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16 marzo 2025

El Mundo de Craig y QuestWorlds

Yo me crié en los años 80, y lo hice, como todos, enganchado a la tele y viendo series de dibujos animados. A los dibujos clásicos de Disney (Mickey, Donald, Goofy...), Hanna Barbera (Los Picapiedra, Scooby Doo) o la Warner (Bugs Bunny, el Pato Lucas, etc...) le añadimos una serie de miniseries clásicas como Dragones y Mazmorras, Ulises 31, Los Pitufos, Heidi, Érase una vez la vida, Willie Fog, Los Mosqueperros, Los Droides, Los Ewoks, o mis amados Osos Gummi, y con eso tenemos gran parte de mi educación televisiva sentimental. Como todos los chavales de esa época, cuando fui adolescente añadí el manga tipo Bola de Dragón, Ranma 1/2, Los Caballeros del Zodíaco o Campeones a mi elenco de series, pero confieso que dejé de ver dibujos más o menos cuando llegó el fenómeno Pokémon, un universo que veo muy presente en la nostalgia de las personas un poco más jóvenes que yo, pero que a mí me pilló ya mayor. Cada cual marca el límite de su nostalgia en un cierto punto, y creo que en mi caso habría que ponerlo allí.

Pasé mi juventud viendo ya otro tipo de series y haciendo lo que hacen los jóvenes: salir, beber, el rollo de siempre. Y, poco después, me saqué una carrera, encontré pareja y casa (en los lejanos años dos mil era posible adquirir una vivienda sin hipotecarte para siempre), y comencé, allá por el 2006, a tener hijos (¡también abrí este blog! ¡Con treinta años puedes con todo!).

Y cuando tienes hijos, vuelves de repente a ver muchas series de dibujos animados. Es posible que engañes a alguno de ellos para ver tus viejas series, si es que están disponibles en algún sitio. En Disney+ se pueden seguir viendo Los Osos Gummi, que es algo que todavía logro hacer de cuando en cuando con mi hijo menor. Los mayores, como es lógico y normal, se niegan xD.

Pero claro, lo que más ves con los chicos pequeños son series nuevas, pensadas para una nueva generación. Mis tres hijos nacieron entre 2006 y 2011, así que me comí muchísimos dibujos entre 2006 y, más o menos 2020, cuando la mayor ya tuvo 15 años. Ojo, sigo viendo dibujos, pero la época de mayor ingesta de dibujos animados fue esa, así que en esta casa vimos Pocoyó, El pequeño reino de Ben y Holly, El asombroso mundo de Gumball, Phineas y Ferb y alguno que seguro que me olvidó en estos momentos. Ahora que son más mayores hemos visto juntos series que de pequeño no llegamos a ver porque no me parecían del todo apropiadas para chicos pequeños, como Hora de Aventuras o Gravity Falls, que pueden tener algunas escenas un poco inquietantes. A ver, no son Rick y Morty, pero bueno, ahí tiré un poco de censura paterna y opté por verlas cuando fueran un poco más mayores.

Pasada la pandemia, y con mis críos ya más mayores, la ingesta de dibujos en esta casa ha ido a menos, lógicamente, pero seguimos viendo de cuando en cuando series. Hemos abandonado las más infantiles, y por ejemplo, el fenómeno Bluey no nos ha pillado, aunque mis sobrinas más pequeñas, están enganchadísimas xD. Pero sí hemos visto juntos She-ra y las Princesas del Poder, El Príncipe Dragón, Futurama, Desencanto, Más allá del Jardín o la serie de la que, tras esta larguísima introducción, quiero hablaros: El Mundo de Craig.

El Mundo de Craig

Esta serie, emitida en Cartoon Network entre 2018 y 2025. Consta de seis temporadas y tiene un película que funciona como precuela. Los episodios son muy cortitos, de unos 10 minutos, pero tenemos como unos 180 capítulos, así que tenemos Craig para rato.

En inglés el título es Craig of the Creek, y está centrado en las aventuras que tienen tres niños de entre 9 y 11 años en un bosquecillo atravesado por un arroyo que se encuentra cerca de su barrio. Es el bosque al que van a jugar la mayoría de los niños del barrio y lo fascinante, para mí, es que muchos de esos grupos de niños se han organizado en algo parecido a tribus urbanas (en este caso, tribus silvestres), pero que a mí me parecen más bien, en muchos casos, jugadores de rol en vivo :D.

Tenemos a las Chicas Caballo, cuatro niñas a las que les gusta hacerse pasar por caballos (alguna no se lo toma tan en serio como las otras), los Chicos Ninja, que suelen jugar junto a una cascada llena de cerezos y se pasan el tiempo leyendo manga o los chicos del Salón del Té, que simulan ser nobles de la alta sociedad y que montan fiestas pijas. Otros grupos se centran en actividades específicas, como los soldados que juegan a Paintball (con dos equipos, liderados cada uno por un hermano), los Bicicolegas, que están siempre con sus bicis haciendo cabriolas, los Científicos, que se tiran el día haciendo experimentos, o los Boy Scouts. También hay niños que van un poco más a su rollo, como Kit, la niña que realiza intercambios (normalmente de chuches) en el Árbol de los Trueques; el Señor del Vertedero, un niño un poco extraño que gobierna con mano de hierro un vertedero lleno de basura y ocasionales tesoros; o Faunaflora, una niña que defiende la naturaleza, va montada en un perro enorme y me recuerda muchísimo a la Princesa Mononoke xD.

Craig, Kelsey y JP son los protagonistas de la serie. Craig, que da título a la serie, es un niño de diez años al que le encanta dibujar mapas, y que está decidido a crear el mapa más completo del bosque. Esta es una buena premisa para la serie, porque permite que muchos de los episodios vayan de vagar por el bosque y encontrarse a otros grupos de niños con los protagonistas van interactuando. También hay episodios en los que los chicos simplemente juegan por el bosque e interactúan con otros niños ya conocidos de episodios anteriores, o incluso episodios que no transcurren en el bosque, como uno en el que Craig va con su familia a visitar a sus abuelos.

Kelsey es una niña de nueve años que forma parte del grupo de Craig. Va siempre con una capa y una espada hecha con un tubo de PVC, y lleva en su cabeza a su periquito, Mortimer. Kelsey es una apasionada de los libros de fantasía heroica y actúa como si fuera una paladín de una novela de fantasía. Siempre está escribiendo o leyendo novelas, y teniendo monólogos interiores en los que habla de sí misma en tercera persona. Es valiente, arrojada y con ciertas tendencias a resolverlo todo a espadazos.

El tercer miembro del grupo es JP, un chaval de 11 años no demasiado brillante, con tendencia a ensuciarse y a terminar en gayumbos muchas de las aventuras. Como ya digo, no es el chico más espabilado del grupo, pero lo cierto es que muy amable y conciliador.

Como ya digo, lo que más me gusta de esta serie es que muchos de los niños parecen ser jugadores de rol, lo que me hace sentirme muy cercano a ellos xD. Cada cual se ha unido a un grupo de gente afín y se dedican a sus juegos, aunque eso no impide que interactúen con el resto de grupos del bosque. En la mayoría de los episodios queda claro que todos los niños saben que no son ninjas de verdad o caballos, pero que juegan a serlo. Y el resto de niños les siguen el juego. Existen algunos episodios en los que podemos llegar a adentrarnos un poco en el realismo mágico, como uno en el que un niño crea una especie de robot gigante hecho de cartón con el que ataca la Ciudad de Cartón de la que fue expulsado, pero en general no hay elementos sobrenaturales en estos episodios: son solo niños imaginando y haciendo cosas de niños.

Dos de los grupos más divertidos para mí en esta serie son los de los Ancianos del Bosque y las Brujas. Los Ancianos del Bosque son tres chavales adolescentes de unos 16 o 17 años, que pasan el día en una pequeña cueva jugando a juegos de rol, cartas y otras frikadas. Como les sacan un par de años a la mayoría del resto de chicos, en ocasiones el resto de críos van a pedirles consejo. Me hacen muchísima gracia porque estos sí que son jugadores de rol hechos y derechos, que no suelen interactuar con los más pequeños pero se ven envueltos en ocasiones en sus problemas. Las Brujas son otras dos chicas adolescentes de estilo gótico, que Craig y sus amigos confunden con brujas de verdad. Y a las chicas les hace tanta gracia, que les siguen el rollo y se hacen pasar por sabias hechiceras con poderes. Me gusta especialmente de estos dos grupos que son claramente gente que no van al bosque a jugar a juegos de niños, sino que tienen sus movidas de adolescentes (sus trabajos, sus problemas con los estudios, etc.) pero siguen pudiendo interactuar con los niños más pequeños, pero a un nivel distinto.

No he visto completa la serie todavía. Voy más o menos por la mitad, y a estas alturas se han visto ya ciertos conflictos en los que entiendo que se ahondará en el futuro, como por ejemplo, la existencia de otros grupos de niños que viven al otro lado del bosque y que parecen tener un Rey del Bosque que los ha organizado de un modo mucho más estricto que la anarquía que se ve en los grupos del lado del bosque en el que juega Craig. No sé si este conflicto se terminará explorando en el futuro, pero por el momento casi todos los episodios que he visto se pueden ver sin problema de forma individual, porque no forman una trama que haya que ir siguiendo. Por lo que me ha dicho uno de mis hijos, que ha visto más episodios que yo, sí que en la última temporada puede haber algo más de historias que se siguen las unas a las otras en varios episodios.

Questworlds y el Mundo de Craig

Recientemente me terminé de leer QuestWorlds, un juego narrativo publicado por Chaosium (por el momento, solo en PDF), que es el heredero directo HeroWars/HeroQuest. Aunque haré una reseña más detallada de este juego en el futuro, he de decir que me ha gustado esta última iteración del sistema. Es un juego donde los personajes se definen con palabras clave y habilidades que pueden ser tan generales como «Intrépido arqueólogo» o tan específicas como «Látigo», y en el que los PNJ ya ni siquiera tienen estadísticas: todo se resuelve enfrentando una de las habilidades del personaje (cuanto más específica y apropiada para un problema concreto, mejor) y enfrentándola a una resistencia que determina el director de juego en base a lo que piensa que sería lógico dentro del género de la historia que se está contando. Hay unas cuantas reglas más, como por ejemplo, las Secuencias, pero lo cierto es que el juego es sencillísimo. El libro ocupa casi 300 páginas, pero es que la mayoría son ejemplos de juego.

