Durante lo que llevamos de año hemos continuado jugando nuestra campaña del retroclón Adventurer, Conqueror, King. Se podría decir que hemos comenzado la segunda temporada, ya que terminamos el año pasado con los personajes ya en niveles 2 a 3... y propietarios de una fortaleza propia, que han rebautizado Vashtión (antes era Quasqueton).
Uno de los personajes jugadores, Vash, es un Paladín descendiente directo de uno de los constructores de la fortaleza: el mago Zelligar. El personaje comenzó la aventura con una carta que certifica que es hijo legítimo del desaparecido hechicero y, por tanto, como dueño del lugar. Lugar que han rebautizado como Vashtión.
En ACKs todos los jugadores que llegan a nivel 9 obtienen automáticamente un dominio, ya sea una fortaleza, una torre de magos, un monasterio fortificado o una cueva de ladrones. Pero nada impide que Vash, un Paladín de nivel 1, tenga también una fortaleza, si se la ha ganado. Eso sí, en el propio libro de reglas se indica que, en tal caso, es posible que los nobles vecinos traten de anexionarse un dominio gobernado por un advenedizo...
El caso es que los jugadores contrataron a unos cuantos soldados y comenzaron a cobrar impuestos a los gnomos que se habían asentado en las cuevas inferiores de Vashtión, trabajando en las minas de plata. Pero los jugadores querían tener más ingresos y para ello necesitaban atraer a más familias para que trabajaran en sus tierras (ya fuera en las minas o talando los bosques de alrededor).
En la más pura tradición del hexcrawl, el mapa de la región que rodea a Vashtión está dividido en hexágonos de 10 kilómetros. Para que la Vashtión comience a atraer colonos a la zona es necesario "limpiar" de enemigos y peligros el hexágono en el que se encuentra la fortaleza. Para ello seguí las instrucciones del libro Lairs & Encounters para determinar qué cubiles se encontraban en el lugar.
Lairs & Encounters incluye una descripción completa de una de estas guaridas para todos y cada uno de los monstruos descritos en el libro de reglas (y algunos más). Cada descripción incluye número de monstruos, tesoro y, en algunos casos, hasta un mapa del lugar. La descripción de una guarida de cangrejos gigantes ocupa un único párrafo con la indicación de que ahí hay seis cangrejos, que sus caparazones tienen un cierto valor monetario y que la guarida no deja de ser una cueva al lado de un río; pero la descripción de una guarida de orcos incluye el nombre, equipo (mágico o no) y tesoro de su jefe y consejeros, el número de subjefes, las tropas a su disposición, un mapa del campamento, algo de sus planes, etc. Me está resultando un libro inmensamente útil, la verdad.
Y los cubiles que se encontraron al final fueron los de unos cangrejos y los de unos berserkers.
Los cangrejos estaban, efectivamente, al lado del río que atraviesa el bosque en el que se encuentra Vashtión y que termina llegando al pueblo de Muro y la ciudad de Vado. Y la pelea fue bastante jodida, porque justo delante de la cueva había una gran zona embarrada donde era más complicado moverse y los jugadores tuvieron unos cuantos momentos de desorganización que casi se los carga a todos. No en vano los cangrejos son bichos duros que hacen bastante daño al impactar. Perdimos a unos cuantos PNJ durante el combate, pero al final los jugadores vencieron.
La segunda guarida que se encontraron fue la de unos berserkers. En nuestra campaña hay una región boscosa al norte donde viven pueblos bárbaros gobernados por reyes salvajes y druidas, dedicados a atacar a las baronías feudales vecinas. Estos berserkers estaban muy al sur y habían construido una de esas casas largas que construyen los vikingos.
Por suerte en este caso los jugadores no se lanzaron simplemente al ataque (porque eran varias docenas de berserkers) sino que se acercaron diplomáticamente a hablar con los bárbaros. Vale, dejaron a sus soldados cerca, por si acaso. Sacaron una buena tirada de reacción y comenzaron a parlamentar con ellos. Ahí nos vino bien tener a Agorwen, la Encantadora Elfa, porque sus bonificaciones a las tiradas de reacción son cojonudas. Pero lo que fue realmente determinante fue una habilidad bastante poco usada de los Paladines: el hecho de que son inmunes a las enfermedades y las intoxicaciones. El jugador de Vash aprovechó la ocasión para desafiar al jefe de los berserkers a un concurso de bebida. Y claro, siendo inmune a la intoxicación etílica... ganó.
Con lo que al final lograron vencer a los berserkers por el método de aliarse con ellos. Se enteraron de que estaban aquí porque habían sido expulsados de sus tierras por una banda de berserkers rivales, y que se estaban dedicando a explorar el bosque y matar hombres bestia. Vash estableció una alianza informal con los berserkers, que probablemente se mantendrá en pie mientras haya bandas de orcos, trasgos y otros hombres bestia por el lugar.
Habiéndose ocupado de ambas amenazas, dimos por pacificado el hexágono y Vashtión comenzó a atraer colonos.
Lo malo es que los colonos vinieron de las baronías vecinas... y eso no sentó del todo bien a algunos de nuestros vecinos. Pero de eso hablaremos en otra entrada ;).
Saludetes,
Carlos
Que buena pinta tiene la partida...
ResponderEliminarPor cierto, ¿qué hiciste al final con la experiencia de hacerse con el dominio?
La experiencia la ganará Vash por ser el dueño del lugar. Cuando pase el primer mes de juego, obtendrá los puntos de experiencia apropiados.
Eliminar¿No se necesita en el ACKS un número mínimo de familias para que se pueda considerar un dominio, cómo en el antiguo Companion del BECMI?
ResponderEliminar¿Cómo piensan resolver ese tema los jugadores?
Coincido contigo, Carlos, que el Lairs & Encounters es una verdadera joya. Hasta dice si hay piezas de las criaturas que valgan algo..
Tendría que mirarlo, pero creo que no, que cuando has conseguido una fortaleza y has "limpiado" el hexágono, entonces empiezan a llegar familias.
EliminarEse es al menos la interpretación que hemos hecho nosotros y creo que no es mala ;).
Me gusta esa creatividad old school y viva la diversión...
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