Hace un par de fines de semana jugué una partida de rol que surgió de forma inesperada y que salió realmente bien. Este verano hemos procurado no juntarnos con mucha gente, pero al fin mis padres se fueron al pueblo y sí que hemos estado yendo a verles y hasta le hemos dejado a los niños. Hemos intentado mantener distancia de seguridad, comer en la calle al aire libre, ir con mascarillas cuando hemos ido todos juntos en un coche a comprar, etc. En fin, son tiempos extraños.
El día en cuestión del que os hablo, mi hija me preguntó que si podía preparar una partida por la tarde para jugarla mis hijos y alguno de los tíos, si se apuntaban. Creo que tardé unos pocos segundos en decir "vale, ya está pensada la aventura", ante el asombro de una de mis hermanas xD. Realmente, había pensado en algo muy sencillo que se pudiera jugar en un par de horas, con tres o cuatro encuentros interesantes y poco más. Lo jugamos con las reglas de Magissa, que es el juego de rol de referencia que uso para echar partidas con mis hijos, ¡llevamos años jugando una misma campaña verano tras verano (y las Semanas Santas que me pillo de vacaciones)! Ya os he hablado de ellas en alguna ocasión ;).
Al final se apuntaron mi hija mayor, mi hijo mediano, mis dos hermanas y el novio de una de ellas. Cinco personajes en total para una aventura muy sencilla: en la aldea de Naran los niños han empezado a ponerse enfermos de gripe (la realidad se cuela en nuestras aventuras...) y por desgracia, el remedio que todos los años se tomaban para paliar este problema solo lo sabía preparar el médico... que desapareció junto a todo el resto de adultos en el inicio de la campaña.
La solución es echar un vistazo a los papeles del médico, lo que hace que descubran la fórmula magistral que siempre preparaba... pero que necesita un ingrediente que no tienen en la botica: unos pétalos de una rosa mágica que solo se encuentra en una cueva mágica. Vale, sí, recordad, ¡me pensé la aventura en unos segundos! ¡No me pidáis filigranas! xD. Había una anotación en el diario del médico: "frente a la rosa, tus ojos no te servirán".
Mis hijos ya tienen los personajes veteranos que usan en todas sus aventuras, pero lo bueno es que mis hermanas y mi cuñado también tiene sus propios personajes, porque otros años los niños han insistido en que los tíos se unan a la fiesta. Así que junto a Luna Deer (la chica ciervo de Nadia) y Rayo Cat (el chico gato de Víctor), se nos unieron un ladrón fauno, una poni de unicornio y una centauro. ¡Sí! ¡Es un grupo multiracial sin un solo humano! :D
Os voy a hacer un pequeño resumen de las escenas que me inventé, y me explayaré un poco en la última, que fue la que realmente resultó más especial para todos.
- La llegada a la cueva: Esta parte fue sencilla, simplemente todos hicieron el equipaje, apuntando en sus hojas de personaje lo que llevaban de equipo aparte de sus cosas habituales (mis críos ya llevan en el equipo casi de todo). Hicimos una pequeña tiradita de rastrear que reveló la existencia de muchas huellas pequeñas y una grande (¿trasgos y un ogro?) y se plantaron frente a un desfiladero donde había dos puertas, una grande y una pequeña. Mi hija ya ha aprendido que la información es primordial, así que lanzó un detectar magia que reveló que la puerta grande en realidad era pequeña y la puerta pequeña en realidad era grande. Pensaron que allí había gato encerrado y se fueron por la pequeña que era grande.
