Tercera parte de mi historia friki. Después de haber pasado mi infancia leyendo librojuegos, y de haber dado el paso de adquirir mi primer juego de rol (el juego de rol de El Señor de los Anillos), comencé a adentrarme en el mundo de los juegos de rol aún más, gracias a un subidón de la popularidad de los juegos de rol que se produjo a nivel nacional a principios de los 90. Fue la época de Joc Internacional.
Joc Internacional era la editorial catalana que había publicado el juego de rol de El Señor de los Anillos, en 1989, pero anteriormente había publicado dos juegos de rol más, "RuneQuest" y "La Llamada de Cthulhu", además de un buen montón de suplementos. Yo había comprado mi copia de "El Señor de los Anillos" a principios de 1990, y conseguí comprar un par de suplementos más a finales de ese año.
Mi primera revista de rol: Líder 18
Sin embargo, a finales de 1990 cayó en mis manos algo muy curioso: una copia de la revista "Líder", en concreto, la número 18, con una portada roja en la que aparecía un ordenador que parecía abrazar (o estrangular) a una persona. Era una referencia al juego de rol "Paranoia", pero lo que más me gustó fue su contenido inicial: una lista de novedades del mundo del rol patrio y del internacional, listados de clubs, artículos sobre wargames y rol... e incluso
aventuras. Había bastante material para "RuneQuest", como una de las aventuras, un pequeño artículo sobre dos suplementos del jueg ("Genertela" y "Glorantha: El Mundo y sus Habitantes") y una sección llamada "RuneConsultas" donde se resolvían dudas sobre el juego.
Era la primera vez que encontraba una revista sobre juegos de rol y wargames. ¡Una revista entera! Me pareció una revelación, porque aprendí que no sólo había juegos de rol ahí fuera, ¡sino que había toda una cultura de editoriales y clubs alrededor suyo! (Y si queréis saber cómo eran, las podéis descargar todas en este enlace: Revistas Líder en PDF).
Una incursión a El Corte Inglés
Armado con ese conocimiento, a principios de 1991 me lié la manta a la cabeza y, acompañado de un primo mío y de un amigo común, nos cogimos el tren y nos fuimos a la Capital. En concreto, al Corte Inglés de Nuevos Ministerios, un lugar que yo no había pisado en mi vida y que me pareció un auténtico laberinto (¡un dungeon!). Ni mi primo ni mi amigo tenían interés alguno por los juegos de rol, pero mi primo ya tenía 16 años y empezaba a salir por ahí con sus amigos, y era un poco más lanzado que yo por aquel entonces. Me acompañó, y yo estuve dando vueltas por la sección de librería, hasta que los vi.El "RuneQuest Básico" y "La Isla de los Grifos".
Me puse a ojear ambos libros. El básico me llamó la atención por sus referencias a la magia espiritual, la hechicería y la magia divina y por sus monstruos... pero lo que me enamoró de verdad fue "La Isla de los Grifos". Desde la portada (que me sigue pareciendo una pasada a día de hoy) hasta el cojonudo mapa de la isla, con sus hexágonos, sus ciudades, sus anotaciones... en la contraportada de "La Isla de los Grifos" ponía que era necesario tener "RuneQuest Básico", así que me compré los dos libros.
Hay una anécdota curiosa, y es que cuando fui a pagar, la chica que me atendió me dijo que me faltaba una cosa: dados. Que eso que estaba comprando eran juegos y que se supone que venían con dados. Así que se fue a la estantería y buscó dados de todos los tipos que necesitaba; un dado de 20 caras rojo (mi dado favorito aún a día de hoy), un dado azul de 10 caras (que también conservo), un dado amarillo de 12 caras, un dado oscuro de 8 caras, uno de 6 caras y uno de 4. Sé que los sacó de otro juego que venía envuelto en un plástico transparente, porque recuerdo cómo abrió el plástico y cómo pensé yo "pues el que se compre ese juego se ha quedado sin dados". Puede que fuera un "Señor de los Anillos", pero la verdad es que no me acuerdo. Ah, y no me cobró nada. El amigo de mi primo me dijo, "joder, le has gustado" :D.
El caso es que me volví a casa con mis dos libros y mis dados. ¡Dados! ¡Por fin podría jugar con dados de verdad, no con papelitos!
