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22 enero 2025

Me he comprado una minicadena

Sé lo que estáis pensando. ¿Qué tiene que ver comprarse una microcadena con nada de lo que se habla habitualmente en este blog (esto es, frikadas)? Bien, tiene su sentido. Acompañadme en este viaje mágico.

A mí me gusta mucho cocinar. Hace años, cuando me fui a vivir con mi novia (actual esposa), no sabía hacer más que huevos fritos, cositas a la plancha y lo básico de lo más básico. Aprendí a hacer tortillas de patata porque a mi pareja no le gustaba hacerlas y a mí me gustaba comerlas, así que fue una buena motivación para buscarme la vida. Y he de decir que ahora me salen muy bien. Pero durante muchos, muchos años, era mi mujer la que se encargaba básicamente de la cocina. Pero en un momento dado de nuestra relación, ambos nos cogimos la reducción de jornada por cuidado de hijos. Un poquito cada uno, de modo que uno entraba un poco más tarde y dejaba a los chicos en el cole y otro se iba pronto y volvía antes y los recogía del cole. En un momento dado y debido a que yo no estaba muy contento en el curro, me cogí yo directamente la reducción de jornada al 50% y me tiré bastantes años dejando yo a los chicos, volviendo a casa, recogiéndolos, haciendo la compra, cocinando... en fin, asumiendo las tareas del hogar en mayor grado, porque mi mujer era la que hacía jornada completa y traía más dinero a casa.

Os aseguro que es una de la mejores cosas que he hecho en mi vida.

Porque he aprendido a ser un adulto funcional en muchos aspectos, cosa que, me avergüenza decirlo, no era en los primeros años de nuestra relación. Ahora no solo sé poner lavadoras (y tender, y planchar; aunque desde hace años en mi casa ya no se plancha), sino que también sé hacer la lista de la compra y cocinar. En mi casa yo me pienso el menú semanal, voy a comprarlo y hago casi siempre las comidas y las cenas. Mi mujer puede ayudarme, pero es una tarea que no solo asumo, sino que me gusta hacer. Y he aprendido porque he tenido que ocuparme de ello, pero os juro que me sorprende pensar que hace apenas diez años no supiera manejarme con según qué cosas.

La cuestión es que yo cocino. Es más, me relaja hacerlo. Me pongo con mis recetitas, pico cebolla, hago sofritos, pongo bastantes ollas a presión, uso el horno, etc. Y casi siempre me pongo música para cocinar (nos vamos acercando al meollo de esta entrada).

La música la suelo escuchar en Youtube. No tengo Spotify y, de hecho, tampoco tengo el Youtube Premium o como se llame, aunque todos los putos días Youtube me anime a probar la versión de pago gratis durante un mes. Youtube no está mal. He descubierto bastantes grupos y cantantes que me gustan mucho a día de hoy (Rozalén, London Grammar, Vetusta Morla, Ángel Stanich...). Pero claro, el algoritmo.

El algoritmo hace que cuanto más escucho una canción, más veces salga esa canción. El algoritmo hace que, si un día se me ocurre pulsar en algo que me parezca mínimamente curioso, me tire meses recibiendo cosas relacionadas con eso que me llamó la atención una vez. Le di un día a un vídeo que tenía un tiburón blanco amenazando con comerse a un señor y a día de hoy me siguen saliendo vídeos de tiburones y ballenas, a pesar de que he procurado no pulsar ninguno más. Entiendo que se irán yendo, con paciencia.

Uno de mis artistas favoritos es Roberto Iniesta, ex-cantante de Extremoduro. Lleva años creando música por su cuenta, y a mediados del año pasado estuve en un concierto suyo y creo que ha sido uno de los mejores a los que he ido en toda mi vida. Pero, oh sorpresa, no le he comprado nada al Robe en... no sé si le he comprado algo en algún momento de mi vida. Tengo mucha música suya en formato MP3 porque me la he bajado de internet. De Youtube, en concreto. Y me jode, lo admito. Es un artista que me gusta. Y quiero contribuir a que siga haciendo canciones. Así que, aparte de ir a su concierto, me propuse comprar uno de sus discos, solo por apoyarle económicamente. Aunque ya nadie compre discos.