- La cueva del ogro: Esa cueva resultó ser el hogar de un ogro que estaba durmiendo en un jergón de paja en el centro de la sala. A un lado había una gran olla y al otro un esqueleto atado a unas cadenas de hierro. Sospecharon del esqueleto, así que Luna Deer lanzó un hechizo de desencantar que lo que hizo fue hacer que el esqueleto cayera al suelo y las cadenas de hierro se quedaran flotando en el aire. Rayo Cat, un tipo bastante sigiloso, entró en la cueva y encontró una entrada secreta al otro lado. El resto de personajes fue cruzando de uno en uno, pero al fin los dos últimos (el poni de unicornio y Luna Deer) fallaron sus tiradas de sigilo y despertaron al ogro. Hay que destacar que el poni de unicornio, para distraer al ogro, comenzó a hacer el típico baile que hacen los caballos en las exhibiciones de equitación, lo cual, desde luego, confundirlo lo confundió. El fauno atacó con su espada, la centauro trató de distraerlo con un acertijo, pero al final (después de que el ogro dejara inconsciente a Luna Deer de un garrotazo), fue el poni de unicornio el que dejó al ogro fuera de combate con un hechizo de risa incontrolable que lanzó con su cuerno. Podrían haberlo empujado sobre las cadenas mágicas para dejarlo atrapado, pero bueno, no se les ocurrió.
- Esquivando trasgos: Gracias a haberse librado del ogro, todos pudieron cruzar por la puerta secreta y cruzar por unos túneles poco transitados. Cruzaron una cueva de trasgos por una especie de balcón (como si fuera un patio con una galería elevada) y esquivaron a los pequeños monstruitos. Si hubieran cruzado por la otra puerta, se los habrían encontrado. Ojo, que esta combinación de trasgos y ogro la saqué tal cual de la aventura La Fortaleza en la Frontera ;). No obligué a hacer tiradas de sigilo ni nada por el estilo porque haberse librado del ogro debería tener su recompensa (librarse del siguiente encuentro).
- La cueva del acertijo: En la siguiente cueva (sí, es una aventura muy lineal), los aventureros se encontraron con dos puertas demoníacas y tres diablillos. Uno de los diablillos soltó la clásica adivinanza de "una de estas puertas lleva a la muerte y otra a la salvación. Estos dos diablos saben cuál es cuál, pero uno de ellos es un diablillo de verdad y siempre miente, mientras que el otro es un ángel disfrazado y siempre dice la verdad". Los personajes solo podían hacer una pregunta a uno de los diablillos, y con la respuesta que les diera, tendrían que abrir una de las puertas. Tanto mi cuñado como mi hija se sabían la respuesta al acertijo, así que se lo pasaron fácilmente ;). Pero Nadia estuvo preocupada todo el rato por si se habían equivocado :D.
- La cueva de la serpiente acuática: En la siguiente sala había una puerta cerrada con llave, una palo muy largo y una especie de gran piscina redonda en el centro. Cuando los aventureros se acercaron a la piscina vieron que en el fondo brillaba una llave dorada. Pero también fueron atacados por una serpiente hecha de agua que casi se come al fauno. Al fin inventaron un modo de conseguir la llave: cogieron el largo palo, distrajeron al monstruo acercándose por otro lugar y lanzándole un hechizo de viento para detenerlo mientras uno de ellos trataba de pescar la llave que estaba en el fondo. Pero el caso es que no lo lograban... hasta que se dieron cuenta de que la llave desaparecía cuando asomaban la cabeza, y mi cuñado dedujo que es que... ¡estaba en el techo! xD. De este modo por fin fueron capaces de cogerla con el palo y abrir la puerta. Esta escena está sacada de un encuentro del librojuego Las Cavernas del Terror (y de su magnífica portada, que os reproduzco a continuación).
La última sala es de la que os quería hablar (soy de introducciones largas...). En esta sala estaba por fin la rosa que habían venido a buscar, brillando al fondo de una cueva, sobre un pedestal... y detrás de un abismo. Como los aventureros recordaban las palabras del médico ("Frente a la rosa, tus ojos no te servirán"), probaron simplemente a que uno de ellos cerrase los ojos y cruzara el abismo. Se ató una cuerda antes a la cintura, porque son gente prudente ;). Y allá que se marchó. Con una salvedad: le pedí al jugador (mi cuñado, de nuevo) que cerrase los ojos.
Al dar el primer paso por el abismo, se cayó por él sin remisión. Todos lo vieron desaparecer abismo abajo y tiraron de la cuerda para subirlo de nuevo. Estuvieron un buen rato dándole a la cabeza, pensando cómo cruzar. Trataron incluso de saltar, pero el abismo se hacía más grande y era imposible cruzarlo así.
Al fin decidieron que lo que debían hacer era que todos cerraran los ojos. Y entonces les pedí a todos los jugadores que lo hicieran, que cerraran los ojos. Y les advertí de que si alguno los abría, lo vería.
