-->

15 septiembre 2024

Antropología y botánica

Estos últimos meses he leído un par de libros muy interesantes sobre temas que, en principio, parecen alejados de la tónica general de este blog, los juegos de rol. Obviamente, no es necesario que todo lo que lea tenga que ver con los juegos de rol ;). En ocasiones simplemente leo cosas que me resultan interesantes y, como dice una de mis hermanas, a mí casi todo me resulta interesante :D.

El libro sobre botánica se llama La vida secreta de los árboles y está escrito por Peter Wohlleben, un hombre que trabajó muchos años como guarda forestal en Alemania. En este libro, organizado en pequeños capítulos, se habla sobre muchas características de los árboles que nos pasan desapercibidas en el día a día. Algunas de las afirmaciones más interesantes que recuerdo son, por ejemplo:

  • El concepto de que árboles de la misma especie pueden intercambiar nutrientes y sustancias útiles a través de las raíces. En ocasiones, en simbiosis con hongos que ayudan a conectar unas raíces con otras. Lo cual es útil para un árbol sano porque puede que en el futuro él sea el enfermo (o sea atacado por insecto u hongos) y le venga bien la ayuda de sus congéneres.
  • El concepto de «guarderías» de árboles; cuando los árboles jóvenes van creciendo bajo las ramas de otros ejemplares adultos, su crecimiento es más lento, porque les llega menos luz. Pero esto permite que su crecimiento sea más robusto, porque se generan menos burbujas de aire en sus células y por tanto, es más difícil que lo ataquen hongos e insectos. Cuando al fin (puede que décadas o siglos después) algún árbol vecino se cae y les llega la luz, se ponen a crecer y son más fuertes que si hubieran crecido demasiado rápidamente desde el principio.
  • Se habla también de los árboles que crecen en las ciudades como «huérfanos» que no tienen contacto con otros árboles, porque están aislados de las raíces de otros árboles y encima tienen un riego continuo que hacen que crezcan muy rápido, no hundan sus raíces profundamente y terminen cayéndose en unas cuantas décadas.
  • Un ejemplo que me llamó la atención es que, cuando las jirafas se comen las hojas de las acacias, estas reaccionan expulsando etileno, haciendo que la hoja sea más amarga y avisando a las acacias que hay más cerca. De este modo, cuando las jirafas se empiezan a comer una acacia, saltan después a comerse a otra que esté más lejos, porque sus compañeros no los han avisado (el etileno se disipa pronto). O se van a comer acacias que estén situadas en contra del viento con respecto a las primeras.
  • Hay especies que están más preparadas para vivir en grupos, ayudándose los unos a los otros y creciendo altos de modo que les terminan quitando la luz a otras especies más pequeñas, como las hayas, y otras que están especialmente preparadas para vivir en sitios solitarios, sin otros árboles de su misma especie. Y que son estos árboles más solitarios los que van haciendo avanzar los bosques, colonizando lugares complicados, etc.
  • La idea de que ya no quedan auténticos bosques ancestrales en Europa, y no tantos en el mundo, porque los bosques que se crían para ser luego talados en unas pocas décadas ni si parecen a los bosques que van creciendo a lo largo de cientos de años. Y que nuestra civilización no volverá a ver este tipo de bosques a menos que dejemos a la naturaleza totalmente a su aire durante muchas generaciones. Los árboles viven en escalas de tiempo muy distintas a la de los humanos.

Es cierto que este libro no está escrito por un científico, sino por un guarda forestal, y que se puede considerar más bien como una obra divulgativa y, en ocasiones, especulativa. Pero creo que sirve muy bien para tener una visión distinta de cómo funcionan los bosques y del modo de vida de un árbol. Puede que no todo lo que cuenta sea del todo exacto, pero al menos nos sirve para cambiar nuestra perspectiva. Si nos vamos a los juegos de rol (¿y cuándo no nos vamos en este blog a los juegos de rol?), creo que es muy interesante tener esta perspectiva si piensas en razas no humanas muy longevas, en seres como los ents (los famosos pastores de árboles de Tolkien) o los aldryamis (que no dejan de ser plantas inteligentes) de Glorantha. Recordad, no todo tiene que ver con los juegos de rol, pero todo se puede adaptar para que sea útil en uno de ellos :D.

