego de rol del Señor de los Anillos. No sé cuántas veces me los he leído, la verdad :D. Me encantaba el de Isengard y de la Batalla del Abismo de Helm. El de Moria me gustaba menos y el que menos, menos, el de la Búsqueda del Palántir. Pero en realidad, es cierto que me divertía mucho leyéndolos todos :D.

      Eliminar
    2. Yo que le digo a la gente que no me fijo en los anuncios, que no me afectan, y no me creen, jajaja xD
      Me imagino que supuse que eran otra colección de librojuegos. :D

      Eliminar
    3. Yo al principio me pensé también que eran una variante de los librojuegos. Cuando me llegó el libro y me lo leí, pensé que no, realmente eran otra cosa xD

      Eliminar
  4. Me da un poco de pena porque este año no me veo capaz de participar en el desafío, pero al menos puedo compartir alguna cosa por aquí.

    Mi experiencia fue un poco similar.

    Yo empecé con los librojuegos por mediación de mi padre (los primeros que toqué fueron los de Lobo Solitario), y de ahí di el salto a MERP.

    Antes de eso, el Señor de los Anillos ya se había convertido en una de mis historias fetiche. Mi abuela me compró el libro en una tienda de modelismo y así empezó mi andadura.

    Como curiosidad, no aprendí a jugar por mí mismo del tirón, sino que me enseñaron en unas jornadas en las que también tuve mi primera toma de contacto con D&D.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo los de Lobo Solitario los empecé tarde, creo que solo tengo del 8 al 12 (aunque en los últimos años he comprado algunos anteriores), así que empecé casi al final de la saga.

      Al Señor de los Anillos yo llegué primero por las películas de Bakshi y después de sacarme los libros de la biblioteca. Al final me los terminé comprando en mi librería de siempre :).

      Yo aprendí a jugar a pelo, con el libro :D. Para cuando por fin fui a unas jornadas que se organizaron en mi pueblo, ya llevábamos años echando partidas. Y oye, por lo que vimos en las jornadas (donde interpreté a Torpo el Babuino, partida de RuneQuest) no lo hacíamos mal, habíamos entendido el concepto correctamente :D

      Eliminar
    2. Mi historia con Lobo Solitario es una tragicomedia en la que he ido perdiendo y recuperando libros a lo largo de los años XD.

      Personalmente, los que más me gustan son los dos primeros, que son como una minicampaña autoconclusiva.

      Eliminar
    3. Sí es cierto que los dos primeros, con eso de recuperar la Espada del Sol, son como una pequeña minicampaña. Los leí hace tiempo a través de la web del Proyecto Aeon y me gustaron bastante :).

      Yo es raro que pierda libros. No se los dejo a nadie :D

      Eliminar
    4. Lo mío es un pitorreo. Tuve los dos primeros y La Piedra de la Ciencia. Por aquel entonces guardaba algunos libros en una cesta de mimbre en un trastero (cosas de la edad) y tuve la mala suerte de que el moho y la humedad se los comieran.

      Después compré los dos primeros y las Cavernas de Kalte. Los presté y nunca me los devolvieron, así que volví a comprar los dos primeros, las Cavernas de Kalte y Muerte en el Castillo. Se perdieron en una de las cajas que se llevó la inundación.

      Ahora vuelvo a tener los dos primeros y las Cavernas de Kalte...A ver cuánto duran XD.

      Eliminar
  5. Jo, parece la típica historia de persona a la que se le mueren las plantas... pero con libros xD

    ResponderEliminar
  6. Yo también le di a los Elige tu propia aventura, de ahí pasé a librojuegos más complejos (vicio grande tenía a los Lucha Ficción). Y luego me regalaron la caja roja de D&D en un cumpleaños. Supongo que los librojuegos hicieron de "droga de entrada" para muchos roleros que fuimos chavales entonces.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, totalmente. Fueron un punto de entrada para muchos de nosotros. En fin, cada generación tiene sus fetiches ;)

      Eliminar
  7. Algo generacional tiene todo esto, pues mi historia (que no voy a contar que por algo no tengo blog ni nada de eso) también tiene los términos "Librojuegos", "MERP", "Recreos de 8º de EGB", "Heroquest", "Jornadas" y "Runequest" así como un periodo de confusión donde no se jugaba según las reglas exactamente.