Ya en su momento HeroQuest pudo conmigo, porque lo veía demasiado abstracto, sin chicha mecánica a la que hincarle el diente. Lo curioso es que esta última versión del juego es todavía más abstracto y con todavía menos chicha mecánica (¡los PNJ no tienen ni estadísticas!), pero ahora me veo mucho más preparado para dirigir una partida con este tipo de juegos, después de haber jugado y dirigido juegos tipo PBTA, que son verdaderamente narrativos.

Si me decidiera a dirigir una partida ambientada en un mundo similar al bosque de Craig, probablemente no podría evitar meter algo más de realismo mágico en la partida. De algún modo, el bosque de Craig me recuerda un poco al Bosque Mitago, de Robert Holdstock, en el que a medida que te adentras más y más en el bosque, éste es cada vez más mítico, como si entráramos en el subconsciente colectivo de la Humanidad. Por el momento es solo una idea que tengo en la cabeza y que no he aterrizado del todo, pero me está rondando desde que leí el juego, ya que serviría para explicar por qué en ocasiones suceden cosas en el bosque de Craig que no son realmente posibles, ni aunque se las estén imaginando los chicos.

En fin, qué os puedo decir, al final parece que no puedo dejar de pensar en dibujos animados, juegos de rol, lectura de fantasía, y me encanta explorar esos mundos de la imaginación. Supongo que, como a Craig, me resulta divertido explorar qué puede haber detrás del siguiente árbol.

Saludetes,
Carlos

P.D.: La verdad, me gustaría poner una imagen de la serie para ilustrar esta entrada de blog, pero como desde Google se lanzan de cuando en cuando búsquedas para que no inflijamos el copyright, ni siquiera en blogs totalmente gratuitos como este, prefiero limitar al máximo la posibilidad de que me chapen una entrada (o el blog entero) solo por tener una imagen de la que no dispongo de los derechos. Pero vamos, no es difícil que la encontréis, con una simple búsqueda.

06 julio 2024

Las sit-coms preferidas de la familia

En mi familia solemos ver uno o dos capítulos de alguna comedia de situación (o sit-com) cuando nos sentamos a la mesa. Es algo que llevamos haciendo ya unos cuantos años, una vez mis hijos se han ido haciendo mayores. Empezamos en su día viendo Fuller House en Netflix. Esta serie era un spin-off de Full House, más conocida en España como Padres Forzosos, y en ella las protagonistas eran las hijas de Danny Tanner, el dueño de la casa en la comedia original. La serie terminó durando cinco temporadas y los protas de la primera terminaron apareciendo en unos cuantos episodios, y era en general una serie familiar de un humor muy blanco que pudimos ver en familia sin problema.

Una vez nos terminamos esta serie empezamos con otras: Modern Family, The Big Bang Theory o Friends. Hemos ido intercalando estas series con otras que no son comedias de situación, como The Good Place, Good Omens o Hazbin Hotel. Ahora mismo estamos viendo New Girl y, aunque vamos solo por la temporada tres, ya nos hacemos una idea buena de la serie como para valorarla.

Y, aprovechando que estamos de vacaciones y tenemos tiempo para perder en tonterías, hemos decidido valorar las series de peor a mejor, haciendo que cada uno de los miembros de la familia le ponga una puntuación a cada serie, y luego haciendo la suma para descubrir nuestra sit-com preferida. Hemos puesto valores de 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 10 y 12, para darle unos pocos puntos más a las dos series que más nos hayan gustado a cada uno. También hemos escogido nuestros personajes preferidos de cada una. En este caso simplemente hemos puesto cada uno dos nombres y aquellos que han tenido más votos han sido los que han ganado. En la mayoría de los casos, nuestros votos se han concentrado en un personaje o, como mucho, en dos.

Sin más preámbulos, pasamos a dar los nombres de las series, junto a la puntuación que han obtenido cada una de ellas:

Puesto 10: Fuller House (2016-2020). 5 puntos.

Una madre de familia tiene que volver a la casa en la que creció después de quedarse viuda. Aunque inicialmente va a vivir con su padre, este se tiene que marchar y en lugar de eso se van a vivir con ella su hermana y su mejor amiga de la infancia. Como curiosidad, esta serie es una secuela (o spin-off) de una serie anterior, Padres Forzosos, y las protagonistas principales eran las hijas de los protagonistas de la serie anterior.

Creo que la baja posición de esta serie se debe a que hace mucho tiempo que la vimos y casi ni nos acordamos de los personajes. Hemos hecho un esfuerzo para recordarlos, viéndonos un par de vídeos de «los mejores momentos» de cada una de las series, pero en este caso creo que ha pasado demasiado tiempo. Nos ha gustado recordar el nombre del marido de Kimmy Gibbler: Fernando Hernández-Guerrero-Fernández-Guerrero. Que seguro que se puede considerar un poco racista, pero a ver, a mí me parece gracioso. Y el personaje era simpático: el típico y tópico latin lover no demasiado brillante, pero que se va redimiendo a lo largo de la serie. En general es una serie muy, muy familiar y, en ocasiones, algo ñoña, algo que puede haber influido también en que lae hayamos puesto menos puntos que a ninguna (se ha llevado los 1s de cada uno de nosotros). Pero no se puede negar que el humor es bastante blanco y al final es un buen modo de empezar a ver este tipo de series con niños pequeños.

El personaje preferido de esta serie ha sido Jimmy Gibbler, el hermano de Kimmy Gibbler, que se termina casando con una de las hermanas Tanner. Supongo que nos parecía a todos gracioso. Y sigue siendo una costumbre en casa, cuando algo nos preocupa, gritar «¡ansiedaaad!» como hacía Jimmy xD.

Puesto 9: The IT Crowd (2006-2013). 16 puntos.

Esta serie cuenta las aventuras y desventuras del departamento informático de una gran empresa británica. El departamento está formado por Roy y Moss, dos informáticos ineptos totales para las relaciones sociales y su nueva jefa, Jen, que no sabe absolutamente nada de informática.

La única serie no norteamericana de la lista. Y una verdadera maravilla. No tiene cientos de capítulos, como el resto (cada temporada solo tenía 6 capítulos), pero los que tiene son muy, muy buenos. Como informático que soy, la frase «¿Ha probado a apagarlo y a encenderlo? ¿Ha mirado si está enchufado?» forma parte del acervo cultural de la profesión, y se pronuncia muchas veces en el trabajo. El capítulo en el que van a ver un musical («Gay, the Musical») nos parece absolutamente magistral, probablemente es el que más nos gusta a los cinco. A destacar también a los secundarios como los dueños de la empresa (Reynholm padre e hijo) y Richmond, el gótico que vive en la sala de servidores.

El personaje preferido de esta serie ha sido Moss, uno de los dos protagonistas masculinos. Impagable el momento en el que se recupera de un golpe en la cabeza y suena el sonido de reinicio de Windows xD.

Puesto 8: New Girl (2011-2018). 21 puntos.

Tres hombres le alquilan una habitación a una chica nueva que se cuela en sus vidas. La chica, Jess, es profesora y, para mí, super graciosa.

La serie que estamos viendo en estos momentos se queda en una posición bajita probablemente porque es bastante divertida, pero también todos admitimos que los personajes son bastante tontos. En todas las sit-coms los personajes van progresivamente entonteciendo o, al menos, sus rasgos más extravagantes se van exagerando con el paso de las temporadas. Pero aquí es que comienzan siendo ya bastante exagerados. Mi mujer dijo, en ese sentido, que aunque nos gusta, no deja de ser una serie más de un grupo de amigos que viven juntos. Bien hecho, pero no muy original en cuanto a su temática.

Nuestro personaje preferido de esta serie es la protagonista, Jess. Realmente es un personaje muy gracioso y bien interpretado. Teníamos otros personajes favoritos, pero ninguno que lograra conseguir suficientes votos como destacar. Me resultó curioso que mi hija dijera que Schmidt le gustaba en la primera temporada, pero que se portó tan mal después con varias de las chicas, que le quitó de sus favoritos.

Puesto 7: Friends (1994-2004). 28 puntos.

Seis amigos viven sus vidas en Nueva York. Es un resúmen corto, pero es que la serie es eso. Y, en realidad, es parte de su grandeza.

Probablemente la sit-com más exitosa de todos los tiempos, lo cierto es que cuando ves Friends te sorprendes de lo bien que ha envejecido en general. Mi hija dice que el hecho de que la estemos dejando en el puesto 7 va a hacer que se nos echen encima los comentarios negativos de los fans xD. Tiene algunas cosas curiosas, como el hecho de que sus protagonistas apenas usan móviles, al menos en las primeras temporadas. Mi mujer dice que es una serie muy generacional, en el sentido de que es muy representativa de lo que era la vida a finales de los 90 y principios de los 2000. Confieso que, a pesar de haberla visto entera hace mucho tiempo, ni me acordaba de que Phoebe se terminaba casando con un personaje interpretado por Paul Rudd. xD.

Todos destacamos de esta serie que estaba muy bien equilibrada en cuanto a carisma de los personajes, porque aunque al final hemos elegido a Chandler como nuestro personaje preferido, todos tenían su atractivo. También hemos destacado que el nivel de la serie no baja en las diez temporadas que la forman, aguantando muy bien hasta el final. Mi hija se queja de que la relación entre Ross y Rachel no le gustaba, y que ella veía mucho más lógica la relación entre Rachel y Joey, que a ella le pegaban más :D.

Puesto 6: Modern Family (2009-2020). 30 puntos.

La vida de tres familias formadas por el patriarca, Jay Pritchett (casado en segundas nupcias con Gloria, una mujer colombiana), su hija Claire (casada con el vendedor de casas Phil Dunphy) y su hijo Mitchell (casado con su marido, Cam). Cada una de las tres parejas vive en su propia casa, con sus respectivos hijos pequeños. Esta comedia, como The Office, se organiza también como si fuera un documental sobre sus vidas, con entrevistas a los distintos personajes entrelazadas con la trama general del capítulo. Aunque es cierto que en ningún momento se ve a los que les están haciendo entrevistas, cosa que sí termina sucediendo en las últimas temporadas de The Office.