El segundo libro que he leído es El Amanecer de Todo: una nueva historia de la Humanidad, de David Graeber y David Wengrow. Este libro se publicó en 2021 y ha provocado un interesante debate entre antropólogos y arqueólogos. La premisa fundamental del libro es que la idea preconcebida de que los humanos pasaron de ser cazadores y recolectores aislados en pequeñas bandas (de gente malvada y de vidas miserables como decía Hobbes o de nobles salvajes como defendía Rousseau) y que luego descubrieron la agricultura y fundaron ciudades, dinastías, sacerdocios y burocracias complejas, es solo un mito.

Basándose en descubrimientos arqueológicos, Graber y Wengrow postulan que en realidad han existido ciudades muy extensas en las que no había ni grandes templos ni grandes palacios, sino casas sorprendentemente iguales, probablemente organizadas en consejos ciudadanos, quizá por barrios. O sociedades de cazadores y recolectores que podían acometer obras arquitectónicas enormes en las ocasiones en las que se reunían, estacionalmente, para luego volver a dispersarse en pequeñas bandas en otra época del año.

En esencia, la idea principal es que el mito de una progresión de la civilización desde las pequeñas bandas aisladas hasta los grandes estados se tiene que abandonar porque hay evidencia de que, a lo largo de los milenios, los humanos han creado muy distintos tipos de sociedades. En algunas hubo agricultura, pero se abandonó. En otras, como en Teotihuacán, hubo templos y palacios y se abandonaron, creando casas para los más pobres. Los humanos han podido elegir el modo de organizarse y lo han hecho, creando jerarquías y abandonándolas, experimentando con distintos modos de vivir. La civilización actual no es el resultado inevitable del devenir de la historia, sino una más de las formas que han tenido los seres humanos de convivir en sociedad.

Destacaría algunas ideas muy interesantes:

  • Cómo las sociedades nativas de lo que ahora es Canadá influyeron en los pensadores franceses y su idea de la libertad (y la igualdad y la fraternidad...). La crítica de estas sociedades nativas no era la de gente ignorante que vivía en un estado de «inocencia salvaje» sino la de personas que valoraban la libertad individual y eran capaces de debatir sobre su modo de vida con argumentos muy bien construidos. Probablemente porque en su propia sociedad todo se decidía en grandes y largas reuniones de personas libres.
  • La idea de la esquizogénesis social, que indica que las sociedades se definen también a lo largo del tiempo diferenciándose de las sociedades vecinas. Es decir, que si tú tienes una sociedad de forrajeadores que buscan esclavos y cuyas élites se dedican a hacer grandes regalos para demostrar su generosidad (por ejemplo, algunas sociedades nativas de la costa del Pacífico de Norteamérica), otras sociedades más cercanas a California puede no tener esclavos, dedicarse a la agricultura y tener una ética del trabajo y de no tener grandes familias ricas o otras humildes precisamente para diferenciarse de sus vecinos y reforzar su propia identidad.
  • Las sociedades primitivas tenían una serie de libertades fundamentales: la libertad del individuo para poder ir donde quisiera, la libertad de no hacer caso a las órdenes que no le gustaran y la libertad de reorganizar su sociedad si lo deseaban. Y esas libertades se pueden perder cuando se establecen sistemas estatales que restringen esa libertad como una forma de establecer su dominio.
  • Las sociedades establecen distintos tipos de dominación, basados en el control de la violencia, el acceso a la información o la creación de élites sociales que compiten entre sí. No todas las sociedades tienen los tres tipos. Hay muchos ejemplos de sociedades que tienen solo una de estas formas, solo dos, o las tres. Por ejemplo, se describe una sociedad sudamericana en la que existe una casta privilegiada que tiene control sobre la información (una burocracia o un sacerdocio que tiene el control de los rituales funerarios y el conocimiento de drogas psicotrópicas), pero que no establece un dominio en forma de policía o guerreros que puedan obligar a nadie a cumplir las leyes, o reyes o nobles que compitan entre sí por el prestigio y la gloria. Pero si todos tus chamanes se tienen que entrenar en un único sitio, ese lugar se convierte en muy importante para tu sociedad.
  • Un concepto interesante es que en las sociedades posteriores a la Edad de Hielo, la gente podía llegar a viajar a lugares muy lejanos. Me gusta especialmente lo que comentan sobre sociedades místicas de nativos norteamericanos dedicadas a un animal como el oso o el águila, que tenían el conocimiento de una serie de rituales, secretos y tabúes, y cuyos miembros podían viajar entre distintas sociedades y podían esperar ser acogidos por los miembros locales de su misma sociedad animal, aunque fueran de etnias distintas o tuvieran distintos idiomas.
  • Me gusta que en muchos casos se rebatan las tesis de autores como Jared Diamond en Armas, Gérmenes y Acero, precisamente porque este libro, que me leí en su momento y me encantó, tenía críticas por ser demasiado eurocéntrico y determinista (como si los europes estuvieran destinados a dominar el mundo). Y aunque la obra de Diamond me sigue gustando, me gusta tener una visión más global, que tenga en cuenta más culturas, y se apoye en investigaciones más novedosas. Siempre es bueno tener nuevos puntos de vista.
  • También me ha gustado el concepto de que hay períodos que se suponen «edades oscuras» entre una dinastía y otra (como las dinastías egipcias o los pueblos mayas), donde una civilización colapsa y pasan grandes años de anarquía y violencia desatada hasta que llega la siguiente dinastía. Y que esto, que es una visión habitual, podría ser justo al revés: puede haber grandes períodos de relativa igualdad social en los que se vive muy tranquilo sin nobles, reyes y sacerdotes, hasta que las cosas cambian y llega un nuevo grupo de élites.

