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13 noviembre 2015

El Desafío de los 30 Días (3ª edición) - Pregunta 13

Decimotercera pregunta. En esta ocasión, vamos a hablar de algo que se encuentra en el futuro de Highdell.

Pregunta 13: Ayer hicimos de historiadores. Vale que nos inventamos una historia, de un mundo de fantasía, en una ambientación fantástica. Pero trabajamos con el pasado de una ciudad que en estos momentos empieza ya a ser algo quizá tangible, aunque sea solo en nuestras mentes. Eso hace que no solo esté comenzando a escribirse el pasado, sino que quizá ya comencemos a saber que es lo que viene en el futuro, y que vamos a poder aprovechar. Pero... ¿realmente es así? ¿podrías describir un suceso del futuro que esté relacionado con Highdell?

La mayoría de los habitantes de Highdell son humanos, y los humanos son criaturas de cambio y acción, incapaces de conformarse con lo que tienen, y poco dados a ignorar una nueva idea o un nuevo conocimiento, una vez que lo descubren. Aunque el reino humano lleva décadas existiendo, y varias dinastías de reyes se han sucedido en el trono, el cambio llegará incluso al viejo reino.

Uno de estos cambios inevitables lo producirá la preponderancia de la clase comercial. Actualmente, los reyes, los nobles y los caballeros, son los poseedores de la tierra y con ella, el poder y el prestigio. Pero el comercio cada vez es más importante, y existen ciudades, como Highdell, donde ya no se obedece a un noble que ha heredado el lugar, sino a Alcaldes que han sido elegidos (en parte) por el pueblo.

Muchas familias nobles ya están financiando sus lujos y estilo de vida a base del dinero que les están prestando los habitantes de las ciudades, auténticos focos de creación de riqueza. Highdell no es distinto, en este sentido.

Desde hace años, los Alcaldes de Highdell han prestado dinero en cada vez mayor cuantía a los barones y condes vecinos, y llegará un momento en el que al menos uno de estos nobles será incapaz de pagar los intereses de su deuda y opte por, simplemente, ignorar el pago. Cuando llegue ese día, el Alcalde y el Consejo de la Ciudad tendrán que decidir qué hacer al respecto. ¿Elevar una queja al Rey? ¿Forzar un bloqueo comercial al dominio que les adeuda dinero? ¿O, incluso, declarar la guerra al noble, por medio de la contratación de un ejército mercenario? Esta última opción sería, sin duda, un acontecimiento inaudito en todo el reino, y un ejemplo del cada vez mayor poder de las ciudades, que pasaría a los libros de historia.

Saludetes,
Carlos

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