Siempre les comento a los chicos que Modern Family puede haber hecho bastante por normalizar las familias gays, por la visión de la pareja formada por Mitch y Cam y su hija adoptiva Lily. Que igual no, pero bueno, a mí me parece que está bien presentar este tipo de familias como normales. Es un poco de lo que va la serie, de mostrar que hay muchos tipos de familia ;).

En esta comedia también destacamos que hay muchos protagonistas, como en Friends, aunque en este caso hay muchos más personajes principales, que se reparten muy bien el protagonismo. El hecho de que sean tres familias distintas permite que cada cual tenga sus capítulos, pero al estar muy relacionadas entre sí por lazos familiares, después también interactúen todos con todos. Muy inteligente en ese sentido. Y como dice Jay, el patriarca, «hacemos muchísimas cosas juntos a lo largo del año, no pasa nada porque no nos veamos en Navidad», que es algo que yo siempre digo de mi propia familia, incluyendo la política :D.

Nuestro personaje preferido ha terminado siendo Phil Dunphy. Es un personaje muy divertido. Yo personalmente disfrutaba mucho por sus intentos de ganarse el amor y el respeto de Jay, que no estaba muy por la labor. Obviamente, eso va mejorando con el paso de los años y las temporadas ;).

Puesto 5: Futurama (1999-actualidad). 31 puntos.

Un joven del siglo XX, Philip J. Fry, se cae a una máquina de hibernación en las navidades de 1999 y despierta mil años después, en la Tierra del futuro. A partir de allí entrará a trabajar en la empresa de reparto de su tatara-tatara-sobrino, el Profesor Farnsworth.

Hemos estado tentados de no poner Futurama en este listado por ser una serie de animación, pero al final creemos que cumple bastante con los tropos del género de las sit-com; aunque es verdad que hay algunas «aventuras largas», sobre todo por las películas, en general se mantienen bastante el carácter episódico de cada capítulo, que se pueden ver de forma independiente los unos de los otros. Es una de las más longevas, ya que empezó cinco años después de Friends y a día de hoy se sigue emitiendo, aunque es verdad que se ha cancelado un montón de veces y ha tenido incluso cuatro películas directas a televisión que a día de hoy se han troceado para presentarlas como temporadas propias. Con sus más y sus menos, es una de mis series preferidas de todos los tiempos. Y tiene algunos capítulos que son verdaderas obras de arte de la ciencia-ficción (me encanta el de las avispas gigantes, en el que se muere Fry por culpa de un picotazo).

Para mi hijo pequeño, David, también es una de sus series preferidas, porque le ha dado la máxima puntuación. Sus razones son que se ríe mucho con ella y, creo yo, que es una serie de ciencia-ficción, que es algo que le gusta mucho; se ha visto él solo por su cuenta The Martian o Interstellar, y no tiene más que 13 años :D.

Los personajes preferidos de esta serie han sido Bender, el «adorable» robot protagonista, y Leela. En este último caso creo que por ser una mujer fuerte que, en la mayoría de los casos, actúa como la más razonable del grupo.

Puesto 4: Cómo conocí a vuestra madre (2005-2014). 37 puntos.

En el primer episodio, Ted Mosby se sienta con sus dos hijos para contarles la historia de cómo conoció a su madre. Pero una vez termina el primer episodio, nos damos cuenta de que la historia completa va a durar mucho, mucho tiempo. En concreto, nueve temporadas. Aunque en la serie doblada al español la voz de Ted es la misma en el pasado que en el presente, en la serie original al Ted que está contando la historia le pone la voz Bog Saget, que era el protagonista de Padres Forzosos y sale también en Fuller House interpretando de nuevo a Danny Tanner.

Durante muchos, muchos capítulos, estuvimos esperando a ver cómo terminaba conociendo Ted a la madre de los chicos. Y, por suerte, al final lo hizo. Creo, además, que el final es apropiado, sobre todo después de haberlo visto una segunda vez, ya que, al fin y al cabo, la búsqueda de Ted de la mujer de su vida finaliza con éxito. Creo que los mejores episodios de esta serie son aquellos en los que se juega con la idea de que Ted no recuerda correctamente todos los detalles de lo que le esté contando a los críos, o cuando la narración no es exactamente lineal, sino que se modifica o se corrige a mitad de capítulo; es un buen modo de contar una historia que se supone son los recuerdos de una persona.

El personaje favorito de la serie es Barney, un personaje tan exageradamente ligón y lleno de traumas infantiles que no puede sino ser un recuerdo exagerado de Ted. En serio, la serie funciona mucho mejor si pensamos que Ted, por la razón que sea, está exagerando increíblemente al contar a sus hijos el modo que tenía Barney de tratar a las mujeres...

Puesto 3: Brooklyn Nine-Nine (2013-2021). 37 puntos.

Esta serie está centrada en los inspectores de policía de la comisaría 99 de Nueva York. Es curioso que se haya logrado hacer una comedia de situación ambientada en una comisaría de policía en la que al final sí que se resuelven crímenes, hay asesinatos, etc. Pero lo logra, y muy bien. En realidad, se podría decir que es una mezcla de sit-com y serie procedimental policíaca. Mi hija, Nadia, ha puesto a Brooklyn Nine-Nine como su serie preferida, y destaca justo ese hecho, que no es solo una comedia divertida, sino que también se resuelven casos; es muy aficionada a las series de misterios, como Sherlock o Solo asesinatos en el edificio ;).

Recuerdo que al principio el personaje principal, Jake Peralta, me resultaba demasiado histriónico, pero es verdad que con el paso de los episodios se le termina cogiendo cariño. Como en todas las series, los personajes van siendo cada vez más exagerados y lo que son pequeñas manías en los primeros episodios terminan siendo casi trastornos de la personalidad en los últimos. Pero bueno, recordemos siempre que estamos hablando de comedias.

Los personajes preferidos de esta serie han sido Jake Peralta, el detective que es un poco el protagonista principal, y el sargento Jeffords, que es al mismo tiempo una mole de músculos impresionante y un amor de persona (tanto en la serie como en la vida real).

Destaquemos que Cómo conocí a vuestra madre y Brooklyn Nine-Nine han empatado a puntos. Ponemos a Brooklyn Nine-Nine por delante por haber conseguido una máxima puntuación por parte de uno de los miembros de la familia, cosa que no logró Cómo conocí a vuestra madre.

Puesto 2: The Big Bang Theory (2007-2019). 42 puntos.

Esta serie está protagonizada por un grupo de científicos que trabajan en una universidad de California, y por su vecina, una chica aspirante a actriz, que se muda al piso de enfrente de dos de ellos. A lo largo de la serie se irán incorporando nuevos personajes, tanto parejas de los protagonistas masculinos como otros secundarios que se van incorporando al elenco principal (como mi adorado Stuart, dueño de una tienda de cómics).

Sé que hay mucha gente que opina que esta serie ofrece una visión muy sesgada y poco realista de lo que son los frikis, pero en fin, es una comedia y tiene sentido que las situaciones sean un poco exageradas. A mí me gustaban especialmente los episodios en los que salían jugando al rol, por supuesto. También me gustaban muchos los episodios en los que salía Will Wheaton, interpretándose a sí mismo o, al menos, a una versión bastante malvada de sí mismo xD.

De esta serie destacaría que se ha llevado la máxima puntuación tanto mía como de mi mujer. Marisa opina que es muy redonda y que mantiene muy bien el nivel a lo largo de todas las temporadas. A mí me encanta su lado friki y que haya tantas referencias a cosas del mundo del rol, los superhéroes, los cómics o la ciencia. Ah, y creo que lo mejor es un comentario que nos hizo mi hijo mediano, Víctor: esta es la serie que le animó a querer ser ingeniero en el futuro. Creo que pocas cosas mejores se pueden decir de una serie.

Nuestro personaje preferido ha sido Sheldon, aunque mi mujer destaca que en realidad todos son bastante carismáticos y, nuevamente, están bastante equilibrados en cuanto a protagonismo.

Puesto 1: The Office (2005-2013). 43 puntos.

Esta serie trata sobre el trabajo en una oficina, sucursal de la empresa Dunder Miffling, dedicada a vender papel. Aunque todos los personajes son peculiares, podría llegar a ser una empresa normal si no fuera por su jefe, el incompetente Michael Scott. A destacar que el formato de la serie simula que los trabajadores están inmersos en un documental sobre sus vidas, y la narración se interrumpe con frecuencia para mostrar pequeñas entrevistas personales. Los cámaras y el resto del equipo técnico llegan a salir en algunos episodios de las temporadas finales.

La serie que vimos nosotros fue la norteamericana, protagonizada por Steve Carell (es una adaptación de una sit-com británica). Con esta nos pasó algo curioso: mi mujer y yo vimos uno o dos episodios y no nos gustó demasiado... pero después, animados por una de mis hermanas y su pareja, le dimos otra oportunidad, después de que nos dijeran que solo había que aguantar la vergüenza ajena de los primeros episodios. Sobre todo la que provocaba Michael. Y, efectivamente, una vez nos acostumbramos, disfrutamos muchísimo de esta serie.

Esta ha sido la serie que ha obtenido la máxima puntuación por parte de Víctor. Realmente es una serie con la que te llegas a reír a carcajadas, y es muy coral, con muchísimos personajes muy carismáticos. Es cierto que la primera temporada tarda en arrancar y que las últimas, sin Michael, pierden un poco, pero en general creemos que mantiene un altísimo nivel y que es muy divertida. Es verdad que al final solo ha ganado por un punto a The Big Bang Theory, señal de que estaban muy igualadas, pero creemos que sigue siendo un primer puesto muy merecido.

Los personajes preferidos de esta serie han sido Jim y Dwight. La eterna rivalidad entre ambos, con las bromas pesadas de Jim y las reacciones siempre alocadas de Dwight, nos han ganado. Mi hija destaca lo mucho que le gustó la relación entre Jim y Pam, lo que me lleva a pensar que es una romántica. Aunque no haya ganado los suficientes votos como para ser nuestro personaje preferido, hay que admitir que Carell hace un trabajazo para convertir a Michael Scott en un personaje al mismo tiempo patético y entrañable. Sin dejar nunca de lado la vergüenza ajena.

