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15 septiembre 2024

Antropología y botánica

Estos últimos meses he leído un par de libros muy interesantes sobre temas que, en principio, parecen alejados de la tónica general de este blog, los juegos de rol. Obviamente, no es necesario que todo lo que lea tenga que ver con los juegos de rol ;). En ocasiones simplemente leo cosas que me resultan interesantes y, como dice una de mis hermanas, a mí casi todo me resulta interesante :D.

El libro sobre botánica se llama La vida secreta de los árboles y está escrito por Peter Wohlleben, un hombre que trabajó muchos años como guarda forestal en Alemania. En este libro, organizado en pequeños capítulos, se habla sobre muchas características de los árboles que nos pasan desapercibidas en el día a día. Algunas de las afirmaciones más interesantes que recuerdo son, por ejemplo:

  • El concepto de que árboles de la misma especie pueden intercambiar nutrientes y sustancias útiles a través de las raíces. En ocasiones, en simbiosis con hongos que ayudan a conectar unas raíces con otras. Lo cual es útil para un árbol sano porque puede que en el futuro él sea el enfermo (o sea atacado por insecto u hongos) y le venga bien la ayuda de sus congéneres.
  • El concepto de «guarderías» de árboles; cuando los árboles jóvenes van creciendo bajo las ramas de otros ejemplares adultos, su crecimiento es más lento, porque les llega menos luz. Pero esto permite que su crecimiento sea más robusto, porque se generan menos burbujas de aire en sus células y por tanto, es más difícil que lo ataquen hongos e insectos. Cuando al fin (puede que décadas o siglos después) algún árbol vecino se cae y les llega la luz, se ponen a crecer y son más fuertes que si hubieran crecido demasiado rápidamente desde el principio.
  • Se habla también de los árboles que crecen en las ciudades como «huérfanos» que no tienen contacto con otros árboles, porque están aislados de las raíces de otros árboles y encima tienen un riego continuo que hacen que crezcan muy rápido, no hundan sus raíces profundamente y terminen cayéndose en unas cuantas décadas.
  • Un ejemplo que me llamó la atención es que, cuando las jirafas se comen las hojas de las acacias, estas reaccionan expulsando etileno, haciendo que la hoja sea más amarga y avisando a las acacias que hay más cerca. De este modo, cuando las jirafas se empiezan a comer una acacia, saltan después a comerse a otra que esté más lejos, porque sus compañeros no los han avisado (el etileno se disipa pronto). O se van a comer acacias que estén situadas en contra del viento con respecto a las primeras.
  • Hay especies que están más preparadas para vivir en grupos, ayudándose los unos a los otros y creciendo altos de modo que les terminan quitando la luz a otras especies más pequeñas, como las hayas, y otras que están especialmente preparadas para vivir en sitios solitarios, sin otros árboles de su misma especie. Y que son estos árboles más solitarios los que van haciendo avanzar los bosques, colonizando lugares complicados, etc.
  • La idea de que ya no quedan auténticos bosques ancestrales en Europa, y no tantos en el mundo, porque los bosques que se crían para ser luego talados en unas pocas décadas ni si parecen a los bosques que van creciendo a lo largo de cientos de años. Y que nuestra civilización no volverá a ver este tipo de bosques a menos que dejemos a la naturaleza totalmente a su aire durante muchas generaciones. Los árboles viven en escalas de tiempo muy distintas a la de los humanos.

Es cierto que este libro no está escrito por un científico, sino por un guarda forestal, y que se puede considerar más bien como una obra divulgativa y, en ocasiones, especulativa. Pero creo que sirve muy bien para tener una visión distinta de cómo funcionan los bosques y del modo de vida de un árbol. Puede que no todo lo que cuenta sea del todo exacto, pero al menos nos sirve para cambiar nuestra perspectiva. Si nos vamos a los juegos de rol (¿y cuándo no nos vamos en este blog a los juegos de rol?), creo que es muy interesante tener esta perspectiva si piensas en razas no humanas muy longevas, en seres como los ents (los famosos pastores de árboles de Tolkien) o los aldryamis (que no dejan de ser plantas inteligentes) de Glorantha. Recordad, no todo tiene que ver con los juegos de rol, pero todo se puede adaptar para que sea útil en uno de ellos :D.

