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08 noviembre 2020

Se me ha muerto un personaje (RIP Bayhas)

Durante aproximadamente cinco meses he estado jugando una partida de rol por foro en Comunidad Umbría de Sombras Urbanas, un juego basado en el sistema Powered by the Apocalypse con una ambientación de fantasía urbana en el que puedes interpretar a magos, vampiros, hombres lobo, fantasmas (y todo el elenco de "sospechosos habituales" en este tipo de ambientaciones) pero que viven en el mundo actual, o una versión oscura del mismo. Mi personaje era Bayhas Al-Rashid, un mago, el último representante de una estirpe moribunda de hechiceros que se escondían de los Hashshashin después de haber sido expulsados de Arabia por una familia rival. Bayhas escapó del ataque en el que murió toda su familia y se había escondido en una vieja mansión en la localidad galesa de Swansea. Era la última esperanza de revivir a la moribunda familia Al-Rashid... pero ayer se me murió el personaje. Bueno, o lo maté con mis malas decisiones ;).

No me quejo. Han sido cinco meses muy divertidos, jugando a un ritmo realmente alto de un mínimo de un mensaje diario (de lunes a viernes) y alguno que otro los fines de semana. Para los que no conozcáis el rol por foro, os diré que sí, eso es un ritmo bastante alto y exigente. Ha sido también mi primera experiencia larga con un juego PBTA, al uqe anteriormente no había jugado más que un par de partidas cortas. Creo que por fin he entendido un poco como funcionan este tipo de juegos, en los que tú vas narrando lo que haces y, de vez en cuando, el narrador decide que tus acciones disparan un movimiento, y entonces los dados deciden cómo sigue la ficción. En una ocasión, el narrador me perdonó la vida porque me dijo que tirase pero después de hacer la tirada la narré de un modo que no se correspondía con el movimiento y no, la narración va primero. En fin, luego os hablo de esto en más detalle. Simplemente, quedaos con la idea de que, en los juegos PbtA, las Habilidades no se llaman Movimientos.

Mis compañeros de aventuras eran:

  • Yakub, un viejo (¡muy viejo!) Veterano, que nos metía en tantos líos como de los que nos sacaba. Un verdadero tunante que siempre tenía el plan perfecto, pero que perdía su astucia y su prudencia en cuanto su esposa Midori (convertida en vampiro desde hace años) se interponía en su camino o sus pensamientos.
  • Cleo, una joven Despertada que acababa de descubrir que los vampiros existían y que tenía un mensaje de un misterioso personaje que le invitaba a mudarse a Swansea para averiguar más sobre este extraño mundo sobrenatural. Cleo parecía la menos indicada para sobrevivir en Swansea, pero a estas alturas considero que nos sobrevivirá a todos ;), porque es ingeniosa y tiene muchos más recursos de los que parece. ¡Y es la que menos puntos de Corrupción ha acumulado durante la partida!
  • Orion, el Vampiro dueño del Killing Moon, un garito noventero (es decir, de la época en la que lo convirtieron en vampiro), que en el transcurso de la partida perdió su local, perdió a sus ghouls, convirtió a su chica en vampira, se peleó con su sire, lo perdió todo, ¡todo! Pero que yo creo que, si sobrevive un poquito, terminará siendo el Señor de la Noche de Swansea ;).

Si algo me ha gustado de esta partida ha sido el ritmo frenético que se ha impuesto, con decisiones constantes por parte de los jugadores, deudas que iban y venían entre los jugadores y los PNJ y mucha Corrupción por un tubo para todos xD. Creo que las Deudas y la Corrupción son algo realmente importante en este juego, así que os cuento algo de estas mecánicas:

  • La Corrupción son puntos que vas acumulando a medida que te dejas llevar por tu parte más oscura. Se pueden conseguir puntos por fallar en ciertos Movimientos comunes (como "Liberar tu poder"), o por Movimientos específicos de tu personaje (en el caso de los Magos, por ejemplo, se pueden ganar puntos simplemente por llegar a un acuerdo con una entidad poderosa y oscura, cosa que me sucedió varias veces en la partida...). Además, cuando acumulas cinco puntos de Corrupción, ganas un nuevo Movimiento, de entre una lista de Movimientos de Corrupción. Por ejemplo, los magos tienen acceso a uno que les permite lanzar una maldición a alguien y quitarle un chorrón de puntos de vida... a cambio de un punto de Corrupción más. Y al llegar a 25 puntos, normalmente pierdes a tu personaje, que se convierte en un PNJ. Yo pensé sinceramente que terminaría perdiéndolo de este modo, pero no, me he muerto a mitad de camino, con 11 :D.
  • Las Deudas son obligaciones que tienen los PJ entre sí o con otros PNJ. Puedes tener una Deuda con alguien, que se la cobrará cuando él quiera, o que alguien tenga una Deuda contigo, que puedes usar cuando mejor te venga a ti (siempre de forma coherente con la narración). Y cobrar o pagar una Deuda te hace ganar puntos de avance, que son los que te dan acceso a más movimientos (no corruptos) y a otras ventajas mecánicas, incluyendo la posibilidad de salvar a tu personaje al final de la campaña.