En general, el libro es todo un viaje por miles de años de sociedades humanas de todo el mundo (no solo europeas), que me ha gustado mucho. Los mismos autores, que tardaron diez años en escribirlo, dejan claro que lo comenzaron como una investigación sobre la aparición de la desigualdad, pero que pronto tuvieron que abandonar esa idea, porque no hay un momento en el que todos pasamos de ser iguales en sociedades pequeñas y nos convertimos en agricultores divididos en nobles y plebeyos. Lo que plantean los autores es que la historia es mucho más compleja y, a la vez, mucho más interesante. Que los humanos en realidad han probado con muchísimos tipos de sociedad en los 200.000 años que lleva habiendo Homo Sapiens, y que a lo largo de los siglos probamos a organizarnos de un modo, probamos de otro, cambiamos, vamos para adelante y vamos para atrás.

Como con el libro anterior, hay también detractores de la tesis de los autores que dicen, por ejemplo, que se basan mucho en los últimos 5.000 años, pero que precisamente hay muchos miles de años anteriores de los que casi no hablan. O que los ejemplos que plantean no son universales, sino locales. Graeber y Wengrow ya admiten que su libro no es más que un primer paso y que tendrá que haber investigaciones posteriores que refuten o confirmen sus deducciones y teorías. A mí me ha gustado, y me ha abierto la mente a distintas posibilidades.

En el terreno del rol (sí, de nuevo tenemos el rol) es todavía mejor, porque podemos crear sociedades ficticias donde la organización sea diferente a la que tenemos asumida de hombres de las cavernas, bárbaros tribales y corruptos habitantes de las ciudades. La idea de sociedades complejas y avanzadas que no dependían de la agricultura, ciudades igualitarias o grupos místicos que viajan miles de kilómetros y se encuentran a gente que comparten su conocimiento secreto me parece cosas inherentemente jugables.

Está visto que en todas partes puedes encontrar inspiración para el juego de rol. O, incluso, alimento mental, que siempre viene bien ;).

Saludetes,
Carlos

13 comentarios:

  1. "El amanecer de todo" me resulta extremadamente interesante; he estado buscando por ahí sobre el libro y los autores. Lo que he encontrado solo acrecienta mis ganas de leerlo. Me parece que no tardará mucho en caer...
    He leído algún libro de Diamond y no fui consciente de los problemas que le achacan aquí, claro que siempre es complicado percatarse de esas cosas "desde dentro" por así decir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por cierto, en esta línea de lecturas, este verano estuve con "Otros mundos", de Thomas Halliday; en cada capítulo se describe un ecosistema del pasado de la tierra, empezando por la última glaciación y alejándose cada vez más en el tiempo hasta los orígenes de la vida. Y claro, cada vez se trata de un mundo más "alienígena" a nuestros ojos.
      Las aplicaciones roleras casi de hacen solas ;).