Pero es que en mi casa no queda ni un aparato que lea CD.

Seguro que hace tiempo los hubo, pero ahora ya no tenía ni uno. Bueno, las consolas de videojuegos. Hay una Xbox por casa. Dos. Una más antigua que me regaló mi mujer hace 17 o 18 años, y que casi no uso (pueden pasar años sin que yo toque la videoconsola) y otra más moderna que ya directamente se compró ella, porque en realidad a ella sí que le gusta echarse sus partidas al Assassin's Creed. Pero escuchar música en una videoconsola no es lo suyo, aunque lea CD.

Así que pedí una microcadena a los Reyes Magos y, como he sido una buena persona este año, me la han traído. La he puesto en la cocina y ahora escucho la radio en ella, y me he hecho el firme propósito de irme comprando CD de artistas que me gusten. Probablemente terminaré descargando las canciones en formato MP3 para ponerlo en un pincho USB y escucharlas ahí (es un aparato versátil), pero lo importante es que me quiero independizar de Youtube. Estoy cansado del algoritmo.

Me cansé de Facebook hace muchos años. Me cansé de Twitter hace poco. No me llegué a cansar de Google+, pero me lo quitaron. Aunque, ahora que lo recuerdo, creo que también me cansé un poco de la polarización que fue asomando su cabecita poco a poco también en esa red social. Estoy en el fediverso (en Mastodon) porque allí no hay algoritmo. Veo las cosas en el orden en el que se publican, y es muy gracioso ver cómo de madrugada se empieza a leer todo en inglés a medida que se hace de día al otro lado del Atlántico ;). También os digo que incluso el fediverso me cansa a veces porque, a ver, las redes sociales son un sumidero de tiempo un poco absurdo. Sí, lo admito, salen cosas interesantes de cuando en cuando, hay reflexiones que te hacen pensar, ves otras perspectivas... pero es que incluso una red social sin algoritmo es algo a lo que entras sin un objetivo claro y que te atrapa durante un par de horas de la forma más improductiva que existe. Ojo, hacer cosas improductivas está bien, pero yo disfruto más cuando eso que escribo es algo creativo además de improductivo ;).

Esta entrada es improductiva, y sospecho que tampoco es demasiado creativa.

Pero el caso es que tenía ganas de escribir y no tenía nada friki que contaros. Así que he pensado, como me sucede muchas veces, en qué he hecho últimamente. Estoy leyendo libros y viendo series, pero eso lo hace todo el mundo. Pero comprarse una minicadena... eso ya no es tan común, ¿eh? :D.

Temo que al final esto no es sino un paso más en mi retirada paulatina de Internet. Un lugar que, en mi ya lejana juventud, me pareció un lugar de libertad, de creatividad y de aprendizaje como no había visto antes ni creo que vea jamás. Tenía sus mierdas, por supuesto, y sus propios códigos, que tenías que aprender para participar. Pero a día de hoy internet me parece un lugar donde todo el mundo quiere venderme cosas o hacerme la ficha policial para saber todo lo posible sobre mí y vender mi información a gente que me quiere vender cosas. No me hagáis empezar a hablar de la IA, que sabéis que me caliento. Pero pronostico que se usará básicamente para vendernos cosas.

Estoy un poco harto del mundo digital. Sé que es un poco contradictorio decirlo mientras escribo en un blog que encima utiliza una infraestructura propiedad de Google. Pero, a ver, no se puede ser coherente todo el tiempo ;).