Y eso ha sido todo. Nos lo hemos pasado muy bien haciendo la lista, la verdad. Y recordando de nuevo las series con las que nos hemos divertido todos estos años. ¿Hay alguna que recordéis con especial cariño? ¿O alguna que nos recomendéis? No hace falta que sea estrictamente una sit-com ;).

Saludetes,
Carlos

08 marzo 2024

Akira Toriyama y Bola de Dragón

Se ha muerto Akira Toriyama, el creador de Bola de Dragón. No cometeré el error de poner una imagen de él como hice cuando se murió Ray Harryhausen, porque lo mismo dentro de diez años me llega un aviso de que cierre el blog por temas de copyright. El autor ha muerto muy joven, a los 68 años de edad, y deja tras de sí una extensa obra que incluye uno de los mangas shonen más famosos e influyentes de todos los tiempos.

Yo recuerdo haber visto de pequeño Bola de Dragón en la televisión. Una amigo mío con familia en Barcelona me contaba que en Cataluña llevaban tiempo emitiéndolo en catalán y que allí se llamaba Bola de Drac, y que a él le flipaba. Este no era el primer manga que yo veía, pero hay que admitir que me enganchó desde el primer momento. Debían ser finales de los 80 o principios de los 90, y las aventuras de Goku y Bulma en busca de las Bolas de Dragón que concedían deseos me tuvieron pegado a la pantalla muchas tardes. Creo que mi parte preferida de la serie siempre fue la inicial, en la que cada episodio contaba una aventura y Goku y sus amigos se encontraban con todo tipo de seres extraños. En esos primeros episodios había combates pero también mucho sentido del humor. Cuando la serie fue avanzando comenzaron a aparecer los torneos, que al principio me fliparon mucho y luego me aburrieron bastante. Es decir, estaban bien, y eran espectaculares, que es lo que realmente llama la atención de este tipo de manga. Pero yo prefería las aventuras de Goku entre torneo y torneo.

Algo que me llamó mucho la atención fue que Goku se hizo mayor, se casó y tuvo hijos. La verdad es que es algo a lo que no estaba acostumbrado para nada, porque normalmente los protagonistas de series de dibujos animados no hacen nada tan revolucionario como crecer y hacerse adultos ;). En algún momento tuve que darme cuenta de que la saga había cambiado y que ahora estaba viendo Bola de Dragón Z, que son las aventuras de Goku adulto, pero en su momento creo que pasé de ver un episodio con Goku siendo un retaco bastante redondete a convertirse en un adulto joven.

De la saga de Bola de Dragón Z también disfruté bastante. Recuerdo que aquí los enemigos se iban haciendo cada vez más fuertes y poderosos: recuerdo la aparición de Vegeta y los superguerreros, la lucha contra Freezer en el planeta Namek (que probablemente fue la batalla que más me gustó), la lucha contra los Androides, contra Célula, un par de torneos más... en fin, que la cosa siguió y siguió, aunque yo recuerdo que me bajé del carro más o menos cuando llegó el enfrentamiento contra Bu. Ahí creo que ya me había aburrido ver meter a Goku ostias cada vez más grandes. No tengo muy claro qué hubo posteriormente, salvo que me parece que en un momento dado a Goku le convierten en niño de nuevo, hay más torneos, hay una lucha contra campeones de otros universos, etc.

No he llegado a revisitar la serie después de tantos años, y sospecho que me gustaría sobre todo en la parte de Goku niño. O quizá hasta la parte de Freezer. También es posible que la viera solo por nostalgia, pero ¿quién sabe? La recuerdo como una serie divertida y con humor. Aunque es probable que a día de hoy me saltara un par de capítulos de los de darse de tortas xD. A lo mejor me gustaría más Bola de Dragón GT, que es cuando a Goku le hacen crío de nuevo y viaja otra vez de aventura en aventura.

En cualquier caso, por mucho que yo diga que me terminó aburriendo y tal, es evidente que Bola de Dragón fue un fenómeno no solo en Japón, sino a nivel mundial, incluyendo España. Y tiene sus razones para serlo, porque la animación era muy buena, la historia era divertida, los personajes tenían carisma y nos tuvieron a toda una generación enganchados a la serie. Siento mucho la muerte de Akira Toriyama siendo aún tan joven, y le tengo que agradecer que creara una serie tan divertida.

Saludetes,
Carlos

P.D.: ¿Vosotros también fuisteis (o sois) aficionados a Bola de Dragón? ¿O hubo algún otro manga que os gustara más? Hay que admitir que Oliver y Benji, Ranma 1/2 o Reena y Gaudy también fueron protagonistas de mis tardes de adolescencia y juventud temprana. Y es que las series japonesas tuvieron un auténtico boom en España en aquellos tiempos.

19 febrero 2022

El Libro de Boba Fett (SW visto con mis hijos)

El viernes terminé de ver con mis hijos el último capítulo de El Libro de Boba Fett, la última serie de acción real de Star Wars emitida en Disney+. Lo primero que he de decir es que a mí la serie me ha gustado. Según me cuenta mi hijo mediano, Víctor, la serie está recibiendo críticas negativas por parte de los aficionados en redes, pero sinceramente, en este caso me voy a permitir el lujo de pasar bastante del fandom ;).

Víctor es el más fan de Star Wars de la familia. Dentro de poco cumplirá los catorce años (aunque a mí me parece que fue ayer cuando nació) y desde pequeño siempre le ha gustado todo lo que implique construir cosas. Tiene una mente ingenieril. Le encantan los Legos y, dentro de los Legos, los de Star Wars. Tiene la habitación llena de naves y en ocasiones se puede pasar la tarde entera haciendo vídeos en stop motion con sus stormtroopers, como si fuera un aprendiz de Ray Harryhausen :D.

Hace unos años, cuando consideré que ya podían disfrutar de ellas, les puse las pelis de Star Wars. De hecho, en su momento seguí la recomendación de los fans más locos de la franquicia y los vimos en el orden Episodio III (Una Nueva Esperanza), Episodio IV (El Imperio Contraataca), Episodio I (La Amenaza Fantasma), Episodio II (El Ataque de los Clones), Episodio III (La Venganza de los Sith) y finalmente, el Episodio V (El Retorno del Jedi). Los locos más locos aconsejan saltarse directamente el Episodio I como si no hubiera existido siquiera, pero oh sorpresa, a mis hijos les gustó. No es de extrañar: recordad que estas películas están dirigidas sobre todo a niños y adolescentes. Están pensadas para entretener.

Con el paso de los años, hemos ido al estreno de las pelis de la nueva trilogía (los personajes me gustan, pero los guiones, psé), hemos visto algunas series tipo Clone Wars (ellos entera, yo a cachos) y también nos hemos visto las pelis anexas. Confieso que lo que más me ha gustado de los últimos años de Star Wars ha sido Rogue One, que es por completo una peli de guerra.

Lo segundo que más me ha gustado estos últimos años ha sido The Mandalorian. Creo que ha sido la serie que mejor ha reflejado ese estilo de "Wester espacial" que forma una parte tan importante de la franquicia. La otra parte sería todo el tema de los Jedi, pero confieso que yo puedo disfrutar de algo de Star Wars sin necesidad de que haya un Jedi presente. Así que claro que disfruté con la presencia de los Jedi en The Mandalorian, pero el episodio que más se quedó en mi memoria fue justo aquel en el que sale un AT-ST que cumple por completo el rol de "dragón" o "monstruo imbatible". Y la ambientación totalmente western de cantinas, sheriffs, cazarrecompensas, habitantes de los páramos, pueblos solitarios...

Así que, cuando llegó El Libro de Boba Fett confieso que me ganó sobre todo por la ambientación. Mos Espa y Tatooine son lugares más que apropiados para ambientar partidas de rol, y ya sabéis que yo lo termino relacionando todo con el rol tarde o temprano :D. Así que ver a los moradores de las arenas, los trenes que atraviesan el desierto, los sindicatos del crimen, las bandas callejeras (con motos de colores) y todo el resto de componentes de una aventura tipo western espacial, a mí me ha gustado.

Hay quien dice que Temuera Morrison no sabe actuar y que no le imprime carisma al personaje, pero a mí me da el pego como tipo duro ya veterano que quiere hacer algo distinto a lo que lleva haciendo toda la vida. Es verdad que probablemente todos nos imaginábamos que iba a ser un poco más implacable y violente; algo así como un Tony Soprano con armadura ;). Pero el desarrollo del personaje me parece correcto. Solo me parece mal el hecho de que para ser creíble que se enfrentara a todos los otros sindicatos del crimen me parece a mí que debería haber tenido más tropas. Que las que tenía estaban bien, lo admito. Pero eran muy pocos. Ni con la peña del pueblo, que llegan en un par de camiones, me resulta creíble. ¡Hacía falta tener más minions en el palacio! ;). En términos de partida de escaramuzas, su bando tenía muchos héroes, un monstruo grande muy chulo... y muy pocas tropas de infantería corriente y moliente.

Con respecto a los dos capítulos de Boba Fett en los que Boba Fett no sale más de unos pocos segundos... os confieso que hubiera preferido que se hubiera quedado en un único capítulo. Que sí, que es importante para el desarrollo de Din Djarin, pero le quitan bastante protagonismo a Fett en una serie que se suponía que era suya. No me parecieron malos capítulos, pero lo hubiera preferido de otra forma.

Al final, lo importante para mí es que ha resultado una serie entretenida. La he ido viendo semana tras semana para que mi pobre hijo no se comiera demasiados spoilers. Y aún así se los ha comido. Le tengo dicho que no se tire el tiempo viendo vídeos de Youtube, pero aunque le tengo capado el tiempo de uso de móvil y ordenador, yo creo que se busca la vida para engañarme. En fin. El caso es que verla así, semana tras semana y con tus hijos, mola. La mayor pasa un poco de Star Wars, ya que lo suyo es el manga, y el pequeño es un espíritu libre que lo mismo ve la tele contigo que se pira a hacer otras cosas más interesantes. Pero el mediano sí que lo disfruta, y yo lo hago con él.