Mis primeras partidas en la Isla de los Grifos
¿Qué os puedo decir sobre "RuneQuest" que no haya contado ya? Consultad mis entradas sobre La Historia de RuneQuest y Glorantha para que veáis lo mucho que llegué a conocer este juego :D. Devoré los dos libros en poco tiempo y, esto os va a sorprender... al principio no me gustó el sistema de juego. No exactamente el sistema de juego, no, sino una especie de sensación de que esto que yo estaba leyendo era un poco... ¿cómo definirlo?... demasiado raro, demasiado complicado. Que era una rallada, vamos. Pero cuando leí "La Isla de los Grifos", todo empezó a encajar. Una cosa eran las reglas, y otra la ambientación, y la Isla era una pasada de aventura.Jugué en la Isla con mi grupo habitual: mi hermano, mis hermanas, y mi primo pequeño Óscar. Llegué a jugar también con el hermano de Óscar, que era el que me había acompañado al Corte Inglés, pero la verdad es que le pareció una chorrada. Él estaba ya con su primera novia por aquel entonces y creo que tenía la cabeza en otras cosas :D.
Mis primeras partidas en la Isla de los Grifos nos llevaron al Territorio Sagrado del Caos, a viajar con Gondo Holst, a visitar la Tumba de Ockless, y hasta a escalar la temible Montaña de los Grifos. Fueron buenos tiempos y se me pasó esa idea inicial de que "RuneQuest" era complicado.
Expandiendo la colección... y leyendo mucho más rol
Poco tiempo después, cuando hube ahorrado lo suficiente, me volví a plantar en El Corte Inglés (¿dónde era el mejor sitio para comprar comprar rol? ¡Por supuesto! ¡Unos grandes almacenes!) y me agencié otros dos libros: "RuneQuest Avanzado" y "Genertela". Quería el "RuneQuest avanzado" porque ya me había dado cuenta de que me faltaban hechizos y reglas a las que se hacía referencia en "La Isla de los Grifos" pero que no estaban en el básico. Y "Genertela" fue otro libro que me enganchó, tanto por la portada como por el contenido que pude ojear. En mi primera incursión había comprado un juego básico y una isla, y en esta segunda incursión me llevaba el juego avanzada y un continente, ¡estaba progresando de lo lindo! :D.
Es más, como ya era un "veterano", me permití el lujo de explicarle allí mismo a una madre y a su hijo de qué iba eso del rol y por qué el niño tenía que comprarse el libro de reglas y la Isla de los Grifos a la vez, porque sin el primero no podría usar el segundo :D. ¡Haciendo afición desde hace décadas!
En la anterior entrada os comenté que a mi padre le daban una especie de bonos para comprar en la Casa del Libro, y ese mismo año compré un par de suplementos de aventuras: "Apple Lane" y "El Abismo de la Garganta de la Serpiente". También cayó en mis manos una nueva revista "Líder", la número 25. Venían instrucciones sobre cómo suscribirse y conseguir que te la trajeran a casa, y ya me decidí a hacerlo.
Para colmo, ¡empezaron a traer libros de rol a la biblioteca municipal! Yo pasaba mucho tiempo en la biblioteca de Coslada, desde que me hice socio un par de años antes. Aunque me lo pasaba muy bien el FP, lo cierto es que no tenía demasiados amigos con los que salir por ahí de juerga. Es más, con 16 años, angelito de mí, ni se me ocurría que podía salir de juerga :D. Así que me iba a la biblioteca los viernes y me pasaba la tarde entera leyendo y cogiendo libros para llevármelos a casa. Y empezaron a traer suplementos de "La Llamada de Cthulhu" y de "Stormbringer". No os lo voy a negar, estos libros me atraían muy especialmente, porque las historias que contaban eran aterradoras, llenas de monstruos repugnantes, brujos, y cosas horribles. O sea, ¡la caña!
Lo malo fue que, como era joven e inocente, pensé una vez más que esos libros estarían siempre allí, y por tanto, nunca me compré libros de esa colección. Total, los tenían en la biblioteca :D. Lo que sí me gustó es que el sistema de ambos juegos fuera el mismo (o primo hermano) de "RuneQuest", porque se podían coger directamente los monstruos y los hechizos que veía allí y sacarlos en mis partidas. Y eso hice muchas veces.
Mi Edad de Oro del Rol: 1992 y 1993
Durante 1992 viví mi particular Edad de Oro, en muchos sentidos. Tenía 16 años, encajaba en mi instituto, tenía un par de buenos amigos con los que empecé a quedar fuera de las clases... y tenía el rol. Y mucho, mucho tiempo libre.Estos fueron los años en los que jugué campañas y campañas. En el grupo de juego estaba siempre mi hermano y mi primo Óscar, y a veces también algún otro primo, algún amigo de mi hermano o algún amigo del instituto. No me importaba jugar con gente nueva, ni juntar a seis, ocho o más personas a jugar conmigo. Fueron los años en los que nos pasamos la campaña entera que se describía en "Los Vikingos", en los que me inventé y jugué tanto La Aventura del Bosque como La Aventura del Mar (cojonuda), partidas de "Pendragón", de Star Wars ("Cacería Humana en Tatooine" y "Comando Shantipole") y muchas otras.