Siento que internet es una mierda. A ver, entiendo que no, que tiene muchísimas cosas buenas; trabajo en informática. Pero el modo en el que cuatro multinacionales han copado el uso de internet me parece descorazonador, fatigoso, cansado. Me estoy cansando del constante bombardeo de estímulos y de que me espíen para venderme cosas. Al final casi prefiero comprarme mis cosas, gracias. Mis libros, mis música, mis series. Seguro que también se me puede hacer la ficha policial viendo lo que compro, que se estará quedando anotado en mil y un sitios. Pero coño, por lo menos que pueda coger un libro o un CD de la estantería y leerlo/escucharlo sin que alguien anote cuándo lo he hecho o lo he dejado de hacer.

Entiendo que es posible que las cosas cambien y mejoren en internet. Que se pongan límites, que no lo usemos como una droga que nos entontece y nos distrae. Pero también podría ser que no. Me apetece recuperar un poco de mi vida normal, privada, analógica y desenchufada. Vale, la minicadena va enganchada a la red eléctrica; pero tiene pilas y no está enganchada a la red.

Al final creo que hay que recuperar ciertos espacios analógicos y desenchufados. Quedar con gente, salir a hacer deporte, leer un libro. Reencontrarme con el mundo físico.

Y escuchar música en mi minicadena, sin que no se entere más que mi familia y mis pobres vecinos.

Buscad cosas que hacer lejos de internet. Se ha hecho muy inhóspito con el paso de los años.

Saludetes,
Carlos

24 comentarios:

  1. Vamos, que nos hacemos viejunos... XD

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  2. Totalmente de acuerdo Carlos. Internet cada día se parece a un sumidero donde asomarse a perderte y de paso, que te vendan. Yo prefiero ir a internet con un propósito claro, ver un video de algo concreto que me interesa (Partida de ejemplo de Ker Nethalas_ El Trono de Medianoche XD) y a veces lo consigo y otra veces me pierdo. Pero la idea es acercarse a la omnipresenta pantalla con un propósito claro, y que el algorítmo no nos reconfigure a nosotros. Un placer leerte.

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    1. Sí, es cierto lo que comentas, entrar con un propósito claro es importante, porque si no, es verdad que el ordenador/móvil te atrapa y ya te puedes ir olvidando de un par de horas o tres de tu vida.

      Hace un par de días preguntó una chica por una app para acceder a Mastodon y le recomendé una aplicación web. No le pareció la más apropiada para ella porque lo que ella necesitaba era que tuviera notificaciones de cuando había actualizaciones y, aunque la aplicación que yo uso las puede poner, yo no las tengo activadas. Precisamente porque quiero acceder a Mastodon cuando quiera yo, no cuando salte una notificación en mi móvil. Desactivar notificaciones en tus apps es importante para controlar tu tiempo; yo creo que solo tengo activadas las de Whatsapp, y porque es el medio de comunicación que tengo con la familia.

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  3. Felicidades por empezar a desvincular tu consumo de música del algoritmo y la conexión perpetua.

    Yo sigo escuchando música como en los salvajes dosmiles y pico (con un reproductor MP3 cuya única conectividad es que tiene recepción de FM (que casi ni uso)). Minicadena ya no tengo pero si alguna vez me planteara un aparato para escuchar música sin usar auriculares sería algo así.

    Lo de youtube y el algoritmo es algo que evito desde hace mucho.

    Siempre que quiero ver algo entro en modo incógnito. No lo hago para que no me rastreen (ya sé que siguen haciéndolo aunque los datos que obtengan sean de peor calidad) pero me acuerdo que una vez vi dos vídeos seguidos sobre acentos y curiosidades del idioma y estuve meses con recomendaciones de eso (por aquel entonces youtube era algo menos tóxico y tardaba más en recomendar contenido de ultraderecha).

    En fin, en varias partes he comentado que desde hace años siento que la mayor parte de las cosas que aprendo sobre tecnología e internet son para defenderme de los abusos de las grandes compañías tecnológicas.

    Es descorazonador. Lo que podía haber sido y lo que ha terminado siendo.