Me gusta también charlar con Víctor y explicarle que esto al final no deja de ser un entretenimiento. Hemos hablado bastante de Star Wars y de cuando no existía más que la trilogía original, el juego de rol de West End Games y las novelas. De cuando en cuando nos echamos alguna charla sobre lo distinto que es el tratamiento de ciertos asuntos, como el de la hipervelocidad (en el juego de rol se tardan días en llegar de un planeta a otro, pero en las pelis y series, da la impresión de que todos los planetas están a un par de minutos o un par de horas como mucho los unos de los otros). O de que las novelas dejaron de ser canon y que algunos personajes como Luke Skywalker tuvieron un desarrollo un poco meh en la nueva trilogía. Pero que precisamente por eso no hay que tomarse Star Wars demasiado en serio. No es coherente en muchos aspectos porque es un espectáculo visual y es un espectáculo porque sus autores quieren que vayas a ver sus pelis, compres sus muñequitos y te suscribas a Disney+. Que no pasa nada, es algo legítimo. Simplemente hay que tener en cuenta que perder el tiempo en redes, o incluso en la vida real, discutiendo sobre si tal o cual película o serie es una "traición" a unas supuestas esencias de un personaje o de la saga en su conjunto, es un poco inútil. Puede ser parte del entretenimiento, pero es un entretenimiento más tóxico.

Creo que prefiero simplemente verme un western espacial con mis hijos y disfrutar de un western espacial sin más pretensiones.

Saludetes,
Carlos

14 junio 2020

Reseña final de She-Ra y las Princesas del Poder

Hace cosa de un año empecé a ver con mi hija la serie de Netflix She-Ra y las Princesas del Poder. Poco después nos pareció tan buena que comencé a verla también con los chicos varones. Hice en su momento una reseña de la primera temporada, y luego una reseñita rápida de las temporadas 2 a 4. Y ahora vengo a contar lo que me ha parecido el final.

Lo primero que quiero decir es que me ha encantado el final: me ha parecido hasta revolucionario e histórico. Y lo segundo, que esta reseña va a estar trufadita de spoilers. De hecho, está llena de spoilers fundamentales que te joderán el disfrute de la serie si no la has visto hasta ahora. Lo único que puedo decir al respecto es que tenéis que ver primero la serie y luego leeros esta reseña. De verdad, creo que merece la pena. Como mínimo, deja de leer cuando termines la sección "La diversidad en She-Ra".

Los orígenes de She-Ra: muñecos de los 80

En el año 1981, la empresa de juguetes Mattel comenzó a vender unas figuras de acción para jóvenes llamada Masters of the Universe que se vendieron muy bien en EEUU y, posteriormente, también en España. Cada figura venía con un pequeño cómic en el que se iba ampliando la ambientación del mundo en el que vivían estos personajes. Algunos eran villanos, dirigidos por Skeletor y otros eran héroes, al mando de He-Man. En los siguientes años se fueron añadiendo algunas facciones (como la Horda del Terror al mando de Hordak), se añadieron castillos (como el de Grayskull), vehículos, etc. Para promocionar la venta de los muñecos se hicieron productos como una serie de cómics (a través de DC), una serie de dibujos animados (a partir de 1983) y hasta una película (horrible, en mi humilde opinión) en 1985.

Yo llegué a tener bastantes juguetes de estos, aunque estrictamente hablando el que más figuras compró (bueno, fue recibiendo en cumpleaños, Reyes, etc.) fue mi hermano Sergio. En la casa de mis padres sigue habiendo un cajón bastante grande lleno de Másters del Universo. Confieso que eran unos de mis juguetes preferidos de cuando era crío.

She-Ra fue un personaje relacionado con He-Man que protagonizó su propia línea de juguetes y, posteriormente, una serie de dibujos animados. Esta colección hermana estaba más orientada al público femenino: en lugar de un montón de personajes masculinos de musculatura impresionante, la colección de She-Ra presentaba un montón de guerreras de curvas impresionantes. Adora era la hermana perdida de He-Man, secuestrada de niña por Hordak y criada para ser capitana de su ejército. Adora escapó del control de Hordak y, con la ayuda de una espada mágica, lograba convertirse en She-Ra, la mujer más poderosa del universo. A partir de entonces, lucharía contra Hordak y su ejército, ayudada por otras guerreras. Creo que la serie de televisión no llegó a emitirse en España, o por lo menos yo no la vi nunca. Estoy casi por asegurar que los muñecos tampoco se vendieron por aquí (cualquier comentario al respecto será muy bien recibido).

A ver, todas son... ummm... muy parecidas

Un reboot más inclusivo

En 2018, Netflix comenzó a emitir un reboot de la serie de dibujos animados de She-Ra. Lo cierto es que inicialmente no me llamó mucho la atención, porque She-Ra no era un personaje que conociera, ni había visto episodios de la serie original. Me llamó la atención que se comenzara haciendo un reboot de She-Ra y no de He-Man (aunque ha habido uno de este último personaje en 2002). En cualquier caso, pensé que sería un reboot más, basado en la nostalgia. Pero la persona que pusieron al mando del proyecto tenía otros planes...

Noelle Stevenson, ilustradora ganadora de un premio Eisner y directora de esta serie, es una persona abiertamente homosexual, casada desde el año pasado con otra ilustradora (¡y les dirigieron una mini partida de D&D en la boda! ¡Estas chicas son de las nuestras!). Cuando se le ofreció la oportunidad de dirigir el reboot de She-Ra, ella decidió no basarse simplemente en la nostalgia, sino hacer algo más. Como mínimo, algo más inclusivo. Esto empezó directamente en el diseño de los personajes.

La mayoría de las protagonistas de la serie son adolescentes que están luchando contra la Horda del Terror. Sus cuerpos no son de mujeres desarrolladas, sino de chicas jóvenes. Uno de las primeras polémicas que surgió entre algunos aficionados de la anterior versión de la serie fue que las chicas no eran suficientemente atractivas. Que Adora, por ejemplo, parecía un chico y que no tenía curvas femeninas. A esto solo puedo decir que... es una serie para niños. No son adultos, sino jóvenes, y tienen cuerpos de jóvenes.

Es más, en esta nueva versión de la serie, lo primero que me llamó la atención fue que el diseño de los personajes era bastante diverso. Las protagonistas no son ni todas mujeres esculturales blancas (como en la serie original) sino que presentan muchos tipos distintos de formas de cuerpo y tonalidades de piel. Destello (Glimmer) es una chica bajita y con "piernotas"; Girela (Spinnerella) es, directamente, una mujer grande; Sirénida (Mermista) tiene tez morena y la he visto en algún capítulo vestida con ropajes de clara inspiración árabe; Flora (Perfuma) es una chica realmente delgada (hasta el punto que por ahí se comenta si no será una chica trans); etc. Creo que ya solo este detalle haría que la serie mereciera la pena, porque le da, sobre todo a las niñas, modelos de heroínas que no necesariamente tienen cuerpos esculturales.

El casting es más variado

Es un bonito detalle también que la serie original se llamara She-Ra, Princesa del Poder y esta se llame She-Ra y las Princesas del Poder. Porque aunque la historia gira alrededor de la protagonista principal, Adora, en esta serie el resto de personajes no están de adorno: tienen sus arcos argumentales y sus desarrollos personales, algunos de ellos realmente buenos.

La diversidad en She-Ra

Creo que lo que supone un cambio fundamental con respecto a la versión original de esta serie es el hecho de que en esta versión de Etheria no hay problema alguno con la diversidad de género. A lo largo de la serie nos encontramos con parejas formadas por mujeres (Girela y Redia, que están casadas) y por hombres (los padres de Arco, también casados). Existen parejas heterosexuales (como Sirénida y Halcón de Mar y, posiblemente, Arco y Destello), pero realmente lo que da la sensación al ver la serie es que en la sociedad de Etheria no es que se acepte la homosexualidad, sino que han ido un paso más allá y las personas se enamoran de personas y se casan con quienes quieren, independientemente de su género. En mi opinión, esto es lo que debería suceder en la vida real, pero mientras ese momento llega, está muy bien que existan series como She-Ra en la que te presentan relaciones no heterosexuales no solo como algo posible, sino como algo normal.

En este sentido yo pienso sobre todo en los niños y adolescentes a los que le atraigan personas del mismo sexo y que encuentren en She-Ra una visión positiva de estos sentimientos. Creo que es algo necesario y que esta serie, en ese sentido, es muy beneficiosa. Ya la primera vez que escribí sobre la serie hubo una persona que comentó que esto era "ideología de género", dejando implícito que la homosexualidad es una aberración y pensamientos por el estilo. A esas personas simplemente les digo que la homosexualidad existe, que siempre ha existido y que siempre existirá. Puedes negarla, reprimirla y hasta castigarla, dependiendo de la época, pero no la puedes hacer desaparecer. Y ya que existe, mejor que lo normalicemos y le digamos realmente a las personas que son así que no pasa nada. Que su sexualidad no define si son buenas o malas personas, solo sus acciones, como al resto de personas del mundo.

Es también bastante significativo en ese sentido que el Amo de la Horda, que se revela como el enemigo a batir en la última temporada, se haya presentado como el líder de un culto religioso cuyo objetivo es traer la paz al Universo... haciendo que todos seamos iguales y pensemos igual. No veo ideología más apropiada para ser el "enemigo final" en una serie que siempre ha apostado por mostrarnos que todos somos diferentes y que esta diferencia nos hace fuertes.

¡Ciencia! ¡Ciencia! ¡Jajajaja!

Por cierto, la diversidad no se muestra únicamente en cuanto a la sexualidad, sino también en un personaje que se hace muy querido prácticamente desde el primer capítulo en el que aparece: Tecnia (Entrapta). Este personaje es una princesa que Adora recluta para luchar contra la Horda del Terror. Tecnia es una entusiasta de la tecnología, hasta el punto de que una vez es capturada por la Horda se une a ellos simplemente porque disponen de tecnología muy superior a la que ella había visto hasta ahora. Me atrevo a decir que ni siquiera "se une a ellos". Da la impresión de que en realidad Tecnia no está ni con un bando ni con otro, sino que lo único que la motiva es la investigación y la ciencia. Con el paso de los capítulos Tecnia logra establecer conexiones con algunos personajes (¡incluyendo a Hordak!) y es bastante al final cuando me di cuenta de que realmente Tecnia es mucho más comprensible si asumes que es una persona con un trastorno del espectro autista (TEA). Es decir, una persona con autismo que tiene dificultades para empatizar con la gente, entender sus sentimientos o relacionarse con otros humanos. No es la primera vez que vemos un personaje así en la ficción: tenemos ejemplos como Sheldon Cooper, de Big Bang Theory o Drax, de Guardianes de la Galaxia. No es que esta gente no tenga sentimientos, y no es que sean "bichos raros". Es simplemente que su cerebro funciona de un modo distinto al del común de los mortales. Y aunque es bastante habitual que en la ficción su modo de no comprender cómo funciona el mundo les aboque a ser personajes "graciosos", creo que es importante que veamos que también sienten y padecen, solo que de un modo distinto al resto. Tecnia es un amor de personaje, pero también un ejemplo de diversidad, en este caso, mental.