Además, cada par de meses me llegaba mi revista "Líder" y me empapaba de novedades, de aventuras, de noticias, y me iba haciendo con más juegos y suplementos: "Star Wars", "La Llamada de Cthulhu" (el básico sí que me lo pillé), "Pendragón", etc. Yo era un "chico Joc Internacional", y aunque sabía que había otras editoriales, esa era mi preferida.
Durante el año 1993 también jugué de lo lindo. Es más, la afición se expandió entre mi grupo. Mi primo Óscar se comenzó a comprar "Rolemaster", mi amigo Santi se compró "Aquelarre" y mi hermano Sergio... bueno, jugaba a lo que jugaba yo, pero terminó convirtiéndose en el experto en figuras de la familia después de pintar las miniaturas del "HeroQuest" familiar y luego, con el tiempo, las de Warhammer. Pero esa es otra historia que debería contar él ;).
El caso es que en el año 1993 mi colección de juegos de rol comenzaba a ser respetable. A ver, no respetable al nivel que es ahora, ni a nivel Pedro Gil (eso es imposible), pero ya tenía mi docenita y media de juegos y jugaba mucho. Eran días de vino y rosas. Sigo teniendo por ahí guardadas hojas de personaje, mapas, aventuras y notas de aquellos tiempos y sus aventuras. Pensé que esos tiempos durarían para siempre, porque con 17-18 años y en mi último año de FP, yo estaba en la puta cresta de la ola.
Lamentablemente, todo lo que sube tiene que bajar, y estábamos a punto de pegarnos el trompazo padre. De eso os hablaré en la próxima entrada.
Apéndice: un par de conclusiones
Una cosa muy curiosa del mundillo del rol estadounidense es que para ellos el Viejo Estilo es el "Dungeons & Dragons", en sus múltiples variantes viejunas. Es su Old School, aquello con lo que han empezado todos, o al menos el 90%. "Dungeons & Dragons" es hegemónico fuera de nuestras fronteras, especialmente en la cuna de nuestra afición, los EEUU. Pero para mí la Old School es el sistema d100 de la familia de "Basic Roleplaying": "RuneQuest", "La Llamada de Cthulhu", "Stormbringer" y hasta "Aquelarre" y "Pendragón". Lo que más me gustaba es que todos estos juegos tenían un sistema tan parecido que podías coger mecánicas y aventuras de uno y de otro y mezclarlas fácilmente. Mi "RuneQuest" particular utilizaba con desparpajo y falta de prejuicios las reglas de demonios de "Stormbringer", los monstruos de "La Llamada de Cthulhu" y casi cualquier cosa relacionada que cayera en mis manos.Para los que comenzaran antes que yo en esto, puede que el viejo "D&D" de Dalmau fuera su Old School. Para los que empezaron después, pudo ser el "AD&D" de Ediciones Zinco, o el "Vampiro" de "La Factoría". Quizá "Anima". O "D&D3". O "FATE". Al final, es una cuestión de casualidad o, si lo preferís, de destino. Pero hay una verdad irrefutable: la patria del hombre es su infancia.
Recuerdo que mis primeras revistas de rol fueron las Dragón de ediciones Zinco. Empecé a colecionarlas conforme salió el primer número y resulta curioso que trajeran toda clase de cosas y no sólo para AD&D (por aquellos tiempos ya era AD&D), pero me veo retratado en el Old School que mencionas. Fui de El Señor de los Anillos, pero creo que D&D, a pesar de mi devoción por la obra de Tolkien, estuvo presente en los mejores momentos de mis comienzos roleros.
ResponderEliminarEs curioso que parece que todos hayamos tenido una edad dorada rolera. En mi caso han sido dos, pero siempre hay cosas así que se recuerdan de un modo entrañable.
De las revistas Dragón hablaré en la próxima entrada. Lo cierto es que siempre preferiré la "Líder", pero la "Dragón" está en un más que digno segundo puesto en mi corazoncito.
EliminarYo estoy viviendo una segunda edad dorada rolera ahora mismo ;), pero no puedo dejar de mencionar cómo fue la primera.
jeje, es que mi kiosquero nunca trajo ninguna otra, era Dragón o nada.
EliminarLa "Líder" no llegaba a los kioscos de Madrid. Las dos primeras las conseguí en un kiosco de Madrid, las siguientes por suscripción y las últimas en las tiendas frikis (porque el cartero me las destrozaba al meterlas a presión en el buzón, el muy cabrón)
EliminarCreo que los dados que sacaron de una caja plástica eran de una versión del Runequest, que venía dentro de una caja de plástico transparente y que tenia un juego de dados.