El segundo libro que he leído es El Amanecer de Todo: una nueva historia de la Humanidad, de David Graeber y David Wengrow. Este libro se publicó en 2021 y ha provocado un interesante debate entre antropólogos y arqueólogos. La premisa fundamental del libro es que la idea preconcebida de que los humanos pasaron de ser cazadores y recolectores aislados en pequeñas bandas (de gente malvada y de vidas miserables como decía Hobbes o de nobles salvajes como defendía Rousseau) y que luego descubrieron la agricultura y fundaron ciudades, dinastías, sacerdocios y burocracias complejas, es solo un mito.

Basándose en descubrimientos arqueológicos, Graber y Wengrow postulan que en realidad han existido ciudades muy extensas en las que no había ni grandes templos ni grandes palacios, sino casas sorprendentemente iguales, probablemente organizadas en consejos ciudadanos, quizá por barrios. O sociedades de cazadores y recolectores que podían acometer obras arquitectónicas enormes en las ocasiones en las que se reunían, estacionalmente, para luego volver a dispersarse en pequeñas bandas en otra época del año.

En esencia, la idea principal es que el mito de una progresión de la civilización desde las pequeñas bandas aisladas hasta los grandes estados se tiene que abandonar porque hay evidencia de que, a lo largo de los milenios, los humanos han creado muy distintos tipos de sociedades. En algunas hubo agricultura, pero se abandonó. En otras, como en Teotihuacán, hubo templos y palacios y se abandonaron, creando casas para los más pobres. Los humanos han podido elegir el modo de organizarse y lo han hecho, creando jerarquías y abandonándolas, experimentando con distintos modos de vivir. La civilización actual no es el resultado inevitable del devenir de la historia, sino una más de las formas que han tenido los seres humanos de convivir en sociedad.

Destacaría algunas ideas muy interesantes:

  • Cómo las sociedades nativas de lo que ahora es Canadá influyeron en los pensadores franceses y su idea de la libertad (y la igualdad y la fraternidad...). La crítica de estas sociedades nativas no era la de gente ignorante que vivía en un estado de «inocencia salvaje» sino la de personas que valoraban la libertad individual y eran capaces de debatir sobre su modo de vida con argumentos muy bien construidos. Probablemente porque en su propia sociedad todo se decidía en grandes y largas reuniones de personas libres.
  • La idea de la esquizogénesis social, que indica que las sociedades se definen también a lo largo del tiempo diferenciándose de las sociedades vecinas. Es decir, que si tú tienes una sociedad de forrajeadores que buscan esclavos y cuyas élites se dedican a hacer grandes regalos para demostrar su generosidad (por ejemplo, algunas sociedades nativas de la costa del Pacífico de Norteamérica), otras sociedades más cercanas a California puede no tener esclavos, dedicarse a la agricultura y tener una ética del trabajo y de no tener grandes familias ricas o otras humildes precisamente para diferenciarse de sus vecinos y reforzar su propia identidad.
  • Las sociedades primitivas tenían una serie de libertades fundamentales: la libertad del individuo para poder ir donde quisiera, la libertad de no hacer caso a las órdenes que no le gustaran y la libertad de reorganizar su sociedad si lo deseaban. Y esas libertades se pueden perder cuando se establecen sistemas estatales que restringen esa libertad como una forma de establecer su dominio.
  • Las sociedades establecen distintos tipos de dominación, basados en el control de la violencia, el acceso a la información o la creación de élites sociales que compiten entre sí. No todas las sociedades tienen los tres tipos. Hay muchos ejemplos de sociedades que tienen solo una de estas formas, solo dos, o las tres. Por ejemplo, se describe una sociedad sudamericana en la que existe una casta privilegiada que tiene control sobre la información (una burocracia o un sacerdocio que tiene el control de los rituales funerarios y el conocimiento de drogas psicotrópicas), pero que no establece un dominio en forma de policía o guerreros que puedan obligar a nadie a cumplir las leyes, o reyes o nobles que compitan entre sí por el prestigio y la gloria. Pero si todos tus chamanes se tienen que entrenar en un único sitio, ese lugar se convierte en muy importante para tu sociedad.
  • Un concepto interesante es que en las sociedades posteriores a la Edad de Hielo, la gente podía llegar a viajar a lugares muy lejanos. Me gusta especialmente lo que comentan sobre sociedades místicas de nativos norteamericanos dedicadas a un animal como el oso o el águila, que tenían el conocimiento de una serie de rituales, secretos y tabúes, y cuyos miembros podían viajar entre distintas sociedades y podían esperar ser acogidos por los miembros locales de su misma sociedad animal, aunque fueran de etnias distintas o tuvieran distintos idiomas.
  • Me gusta que en muchos casos se rebatan las tesis de autores como Jared Diamond en Armas, Gérmenes y Acero, precisamente porque este libro, que me leí en su momento y me encantó, tenía críticas por ser demasiado eurocéntrico y determinista (como si los europes estuvieran destinados a dominar el mundo). Y aunque la obra de Diamond me sigue gustando, me gusta tener una visión más global, que tenga en cuenta más culturas, y se apoye en investigaciones más novedosas. Siempre es bueno tener nuevos puntos de vista.
  • También me ha gustado el concepto de que hay períodos que se suponen «edades oscuras» entre una dinastía y otra (como las dinastías egipcias o los pueblos mayas), donde una civilización colapsa y pasan grandes años de anarquía y violencia desatada hasta que llega la siguiente dinastía. Y que esto, que es una visión habitual, podría ser justo al revés: puede haber grandes períodos de relativa igualdad social en los que se vive muy tranquilo sin nobles, reyes y sacerdotes, hasta que las cosas cambian y llega un nuevo grupo de élites.