La ¿verdadera? apariencia de Dupla

Finalmente, me gustaría hablar del personaje de Dupla (Double Trouble), que se presenta en la serie como un cambiaformas que puede adoptar la apariencia de cualquier persona. Su forma "original" parece ser la de una especie con rasgos claramente reptilianos o camaleónicos, aunque tampoco es seguro que esa sea su apariencia verdadera. El personaje está muy bien construido (como todos los de esta serie) y me gusta que su comportamiento sea tan amoral y mercenario, en el sentido de que siempre piensa primero en sí mismo y no le importa cambiar de bando para irse del lado vencedor. También que sea capaz de leer muy bien el carácter de las personas, lo que le ayuda a hacerse pasar ellas. Pero lo que más me ha llamado la atención es el hecho de que la persona que le pone voz al personaje sea una que se define como no-binaria. Y os confieso que yo esto del género no-binario no lo entiendo. Creo que es porque me pilla mayor (este año cumplo 45 años y la verdad es que me siento mayor para ciertas cosas, como hablar de les chiques), pero en cualquier caso, que no lo entienda no quiere decir que no lo acepte. Creo que cada persona debe esforzarse por conocerse a sí misma y debe luchar por su identidad. Que existan este tipo de personajes y que tengan las voces de personas reales que abogan por esto en la vida real visibiliza la cuestión para gente como yo que no tenemos ni idea de esto.

Catradora

Os confieso más cosas: yo no tenía muy claro que era esto del shippeo antes de empezar a ver esta serie, pero lo aprendí rápido. El Shipping o, españolizado, shippeo viene del inglés "relationship" o relación, y consiste en el interés de los fans de un producto cultural en establecer relaciones románticas entre ciertos personajes. Estas relaciones pueden existir o simplemente ser deseadas por ciertos fans, y no es algo que se hayan inventado los millenials: existen fanfictions de relaciones entre Kirk y Spock (de Star Trek) de antes de que yo naciera, muchísima gente fantaseo en los 90 con la relación entre Mulder y Scally de Expediente X (hay hasta una canción). Estos shippeos no tienen por qué ser hipotéticos, y se pueden aplicar a parejas que existen, como Mónica y Chandler en Friends. Es bastante habitual que se genere un nombre para este shippeo que combine los nombres de ambos personajes, como por ejemplo Mondler para la mencionada relación entre Monica y Chandler.

En esta serie ha habido un montón de shippeos entre los fans, que deseaban que sus personajes preferidos tuvieran una relación romántica. De entre los más populares tenemos el de Gatia y Escorpia (sobre todo porque la segunda está claramente enamorada de la primera), el de Hordak y Tecnia (bastante confirmado) o de Halcón de Mar y Sirénida (en el que está claro desde el principio que han sido pareja y que mantienen una relación durante toda la serie).

Sin embargo, el más popular y perseguido por los fans de la serie fue, sin lugar a duda el de Gatia (Catra) y Adora, conocido como Catradora. Adora es la protagonista de las serie y Gatia una de las villanas principales, igual que en la serie original. Ambas se han criado juntas en la Horda del Terror, por lo que se conocen desde la infancia, pero mientras que esto apenas tiene importancia en la serie original, en esta nueva versión es algo básico. Noelle Stevenson ha comentado en ocasiones que cuando habló con la productora de la serie, una gran fan de la serie original, ésta le comentó que le resultaba raro que ambas no hicieran apenas mención al hecho de que crecieron juntas. Y Noelle decidió que esta vez sí sería algo importante, de hecho, fundamental, en esta nueva serie.

Durante la primera temporada queda muy claro que Adora y Gatia son amigas desde la infancia, de hecho, que son la mejor amiga la una para la otra. Y cuando Adora decide abandonar la Horda porque descubre que son los "malos" de la historia y se une a la resistencia contra Hordak, Gatia se lo toma realmente como una traición. Pero no como una traición a la Horda, sino como una traición a ella: Adora prefiere irse con sus nuevos amigos que permanecer en la Horda junto a ella. Esto podría no haber pasado de ser el típico patrón de De Amigos a Enemigos, pero termina siendo mucho más.

Pelea de parejas

En el episodio "El Baile de las Princesas" de la primera temporada, Adora y sus nuevos amigos van a un baile de gala para tratar de reclutar a una princesa para la rebelión, y Gatia aparece acompañando a Escorpia (que es una princesa y por tanto tiene derecho a estar en el baile). Y lo hace vestida con un traje masculino. En el episodio hay un momento en el que Adora y Gatia bailan juntas, y otro en el que luchan juntas... y ese episodio es posiblemente el origen del shippeo de Catradora a niveles épicos. Porque yo, la verdad, no tengo el Radar Gay muy afinado, pero hubo personas que sí que lo detectaron: hay mucho de coqueteo en ese episodio. De coqueteo y de acciones de una amante que ha sido abandonada. Después, hay un episodio llamado "Promesas" en esa misma temporada en el que Adora y Gatia vuelven a enfrentarse en un entorno en el tienen visiones de su infancia y donde queda meridianamente claro que han sido no solo las mejores amigas sino, probablemente, todo la una para la otra. Quizá sin llegar a ser una relación romántica, pero sí una de estrechísima amistad.

Amigas. Claro. Simples amigas

Y, ejem, a ver, que ahora parece muy evidente, pero todas las veces que Gatia le dice "Hey, Adora..." a la prota... bueno, vale, que no lo vi venir. No me juzguéis, soy un cishetero cuarentón. No estoy entrenado para ver las señales.

En ese episodio aprendemos también que la Tejesombras (Shadow Weaver), una de las villanas más villanas de esta serie, ha actuado como una figura materna tanto para Gatia como para Adora, pero que no ha sido precisamente una muy buena madre. Más bien, ha sido una madre manipuladora, que nunca se ha preocupado por ellas realmente y que incluso las ha enfrentado la una a la otra, para que compitieran entre sí. En el caso de Gatia incluso la ha menospreciado siempre, dejando claro en infinidad de ocasiones que prefería a Adora, a la que consideraba mejor que ella. Esto queda muy claro en el episodio de "Promesas", en el que Gatia llega incluso a decirle a Adora que no va a dejar la Horda, pero no porque esté de acuerdo con sus ideales, sino porque ahora que Adora se ha ido, ella tiene la ocasión de no ser nunca más la segundona, sino por fin obtener el respeto que siempre ha querido.

Este realmente es el arco argumental de Gatia. Porque es cierto que a lo largo de las temporadas, Gatia va ascendiendo en la Horda, consiguiendo más y más poder. Llega incluso a ser la segunda al mando, solo por detrás de Hordak. Hasta el final de la cuarta temporada yo sospechaba que Gatia no podría terminar bien, porque su arco argumental parecía el idóneo para representar a una persona que va tomando una tras otra las peores decisiones, pero justificadas para su personaje. Pensé realmente que al final Gatia podía llegar a ser la villana principal de la serie, porque tenía realmente la habilidad para serlo y las razones para ello: su sentimiento de haber sido traicionada hacía que tuviera un motivación personal para seguir luchando contra la Alianza de las Princesas.. pero sobre todo, contra Adora.

Gatia va acumulando cada vez más poder, y lo cierto es que consigue incluso que la guerra vaya decantándose hacia el lado de la Horda. Pero va quedándose cada vez más sola. En un momento dado, envía a Tecnia a morir a la Isla de las Bestias, un lugar del que nadie regresa, solo por evitar que Hordak no use un arma que resultaría ser demasiado peligrosa (obviamente, lo era). Escorpia, que es obvio que en algunos momentos está realmente enamorada de Gatia, termina abandonándola voluntariamente (y, de paso, a la Horda) cuando se da cuenta de que para Gatia, Escorpia no es nada. Sus palabras de despedida ("eres una mala amiga") son realmente demoledoras. Y un ejemplo de cómo alguien se da cuenta de que está metida en una relación tóxica y la finaliza.

Al final de la cuarta temporada, Gatia termina perdiéndolo todo. Y es el personaje de Dupla el que le da la puntilla. Dupla ha estado hasta entonces trabajando para Gatia y con la Horda, pero en ese último episodio de la cuarta temporada, la abandona, cuando Gatia ya no tiene realmente a nadie. Y lo hace transformándose en todas las antiguas amigas de Gatia, y dejando claro que, en todos los casos, no fueron ellas las que la abandonaron, sino que fue Gatia la que tomó las decisiones incorrectas. Fue ella la que decidió mal en cada momento: en la vida nos pasan cosas malas, pero al final somos nosotros los que decidimos cómo reaccionar a ellas.

Aunque he hablado sobre todo de Gatia en todo este asunto, realmente el personaje principal es Adora (es el único que aparece en tooooodos los capítulos). Normalmente los héroes tienen una arco argumental mucho más sencillo que el de los villanos, porque suele ser uno de aceptación de su destino y, en muchos casos, el de su sacrificio. En el caso de Adora parece que va a ser así: Adora descubre que estaba en el bando de los malos, Adora encuentra la espada mágica, Adora sufre y lucha y, en las temporadas finales, decide sacrificarse para salvar a sus amigos, a su planeta y a todo el Universo. Sin embargo, en un giro que realmente no me esperaba, resulta que al final no es eso lo que sucede al final. Durante toda la temporada final a Adora se le dice, por boca de muchos personajes, que no puede ser simplemente la persona que siempre se sacrifica por los demás. Que tiene que pensar también en su propia felicidad. Este no es un mensaje que vea muchas veces en las historias, y la verdad es que es bastante potente.