ResponderEliminarLlegué a ver esa versión pero nunca la tuve en mis manos... ¿alguien lo recuerda?
Pues puede ser, puede ser. Pero lo cierto es que no soy capaz de recordar de qué juego lo sacó.
EliminarYo compre mi primer juego de rol en el corte ingles también, era un señor de los anillos, pero todos los juegos de rol venían igual de "empaquetados", dentro de una caja de cartón dorado, con grandes "ventanas" de plástico trasparente por delante y detrás quye dejaban ver la portada y contraportada. La caja era mas alta que el libro, lo que dejaba espacio para los dados.
EliminarAlgo así recuerdo, Funs. ¿Todos venían así? Porque recuerdo que mi propia copia de RuneQuest no la traía...
EliminarQue yo recuerde si, tenia trece años, ha pasado mucho tiempo ya... pero hoy he hablado con los colegas de la partida sobre este mismo tema, y todos recordaban lo mismo, los juegos enfundados en cajas de carton doradas con sus dados.
EliminarYo no recuerdo que el juego de dados viniese con el RQ... Al menos en el mío no llevaba. Los primeros dados de rol que yo recuerdo le llegaron a mi primo con el SdA, creo que los compró por correo... y para los jóvenes, por correo era por correo ordinario, no sé si podías hacer una compra por teléfono o mandabas una carta y te lo cobrarían a contrarembolso.
EliminarLa verdad es que no recuerdo donde compré la caja de dados... caja que si no recuerdo mal solo contenía 1d10, amarillo.
En Elche creo que en las librerias Seneca Jove y Alitruc se podían comprar la caja de dados, creo. El RQ y Traveller yo los compré en Seneca. Además, la tienda Aquelarre, que era ya una tienda de rol, abrió poco después y supongo que comprar dados sueltos ya era posible. Yo aún conservo bastantes dados de esa caja (y el d10 perla azul claro que compré para los d100), aunque algunos he perdido.
La caja más repetida de dados que recuerde era:
-1d4 azul
-1d6... creo que no había 1d6
-1d8 lila
-1d10 amarillo
-1d20 blanco
Yo jugaba en la era hiboria con el runequest y me venían de perlas los monstruos de la llamada y de stormbringer :D
ResponderEliminarNunca llegué a jugar en la Era Hiboria de Conan, pero siempre fue una influencia para mí, porque por aquel entonces compraba bastantes tebeos de La Espada Salvaje, y tenía unos pocos de Conan el Bárbaro. Me gustaban sobre todo las aventuras de Conan como pirata, los reinos negros, las selvas, etc. Aventura en estado puro :).
EliminarAcerca de la "old school" española yo siempre he comentado algo parecido. En mi entorno mucha gente jugaba como dices a AD&D (yo empecé en el 93) y un par de años despues estalló en mi ciudad el boom de Mundo de Tinieblas a un nivel que era casi intrusivo... pero para mi lo old school siempre será Rolemaster. Me pasé años jugando a este juego en todos los entornos posibles, con decenas de suplementos fotocopiados (había una copisteria que tenía un catalogo de portadas de juegos de rol y suplementos, con mucho rolemaster, ibas, elegías y te sacaban tu copia con su espiral y tapas xD). Jugamos a más cosas, como Kult, Ciberpunk (muchisimo, de hecho), Runequest... probabamos de todo, pero rolemaster era lo más.
ResponderEliminarEfectivamente esos años, entre los 13 y los 18 los recuerdo como los mejores y se que es solo por el rol, porque el resto no fue gran cosa... más bien un desastre xD
Lo de las copisterías que tenían libros enteros preparados para fotocopiarlos, hasta con sus portadas, parece que fue bastante común a principios de los 90. Completamente ilegal, pero bastante común :D, porque no eres el primero que me lo comenta. Yo nunca tuve una tienda así cerca, así que todo me lo compraba original.
EliminarMi vida entre los 13 y los 18 fue genial :D. Antes... bueno, en el colegio no es que lo pasara mal, pero nunca sentí que encajara del todo. El FP fue mucho mejor en lo social ;).
Yo conocí esa tienda (solo conocí una en mi ciudad) bastante tarde. La mayoría de mis juegos los fotocopie al estilo clásico. En esa epoca apenas tenía dinero y sobre todo, había muy poco en las tiendas.
EliminarCreo que las fotocopias aunque ilegales y todo eso, aportaron más ventas de las que quitaron a largo plazo. Sin ellas no existirían muchos de los jugadores que he conocido y que a la postre acabaron gastando más en libros de lo que ahorraron en aquella epoca en la que eramos jovenes e insolventes XD
Las fotocopias eran los PDFs descargados del eMule de aquellos tiempos :D. Si hundieron las ventas o hicieron crecer a la afición, no lo sabemos; nos faltan datos.