En general, el libro es todo un viaje por miles de años de sociedades humanas de todo el mundo (no solo europeas), que me ha gustado mucho. Los mismos autores, que tardaron diez años en escribirlo, dejan claro que lo comenzaron como una investigación sobre la aparición de la desigualdad, pero que pronto tuvieron que abandonar esa idea, porque no hay un momento en el que todos pasamos de ser iguales en sociedades pequeñas y nos convertimos en agricultores divididos en nobles y plebeyos. Lo que plantean los autores es que la historia es mucho más compleja y, a la vez, mucho más interesante. Que los humanos en realidad han probado con muchísimos tipos de sociedad en los 200.000 años que lleva habiendo Homo Sapiens, y que a lo largo de los siglos probamos a organizarnos de un modo, probamos de otro, cambiamos, vamos para adelante y vamos para atrás.

Como con el libro anterior, hay también detractores de la tesis de los autores que dicen, por ejemplo, que se basan mucho en los últimos 5.000 años, pero que precisamente hay muchos miles de años anteriores de los que casi no hablan. O que los ejemplos que plantean no son universales, sino locales. Graeber y Wengrow ya admiten que su libro no es más que un primer paso y que tendrá que haber investigaciones posteriores que refuten o confirmen sus deducciones y teorías. A mí me ha gustado, y me ha abierto la mente a distintas posibilidades.

En el terreno del rol (sí, de nuevo tenemos el rol) es todavía mejor, porque podemos crear sociedades ficticias donde la organización sea diferente a la que tenemos asumida de hombres de las cavernas, bárbaros tribales y corruptos habitantes de las ciudades. La idea de sociedades complejas y avanzadas que no dependían de la agricultura, ciudades igualitarias o grupos místicos que viajan miles de kilómetros y se encuentran a gente que comparten su conocimiento secreto me parece cosas inherentemente jugables.

Está visto que en todas partes puedes encontrar inspiración para el juego de rol. O, incluso, alimento mental, que siempre viene bien ;).

Saludetes,
Carlos

09 septiembre 2024

El ciclo de vida de las especies no humanas en Crónicas de la Marca

Como ya sabéis, estoy escribiendo un libro sobre la región de las Frondas de los Medianos para el juego Crónicas de la Marca. Siendo como soy un amante de los mapas y las cronologías, tengo ahora mismo no solo muuuuchos mapas de la evolución de la región a lo largo de los siglos, sino también una cuenta de las años y los acontecimientos que van sucediendo en cada período.