Durante toda la última temporada, tanto Adora como Gatia avanzan en sus arcos argumentales. Gatia se redime (y no en el último capítulo, sino a mitad de temporada) sacrificándose para que Destello pueda escapar. Adora la rescata y Gatia se une al grupo de héroes, luchando por mejorar como persona, y pidiendo perdón progresivamente a todas las personas que ha ido dañando. Adora sigue buscando el modo de acabar con el villano principal, el Amo de la Horda (un tipo realmente bien interpretado y que acojona bastante porque parece tenerlo todo muy controlado hasta el final) y aprende que un modo de hacerlo sería activando un arma que la mataría, a menos que tenga el poder de She-Ra, poder que desde la temporada cuatro no puede usar correctamente.

En los últimos episodios, Gatia le dice en muchas ocasiones a Adora que no puede ser que ella siempre se sacrifique por los demás, que tiene que pensar también en si misma. En el último episodio, al fin, Gatia y Adora están juntas, porque Gatia ha decidido que, pase lo que pase, estará con Adora hasta el final. Y Adora, herida, ve que no puede transformarse en She-Ra y que no va a lograr activar el arma. Parece estar rindiéndose y es Gatia la que la hace revivir.

¿No lo entiendes? Te quiero, siempre te he querido. Así que, por una vez, quédate

Gatia le confiesa a Adora que siempre la ha amado. Adora despierta y le confiesa que ella también la quiere y entonces, ¡toma ya! ¡Besazo en los morros! Ambas se aman, ese amor hace que Adora logre transformarse en She-Ra (porque siempre ha sido el amor y la amistad lo que hacía que Adora se pudiera transformar en She-Ra) y gracias a esto logran activar el arma, acabar con el Amo de la Horda y ser felices para siempre.

¡Besazo!

Lo siento, tengo que decirlo: ¡olé y olé!. Es decir, es que yo no me lo esperaba. Había quien sí, quien pensaba que no podía terminar de otro modo, que nos habían ido llevando muy inteligentemente hasta este momento y que la serie no podía acabar sino así. Pero a mí me dejó boquiabierto. Recuerdo haber mirado a mis chicos, que se lo tomaron como algo normal, y recuerdo a mí hija decir "vaya, quién se lo iba a esperar... bueno, en realidad estaba claro". Tiene 14 años, pero ya es más lista que yo.

Y es que a ver, estamos hablando de una serie para niños (no deja de ser en ningún momento una serie para niños) en la que al final lo que salva al Universo es el amor. Lo que termina llevando la historia hacia delante durante temporadas y temporadas es la amistad entre los protagonistas, a muchos niveles. Pero lo siento, ya he dicho que soy un señor mayor, y pensaba que no vería una serie para niños en la que la protagonista se termina dando un beso con su chica y eso salva el mundo xD.

Y estoy contento porque esto al fin y al cabo es ser coherente con el mensaje de toda la serie, el de que la amistad es fundamental, que las diferencias nos hacen fuertes, que el amor es una fuerza primordial. Y me alegro mucho de que todo esto estuviera planeado desde el principio y que me hayan contado una historia coherente desde el principio al fin. Y una historia de amor muy bella, en la que importa poco que el amor sea homosexual.

Noelle Stevenson ha dicho que si al escuchar a la productora decir "Gatia y Adora deberían recordar que se criaron juntas" hubiera dicho "¡Sí! ¡Y en realidad serán lesbianas y terminarán besándose en el último capítulo!" probablemente le habrían dicho que estaba loca y le hubieran entregado la dirección a otra persona. Pero fue plantando la semilla en capítulos como "El Baile de las Princesas" o "Promesas", que hizo nacer el shippeo entre los fans, y siguió desarrollando el arco de destrucción de Gatia hasta el final de la cuarta temporada, de un modo que hizo que pudiera presentarse al principio del rodaje de la temporada cinco ante los directivos encargados de aprobar estas cosas y decirles "mirad, los fans lo piden, y este es el final lógico para esta historia". Y ese final tenía que mostrar de forma inequívoca que las dos habían estado enamoradas todo el tiempo y no hacer que se miraran y castamente nos sugirieran que había "algo más", sino que tenía que ser explícito que había algo más.

Me hace gracia que otra pareja que también se confiesa su amor en este último capítulo son Destello y Arco (una pareja heterosexual). Porque Destelle le dice a Arco que la quiere y Arco la besa en la frente. Y esto te puede dar a entender que estos dos realmente se quieren y que en el futuro estarán juntos... pero no te lo asegura. Y eso es lo que pasa en muchas series, como en La Leyenda de Korra, donde Asami y Korra terminan mirándose la una a la otra pero no besándose.

Al fin, en She-Ra y las Princesas del Poder las protagonistas (la principal heroína y una de las principales villanas) se confiesan su amor, se besan explícitamente y por la fuerza del amor homosexual salvan el Universo ;). Es por eso que os digo que una serie que está muy bien construida de principio a fin (no es perfecta, pero ¿existe algo que sea perfecto?) termina siendo revolucionaria en su final. Ah, y sin olvidar que termina no solo confirmando este amor sino cerrando la serie con la seguridad de que es una amor que termina bien (evitando el patrón Entierra a tus gays). Una buena forma de decir que no solo el amor homosexual es bueno, sino que no tiene por qué terminar de modo trágico.

En definitiva, que creo que habréis notado que me ha gustado mucho esta serie. Se puede disfrutar perfectamente de ella si, como yo, no tienes apenas conocimiento de la comunidad gay, pero no me quiero ni imaginar lo que debe representar para esta misma comunidad en términos de normalización de sus vidas. Y, como he comentado, lo que debe significar para los niños y niñas que realmente van a tener una referencia positiva sobre lo que pueden estar sintiendo. En ese sentido (y en muchos otros), una serie de 10.

Altamente recomendable.

Saludetes,
Carlos

07 diciembre 2019

She-Ra y las Princesas del Poder (temporadas 2 a 4)

A principios de año os puse una reseña de She-Ra y las Princesas del Poder, una serie de Netflix que era un reboot de la serie original de los 80 dedicada a las muñecas primas hermanas de los Másters del Universo. Ahora, al final, os vengo a hablar de la segunda, tercera y cuartas temporadas, que también me he visto con los chicos.

Lo cierto es que la segunda y tercera temporada han sido de pocos capítulos (media docena cada una) y luego la cuarta ya sí ha vuelto a subir a los 13 capítulos. No sé la razón de hacerlo así, pero bueno, a mí me vale. Mientras sigan avanzando la historia, por mí genial.

Al contrario de lo que es habitual en mí, voy a intentar no hacer demasiado spoilers xD. Más que contaros lo que pasa en un momento u otro, os dejo unas cuantas sensaciones que me dejan todos estos episodios:

  • Yo diría que la animación ha mejorado: En la primera temporada la historia me gustó mucho y los diseños de los personajes me encantaron, pero es verdad que en ocasiones se veían algunos movimientos un poco forzados. Creo que han ido mejorando con el tiempo y que ahora el dibujo es en general más fluido. O igual es que me he acostumbrado.
  • Sigue siendo super gay: En una de las temporadas hemos conocido a los padres de Arco (que son dos señores bibliotecarios), a una mujer fuerte e independiente que conocen en un desierto se la ve en un momento dado ligando con una camarera (muy sutilmente, pero está claro que ahí hay temita), etc. Y no hace falta ni empezar a decir lo muy pillada que sigue Escorpia por Gatia (por lo menos, hasta cierto episodio fabuloso de la cuarta temporada).
  • Los malos en esta serie son hábiles, se puede sentir empatía por ellos y no fallan siempre: En muchísimas otras series de dibujos los villanos suelen ser personajes ineptos que están constantemente haciendo planes que no suelen funcionar. En esta serie no: están organizados, colaboran entre sí, hacen caer a los buenos en trampas, les espían exitosamente... en fin, que no son unos inútiles. Y, lo mejor de todo, llegas a empatizar con ellos: los soldados son gente que colaboran entre sí, algunos como Escorpia son gente buena que simplemente no han conocido otra cosa en la vida, Tecnia básicamente lo da todo por la ciencia y no se preocupa de si se está usando su ciencia para el bien o el mal. Y Gatia es evidente que está haciendo todo lo que hace por sentirse respetada, por demostrar algo. La está cagando a base de bien porque le puede la rabia de haber sido rechazada, menospreciada y abandonada, pero al menos podemos entender por qué hace lo que hace.
  • La serie tiene episodios geniales: El último episodio de la tercera temporada, que va de realidades paralelas, o el capítulo en el que vemos cómo vive Madame Razz, con su conciencia viajando atrás y adelante en el tiempo, me parecen brutales. La frase "eres una mala amiga" que uno de los personajes dice en uno de los capítulos de la cuarta temporada es tan brutal, tan reveladora y se dice con tal sencillez, que la receptora de dicha frase se queda totalmente indefensa al oírla. Me ha gustado mucho cómo ha evolucionado Destello (y no solo en el peinado, que ahora mola más), y cómo ha sido capaz de pergeñar planes realmente sorprendentes; no es normal que en una serie dirigida a niños pasen cosas que no veo venir a la legua, pero en esta han pasado cosas que no me esperaba xD.

Qué os puedo decir, me sigue gustando mucho la serie. La veo con mis críos y nos parece muy divertida. La última vez que hice una reseña sobre esta serie, alguien comentó que pensaba que no era más que una muestra de la "propaganda de la ideología de género". En fin, que cada cual opine lo que quiera, pero yo creo que las personas que se salen de los patrones sexuales "normales" no van a dejar de existir y que cuanto más roles positivos tengan para sentirse identificados, mejor. Y qué narices, tampoco es que la serie sea explícitamente sexual en ningún momento. Es simplemente, una serie para críos.

Altamente recomendable para verla con los chavales.

Saludetes,
Carlos

06 junio 2019

Juego de Tronos a través de los años

La primera vez que oí hablar de Juego de Tronos fue en la lista de correo de GloranthaHispana, donde uno de los contribuyentes más prolíficos (puede que fuera el Ladino Vadelino) de cuando en cuando nos decía que Juego de Tronos lo molaba todo y que debíamos leer el libro, que era lo mejor que se había escrito en fantasía desde hace milenios. Estamos hablando, probablemente, del año 1999 o así. Por aquel entonces, solo habían salido los dos primeros libros, aunque el tercero, Tormenta de Espadas, estaba a punto de publicarse (en inglés). Durante bastante tiempo, no hice demasiado caso a la rumorología y no me decidí a comprar los libros. Bastante tenía con haber empezado a trabajar en esto de la informática.

