-->

16 marzo 2025

El Mundo de Craig y QuestWorlds

Yo me crié en los años 80, y lo hice, como todos, enganchado a la tele y viendo series de dibujos animados. A los dibujos clásicos de Disney (Mickey, Donald, Goofy...), Hanna Barbera (Los Picapiedra, Scooby Doo) o la Warner (Bugs Bunny, el Pato Lucas, etc...) le añadimos una serie de miniseries clásicas como Dragones y Mazmorras, Ulises 31, Los Pitufos, Heidi, Érase una vez la vida, Willie Fog, Los Mosqueperros, Los Droides, Los Ewoks, o mis amados Osos Gummi, y con eso tenemos gran parte de mi educación televisiva sentimental. Como todos los chavales de esa época, cuando fui adolescente añadí el manga tipo Bola de Dragón, Ranma 1/2, Los Caballeros del Zodíaco o Campeones a mi elenco de series, pero confieso que dejé de ver dibujos más o menos cuando llegó el fenómeno Pokémon, un universo que veo muy presente en la nostalgia de las personas un poco más jóvenes que yo, pero que a mí me pilló ya mayor. Cada cual marca el límite de su nostalgia en un cierto punto, y creo que en mi caso habría que ponerlo allí.

Pasé mi juventud viendo ya otro tipo de series y haciendo lo que hacen los jóvenes: salir, beber, el rollo de siempre. Y, poco después, me saqué una carrera, encontré pareja y casa (en los lejanos años dos mil era posible adquirir una vivienda sin hipotecarte para siempre), y comencé, allá por el 2006, a tener hijos (¡también abrí este blog! ¡Con treinta años puedes con todo!).

Y cuando tienes hijos, vuelves de repente a ver muchas series de dibujos animados. Es posible que engañes a alguno de ellos para ver tus viejas series, si es que están disponibles en algún sitio. En Disney+ se pueden seguir viendo Los Osos Gummi, que es algo que todavía logro hacer de cuando en cuando con mi hijo menor. Los mayores, como es lógico y normal, se niegan xD.

Pero claro, lo que más ves con los chicos pequeños son series nuevas, pensadas para una nueva generación. Mis tres hijos nacieron entre 2006 y 2011, así que me comí muchísimos dibujos entre 2006 y, más o menos 2020, cuando la mayor ya tuvo 15 años. Ojo, sigo viendo dibujos, pero la época de mayor ingesta de dibujos animados fue esa, así que en esta casa vimos Pocoyó, El pequeño reino de Ben y Holly, El asombroso mundo de Gumball, Phineas y Ferb y alguno que seguro que me olvidó en estos momentos. Ahora que son más mayores hemos visto juntos series que de pequeño no llegamos a ver porque no me parecían del todo apropiadas para chicos pequeños, como Hora de Aventuras o Gravity Falls, que pueden tener algunas escenas un poco inquietantes. A ver, no son Rick y Morty, pero bueno, ahí tiré un poco de censura paterna y opté por verlas cuando fueran un poco más mayores.

Pasada la pandemia, y con mis críos ya más mayores, la ingesta de dibujos en esta casa ha ido a menos, lógicamente, pero seguimos viendo de cuando en cuando series. Hemos abandonado las más infantiles, y por ejemplo, el fenómeno Bluey no nos ha pillado, aunque mis sobrinas más pequeñas, están enganchadísimas xD. Pero sí hemos visto juntos She-ra y las Princesas del Poder, El Príncipe Dragón, Futurama, Desencanto, Más allá del Jardín o la serie de la que, tras esta larguísima introducción, quiero hablaros: El Mundo de Craig.

El Mundo de Craig

Esta serie, emitida en Cartoon Network entre 2018 y 2025. Consta de seis temporadas y tiene un película que funciona como precuela. Los episodios son muy cortitos, de unos 10 minutos, pero tenemos como unos 180 capítulos, así que tenemos Craig para rato.

En inglés el título es Craig of the Creek, y está centrado en las aventuras que tienen tres niños de entre 9 y 11 años en un bosquecillo atravesado por un arroyo que se encuentra cerca de su barrio. Es el bosque al que van a jugar la mayoría de los niños del barrio y lo fascinante, para mí, es que muchos de esos grupos de niños se han organizado en algo parecido a tribus urbanas (en este caso, tribus silvestres), pero que a mí me parecen más bien, en muchos casos, jugadores de rol en vivo :D.