Mapa de las Frondas en 527, con múltiples anotaciones. Las grandes líneas que atraviesan la región son líneas ley de energía faérica

A día de hoy mi idea es organizar el libro al estilo de la Gran Campaña de Pendragón, explicando qué va sucediendo en las distintas etapas a los pueblos que viven en el país, con sugerencias de aventuras para cada período. Las divisiones que tengo actualmente son:

  • El país de los elfos (del año 10 al 112). La región está formada sobre todo por bosques y lomas salvajes. Solo viven aquí elfos grises y silvanos, gobernados por la Reina Aldinael y el Rey Díriel. Esta época termina en 112 con la muerte de Díriel en la guerra contra los trasgos y el dios Nergal, el Corazón de la Oscuridad.
  • La llegada de los medianos (del 115 al 220). La Reina Aldinael invita a los medianos a asentarse en la región. Los medianos construyen sus primeras madrigueras en el valle del río Saucedo. En esta época es cuando los humanos que viven al sur, alrededor de la joven ciudad de Marvalar, comienzan a llamar a la región las Frondas de los Medianos.
  • La llegada de los gnomos (del 225 al 260). Los gnomos del clan glaforino llegan a las Frondas. Su líder es Farfarelis, un viajero que recorre el mundo en su barco volador, y que establece su base de operaciones en las Barrancas. Su hijo menor, Gingenaris, es un inventor que crea su taller en las Lomas Altas, cerca de los medianos.
  • El Encantamiento de las Frondas (del 260 al 315). La hija mayor de Farfarelis, Dolocaleris, es una ilusionista que encuentra a un extraño ser llamado Durandel en las Lomas Verdes. Durandel le enseña magia de ilusión avanzada, pero unos años después la engaña y encarcela, y libera en las Frondas a toda una serie de seres faéricos que siembran el caos entre elfos, gnomos y medianos. Durandel se autoproclama Rey de los Duendes y solo logra ser contenido muchos años después gracias a los esfuerzos de Erendriel, un druida elfo que llega desde Esmeril, y de su aprendiz Maeghar, hijo de la Reina Aldinael. Los duendes y las hadas no desaparecen de las Frondas, pero al menos quedan contenidos en ciertas regiones.
  • Las guerras del clan Tormenta (del 303 al 378). Fain Albo y Torbald Ovejero son dos héroes medianos que se enfrentan a los duendes y a otros peligros durante su juventud. Fain Albo construye después su madriguera en la región de Valdoculto en 286, invitado por los elfos. En esa época comienzan a llegar tribus de trasgos, orcos y kobods a la región escarpada del río Oxus, al este de las Frondas, y en el año 303 tiene lugar la Primera Batalla del Bosque Verde entre los trasgos y los medianos de Valdoculto. Albo recibe entonces la ayuda de su amigo Torbald y de su clan, que se hacen llamar los Tormenta. El clan Tormenta luchará durante estos años contra trasgos, orcos y hombres lagarto y llegará a ser muy influyente en la región al norte de las Frondas, desde sus madrigueras de Altotúnel (creada en 327) y Barrancas de Torbald (creada en 378).
  • La ocupación de los humanos (del 372 al 440). Las marismas al norte de las Frondas se van desecando y se abren caminos para que los humanos de Olmeda lleguen hasta las Frondas y entablen relaciones comerciales con los medianos. En el año 393 la ciudad de Salmanasar se ha independizado de Reino Bosque y en el año 400 tiene lugar una batalla entre Salmanasar y Reino Bosque en las Praderas de los Centauros. Los humanos de Reino Bosque, derrotados, se retiran a las Frondas y, con el permiso de Aldinael, comienzan a construir fortalezas defensivas en el río Oxus y por todas las Frondas. Los humanos se hacen cada vez más presentes en las Frondas hasta el punto de que un Barón empieza a gobernarlas como si fuera su propio feudo. Ante sus abusos, termina habiendo una rebelión de los medianos y una guerra contra el Barón entre los años 436 y 438.
  • Tiempos modernos (del 440 al 527). Después de la guerra con el Barón Sangriento la Reina Aldinael interviene y reorganiza la vida en la Frondas. Se crea la Guardia de las Arboledas y nuevos clanes de medianos se mudan a los valles de los ríos Juncalera y Pomares. Aldinael llega a un acuerdo con Reino Bosque para que los humanos solo puedan tener guarniciones del Ejército del Oeste en varios castillos de la región, pero que no puedan asentarse ni cultivar la tierra. Los trasgos vuelven a migrar al río Oxus y el Rey de los Duendes sigue creando sus zonas encantadas y sus líneas de energía mágica por la región. Aunque las Frondas son un reino mayormente pacífico, hay zonas peligrosas en ellas, vigiladas por elfos, gnomos, humanos y los propios medianos.