Eliminar¿Se puede tener nostalgia de tiempos no vividos? Sí, se puede. Es lo que siento cuando imagino a un hermano rolero mayor, entrando en el corte inglés, soñando que tesoros roleros encontraría allí.
ResponderEliminarYo conocía el ad&d pero eran libros que tenía un amigo de mi primo; uno era un archivador... preciosos ellos, los guardaba con celo. Jugamos una sesión una vez en casa de mi primo y poco más, ¡Aquella partida en la que me hice un enano llamado Olaf que tenía fuerza 16! Mi primer personaje ever. Dungeon improvisado y poco más, pero que bien nos lo pasamos... Sin embargo, diría que mi old school fue Rolemaster, y es curioso porque yo también tuve mis manuales fotocopiados con espiral y cubierta de plástico. Mi adolescencia rolera tuvo muchos críticos E de aplastamiento.
Luego mi fuente de información friki eran mis primos Kike y Santi. De vez en cuando venían diciendo... el otro día jugamos a Ciberpunk, vamos a quedar con Fernando para jugar a Vampiro, hay un juego que mola que se llama Aquelarre...etc.
En cuanto a Runequest, creo que ya lo he dicho. Es mi asignatura pendiente... sé que algún día caerá, al menos para leerlo.
Me ha encantado lo de "sentir nostalgia de tiempos no vividos", porque es una frase que dije yo hace muy poco tiempo. Hablaré más sobre ello en la última entrada de esta serie :D.
EliminarEntiendo el sentimiento y sí, efectivamente, era algo muy especial lo de ir a un gran centro comercial y ponerme a buscar juegos por las estanterías, sin saber lo que me iba a encontrar. Porque estamos hablando de tiempos pre-internet, y el único modo que yo tenía de enterarme de las cosas era por lo que leía en la sección de "Novedades" de la "Líder" (y después, en la "Dragón"), y a veces me encontraba antes el libro que la noticia :D.
Rolemaster y MERP fueron la Old School para mucha gente. Para mí fue RuneQuest, como ya os he comentado.
Yo podría echar de menos haber tenido un "primo mayor" que me fuera guiando en esto de los juegos, pero en realidad estoy muy contento de haber sido yo mismo ese "primo mayor" para mucha gente (¡incluyendo primos!) porque era un niño muy tímido, y eso de ponerme a dirigir aventuras me ayudó mucho a vencer esa timidez.
Yo andaba jugando esos fines de semana como ya dije en una entrada anterior a múltitud de juegos los sabados por la mañana en el club. D&D, AD&D 2º edición, Runequest, Star Wars, Cthulhu, Aquelarre, Rolemaster, Paranoia, Warhammer, Stormbringer, o Pendragon, y recuerdos tb alguna partida de juegos que se compraba la gente importados ya fuera por encargo a USA desde una tienda mediante catálogo o porque alguna salia fuera de nuestras fronteras. Juegos como DC heroes, Tortugas ninja, mas tarde tb Vampire, etc. Mas tarde quedabamos también casa de gente e incluso jornadas de rol en centros civicos o grande eventos como las Con 91 o 92. A Runequest jugue por primera vez en el club en la casa de juventud, recuerdo a la pareja de hermanos dirigiendo o también alguno de ellos jugando con nosotros mientras el otro dirigia, aventuras carnazoicas como el abismo de la garganta de la serpiente, desmembramientos, subida de carácteristicas, sacrificios de per para aprender nuevos conjuros mientras luchabas con un espiritu invocado, etc. También recuerdo que uno de los hermanos cuando nos saliamos de alguna aventura o nos dirigiamos a alguna ciudad en el paso del Dragón sacaba unas fotocopias de un suplemento en inglés, el Runequest cities, que encuentros que risas xD. Por aquel entonces yo tenia comprados el Señor de los anillos, y luego fueron cayendo otros primeros juegos como los manuales básicos del Paranoia, Warhammer rpg, e incluso el de ad&d de segunda edición que en las partidas utilizabamos cada uno el nuestro para consulta o casi siempre para mirar los efectos de los hechizos antes de lanzarlos. Por aquel entonces me gustaba el Runequest pero aquellas portadas hacian huir a cualquiera, hoy por hoy por ejemplo si tengo el RQ entero de Joc en español y módulos en inglés aunque me falta alguno de la tercera edición. La isla de los grifos recuerdo que por primera vez lo vi en un dia de excursión en la escuela en septimo u octavo de EGB, lo trajo un compañero con el que me sente en el autobus, me gusto todo, y me dije que un dia lo tendria como asi fue. jejeje
ResponderEliminarAh, el tema de los juegos de rol de importación llegará dentro de muy poco a esta serie de entradas, pero en estos primeros años el único catálogo que llegué a tener fue el de Guinea Hobbies, que eran de Bilbao, creo recordar. Gracias a ellos creo que mi hermano compró "Champions", pero no estoy seguro.
