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19 noviembre 2015

El Desafío de los 30 Días (3ª edición) - Pregunta 19

Hoy vamos a hablar de una raza de fantasía. En este caso, no es estrictamente una raza, sino un pequeño subgrupo mágico de una raza por lo demás normal.

Pregunta 19: Muchos mundos de fantasía comparten gran parte de las razas que habitan en todos ellos. Que si orcos, que si elfos, que si goblins, que si enanos... etc, etc, etc. De vez en cuando alguna mabientación nos sorprende con una característica nueva. Si tuvieras que definir una característica especial de una raza de fantasía que pertenezca a la ambientación de Highdell... ¿cual sería?

En las tierras salvajes de Highdell existe la leyenda de "los lobos que caminan con piel de hombre", que los sabios llaman licántropos. Estos seres se presentan con la forma de un humano muy peludo, normalmente fibroso y fuerte, y con caninos muy desarrollados. Sus maneras son, por lo general, hoscas y agresivas, y rara vez visitan los pueblos y ciudades humanas, salvo las más que se encuentran en los límites de la civilización. Lo normal es encontrarse con estos seres en bosques, montañas o en las quebradas más inaccesibles, y a menudo van acompañados de lobos, que sienten por ellos una gran afinidad.

Hay quien piensa que no son sino hombres afectados por una maldición ancestral que se transmite a través de sus mordiscos. La realidad es que los licántropos son lobos salvajes que pueden adoptar a voluntad la forma de los humanos. Un pequeño porcentaje de todos los lobos del reino tienen esta capacidad, y la utilizan para defender los territorios de su manada de las incursiones de leñadores, granjeros o tribus hostiles de hombres bestia.

Es costumbre entre los lobos dejar a los cachorros licántropos en las granjas y aldeas más alejadas de la civilización, para que sean los humanos los que críen al lobo-hombre y le enseñen su lengua y sus costumbres. Estos niños no aprenden a transformarse de nuevo en lobo hasta llegar a la adolescencia, y algunos no lo logran nunca. Cuando un licántropo aprende a convertirse en lobo, es habitual que su manada le busque y le acoja en su seno.

Muchos hombres-lobo abandonan entonces su hogar humano y se van para siempre con su familia lobuna a los bosques, pero la mayoría viven una existencia a caballo entre dos mundos. Estos últimos suelen vivir como cazadores o exploradores, en lugares cercanos a las tierras salvajes donde viven los lobos. Pero incluso los que se habitúan a vivir en las ciudades sienten la llamada de lo salvaje y se transforman en lobos periódicamente para correr por las colinas desérticas y aullar a la luz de la luna.

Saludetes,
Carlos

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