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    1. Es que es bastante intrusivo, la verdad. Youtube es un ejemplo paradigmático de aplicación que te va haciendo recomendaciones y te va metiendo más y más en tu burbuja. No me extraña que la gente termine enganchada a las conspiraciones más locas.

      Y me caen también contenidos de ultraderecha, ¿eh? Otra señal de que lo importante es engancharte a Youtube, aunque sea a cosas que te indignan, para que las intentes rebatir en comentarios o similar.

      Da igual que estés en la aplicación cabreado o contento. Lo importante es que pases el mayor tiempo posible. No hace mucho se filtró la información de que las búsquedas de Google eran de peor calidad de forma consciente para que pasaras más tiempo en el buscador... sí, todo muy descorazonador.

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  4. A finales de 2023 cambié de ordenador de salón (usaba un viejo portátil) y se me ocurrió que llevara unidad óptica. No veas la odisea. Yo sigo con mis compras en físico (alguna película, lo último la ed. aniversario de Galáctica, la original; uno o dos discos al año) y cada vez me pienso más en retomarlo en serio. Me pasa como a ti, la situación actual de Internet me agota y me repulsa.

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    1. Unidad óptica para ordenador yo diría que a estas alturas la tienes que pillar aparte y conectarla con USB. Es sorprendente como, en el transcurso de nuestras vidas hayamos pasado del vinilo a la cinta, al CD, al DVD y finalmente (con pasos intermedios) a virtualizarlo todo y no tener más que MP3. Y todo en apenas unos años.

      Yo he llegado a comprar mucho PDF en DriveThruRPG y también en itch.io, pero cada vez opto más por comprar en físico simplemente porque estoy abrumado por la cantidad de libros electrónicos que tengo. No digo que no tengan su utilidad (cuando me voy de vacaciones, me gusta llevarme unos cuantos libros en la tablet o el libro electrónico), pero a un libro físico que pueda poner en la estantería y, de hecho, al que le tenga que buscar un sitio en esa estantería, le doy más valor. Lo leo. En otros casos estoy solo acumulando y sé que no voy a poder sacarle partido.

      Estoy de acuerdo contigo, me agota internet. Me abruma. Y el hecho de tener que estar a la defensiva es lo peor de todo este asunto. Cuando aún tenía el control en el sentido de que YO entraba y YO buscaba, la cosa estaba bien. De hecho, estaba estupendo, porque era como tener todo el conocimiento esperándote. Pero a día de hoy el hecho de entrar y saber que te están vigilando para hacerte un perfil que sirva para tenerte controlado, para venderte cosas o para timarte es... agotador.

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  5. ¿De verdad que no puedes poner imágenes de unas zapatillas de estar por casa a cuadros y una dentadura postiza? XDDD
    Comulgo con casi todo lo que dices. Yo tengo CDs y cintas guardados que se cuentan entre los más inútiles de mis tesoros. Debo admitir que el Spotify me gusta pero sí que es verdad que te haces una lista de cuatrocientas canciones y te suenan siempre las mismas diez.
    También, que me compré un tablet con pen para hacer las ilustraciones de mis juegos y, bueno, para tonterías está bien pero cuando se requiere un trabajo de precisión tiro de Paintbrush XDDD
    Con todo esto no digo que la juventud debiera estar prohibida, sólo que tienes sitio: LA CÁRCEL.

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    1. La imagen de las zapatillas y la dentadura está implícita en todo esta entrada :D.

      ¿En Spotify también sucede que tienes 400 canciones y solo escuchas las mismas? Putos algoritmos, si es que no hay uno bueno xD.