EliminarMucha gente ha comentado lo de las portadas de RuneQuest. A mí también me parecían rarunas, pero me aguantaba, porque el contenido del libro me encantaba :D.
La Isla es Grande, GRANDE...
EliminarYo la compré para empezar a dirigir, tengo que decir que cuando la leí estaba terriblemente entusiasmado y terriblemente asustado porque no veía que existiesen "partidas" como las de otros juegos, como las de Elric, mucho más "dirigidas"... Yo pensaba que saldrían suplementos con partidas para ese entorno.
Para empezar a dirigir se me hacía difícil, hasta que te pones a ello... alguna partida más al estilo Apple Lane, Los Vikingos, el Canto Infernal, a mi me hubiese venido bien.
Por cierto, nadie decía que era un SANDBOX, es el sandbox antes del sandbox :D.
Guinea Hobbies no es de Bilbao, como getxotarra de adopción (nací en la otra margen de la ría), concretamente de Algorta... es de Algorta, y yo pasaba, antes de saber que era eso del rol, todos los días por esa calle para ir al colegio (está muy cerca del ex-colegio el Puerto)... incluso he correteado por esa calle con los amigos del colegio.
Cuando fui a estudiar a la universidad, y regresé a Vizcaya, de vez en cuando me pasaba por Algorta los fines de semana para salir de juerga con los amigos de siempre, por aquella zona, y joder, no di con la tienda; que estaría cerrada a esas horas de la noche.
Y ahora está en una calle peatonal... así que ni con gmaps doy con ella :D Nunca la encontraré. Por cierto, todo parece muy pequeñito ahora.
PD: Algorta-Getxo siempre es un buen lugar para darse un voltio si vais a "Bilbao"... aunque no vayáis buscando tiendas frikis.
El caso es que la Isla de los Grifos sí tenía aventuras terminadas y usables, pero molaba mucho porque era un cajón de piezas que encajaban unas con otras. Vamos, un sandbox antes de que supiéramos qué era eso... en España. Porque en EEUU sí que habían tenido otros sandbox, aunque no los lllamaran así.
EliminarEn cuanto a Guinea Hobbies, pues pensaba que eran de Bilbao... pero, ejem, lo siento, muchas veces cuando algo es del País Vasco doy por supuesto que es de Bilbao. No me lo tengáis en cuenta, por favor. Admito mi ignorancia y hago propósito de enmienda.
Emotivo, muy cercano a mi experiencia (por tener la misma edad) y totalmente de acuerdo con lo que comentas al final de la entrada: el old school hispano no se basa en D&D, sino en D100. Es más, si se pudiesen contabilizar las partidas que en España se han jugado a La Llamada de Cthulhu y a D&D (cosa imposible de hacer, evidentemente), pondría la mano en el fuego a que Cthulhu ganaría como mínimo por 5 a 1. Y lo mismo sucede con Runequest y, si me apuras, con Aquelarre. No es cuestión de calidad o atractivo de los juegos respectivos, sino del tiempo en el que entraron y de quién los editó.
ResponderEliminarQuizá no todo el Old School hispano, pero sí una parte muy significativa del mismo. Aquí el d100 es un sistema clásico y muy jugado, sin duda alguna gracias a Joc Internacional.
EliminarFelicidades por la entrada. Por eso de tener edades similares, aunque me parece que peino alguna cana más, las experiencias que narras me son tan cercanas que uno no puede evitar sentir cierta nostalgia por aquellos tiempos en que todo era nuevo. Nuestra particular Edad de la Inocencia rolera. El caso es que, aunque mi primer contacto con el rol fue la caja roja de Dalmau, coincido al cien por cien con tu afirmación al respecto de que la Vieja Escuela en España es la del sistema D100 de Chaosium. La importancia de Joc en la comunidad rolera española es incuestionable, puesto que durante casi una década sus juegos eran los únicos a los que se podía acceder en un tiempo en que no existía Internet, todos hacíamos fotocopias como locos, y se compraban las cosas por catálogo (con sus consiguientes periodos eternos de espera).
ResponderEliminarY en mi caso, pasados todos estos años, a pesar de haber jugado ya a toda clase de sistemas, cuando me toca dirigir o jugar mi primera opción es el D100. Y es que ese es para mi, EL SISTEMA.
