Tormenta de Fuego es una aventura publicada por la editorial
Shadowlands y escrita por Luis Montejano. Han sido tan amables de enviarme una copia para que la reseñe, cosa que paso a hacer a continuación.
Lo primero que llama la atención cuando ojeas el libro es que esta gente se ha esforzado, y mucho, en el continente: es un libro de unas 80 páginas encuadernado en tapa dura que tiene pinta de ir a durar para siempre. El tacto me resulta muy agradable, y la portada es realmente chula (obra, igual que las ilustraciones interiores, de Marlock). También es un homenaje clarísimo a un suplemento de la línea de Dark Sun llamado Tribus de Esclavos. Se podría incluso decir que todo el libro es, en cierto sentido, un homenaje a esta ambientación clásica de D&D
En la introducción se nos explica que este libro es el primero de una campaña dividida en tres partes, llamada Descenso a las entrañas de la bestia. Las reglas son las de "el juego de rol más importante del mundo", es decir, Dungeons & Dragons en su actual quinta edición. Y sí, no es un capricho nombrarlo de este modo: Wizards of the Coast/Hasbro o los licenciatarios de D&D en España podrían iniciar acciones legales si se hiciera referencia explícita a D&D en esta obra. En la última página del libro se incluye la copia de la OGL, la Open Game License bajo cuyo amparo se publica Tormenta de Fuego.
El libro está estructurado en cuatro partes: la introducción, una sección para la creación de personajes, la aventura propiamente dicha y unos apéndices. La aventura ocupa más o menos un tercio del libro.
La Introducción incluye una descripción del mundo de juego donde tiene lugar la aventura, llamado Veddara. Es un mundo que fue creado por unos dioses llamados los Svangr, que formaron a las razas pensantes a partir de distintos materiales: los enanos, de la piedra, los medianos, de la tierra, los humanos, del lodo, etc. En un momento dado, los Svangr permitieron que ciertos miembros destacados de estas razas mortales se unieran a ellos, si conseguían llegar hasta unos lugares mágicos llamados los tronos de la divinidad
Uno de estos mortales fue un humano llamado Anorü. Pero en lugar de quedarse como una divinidad más junto a los Svangr, les derrocó, y otorgó un estatus semidivino a sus seguidores humanos, los Oyhun. Estos Oyhun se convirtieron en semidioses de rasgos perfectos, piel de ébano y nada de pelo. El personaje de la portada es uno de estos Oyhun (y a mí me recuerdan poderosamente al Rey Jerjes de la peli de 300...).
Solo unos pocos dioses escaparon, los Maör, que ahora están escondidos por el mundo. La mayor parte de las razas mortales fueron exterminadas o esclavizadas por los Oyhun, incluyendo a los humanos que no quisieron (o a los que no se permitió) convertirse en Oyhun. Estos pueblos viven ahora desperdigados por Veddara, un mundo que se ha convertido en un erial reseco y casi sin vida. Se entiende por la descripción del texto que el mundo se está yendo al garete debido a la muerte de los dioses antiguos.
En general, el concepto del mundo me gusta mucho. Es un mundo salvaje y desértico con una concepción que no es la típica de otros mundos de juego. Hay una cosa que no he comentado, pero creo que es importante, que es el concepto del Jarghal, que se supone que es una fragua divina que se encuentra en el corazón del mundo y que los Svangr usaron para forjar toda la creación, incluyendo a sus distintos habitantes. El Jarghal está ahora descontrolado y la creación probablemente está condenada.
La Creación de Personajes incluye las modificaciones que hay que realizar a las razas y clases básicas de D&D. Por ejemplo, los orcos en Veddara son una raza noble creada a partir de metal y usan las características del semiorco, pero sumando 2 a la Fuerza y 1 a la Sabiduría. La verdad es que el hecho de que cada raza derive de un material es un concepto interesante, sobre todo porque si se acercan mucho al Jarghal (es decir, si se adentran en las profundidades de la tierra), pueden sufrir la Herrumbe, que es un proceso que los debilita y que los convierte de nuevo en su materia primordial, de modo que un humano puede terminar convertido en un charco de lodo. Se comenta que el ámbar puede proteger de esta Herrumbe, pero no dice cómo, así que entiendo que esto se detallará en posteriores aventuras, cuando los personajes se adentren en las entrañas de Veddara.
En esta sección se indica también cómo encajan las distintas clases en Veddara (por ejemplo, no hay Paladines ni Monjes) y cómo funciona la magia. En este último caso, los Clérigos tienen acceso a menos Dominios y hay muchos conjuros tanto arcanos como divinos que directamente no funcionan (y son casi siempre los que facilitarían la vida de las personas en el erial en el que se ha convertido el mundo).
Hay una parte dedicada al equipo que pueden usar los personajes, que me recuerda mucho a las armas, armaduras y monturas de Dark Sun: armaduras de quitina, monturas reptilianas y armas de hueso y obsidiana.