    Lo que sí que diré, es que al principio no era muy de arbitrar y que más o menos todos arbitrábamos a algo: lo típico era que cada uno lo hiciera al juego que tuviera comprado, pero en mi caso fue comprar la edición de Zinco del Advanced y desde entonces sí que fue un no parar. Así que aunque tengo los inicios clásicos de nuestra generación (los juegos de JOC básicamente) está claro que fueron los tropos de D&D los que me acabaron atrapando irremisiblemente en esto del Rol.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo el período de confusión creo que me lo salté. Creo que siempre entendí bastante bien cómo funcionaban las reglas. Pero lo mismo es mi memoria, que empieza a jugarme malas pasadas :D.

      Sobre la edición de Zinco a mí es que me llegó tarde. Me la compré y hasta arbitré (aunque muy poquito), pero había cosas que me resultaban increíblemente extrañas, como el hecho de que hubiera limitaciones a las armas que se podían usar en función de la clase de personaje. En ese sentido, la libertad para aprender lo que quisieras en RuneQuest me había arruinado esa parte de D&D :D. De todas formas, había muchas, muchas cosas de D&D que me gustaban, aunque no llegaron a atraparme hasta mucho tiempo después, cuando aprendí más sobre la historia del juego y pude poner la segunda edición de AD&D en su contexto. Solo entonces, al descubrir de dónde habían surgido ciertas reglas, todo comenzó a tener más sentido. Para mí el D&D es el ejemplo de historia que nos llegó cortada a España, a la mitad, y que aún así, atrapó a mucha gente.

      Eliminar
  8. Muy interesante leer estos recuerdos y experiencia, para darte cuenta que las historias tienen mucho en común, pero a la vez cada una es muy diferente porque nuestro ambiente era un tanto diferente.
    En mi caso el punto de conexión eran los libro-juegos, toda una obsesión en mi 8º de EGB, que unían la temática medieval-fantástica que me pirró desde que tengo memoria con esa sensación de vivir una aventura en primera persona. Ni siquiera los de "Elige tu..." me llenaban (con excepción de "La máquina del tiempo", por la temática histórica), porque veía que no eran más que simples decisiones ya escritas. Llegué a tener prácticamente todos, menos aquellos raros de morado o algún color raro así... Pero todo "Lucha-ficción" y "Brujos y guerreros", que fueron mis primeros favoritos, y luego "La búsqueda del Grial" (qué gran sentido del humor), "Lobo solitario" (el mundo más molón) y "Crónicas cretenses" (con un tono más adulto y simbólico). Los conservo casi todos, excepto los 4 primeros de Lobo solitario, que los dejé... sin vuelta (aunque me he comprado los dos primeros cuando los he visto en una librería de viejo), y alguno suelto más, más los de Lucha-ficción últimos, que no los compré. Eso sí, destrozaditos los pobres hoy en día.
    Tengo el recuerdo - no sé si quizá reconstruido - de pensar a veces "cómo molaría esto si se pudiese hacer con más jugadores", o "y si el escritor del libro te lo contase directamente, y así, sin saber bien lo que iba a pasar" (teniendo en cuenta que los libro-juegos nos los leíamos mil veces y ya sabíamos todas las opciones, y no había más de las ya escritas). Es como si buscase "ese algo" sin saber lo que era exactamente lo que buscaba, porque ni sabía lo que era el rol, "Dragones y Mazmorras" era para mí solo la serie de dibujos, no jugaba a juegos de estrategia, casi ni a los de mesa. Un día en mi tienda de cómics me fijé en un libro grande que tenía en el escaparate, uno rojo con un mago, un elfo, un enano, unos duendecillos con pies peludos, unos seres monatdos en bestias voladoras... El de la tienda vio mi interés, y me dijo "es un juego de rol, no sé si sabes lo que es", y yo: "¿lo qué?". Me explicó que era como los libro-juegos (no sé como sabía de mi interés, aunque supongo que era lo normal), pero que se hacía con más gente, uno contaba la historia y los demás tomaban decisiones, y que había un montón de reglas para hacer todo lo que quieras, "Todo lo que quieras, lo que haría un personaje de verdad". Pues ahí me dio el pálpito, eso era lo que buscaba sin saber que existiera de verdad. Fue mágico, la verdad (y no, la tienda y el dueño no desaparecieron después, ahí siguen). Con eso comenzó mi historia con el rol (y de pasó mi amor por Tolkien, a quien conocí por este juego, y me empecé a leer directamente semanas después).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jo, pues coincido, experiencias muy, muy similares. Incluso en el hecho de que mis preferidos eran (y siguen siendo) los librojuegos que tenían un sistema de juego con dados incorporado. Igual que tú, me gustaba la incertidumbre de poder no pasarme la aventura, aunque me supiera la ruta óptima ;).

      El de la tienda era un librero de la vieja escuela: conocía a su público y aconsejaba. Ese en concreto lo hizo genial :D, porque así me imaginaba yo también lo que eran los juegos de rol en comparación con los librojuegos.