Este es un resúmen muy a alto nivel de todo lo que tengo escrito a día de hoy. Si entramos en detalles, por ejemplo, tengo diversos árboles genealógicos de elfos, gnomos y algunos medianos importantes de las Frondas. Cuando estuve creando estos árboles genealógicos, me basé en las esperanzas de vida de las distintas especies que vienen indicadas en el juego Crónicas de la Marca. En el libro básico se indica la edad a la que cada uno llega a la edad media y a la madura, y se indica su esperanza de vida. Yo me he permitido añadir una estimación de cuándo podría ser la juventud/adolescencia de cada especie, basándome en la idea de que sería una fecha a medio camino entre el nacimiento y la edad media (que estimo que es la llegada a la vida adulta, con hijos, una profesión, etc.). En esta tabla tenéis el resumen, yendo de las especies más longevas a las que menos:

EspecieJovenAdultoMaduroAnciano
Elfo2505001.0001.500
Gnomo85175260350
Semielfo50100150200
Mediano255075100
Humano18355370

Atendiendo a estas cifras, mi idea es que los medianos tienen hijos más o menos entre los 30 y los 40 años y que por tanto han pasado unas catorce generaciones de medianos en los algo más de 400 años que van de su llegada a la región en el año 115 y la fecha actual de 527.

En el caso de los gnomos, los actuales líderes de los glaforinos son los nietos de Farfarelis, aunque sus bisnietos también están ya por la región como jóvenes aventureros de 100 a 120 años cuyos padres están pensando que ya deberían ir casándose y sentando la cabeza.

En cuanto a los elfos, mi idea es que Aldinael nació en el año -350 según el Calendario de Valion. Fue nombrada Reina en el año 10, cuando tenía 360 años y era una joven adulta. Sus tres hijos, Silnael, Artael y Maeghar nacieron respectivamente en los años 92, 104 y 112 y por tanto en el año 527, que es la fecha por defecto en la que está ambientado el juego, Aldinael tiene 877 años y por tanto ni siquiera es una elfa de edad avanzada, sino el equivalente a una mujer humana de cincuenta y muchos. Y sus hijos, de entre 435 y 415 años, son gente joven que ha empezado a tener sus propios hijos (hijos semielfos en el caso de Silnael, pero de eso ya os hablaré en el futuro). Vamos, que los elfos ni siquiera se están planteando un cambio de gobierno.

Estas diferencias de esperanza de vida entre unas especies y otras es muy curiosa a la hora de crear una cronología, porque la perspectiva de Aldinael y el resto de elfos con respecto a lo que sucede en las Frondas tiene que ser diferente por narices a lo que tienen los gnomos, medianos o humanos. Si un jugador se hiciera un personaje elfo de la edad de Aldinael, podría seguir jugándolo cientos de años después y habría podido ser testigo de toda la historia de los medianos, desde su llegada a la región hasta la actualidad de la ambientación. Podría incluso hablar con un personaje mediano y decirle que conoció a su tataratataratatara[...]tatarabuelo, el que fundó su madriguera, catorce generaciones atrás. Y ese mismo mediano podría ser amigo de un personaje gnomo que podría haber luchado contra el Barón Sangriento en 438, cuando era un mozalbete de 120 años, junto al bisabuelo del mediano. No he incluido datos de los enanos porque no hay colonias significativas de enanos en las Frondas, pero viven hasta 550 años, o sea que son bastante más longevos que los gnomos.

Este es el tipo de cosas que normalmente no tenemos en cuenta cuando nos hacemos personajes de distintas especies, sobre todo cuando algunas son tan longevas. Y las que me lleva a querer organizar el libro como una campaña que se pueda jugar a lo largo de los años, con personajes que pueden estar desde el principio (si interpretas a elfos) y otros que pueden ser los descendientes, cercanos o lejanos, de otros personajes. Creo que puede quedar algo muy chulo.