      A ver, puede que tengas razón y lo que pase, simplemente, es que me estoy haciendo mayor y el mundo se mueve demasiado rápido para mi gusto. Pero es que, no sé, me da la impresión de que vamos camino de renunciar a todo lo físico y privado y todo lo que terminamos adquiriendo no es nuestro, sino una suscripción. Mis canciones, mis películas, mis libros, mis todo, resultan que no son míos; he alquilado el acceso a ellos mientras siga pagando la suscripción y mientras el proveedor que me lo mantiene pague él mismo los derechos para hacerlo. Mi hijo tiene comprada una película en Amazon (Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Canchondo, que es un peliculón) pero temo que si algún día Amazon pierde los derechos de esa peli, desaparezca de la plataforma y nos quedemos con un palmo de narices. Pues joder, para eso me la compro en DVD, hago una copia de seguridad por si acaso, y la tengo pa'siempre.

      Que a ver, ya sé que nada es para siempre. Pero joder, por lo menos que se rompa el soporte físico (libro, CD, cinta), no que me lo quiten porque sí.

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    2. Yo no creo que nuestra incomodidad con perder el formato físico sea porque seamos viejos o al menos no en el sentido de "ya no entiendo las cosas de ahora" porque servicios por suscripción ya había en los dosmiles (por ejemplo, mi reproductor que se empezó a vender en 2007 tiene capacidad de reproducir mp3 de tiendas que usen DRM).

      Realmente no hay nada nuevo a nivel técnico que no hubiera a principios de los años 2000. Hay mejores códecs y más resolución pero no hay ningún cambio de paradigma ni concepto nuevo que nos provoque rechazo porque esas guerras (el mp3 no tiene tanta calidad como el vinilo, el libro electrónico no huele como el de papel, etc.) ya las hemos tenido cuando éramos más jóvenes.

      Para mi el problema no es siquiera que ya no tengamos el formato físico.
      Por ejemplo, algunas tiendas de e-books y la mayoría de tiendas online de rol que venden libros en pdf no limitan con DRM esos libros. Lo máximo que he visto es que ponen el nombre de usuario y la orden de compra en las páginas del libro.

      En principio salvo cierre de esas tiendas online, lo que has comprado es tuyo. Por ejemplo, en Lektu o Drivethrurpg todavía puedo descargar el pdf de libros que compré en su día que ya no están en catálogo. El día que cierre Lektu, Drivethrurpg o una de estas pequeñas editoriales que venden diréctamente sus ebooks sin DRM tendremos un problema pero los libros que ya tengamos descargados seguirán valiendo.

      De hecho ya me ha pasado con algunas de esas editoriales. Como los tenía descargados los sigo teniendo.

      (Lo que no he visto todavía son tiendas que te vendan una película o una serie y te den una descarga en ficheros sin algún tipo de DRM.)

      En mi opinión, ¡¡el problema es el capitalismo!!
      [Insertar meme de golpe en la mesa]

      Las grandes compañías siempre han querido controlar los precios y el acceso a sus productos, muchas veces de forma irracional. Con la introducción de la hiperconectividad que vivimos ahora y la aparición de las plataformas virtuales (con el caballo de troya de la comodidad y el catálogo inmenso) han tenido todas las ventajas para transformar la venta en una suerte de alquiler semiperpetuo. No nos lo dicen así, claro está. El botón que pinchamos siempre dice "Comprar".

      Y, claro, nos han acostumbrado tanto que las ventas en formato físico han descendido tanto que no les sale a cuenta seguir haciéndolas. Total, a ellos les viene mejor alquilarte sus cosas que vendértelas. Y, además, obtienen datos de tus hábitos de consumo. Miel sobre ojuelas.

      (He de decir, que no todas las compañías se han dado cuenta a la vez, muchas por inercia han seguido con el modelo de venta física durante muchos años, pero el mercado ha evolucionado tanto que hasta las más apegadas al físico terminan de pasarse al digital.)

      (Está por ver si esto es sostenible en el largo plazo, sobre todo porque la nube que soporta todo esto también tiene sus costes y cada vez se notarán más.)