      Eliminar
    2. A ver, que no es que no me gustaran los libros de Diamond; en su momento me gustaron mucho. Pero hay una anécdota interesante: en Colapso hablaba sobre cómo habían llegado a su fin distintas civilizaciones, y recuerdo que las razones de la destrucción de los mayas no me quedaba del todo clara. Y ahora, leyendo El Amanecer de Todo me da la impresión de que la respuesta es distinta: no es que la civilización colapsara, sino que puede que, simplemente, cambiara para ser una sociedad distinta, y que lo que Diamond interpreta como años oscuros después del fin de una civilización no sean sino años tranquilos con otro tipo de sociedad.

      Me apunto el libro de Otros Mundos. Lo cierto es que la tierra, a lo largo de sus millones de años de existencia, ha sido realmente extraña. Simplemente con pensar en los tiempos en los que había mucho más porcentaje de oxígeno o todo lo contrario, nada de nada, ya me resulta fascinante.

      Eliminar
  2. Muy interesantes los dos, me los apunto.
    Mola cómo la realidad supera siempre a la ficción, y las ideas de estos dos libros te pueden dar alas para crear ficciones interesantes, e inclusos mundos que parezcan innovadores, cuando en realidad serán tan antiguos como los árboles o el ser humano.

    ¡Habrá que reescribir la relación de los aldryami con los voralanos! ;-P ¡Y los tipos de sociedades hsunchen!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La realidad siempre es más compleja que la ficción porque la ficción surge de mentes humanas que no son capaces de entender la realidad en toda su maravillosa complejidad :D

      ¡Yo pensé también en aldryamis y voralanos cuando leí lo de los árboles y los hongos! De hecho, llegué a pensar que esta capacidad incrementada de comunicación que dan los hongos a las plantas puede ser la inspiración para convertir a los hombres hongo voralanos en una raza psiónica en Glorantha :).

      Y en cuanto a los hsunchen, siempre me ha gustado mucho la idea de las naciones que existen justo al sur del Glaciar de Valind, y de hecho esta idea de que esa gente puede llegar a viajar mucho de un lugar a otro, mezclándose con otras tribus, me parece de lo más inspiradora. Igual hay cultos chamánicos similares a las sociedades animales que se mencionan en el libro. Un gran modo de juntar personajes jugadores de distintas sociedades ;).

      Eliminar
  3. Me lo apunto, que últimamente estoy intentando variar un poco de lecturas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que te gusten. El de los árboles es más divulgativo y cortito, se lee en un par de días. El otro no, es un tochazo xD. Pero también se lee de forma muy amena.

      Eliminar
    2. Me he puesto a seguir enlaces, he acabado en reseñas de 2008 y me los apunto todos.

      Eliminar
    3. Seguir enlaces en este blog es una trampa mortal...

      Eliminar
  4. Hace poco nos mudamos a una casa y ahora tenemos un limonero que cuidar. No tenemos ni pajolera de jardinería y poco a poco nos estamos metiendo en el tema. Es nuestro pequeño árbol blanco de Minas Tirith.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tengo un manzano y un limonero en casa. El manzano estaba ya cuando nos mudamos y da manzanas un año sí y otro no; me han dicho que es normal.

      El limonero lo quería tener mi mujer y al final se lo compramos. A base de regarlo con abundancia y echarle abono, ahora está más alto que nosotros xD

      Eliminar
    2. Yo tengo un manzano que salió de una manzana que se comió mi hijo y se empeñó en plantar. A base de mimos, se ha hecho un señor arbolito aunque ahora mismo estoy luchando a brazo partido con los pulgones (¿dónde están las mariquitas cuando las necesitas? ). Eso sí, no tengo claro dónde transplantarlo al suelo...

      Eliminar
    3. Yo llegué a leer artículos sobre cómo criar mariquitas desde que son larvas para ponerlas en los árboles y que se zampen a los pulgones (600 pulgones a la hora se comían las cabronas de las mariquitas). Pero al final no llegué a hacerlo porque, ejem, a ver dónde coño encuentro yo larvas de mariquitas.

      En cuanto a transplantar tu manzano, chico, ni idea. ¿Tienes jardín? El mío está en el santo suelo del porche, cerca del seto del vecino.

      Eliminar