Oh, lo que un viejo truco como este puede llegar a hacer :D
A partir de ese momento, se pudo mascar la tensión. Todos tenían los ojos cerrados y sostenían al fauno de la cuerda mientras este cruzaba el abismo y llegaba hasta donde la rosa... solo que la cuerda no era lo suficientemente larga. Le dije que si quería seguir avanzando debía soltarse la cuerda, pero dijo que no. Prefirió abrir los ojos para ver hasta donde había llegado. Y cuando lo hizo, se cayó por el abismo de nuevo, aunque él creía que había avanzado mucho.
Todos abrieron los ojos y estaban excitados, riendo nerviosamente. La aventura les había atrapado, simplemente cerrando los ojos y sintiendo el miedo a la oscuridad y a lo desconocido (Lovecraft tenía razón) xD.
Segundo intento. Esta vez cerraron los ojos, dejaron que el fauno avanzara y, cuando la cuerda ya no fue suficiente, el fauno se soltó. Todos estaban preocupados. El fauno siguió avanzando y palpó por fin la rosa. Entonces, comenzó a ir hacia atrás, sin que nadie abriera los ojos. Terminó avanzando y avanzando, desorientado, sin saber dónde estaba. Al fin, Nadia empezó a gritar "¡eh! ¡estamos aquí!" y, siguiendo el sonido de su voz, el fauno se fue acercando al grupo. En ese momento le toqué a mi hija en el costado para decirle "muy bien" y pegó un respingo que casi se sube al techo xD. No lo hice adrede, lo juro xD.
Y al fin, todos juntos, fueron palpando hasta encontrar la puerta por la que habían entrado, y regresaron a la sala con la serpiente acuática. Y solo entonces abrieron los ojos. ¡Lo habían conseguido!
Mis hijos se tiraron todo el día siguiente hablando de la aventura, y me pidieron que metiera más acertijos en las próximas aventuras de la campaña, porque les había encantado. Y todo por hacerles cerrar los ojos y traer un poco del miedo de los personajes hacia el mundo real, haciendo que lo sintieran los jugadores. Es una herramienta peligrosa, pero tan auténtica que, en dosis adecuadas, funciona muy, muy bien. Os la recomiendo ;).
Y así, nos pasamos una noche bastante divertida. Con retazos de aventuras y acertijos cogidos de aquí de allá y un par de trucos de máster viejo. Que para algo tiene que servir la experiencia ;).
Saludetes,
Carlos
Qué bueno, me encanta cómo te lanzaste a improvisar aprovechando ideas de aquí y allá. Y ahora me han entrado ganas de releer "Las cavernas del terror".
ResponderEliminarEs curioso, pero dirigir para un grupo de roleros "principiantes" me dio una libertad que no siento que tenga en el caso de mi grupo habitual, más acostumbrado a jugar partidas.
EliminarEl caso es que mis hermanas jugaron al rol conmigo hace décadas, mi cuñado participa en una campaña de D&D5 dirigida por otro de mis cuñados y mis hijos llevan años jugando, así que realmente ni el concepto les es desconocido ni se puede decir que sean novatos absolutos... pero no son mi grupo de siempre y me permito una dirección más relajada. Curioso. Da para entrada reflexionando sobre el tema xD.
Es que algunos ya somos perros viejos y esa escena de la llave y la serpiente de agua la hubiéramos reconocido de inmediato 😉
ResponderEliminarCuántos de nosotros nos habremos iniciado en el rol con el clásico de Rose Estes... Recuerdo que yo fui devorado por un dragón, el destino me hizo un guiño 😂
Claaaaro, esa escena no la puedo usar con según qué grupos :D. Pero con gente que ni se acuerda de los librojuegos ni ha jugado a mil aventuras a estas alturas... ay, amigo. Esa gente es terreno virgen por explorar :D
Eliminar¡Muyy bueno, sí señor! De algo tiene que servir ser un barbablanca. Eso sí, ya te digo que si me dieran cinco minutos dudo que pudiera improvisar como tú... aunque tienes toda la razón: con el bagaje que tenemos a nuestras espaldas, DEBERÍAMOS poder sacarnos algo así de la manga.