Fast-forward hasta el año 2004. En los primeros años de mi vida profesional cambié de curro cada año o par de años, cogiendo experiencia en diversos trabajos. En el año 2004, poco después de salvar el pellejo por los pelos en el atentado del 11-M, redecoré mi vida y me fui a currar a una empresa llamada Thales, cuyas oficinas centrales solo pisé tres veces: cuando hice la entrevista, cuando firmé el contrato y cuando firmé el finiquito. El resto del tiempo lo pasé en el cliente para el que trabajé durante más o menos un año: Aena. En esa empresa me aburrí como una ostra porque, realmente, no había mucho curro que hacer. El ambiente no era muy amigable con el cliente, pero sí entre los curritos, entre los que había unos cuantos aficionados al rol y la fantasía, ¡bien!

Uno de estos compañeros, llamado Nacho, me pasó Juego de Tronos. Recuerdo perfectamente las sensaciones de esa primera toma de contacto con la saga. Me gustó cómo cada capítulo del libro estaba precedido por el nombre de uno de los personajes y la narración de dicho capítulo se contaba totalmente bajo la perspectiva de ese personaje. Fui conociendo a Nedd Stark y sus hijos, al Rey Robert Baratheon y su esposa (y a toda su disfuncional familia, cuñados Lannister incluidos). Hay que admitir que el primer capítulo fue impactante (ah, las cosas que hacemos por amor) pero lo que fue una auténtica y total revelación fueron los últimos capítulos, con la muerte de Nedd, que yo creo que nadie se podía imaginar... ¡pero si era el bueno! ¡El prota! Bien, pues me temo que yo, como todos los aficionados, me quedé a cuadros cuando el autor decidió subvertir todo lo que sabíamos sobre la épica y se cargó al personaje principal. También recuerdo que en las últimas páginas, cuando los vasallos de Invernalia empiezan a gritar "¡El Rey en el Norte! ¡El Rey en el Norte!" ante Robb Stark, hasta me emocioné. Me dio un subidón y pensé que realmente el libro era tan bueno como me habían dicho.

Nacho me pasó Choque de Reyes, que también devoré (y que no me pareció que bajara el nivel en absoluto) y luego me dejó Tormenta de Espadas. Este último no lo tenía en físico... básicamente porque aún no había salido en español. La traducción tardaba y tardaba, así que Nacho me lo pasó en un archivo de texto que ocupaba lo que no está en los escritos (es el libro más tocho de la saga)... y en inglés. Eso no supuso un problema, había aprendido a leer en inglés leyendo libros de rol ;), así que me devoré también Tormenta de Espadas o, más bien, A Storm of Swords.

Y esta vez me lo leí mitad en casa, mitad en la oficina. Recordad, hace unos cuantos párrafos ya os dije que en esa empresa me aburrí como una ostra. Fue interesante descubrir que Jon Nieve se llamaba Jon Snow (que suena mejor) que el Gnomo (Tyrion) en realidad era el Imp (que es un diablillo, no un gnomo) y que el Perro era el Hound (que suena mucho más amenazante). El final de Tormenta de Espadas fue también movidito, con la Boda Roja que traumatizó a tanta gente en el 2012 y que a mí me dejó turulato 8 años antes que a la mayoría de la humanidad. Sí, por eso la gente grabó a sus colegas mientras veían el episodio. Los frikis sabían lo que les esperaba a sus amigos más muggles...

El 2005 cambié de curro, pero Nacho me envió el cuarto libro por correo, también en inglés. Creo recordar que se lo había pasado su hermana. Aquí es donde Martin ya tenía tal cacao de personajes que decidió que nos contaría las aventuras de la mitad de ellos en un libro (Festín de Cuervos) y la historia de la otra mitad en otro (Danza de Dragones). A mí me siguieron gustando las aventuras de toda esta gente, aunque hay muchos aficionados que opinan que esto ya se estaba liando de un modo increíble y que Martin no tenia ni idea de cómo terminar los libros y que al final era un señor muy mayor y que se iba a morir sin terminarlos... bueno, como yo para esos años empecé a tener hijos a un ritmo movidito, pues tampoco le di más importancia, porque bastante tenía yo con lo que tenía.

Y, unos años después, nos anunciaron que iban a hacer una serie de televisión sobre la saga completa. Lo primero que recuerdo haber comentado a las personas que me lo comentaron fue algo del tipo "¿y van a hacer una temporada por libro? Pues les va a pillar el toro". Me gustaría decir que fui profético, pero en realidad es que no era muy difícil de adivinar, solo había que echar cuentas de lo que tardaba Martin en escribir cada nuevo libro y ver que ni de coña le iba a dar tiempo a escribir dos más (si es que solo son dos más...) antes de que le pillara el toro de las series, que suelen ir a temporada por año.

Pero ahí nos plantamos con la serie, que comenzó en 2011. Pronto, muy pronto, se convirtió en un fenómeno de masas, y durante las seis primeras temporadas incluso me pude permitir el lujo de no comerme spoiler alguno porque, en fin, yo ya me había leído los libros. Sí es verdad que han cambiado cosas en la serie, algunas para mejor y otras para peor. Por poner un ejemplo, el personaje de Brom es mucho, muuucho más secundario en los libros. Y, como suele ocurrir en las adaptaciones de una leyenda a la gran pantalla (te estoy mirando a ti, película de Troya), hay gente que se muere en la tele que no moría en los libros, y viceversa.

Si algo me gustó desde un primer momento de la serie fue que los actores y actrices estaban muy bien escogidos para sus papeles. Sobre todo me gustó que hubiera tantos personajes que fueran mayores, como Tywin Lannister, o la matriarca de los Martell, o Sir Davos. Me gustaba porque por fin la edad y la experiencia se veían reconocidas en una serie, y no dejábamos todo el protagonismo a los jóvenes héroes que venían a salvar el mundo. No sé, me gustó, no es tan común ver algo así en la ficción actual, en mi opinión. Y ha habido actores absolutamente geniales en sus papeles, como Joffrey (despreciable), Ramsay (absolutamente terrorífico cada vez que aparecía; poco sufrió al final para todo lo que merecía), Tyrion (el protagonista absoluto de la serie), Arya (la preferida de todos), Meñique y Varis (ah, qué magníficos cortesanos; no se merecían los finales que tuvieron. O sí). De todos los personajes de la serie, confieso que el que menos me gusta es... Kit Harington haciendo de Jon Nieve. Y me jode decirlo, porque al tío le han puesto a caer de un burro en muchísimas ocasiones diciendo que es muy mal actor, que no sabe interpretar, que es un soso, etc. Y no me gusta hacer leña del árbol caído y unirme a la turba enfervorecida. Simplemente, es que no me pega como Jon Nieve, y no me ha pegado prácticamente desde el capítulo uno.

Casi al principio de la serie, en 2011, Martin sacó el quinto libro, Danza de Dragones, que como he comentado antes, tiene una trama que corre en paralelo (más o menos) a los acontecimientos del cuarto libro, pero está centrada en los personajes que están más allá del Muro o en el continente oriental. Lo cual para mí genial, porque el continente oriental (Essos) es para mí mucho, mucho más interesante que Poniente. Porque siempre lo he visualizado como un lugar en el que hay culturas más "clásicas" tipo Babilonia, Egipto, etc., y a mí ese tipo de ambientaciones me parecen más atractivas que el mundo medieval. Supongo que tanto RuneQuest y Glorantha me han terminado influenciando ;). Sin ganas de hacer mucho spoiler, diré que al final de este libro aparece un contendiente al Trono de Hierro que no ha aparecido en la serie (ni va a aparecer ya) y que me dejó bastante alucinado porque, a ver, ¿un contendiente al trono con posibilidades que aparece en el quinto libro? La madeja sigue liándose más y más, y yo dudo mucho que Martin logre desenredarla solo con dos libros más.

En fin, desde el 2011 al 2019 disfrutamos de la serie. Coincido con aquellos que opinan que la serie ha ido perdiendo un poco con el paso de los años, aunque a mí el desenlace me ha parecido correcto y satisfactorio. Creo que las primeras temporadas fueron más impresionantes porque tenían un material muy bueno del que ir tirando: unos libros que se habían escrito a lo largo de 15 años. Por mucho que Martin haya contribuido a la trama de las dos últimas temporadas (la séptima y la octava), no es lo mismo. Puede que el final de los libros sea igual o parecido al de la serie, pero sí es verdad que la octava temporada, sobre todo, ha sido muy precipitada, y hemos visto algunas deferencias hacia los espectadores que los libros nunca se tomaron (como por ejemplo, salvar a personajes de situaciones que en los libros les habrían condenado).

Pero no me quedo con un mal sabor de boca. El giro copernicano del personaje de Daenerys en los últimos episodios creo que habría sido genial si hubiera habido un desarrollo más pausado, o si hubiéramos tenido unos cuantos episodios más para hacerlo más creíble, menos forzado. No llega a ser el paso de Anakyn Skywalker a Darth Vader (de héroe a monstruo en una escena), pero se le notan las costuras a la narración. Aún así, no me quejo. Al menos la historia se cierra de un modo aceptable (aunque no creo yo que el Reino del Norte se hubiera ido de rositas tan fácilmente).

¿Qué nos queda en el futuro? Pues esperar a que Martin termine los dos libros. A lo largo de los años ha habido en las redes un runrún absolutamente deleznable de personas que han insultado al "puto gordo" y "viejo" Martin, afirmando que se va a morir de un infarto y que es un vago y que es nuestro esclavo y que tiene el deber de terminar sus libros para nuestro deleite y solaz. Y cuando haya entregado el último, que se muera, que ya no nos sirve para nada. Estos "fans" sienten tal desprecio por el autor resulta desagradable leerlo o escucharlo. Como dijo Neil Gaiman cuando le preguntaron al respecto: "George Martin is not your bitch".

Así que, si algún día tenemos Winds of Winter y A Dream of Spring, guay. Seguramente los leeré. Y si no, gracias por el viaje, Martin.

Saludetes,
Carlos