      Eliminar
  9. (y 2:)Yo entonces estaba en un etapa de transición (aparte de la general por la pre-adolescencia), porque me había cambiado de colegio y aún basculaba entre la pandilla del antiguo cole y la del nuevo, y básicamente solo tenía un "mejor amigo" del antiguo colegio con el que había confianza para plantear aventuras lúdicas rarunas de este tipo, así que le conté el tema, le interesó también, y me puse a estudiarme "El Señor de los Anillos". Y, por supuesto, como yo le había comprado y yo "conocía" las reglas, tuve que empezar a dirigir yo. Era lo lógico. Ni siquiera sabíamos muy bien qué hacer, pero luego descubrimos que lo básico era muy intuitivo y natural, otra cosa eran las reglas y los procedimientos concretos. Entonces creía que no lo hacía muy bien, pero bien mirado con el tiempo, posiblemente lo hiciera mejor de cómo lo viví, porque entonces me importaba mucho que el juego resultara y no tenía referentes. ¡Nadie nos había enseñado, no sabíamos como se hacía! Solo teníamos el libro, y aquel libro, como tantos de los 80, no es que lo explicara muy bien las cosas y que estuviera bien y lógicamente ordenado... Al menos aquellos ejemplos del principio en los que te contaba cómo era una partida sí eran más útiles (algo que no debería faltar en un manual que es posible que sea para novatos del todo).
    Mi amigo probó a dirigirme alguna vez suelta, pero sobre todo vimos que había otros juegos que, por suerte, teníamos en la biblioteca pública. Probamos La llamada a Cthulhu (a él le molaba más la ambientación, era ya un tanto gótico) y Runequest, y se acabó comprando este. Leímos también Aquelarre, Pendragon y James Bond, pero no llegamos a jugar aparte de probar un poco la ficha. Faltaban sobre todo aventuras publicadas, excepto las de MERP. De todas formas mi amigo no era tan entusiasta, y/o no quiso currárselo tanto, así que apenas fue probarlos unas partidas. Siempre volvíamos al MERP. Después me he preguntado innumerable veces cómo hubiera cambiado la historia si se lo hubiese currado bien, o si yo hubiera optado por trabajármelos aquello personalmente, o si me hubiera iniciado por La llamada o por RuneQuest, dado que la familia de Chaosium /d100 han sido los juegos que he acabado dirigiendo, jugado y disfrutado más años después. Lo importante que es en el rol que haya alguien que se lo trabaje, aunque sea mínimamente.
    Luego conseguí juntar a más gente en 1º de BUP, luego llegaría AD&D, después mi grupo de Rolemaster... pero esa es ya otra aventura.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú al menos tuviste un co-master que te dirigió partidas a otros juegos. En mi caso creo que pasaron años (tampoco tantos, en realidad) hasta que participé en una partida organizada por otra persona, creo recordar que a Aquelarre. Y he de confesar que me descubrí siendo un jugador bastante poco dado a seguir las aventuras tal y como estaban escritas, ¡yo quería libertad de acción!... pero esa es ya otra aventura ;).

      Eliminar
  10. Hola.

    Me he sentido identificado en gran parte con tu experiencia de inicio rolero. Si que comencé con el grupo de amigos del cole al MERP, pero la cosa no fraguó.

    Tras años de prácticamente invisibilidad, el rol volvió a mi vida hace unos once años, de un modo mas esporádico en mesa y dedicando el formato casi por completo a Internet.

    Y en este sentido, al mismo tiempo, me pilló el gusto por la Dirección. Realmente es lo que me gusta del rol, mucho más que ser Jugador.

    Crear tus mundos, plasmar tus ideas en una aventura para ser compartida y hacer vivir fantasías propias a otras personas es algo que me llena Personalmente. Aparte la idea de "crear" material rolero y compartirlo es un complemento al ser Director que he dedicado con gusto mucho tiempo.

    Comparto totalmente la necesidad de dedicación por aprender algunos manuales, reglas o mecánicas. Como muy bien dices, los años nos dan herramientas para improvisar con cuatro líneas, pero eso ha tenido que venir de una "carrera de fondo".

    Me gustó mucho la entrada.
    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Justo. Uno aprende practicando. Debes tener una base teórica y un manual de instrucciones, pero al final como se aprende de verdad es poniéndote a dirigir.

      Entiendo el gusto por la dirección, y lo comparto. Me gusta más ser director que ser jugador, aunque últimamente (sobre todo en rol por foro) le estoy pillando el gusto a dejarme llevar por la aventura, en lugar de estar tirando de todos los hilos ;).

      Eliminar