ResponderEliminarFíjate que estoy por abrir un documento o algo y verter en él las escenas más guays de cualquier procedencia, ahora que no tengo presión... luego ya es cuestión de estructurarlas en algo parecido a La Mazmorra de las 5 habitaciones y voilà, aventura instantánea. Jum jum jum...
Muy buen truco lo de hacerles cerrar los ojos. Lo malo es que me conozco y no podría evitar dar un portazo fuerte o algo, jejeje. Pero ¿qué otro truco inmersivo podría utilizar que no me provoque tentaciones de sobresaltar a los jugadores? :-P
Bueno, no siempre me da la imaginación para sacarme una aventura de la manga en cinco minutos, pero esta vez estuve inspirado xD.
EliminarSí, realmente pensé en estructurarlo todo con unos tres encuentros (al final me salieron un par más) y ya está. Sencillo, al grano, una serie de pequeños desafíos. Y funcionó muy bien. Me dieron ganas de hacer algo parecido a lo que tú comentas, de tener unas cuantas escenas preparadas para montarlas una con otras si fuera necesario :).
Jo, sé que perdí la oportunidad de dar un portazo o un susto gordo, pero quedó todo muy bien. Pasaron miedo precisamente porque esperaban que sucediera algo, y ya te digo que lo único que hice, que fue tocar en el brazo a mi hija, casi la mata del susto xD.
Otros trucos inmersivos que he hecho yo con los críos ha sido sustituir una tirada de destreza para subir por la cadena del puente levadizo de un castillo por ponerlos a andar por un bordillo sin que se cayeran. Es decir, pequeñas pruebas de habilidad en mitad de la partida. Lo que se pierde en cuanto a que algunos tienen mejores puntuaciones de destreza que otros se gana con la inmersión de los jugadores y el hecho de que "vivan" el encuentro.
Vaya, con qué buena impresión debieron acabar tus Jugadores. Me alegro. Es un privilegio poder continuar campañas que se alargan en el tiempo y a las que se unen nuevos Jugadores.
ResponderEliminarGran entrada. Un saludo.
Muchas gracias. La verdad es que nos lo pasamos muy bien. Me siento orgulloso de cómo salió la partida :)
Eliminar¡Qué fantasía de partida! A destacar que el elemento clave fue cerrar los ojos, que es independiente de reglas.
ResponderEliminarY si cuando tenían los ojos cerrados les llegas a plantar una rosa en medio de la mesa habría sido el acabose xD
Oooooh, me encanta. Joder, qué oportunidad perdida xD. Habría molado un montón, la verdad. Si algún día dirijo esta partida de nuevo, o una parecida, lo intentaré hacer :D
Eliminar¡Me parece genial todo en esa partida! :D
ResponderEliminarSi que tenías un día inspirado, felicidades. :)
¡Y esa ide de Max hay que aprovecharla! :O
Hace poco anduve yo pensando en pruebas y acertijos para una cosa (si, son muchas cosas ya xD), y esto que he leido aquí voy a tener que integrarlo de alguna manera.
¡¿Cómo no hacerlo?! :D
La idea de Max es muy buena :D.
EliminarSi quieres usar alguna idea en tus aventuras, adelante, ¡yo las robé prácticamente todas! xD
Bravo, estupenda la partida. Hace mucho que no improvisamos partidas con los grupos que juego, pero recuerdo alguna partida improvisada cuando estaba en la asociación universitaria (a finales de los 90, que ha llovido un poquito desde entonces). En una genial improvisada de Runequest, en la que se improvisaba hasta la creación del PJ, la idea era que todos éramos esqueletos (de la raza que te diera la gana). Tras tu muerte no recordabas bien qué habías sido en tu vida, así que cuando ibas a hacer una acción por primera vez tirabas un porcentaje para sanar cómo de bueno eras, y ya te quedabas con ese valor en la acción correspondiente. La partida arrancaba con que otro esqueleto te sacaba de una tumba para unirte a la guerra contra los vivos. Así, para una tarde, salió divertidísima.
ResponderEliminarJajaja, ostras, qué idea más buena xD. ¡El ejército de las tinieblas!
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