Entre Viejunos nos entendemos ;).
EliminarComo acabo de decir, igual no toda la Old School hispana es de d100, pero desde luego sí que lo es en muchísima mayor medida que en EEUU. Aquí el AD&D llegó demasiado tarde.
Y qué coño, que el d100 es muy buen sistema ;).
Vaya, por fin se ha roto la sincronía. La Edad Dorada de Carlos es diametralmente opuesta a la mía, él jugando en familia y yo con desconocidos - tal como explico en mis comentarios a la entrada anterior. ¡KHAAARLOS! ¿POR QUÉ ME HACES ESTO? ¿DE QUÉ VOY A PROTESTAR AHORA?
ResponderEliminar(pausa para tomar aliento)
En cuanto a las partidas que jugué: calculo que, a razón de cuatro partidas anuales, debieron ser unas veintipocas. Cómo es natural, hubo de todo, mejor y peor. En su mayoría fueron bastante soportables, alguna vez incluso me divertí de veras. En otras palabras: que por norma general mis esfuerzos por pasarlo bien NO salieron a cuenta.
¿Por qué le llamo entonces mi Edad Dorada? No porque yo fuera feliz -de hecho, me sentía insatisfecho e inquieto- sino porque TENÍA LA ESPERANZA DE LLEGAR A SERLO, cómo el que apuesta a la lotería o a las quinielas. ¿No ha salido mi número? No pasa nada, la próxima vez seguro que me cae el Gordo. Contaba con que la siguiente partida, esta vez sí, iba a ser la partida de mi vida.
Y no me llaaames iluso, porque tenga una ilusión, naa-nánana naa-nánana...
"Para mí la Old School es el sistema d100 de la familia de "Basic Roleplaying" (...) Para los que comenzaran antes que yo en esto, puede que el viejo "D&D" de Dalmau fuera su Old School. Para los que empezaron después, pudo ser el "AD&D" de Ediciones Zinco, o el "Vampiro" de "La Factoría", etc."
Amén. No hay una Vieja Escuela - cada cual tiene la suya.
Mi Vieja Escuela tendría sabor inglés. Es "El Hechicero de la Montaña de Fuego". Para quienes no lo sepan, este libro-juego es la trágica historia de un aventurero, asesino y saqueador, que se adentra en lo desconocido para combatir a los seres de las tinieblas, con poca más ayuda que la de un par de pociones y su fiel espada. Y cuando, tras un sin fin de combates, el malvado hechicero ha caído a sus pies, el héroe se da cuenta de que el viaje ha sido en vano: el tesoro que había venido a buscar está, definitivamente, fuera de su alcance.
Más que leer "La Montaña de Fuego", lo vivía. Porque en algún lugar de los túneles húmedos y fríos aguardaba la posibilidad de un final feliz. Y era yo el responsable de que el héroe lo alcanzara. Mazmorreo puro y duro. Senderos a troche y moche. Tres puertas a la izquierda, tres puertas más a la derecha. Una bifurcación y otra ¡y otra! Fallo la tirada de Suerte y... me voy por un agujerooo... ¿Que es esto, válgame dios? En el fondo ¡se escondía la guarida de un Troll!
-Troll aburrido. Troll quiere comidaaa. ¡Jua, jua, jua!
¡Animalito! ¿Y si le echamos un hueso?
> Troll coge hueso
Eliminar¿Por qué mi Vieja Escuela es un libro-juego cutre-mazmorrero, y no un juego de trol?
Una vez, y sólo una, jugué a un sandbox: "Tenéis veinticuatro horas para sembrar la discordia en Villatranquila, tanto como podáis sin utilizar la violencia".
Una vez, y sólo una, jugué a un freeform: "Su misión, si deciden aceptarla, será planear y realizar el asalto al Banco Nacional de Francia".
El resto de partidas que me ha tocado jugar eran Modern School. El infierno sobre la mesa.
> Troll roe hueso
Por veinticinco pesetas, dígannos: ¿en qué se caracteriza la Modern School? Cómo por ejemplo, en vez de mazmorras hay agujeros. ¡Un dos tres, responda otra vez!
- no hay mazmorras sino agujeros.
- los PJs van con correa.
- los PJs van con bozal.
- los PJs llevan camisa de fuerza.
- los PJs siguen un rastro de miguitas de pan.
- los PJs siguen la línea blanca.
- el autor del módulo ha decidido todo lo que va a ocurrir de antemano.
- la trama es rígida como una estaca.
- los jugadores estorban.
- la única forma de salirse de las vías es que maten a tu PJ.
- ... o hacerlo matar.