      Lo gracioso de esto, es que si dices esto en una conversación normal suenas a eremita enloquecido por el sol y para hacer ver tu punto de vista tienes que hacer un rodeo tremendo para hacer que las otras personas vayan viendo cada paso en el que han perdido sus derechos sobre los productos que compran.

      (Y todo esto sin meternos con cosas como los algoritmos de recomendación o la dificultad que tienen esas plataformas (Netflix, Amazon, etc.) para buscar dentro del catálogo cualquier cosa que no esté en promoción esa semana).

      No estás cansado del mundo moderno, estás cansado del capitalismo depredador que también ha invadido tu rinconcito de ocio y te está quitando todas las opciones.

      Perdón por el tocho.

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    3. Una de mis frases más típicas de un tiempo a esta parte es empezar mis réplicas con un «a ver, no me quiero poner muy comunista, pero...» y describir por qué el problema es el capitalismo y la desigualdad creciente entre ricos y pobres. Así que sí, me apunto al meme y al golpe en la mesa xD.

      Sin problema con el tocho. Estoy de acuerdo con lo que comentas, y sí, el problema en este caso no es la tecnología, sino lo que hemos hecho con ella. Si se podía hipervigilar, se ha hecho. Si se podía activar los mecanismos de adicción de los humanos, se ha hecho. Cualquier truco en busca de un poquito más de ingresos, sin importar el daño que se pueda hacer.

      La cuestión es, más dinero, siempre más dinero, caiga quien caiga.

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  6. Es complicado intentar mantenerse aislado de la salvaje cacería a la que nos vemos sometidos, sí. Yo a Youtube hace mucho que ya solo entro para ver los (cuatro) canales a los que estoy suscrito y nada más, ignoro por defecto cualquier otro vídeo que me pueda lanzar. Y aunque uso Spotify (no premium), tiro aún mucho de mp3. Y conservo mi nutrida colección de DVD, a los que hace años que no hago caso, pero sé que en el futuro lo haré, fijo.

    Creo que Internet no es diferente de muchas otras cosas que nacieron con un potencial maravilloso y que era inevitable que se convirtieran en algo bastante menos filantrópico. Es lo que tenemos los seres humanos, me temo. Toca esforzarse por mantener la personalidad y la individualidad, cosa que cada día es más complicado, para qué vamos a engañarnos.

    P.D. Con lo de "cocinar me relaja" me has recordado a Juan José Millás, que decía que cuando se ponía muy nervioso, nada le tranquilizaba más que hacer un sofrito... Muy fan de la cocina como herramienta terapéutica. :D

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    1. Doy por supuesto que no puedo estar aislado del mundo por completo, a menos que me vaya al monte a criar gallinas y plantar boniatos. Pero puedo intentar tener otra relación con internet, por ejemplo. Una de más control.

      El estado de internet, a día de hoy, es bastante lamentable. Y no me hagáis empezar a hablar de la IA, que me caliento xD. En cualquier caso, no creo que el ser humano sea en esencia egoísta y joda todo lo que pilla. Creo, sinceramente, que lo que sucede es que tener demasiado poder/dinero ciega al que lo ostenta.

      Cocinar es relajante. Y encima el resultado es algo rico que puedes compartir con la familia y los amigos. No le pongo un pero :D.

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  7. A mi me gusta estar a mi aire. Y me sobra Internet, porque si es un gran bazar. Lo que pasa es que he conocido gente que de tanto en cuanto me gusta leer a qué anda. Pero si, menos frecuencia, otro ritmo.
    Yo escucho mucha música. Tengo una gran colección de CDs que comenzó también cuando empecé con esto del rol. Tengo una microcadena mala y uno de mis sueños es comprar un bien equipo para poder estirar una esterilla en el suelo, pinchar algo y tumbarme a pasar el tiempo, o dibujar mientras escucho música, mirar por la ventana, quedarme ensimismado con la portada de un manual, leer uno o dos párrafos paladeando cada palabra.
    Definitivamente hay que recuperar esos espacios.