Antes de pasar a describir la aventura, comentaré algo sobre los Apéndices. En ellos se describe una nueva raza jugable, los minotauros. Al principio me llamó la atención que no estuvieran en la sección de Creación de personajes pero entiendo que se ponen aquí porque no es una raza que exista en el libro básico de D&D. También están las estadísticas de las enemigos a los que se enfrentarán los personajes en la aventura: soldados Oyhun, capataces Oyhun y Cambiaformas. Me llama mucho la atención que no se indique en ningún lugar qué estadísticas usar para los lagartos de fuego que también aparecen en la aventura.
Se incluyen cinco personaje pregenerados que se pueden usar en la aventura y que pertenecen a las distintas razas de Veddara. Cada uno está acompañado de una dibujo descriptivo, y también aparecen protagonizando escenas en otras ilustraciones dentro del libro. Los apéndices finalizan con un plano de la ciudad dividida por sectores y una serie de mapas de batalla. El mapa de la ciudad me ha gustado mucho, aunque se han reciclado secciones enteras de ciertos barrios para crear otros. Bueno, entiendo que su funcionalidad básica es servir de inspiración, y eso lo consiguen con creces.
Finalmente, vamos con lo más importante del libro: la Aventura. Tormenta de Fuego transcurre en una ciudad llamada Yrgäe, que es una ciudad minera que ha crecido alrededor de un Abisal. Los Abisales son enormes pozos que se adentran en las profundidades de la tierra y de donde se extrae no solo minerales y gemas sino otros recursos como hongos gigantes o agua de lagos subterráneos.
Me ha llamado mucho la atención que esta parte está escrita de modo que el autor se dirige en primera persona al lector (que se entiende, es el director de juego). Es un estilo muy de tú a tú que me parece refrescante porque no es habitual usarlo en los manuales de rol. La aventura trata del asedio de Yrgäe por parte de los Oyhun y la aventura proporciona herramientas para describir la ciudad y los eventos que tienen lugar durante el asedio. Por ejemplo, se describen lugares comunes de Yrgäe como las casas de los gremios o los templos y se dan algunos ejemplos (muy someros). y también se explican muchas escenas que pueden tener lugar durante el asedio, como por ejemplo la defensa de una de las puertas de la ciudad amurallada, la liberación de ciudadanos que han sido capturados por los Oyhun o una posible escena final durante la caída de la ciudad.
Yo realmente no habría hablado del "asedio" de Yrgäe, sino de su "saqueo". Porque en ningún momento existe la posibilidad de que la ciudad resista a las fuerzas invasoras, que prácticamente en la primera escena están ya esparciendo el terror por las calles de Yrgäe. Históricamente los asedios duraban meses (o años) y las ciudades solían caer por la traición o se rendían por el hambre y las enfermedades. En cualquier caso, la caída de Yrgäe es simplemente el telón de fondo de las acciones de los personajes: la aventura trata sobre la supervivencia en un entorno hostil, más que en poder hacer algo contra fuerzas que te superan en número y calidad. Esto puede ser un poco descorazonador para algunos jugadores, pero probablemente es algo que pega bastante con la ambientación que nos han presentado. En realidad este primer tomo es una introducción al mundo y a la campaña.
Conclusiones
Al principio de esta reseña hablaba de que Tormenta de Fuego es un homenaje a Dark Sun y lo mantengo. Cuando leí las primeras reseñas de Dark Sun me hablaron de un mundo desértico y salvaje, con ciudades que sobrevivían a duras penas, tribus de esclavos y un planeta moribundo donde los dioses habían desaparecido. Lo único que le falta a Tormenta de Fuego para cumplir con esta descripción son los poderes psiónicos, que sí eran muy importantes en el mundo de Dark Sun. Hay muchas diferencias entre ambos mundos, pero también ciertas similutides. Veddara me parece un mundo más "clásico" que Athas, y en muchos casos no se ha llegado a ciertos extremos como los halflings caníbales de Dark Sun.
Me llama bastante la atención el hecho de que la Geoscuridad (el Underdark de Veddara) sea tan importante para la economía de este mundo. En algún punto se llega a comentar que en Veddara no llueve y que el agua se extrae de lagos subterráneos de la Geoscuridad y, quiero creer, pozos. La verdad es que me parece que un mundo en el que no lloviera sería inhabitable en su superficie, por muchos lagos subterráneos que haya, pero bueno, estos son cosas que me pueden chirriar a mí pero que otros directores de juego aceptarán sin más ;).
Yo en realidad, con una aventura tan lineal, veo este primer libro más como una introducción a un mundo de campaña que como una aventura al uso. En ese sentido, cumple perfectamente porque nos trasmite el estilo de la ambientación: los pocos dioses que han sobrevivido son siniestros, las razas se odian entre sí, los Oyhun son una amenaza imparable, etc. Me parece un buen libro que puede ser el principio de una trilogía muy interesante.
Hasta el próximo día 17, el libro estará disponible en preventa y por unos 18 euros tendréis el libro, el PDF, un pequeño suplemento y las hojas de personaje de los cinco personajes iniciales descritos en el libro.
Saludetes,
Carlos