Un pequeño problema que me he encontrado con los longevos elfos es que, si su periodo de maduración es comparable al del resto de las especies, tienen infancias muy largas. Si asumimos que un año de los humanos equivale más o menos a quince años de un elfo, digamos que el equivalente a un niño humano de 12 años sería un niño elfo de 180 años. Y que un chaval humano de 15 años, que ya se puede ir a la guerra en tiempos medievales, es como un elfo de 225 años. El problema me surgió cuando quise hacer que el hijo menor de Aldinael, Maeghar, se hiciera aprendiz de druida en el año 290. Porque me cuadraba con la cronología, pero resulta que entonces Maeghar tenía 178 años, que deben ser como unos 12 años humanos. Que no es un mal momento para empezar un aprendizaje si eres un humano, y que creo que va a ser mi versión oficial de la pinta que tendría Maeghar a esa edad, es decir, el equivalente a un muchachillo humano de doce años. Pero claro, es que tiene 178 xD. ¿Los elfos tienen infancias tan largas?

Sé que en realidad puedo hacer lo que quiera, porque los elfos no existen ;) y porque no hay una respuesta oficial a esta cuestión en ningún suplemento del juego o en el propio libro de reglas. Me parece recordar que Tolkien llegó a escribir que los elfos de la Tierra Media tenían infancias similares a las de los humanos, pero que luego, al llegar a la edad adulta, simplemente dejaban de envejecer. No estoy seguro de que quiera esto para mis elfos. Prefiero una infancia más larga y que los elfos tengan muy pocos hijos, de modo que una guerra en la que mueran un montón de elfos sea un descalabro gordo para ellos y justifique que los elfos se lo piensen mucho antes de meterse en conflictos.

¿Qué opináis vosotros? ¿Maeghar con 178 años debería ser como un chaval humano de 12? ¿O preferís más la versión de Tolkien de elfos que pasan su infancia muy rápido, en lo que sería casi el equivalente a nacer y hacerte adulto en un año? Me parece más lógico lo primero, pero es muy curioso cuando te pones a escribir una cronología y te das cuenta de las implicaciones de que haya seres sintientes con esperanzas de vida tan diferentes conviviendo juntos .

Saludetes,
Carlos

P.D. (AÑADIDA EL 12/09): Me he enterado de que hay un autor, Iognaid Teller, trabajando en un suplemento para Aventuras en la Marca del Este en el que van a incluir reglas opcionales para crear crear aventureros de distintas especies en distintas fases de su vida. Las edades con las que están trabajando son compatibles con las que aparecen en Crónicas de la Marca del Este, pero más detalladas. Me han confirmado que son compatibles con las que aparecen en el suplemento La ciudad de Xorandor, dedicado a los elfos oscuros, así que las voy a utilizar en mi propio libro, para que sean compatibles. Con el permiso del autor, os dejo aquí la tabla concreta para los elfos.

EspecieAdolescenteEdad AdultaMadurezVejezVenerable
Elfo100 - 169170 - 499500 - 799800 - 1.1991.200 - 1.500

Visto lo cual, ahora la Reina Aldinael va a ser una persona vieja. No creo que aparezca como un ser decrépito y débil, pero puede que la vejez en los elfos se manifieste como una especie de alejamiento del mundo y sus problemas, con lo que tiene sentido que esté pensando, por ejemplo, en abdicar en uno de sus hijos. Lo cual es algo bueno porque ofrece la posibilidad del politiqueo y la aventura :D. Además, uno de sus hijos sin duda ansía el trono, así que hay aventura para rato :D.

02 septiembre 2024

Volver a empezar

Cuando llega el mes de septiembre, existe una energía especial para hacer muchas cosas. Supongo que es una reacción a los tiempos más sosegados del verano, con sus vacaciones y sus jornadas intensivas (y siestas vespertinas), que nos prepara aunque solo sea psicológicamente para emprender nuevas actividades. Es la trampa que usan las editoriales para vendernos los coleccionables de los quioscos, supongo :D.

En mi caso, supone una vuelta por partida doble, porque como ya os comenté, he estado unos meses de excedencia. Cuatro, en concreto, de los que aún me faltan dos semanas justas para volver; me reincorporo el lunes 16. Bueno, a menos que me hagan algún tipo de jugarreta y resulte que aprovechen para echarme o algo así, pero en principio no creo que pase ;).