Tenemos a las Chicas Caballo, cuatro niñas a las que les gusta hacerse pasar por caballos (alguna no se lo toma tan en serio como las otras), los Chicos Ninja, que suelen jugar junto a una cascada llena de cerezos y se pasan el tiempo leyendo manga o los chicos del Salón del Té, que simulan ser nobles de la alta sociedad y que montan fiestas pijas. Otros grupos se centran en actividades específicas, como los soldados que juegan a Paintball (con dos equipos, liderados cada uno por un hermano), los Bicicolegas, que están siempre con sus bicis haciendo cabriolas, los Científicos, que se tiran el día haciendo experimentos, o los Boy Scouts. También hay niños que van un poco más a su rollo, como Kit, la niña que realiza intercambios (normalmente de chuches) en el Árbol de los Trueques; el Señor del Vertedero, un niño un poco extraño que gobierna con mano de hierro un vertedero lleno de basura y ocasionales tesoros; o Faunaflora, una niña que defiende la naturaleza, va montada en un perro enorme y me recuerda muchísimo a la Princesa Mononoke xD.

Craig, Kelsey y JP son los protagonistas de la serie. Craig, que da título a la serie, es un niño de diez años al que le encanta dibujar mapas, y que está decidido a crear el mapa más completo del bosque. Esta es una buena premisa para la serie, porque permite que muchos de los episodios vayan de vagar por el bosque y encontrarse a otros grupos de niños con los protagonistas van interactuando. También hay episodios en los que los chicos simplemente juegan por el bosque e interactúan con otros niños ya conocidos de episodios anteriores, o incluso episodios que no transcurren en el bosque, como uno en el que Craig va con su familia a visitar a sus abuelos.

Kelsey es una niña de nueve años que forma parte del grupo de Craig. Va siempre con una capa y una espada hecha con un tubo de PVC, y lleva en su cabeza a su periquito, Mortimer. Kelsey es una apasionada de los libros de fantasía heroica y actúa como si fuera una paladín de una novela de fantasía. Siempre está escribiendo o leyendo novelas, y teniendo monólogos interiores en los que habla de sí misma en tercera persona. Es valiente, arrojada y con ciertas tendencias a resolverlo todo a espadazos.

El tercer miembro del grupo es JP, un chaval de 11 años no demasiado brillante, con tendencia a ensuciarse y a terminar en gayumbos muchas de las aventuras. Como ya digo, no es el chico más espabilado del grupo, pero lo cierto es que muy amable y conciliador.

Como ya digo, lo que más me gusta de esta serie es que muchos de los niños parecen ser jugadores de rol, lo que me hace sentirme muy cercano a ellos xD. Cada cual se ha unido a un grupo de gente afín y se dedican a sus juegos, aunque eso no impide que interactúen con el resto de grupos del bosque. En la mayoría de los episodios queda claro que todos los niños saben que no son ninjas de verdad o caballos, pero que juegan a serlo. Y el resto de niños les siguen el juego. Existen algunos episodios en los que podemos llegar a adentrarnos un poco en el realismo mágico, como uno en el que un niño crea una especie de robot gigante hecho de cartón con el que ataca la Ciudad de Cartón de la que fue expulsado, pero en general no hay elementos sobrenaturales en estos episodios: son solo niños imaginando y haciendo cosas de niños.

Dos de los grupos más divertidos para mí en esta serie son los de los Ancianos del Bosque y las Brujas. Los Ancianos del Bosque son tres chavales adolescentes de unos 16 o 17 años, que pasan el día en una pequeña cueva jugando a juegos de rol, cartas y otras frikadas. Como les sacan un par de años a la mayoría del resto de chicos, en ocasiones el resto de críos van a pedirles consejo. Me hacen muchísima gracia porque estos sí que son jugadores de rol hechos y derechos, que no suelen interactuar con los más pequeños pero se ven envueltos en ocasiones en sus problemas. Las Brujas son otras dos chicas adolescentes de estilo gótico, que Craig y sus amigos confunden con brujas de verdad. Y a las chicas les hace tanta gracia, que les siguen el rollo y se hacen pasar por sabias hechiceras con poderes. Me gusta especialmente de estos dos grupos que son claramente gente que no van al bosque a jugar a juegos de niños, sino que tienen sus movidas de adolescentes (sus trabajos, sus problemas con los estudios, etc.) pero siguen pudiendo interactuar con los niños más pequeños, pero a un nivel distinto.