Las Deudas no son el único modo de conseguir puntos de avance, también se ganan al hacer movimientos de inicio de sesión o al tener momentos de intimidad con los personajes de las distintas facciones. Pero es uno de los medios más importantes, y pronto descubrimos jugando la partida que hay una especie de carrera entre tus avances "buenos" y tus avances de Corrupción para ver si tu personaje termina salvándose o condenándose. Me parece algo genial que funciona muy bien dentro de la narración.

Algo que me gustó también de la partida era que mi personaje era un mago y por tanto podía hacer todas las cosas que podía hacer un mago normalmente, aunque no estuvieran en mi ficha. Por ejemplo, en una ocasión el narrador me dijo que podía mostrar a un PNJ una imagen de una espada que habíamos encontrado y que podía usar la magia para ello. Así que tiré un vaso de líquido sobre la barra del bar en el que estábamos y conjuré una imagen de la espada en el reflejo. En otras ocasiones, sobre todo cuando usaba el Movimiento "Liberar tu Poder", sacaba directamente hechizos brutales como el Látigo Rojo de Kali, que hacía daño a los espíritus y demonios, que me inventé en el momento de tirar y que no volví a usar. Un poco como el Doctor Extraño, una de mis inspiraciones para el personaje de Bayhas :D.

Al final la verdad es que me fui ganando enemigos a cascoporro y fuimos sufriendo daño en nuestras diversas aventuras, que si no me equivoco han sido apenas unas semanas dentro del tiempo de juego. Y finalmente, intentando convencer a Nina Bowen, una dragona con forma humana, de que liberase a una de sus sirvientas de una especie de ligadura mágica y me esclavizara a mí en su lugar (sí, no parece tener mucho sentido, pero es que Bayhas, un hombre solitario, se había enamorado de la dragona), fallé en la tirada de mi Movimiento de "Convencer" y Nina se cabreó un poquito. Un poquito pero lo suficiente para incinerar a mi personaje xD. Ahora mis compañeros están huyendo de los restos incinerados de mi mansión encantada, y yo me lamo las heridas de mi orgullo herido y me quedo con el buen sabor de boca de la partida que he jugado.

Porque esta es, probablemente, la primera vez que me matan a un personaje que he interpretado durante una cantidad considerable de tiempo. Como casi siempre interpreto el papel de director de juego en mis partidas de rol, no estoy realmente acostumbrado a interpretar a un único personaje. Y como por lo general no juego en las campañas de otros, las veces que se me ha muerto un PJ han sucedido más bien en partidas sueltas en las que no llegas a cogerle cariño a tu avatar en la historia.

En esta ocasión, sí que le había cogido cariño a Bayhas, a pesar de que era un hombre egoísta y manipulador. Sin embargo, creo que es bastante irónico pensar que justo antes de morir estuvo a punto de hacerlo por intentar ayudar a los otros PJ, cuando por fin empezó a verlos como amigos. Y que la causa de su muerte al fin fuera contarle la verdad a la dragona en un intento de que liberase a otro PNJ. Es decir, a Bayhas, el mago egoísta, le fueron mal las cosas cuando dejó de ser egoísta y comenzó a preocuparse por los demás. Si esto quiere decir que realmente estábamos jugando en un mundo sombrío en el que ninguna buena acción permanece sin castigo, o si los dioses del rol me castigaron por no ser fiel al concepto del personaje, creo que nunca lo sabremos. Dejémoslo en que arriesgué hasta el final y di espectáculo y disfruté cada momento del viaje :).

Hubo algún comentario por parte de otro de los jugadores sobre que podría lo mismo volver como fantasma, o incluso revivir, de un modo que igual hasta habría sido acorde a la narración, porque ya nos habíamos encontrado con un fantasma maligno que estaba haciendo algo similar. Pero el narrador nos dijo que la muerte era la muerte, y que si íbamos a poder resucitar fácilmente, se perdía el sentido de la misma. Creo que tiene razón, y que es bueno que, en ocasiones, tus PJ no logren sus objetivos y mueran. En ocasiones será debido a que no has jugado correctamente, pero también puede ser que tengas mala suerte con los dados. Pero es que esto sucede también en la vida, donde las cosas malas no te ocurren por razones narrativas, sino simplemente porque sí.

Bayhas Al-Rashid se me ha muerto, y pasaré el duelo debido por ello. Pero hay otros personajes y otros mundos, y si algo nos permite el juego de rol es vivir muchas vidas y, con suerte, aprender para hacerlo mejor en la siguiente. Paz al alma egoísta de Bayhas. Ah, y cuando pierdes a un personaje en Sombras Urbanas puedes hacer un Movimiento Final, que en el caso de los Magos es lanzar una maldición sobre su asesino. Yo estaba intentando convencer a Nina Bowen de que liberase a una de sus esclavas, por lo que me pareció apropiado maldecirla de modo que todos sus esclavos fueran liberados y su magia de ligaduras dejara de funcionar hasta el día en el que conociera a una persona que confiase en ella y en la que ella también confiara, sin magia ni poderes de por medio. Así, el día que Nina Bowen aprenda a amar, volverá a recuperar unos poderes que ahora ha perdido. Creo que al final Bayhas sí llegó a aprender algo sobre el egoísmo y el amor. No está mal.

Saludetes,
Carlos