En su momento dije que aprovecharía estos meses para cocinar, leer y hacer deporte. Lo he logrado, salvo lo de hacer deporte, como todo el mundo que me conoce un poco ya sospechaba :D. Los primeros meses sí que me seguí subiendo a la elíptica, pero en cuanto empezó a hacer calor, la buhardilla estaba incandescente y por mi propia salud decidí dejarlo antes de que diera un golpe de calor y me fuera al otro barrio. Pero leer sí que he leído, mucho, y muy bueno: rol, novela y ensayo. Os iré contando en próximas entradas. Y cocinar, pues también mucho, además de hacer la compra (sin una piña del revés en el carrito). Me gusta cocinar, me lo paso bien la cocina. Mis hijos flipan cuando me ven cortar cebolla sin llorar ni un poquito, por ejemplo.

Como es evidente, en estos cuatro meses no he alcanzado la iluminación, no he tenido una epifanía ni vuelvo a la vida activa con un +1 en Sabiduría. Simplemente, he descansado. Estoy seguro de que el día que me reincorpore será un día de saludar gente y recibir comentarios jocosos de unos y otros, pero estoy casi seguro de que me tendrán trabajo preparado, del tipo redactar propuestas, reunirme con viejos clientes o incluso empezar algo nuevo. Ya veremos. No me da pereza levantarme pronto y coger el coche para ir a la oficina, la verdad, ni tampoco la perspectiva de volver a trabajar. Entiendo que en una o dos semanas tendré algún bajonazo, porque me quedan aún muchos años de vida laboral por delante y, sinceramente, si yo tuviera la vida resuelta, no trabajaría ni una vez. Lo de que el trabajo dignifica o da sentido a tu vida me parece una mentira bien gorda (ya os hablaré de los libros de David Graeber que me he estado leyendo). Pero bueno, más me vale asumirlo con filosofía. La vida es ir tirando.

En un par de ocasiones durante estos meses me han preguntado que cómo lo estaba llevando, y mi respuesta ha sido, por lo general: «como estar jubilado, pero sin que me duela nada». Y creo que es una buena definición. Un compañero del curro me dijo a principios de año que su padre, que sí que está jubilado, pero de verdad, se pasa el día cocinando, leyendo y escribiendo. Y eso es lo que quiero hacer yo de mayor ;).

Por delante me quedan algo menos de veinte años de curro antes de la jubilación. Y después, algo más de quince años jubilado, hasta que me muera (con suerte). No puedo pensar que esos primeros veinte son un trámite que pasar penando hasta que lleguen los últimos quince que son para descansar y saturar la Sanidad Pública, así que disfrutaré de ellos lo mejor que pueda. Veinte años dan para muchas cosas.

Este verano he estado en Almería de vacaciones con mi mujer en julio y he podido quedar un par de días en persona con Pedro Gil, al que considero un amigo, que junto a sus compañeros de los Aventureros de la Marca del Este, ha decidido dejar las redes sociales y los grupos de Telegram y pirarse de nuevo a su blog. Ayer mismo vi, con mucha alegría, que el Cronista había vuelto a escribir en Mundos Inconclusos, aunque no tiene los comentarios abiertos (tendrá sus buenas razones para ello), y confieso que me gusta ver a la gente regresar a los blogs. Yo mismo regresé a este blog después de mi periplo por el mundo editorial (como traductor y editor) y creo que es lo que más satisfacción me produce: hablar de mis desvaríos y mis frikismos, al ritmo que me apetece y estableciendo un diálogo con los que me leen en los comentarios. Tengo siempre la tentación de escribir en un servidor distinto de los de Blogger, porque cada vez me fío menos de las grandes tecnológicas, pero por el momento seguiré aquí. Ya veremos qué nos trae el futuro.

La vida sigue. Se pasa por momentos malos y por momentos buenos, y no voy a decir que haya que disfrutar de ambos, pero es mejor hacerse a la idea de que no nos quedará más remedio que sobrellevar los primeros y saber que los segundos no son eternos. Mucha suerte y mucho ánimo para todos en este regreso a la «normalidad», y seguid disfrutando de las cosas que os gustan, del modo que os gusta, tanto tiempo como sea posible. Adoro leeros y hablar con vosotros. Por muchos años más.

Saludetes,
Carlos