No he visto completa la serie todavía. Voy más o menos por la mitad, y a estas alturas se han visto ya ciertos conflictos en los que entiendo que se ahondará en el futuro, como por ejemplo, la existencia de otros grupos de niños que viven al otro lado del bosque y que parecen tener un Rey del Bosque que los ha organizado de un modo mucho más estricto que la anarquía que se ve en los grupos del lado del bosque en el que juega Craig. No sé si este conflicto se terminará explorando en el futuro, pero por el momento casi todos los episodios que he visto se pueden ver sin problema de forma individual, porque no forman una trama que haya que ir siguiendo. Por lo que me ha dicho uno de mis hijos, que ha visto más episodios que yo, sí que en la última temporada puede haber algo más de historias que se siguen las unas a las otras en varios episodios.

Questworlds y el Mundo de Craig

Recientemente me terminé de leer QuestWorlds, un juego narrativo publicado por Chaosium (por el momento, solo en PDF), que es el heredero directo HeroWars/HeroQuest. Aunque haré una reseña más detallada de este juego en el futuro, he de decir que me ha gustado esta última iteración del sistema. Es un juego donde los personajes se definen con palabras clave y habilidades que pueden ser tan generales como «Intrépido arqueólogo» o tan específicas como «Látigo», y en el que los PNJ ya ni siquiera tienen estadísticas: todo se resuelve enfrentando una de las habilidades del personaje (cuanto más específica y apropiada para un problema concreto, mejor) y enfrentándola a una resistencia que determina el director de juego en base a lo que piensa que sería lógico dentro del género de la historia que se está contando. Hay unas cuantas reglas más, como por ejemplo, las Secuencias, pero lo cierto es que el juego es sencillísimo. El libro ocupa casi 300 páginas, pero es que la mayoría son ejemplos de juego.

Ya en su momento HeroQuest pudo conmigo, porque lo veía demasiado abstracto, sin chicha mecánica a la que hincarle el diente. Lo curioso es que esta última versión del juego es todavía más abstracto y con todavía menos chicha mecánica (¡los PNJ no tienen ni estadísticas!), pero ahora me veo mucho más preparado para dirigir una partida con este tipo de juegos, después de haber jugado y dirigido juegos tipo PBTA, que son verdaderamente narrativos.

Si me decidiera a dirigir una partida ambientada en un mundo similar al bosque de Craig, probablemente no podría evitar meter algo más de realismo mágico en la partida. De algún modo, el bosque de Craig me recuerda un poco al Bosque Mitago, de Robert Holdstock, en el que a medida que te adentras más y más en el bosque, éste es cada vez más mítico, como si entráramos en el subconsciente colectivo de la Humanidad. Por el momento es solo una idea que tengo en la cabeza y que no he aterrizado del todo, pero me está rondando desde que leí el juego, ya que serviría para explicar por qué en ocasiones suceden cosas en el bosque de Craig que no son realmente posibles, ni aunque se las estén imaginando los chicos.

En fin, qué os puedo decir, al final parece que no puedo dejar de pensar en dibujos animados, juegos de rol, lectura de fantasía, y me encanta explorar esos mundos de la imaginación. Supongo que, como a Craig, me resulta divertido explorar qué puede haber detrás del siguiente árbol.

Saludetes,
Carlos

P.D.: La verdad, me gustaría poner una imagen de la serie para ilustrar esta entrada de blog, pero como desde Google se lanzan de cuando en cuando búsquedas para que no inflijamos el copyright, ni siquiera en blogs totalmente gratuitos como este, prefiero limitar al máximo la posibilidad de que me chapen una entrada (o el blog entero) solo por tener una imagen de la que no dispongo de los derechos. Pero vamos, no es difícil que la encontréis, con una simple búsqueda.

2 comentarios:

  1. Mola mucho que uniendo Craig's World + QuestWorlds ya se estén gestando aventuras roleras en tu casa con tus hijos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y los chicos están muy ilusionados por jugar aunque solo sea una partida en esta ambientación. Un ejemplo bueno de que un género que conoces bien (en este caso, una serie) es carne de QuestWorlds :D. A ver cómo nos sale, ya os contaré.

      Eliminar