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    1. Yo también he conocido gente interesante a través de internet. Sigo haciéndolo, a día de hoy. Pero lo que más me gusta es encontrar, por ejemplo, tu blog, a partir de comentarios de otras personas o al interesarme por si escribes algo, pinchando en tu perfil. Me parece un modo más orgánico de ir añadiendo gente a mi círculo de conocidos.

      Nos obligan a ir con prisa a todo. Descansar, dedicarse tiempo, disfrutar con lentitud de la vida, es casi punk en estos días de prisa y frenesí. No hay prisa, nos la imponen. Hay que recuperar el espacio para la reflexión.

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  8. La reflexión está muy bien y lo de hacer las cosas en analógico mola, pero con lo que me quedo yo es con esto:

    "aunque desde hace años en mi casa ya no se plancha"

    ¿¿¿CÓMO HABÉIS CONSEGUIDO ESE MILAGRO???

    Yo odio planchar pero hay muchas cosas (Camisas, sábanas, pantalones...) con las que no me queda otra opción. El resto de las cosas de la casa no hay problema, pero eso me fastidia al extremo.

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    1. Aprovechamos una interesante sinergia: nos mudamos de casa y, entre que llevábamos las cosas de un sitio a otro, y con todo el estrés que eso conlleva, mi mujer y yo decidimos que la ropa tampoco se arruga tanto, sobre todo si la estiras a la que la tiendes.

      Y hasta hoy. Ocho o nueves años de felicidad sin plancha. Hombre, no te voy a decir que, de vez en cuando, no tengamos algún evento en el que haya que plancharse una camisa. Pero pantalones, ni de coña. Y ¿sábanas? Ni una vez.

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    2. Igual es cosa del material. Mis sábanas se arrugan muchísimo. Los pantalones igual será porque no usa vaqueros.

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    3. Te recomiendo darle la oportunidad a la vida sin plancha durante, no sé, un mes. No planches nada en un mes, solo estira un poco la ropa. A ver si tu vida cambia a peor.

      A mejor, ya te digo que cambiará seguro, por el tiempo libre que ganarás :D

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    4. Ya probaré a ver, pero llevo mal lo de ir con la ropa arrugada.

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    5. Reconozco que yo sólo plancho cuando no llevo jersey (y ya no me queda otra), y sólo la camisa del día mientras se hace el café. Y este verano cogí la costumbre de ir el viernes con camiseta (los viernes entro antes) por no levantarme 5 minutos antes.

      (Realmente, tampoco plancho: sólo quito las peores arrugas; en verano uso camisas de lino/algodón que están hechas un higo a los 30 segundos de sentarme en el coche).

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    6. No pensé que hubiera más comentarios relativos al planchado que a la fatiga por la sociedad capitalista en esta entrada, pero está visto que la vida siempre te sorprende :D.

      Yo creo que planchar es una pérdida de tiempo, aunque también puede ser debido a que suelo llevar jerseys y camisetas al curro. Pero vamos, es que las camisas, que de cuando en cuando me pongo alguna, tampoco la plancho. Y no me han despedido todavía :D.

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  9. Llego tarde a los comentarios, lo cual es una buena señal de no pasar demasiado tiempo en Internet :)
    Como habitualmente, muy de acuerdo en todo lo que expones. En mi caso no he llegado a cocinar per se, pero aprendí a manejar un cuchillo de cocinero a los 40 años y me he hecho un hueco en la preparación de las comidas en casa. Es todo un logro, porque a mi me educaron muy inútil en esas tareas.
    Con lo de la música, probé Spotify un tiempo pero no me enganchó. Sigo con mi colección de MP3 de hace 20 años, y feliz. Cuando estoy por Madrid tenemos todavía un radiocasete y me pongo cintas de vez en cuando.
    Yo soy de los que bajan la basura con las zapatillas de estar por casa a cuadros, que nos lo hemos ganado.

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