¡Tieeempo! ¡Campana y se acabó, mock! Han sido once respuestas acertadas, a veinticinco pesetas cada una ¡doscientas setenta y cinco pesetas!
> Troll patea
Ya fuera de tiempo, añadiré dos características más:
EliminarPrimera, que si me tomaba la molestia de leer el texto del módulo, suele ocurrir que hay un elaboradísimo trasfondo -tenía que releérmelo un par de veces antes de digerirlo todo- que explica de manera lógica y satisfactoria todo cuanto acontece.
(...para uso y disfrute exclusivo del Director del Juego. Desde el punto de vista de los jugadores, que no tienen acceso a dicha información, el módulo consiste en una sucesión de eventos aleatorios.
"Nos contrató un tío al que jamás habíamos visto para que fuéramos a quitarle un trasto que no sabíamos qué era a una tribu de bichofeos que no sabemos quiénes son, por qué lo tienen ni para qué lo quieren. Por el camino hicimos frente a unos desconocidos que nos atacaron no sabemos a santo de qué. Etc.")
Segunda, aunque jamás haya jugado más de dos veces en el mismo lugar, con la misma gente o *con el mismo sistema de juego*... la mitad o más de los módulos con los que topé se parecían el uno al otro como dos episodios del "Equipo A": visto uno, vistos todos.
Los módulos de ambientación moderna -vampiros, cthulhus y tal- iban a su propia bola, pero ¿los medievales? Explicaban punto por punto la misma aventura, tal que parecían cortados con molde y plantilla. (Quede constancia de que la ambientación medieval es mi favorita ¿eh? Ay de mi, qué dolor, qué pena.)
Y así es la Modern School, que me ha hecho el cansino amargado que soy.
Es curioso que viajaras tanto y estuvieras en tantas convenciones de rol y luego no tuvieras un grupo de juego "estable". Es, creo, algo poco habitual.
EliminarEn cuanto a lo que comentas sobre los módulos de la "escuela moderna", ten en cuenta que lo que nos llegó a España ni siquiera era la "vieja escuela" oficial. Los módulos de RQ o de AD&D que nos llegaron no fueron más que en unas pocas ocasiones los "viejos módulos" que la OSR glorifica.
"Es curioso que viajaras tanto y estuvieras en tantas convenciones de rol y luego no tuvieras un grupo de juego estable."
EliminarJo, es que soy de pueblo. Tú eres de un barrio de Madrid ¿verdad? Pues el estado de la afición en provincias era paupérrimo. Para que te hagas una idea, más de una vez fuí a una convención en la que yo era el asistente. ¿Lo pillas? El único asistente. En mi pueblo no jugaba nadie, y en Lleida, que es la capital más cercana, sólo había tres clubs informales, que no podían verse entre si, y poco abiertos a los de fuera.
Además, con este don de gentes que tengo ¿de qué te sorprendes? ;P Mi sueño era fundar mi propio grupo de D&D, convertirme en pionero y puntal de la afición tal como tú. ¿Pero cómo iba a fundar un grupo de juego sin el juego?
Cuando por fin tuve la ocasión de unirme a las sesiones periódicas de un grupo establecido, estaba yo tan quemado que me ponía a vomitar enmedio de la partida. Y ojalá que la frase anterior fuera un chiste :|
"En cuanto a lo que comentas sobre los módulos de la "escuela moderna", ten en cuenta que lo que nos llegó a España ni siquiera era la "vieja escuela" oficial."
¡Qué me vas a decir que no sepa ya! Patidifuso me quedé al descubrir que en realidad la Caja Roja de D&D no era la versión original del juego básico sino ¡nada menos que LA CUARTA! Yo lo tengo claro: todo lo que no sea quince niveles de dungeon es escuela moderna y no me interesa jugarlo.
Cambiando de tema, gracias por el enlace a Sinergia de Rol ¡menudo viaje al pasado!
Soy de Coslada, que no es un barrio de Madrid, pero sí un pueblo limítrofe. No estuve muy metido en la escena de clubs roleros, pero sí es cierto que existir, existían.
EliminarHabría que rastrear a aquella dependienta. Siendo mayor que tú (pues ya trabajaba) y sabiendo lo bastante de rol como para saber que tenía que darte dados, quizá fuera una de las primeras roleras de este país.
ResponderEliminarYo creo que no era una dependienta, sino un ángel.
EliminarEntrañable relato. Mi primer juego, el Star Wars, me lo trajeron del Pryca de San Fernando. Te quedaba más cerca que Nuevos Ministerios XD
ResponderEliminar¡Pues en el Pryca de San Fernando me compré el HeroQuest! Y tuvo que ser por esta época, ahora que lo recuerdo :D
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