El fin de semana pasado tuvieron lugar las jornadas lúdicas Ludo Ergo Sum, también conocidas como las LES, en su edición de 2014. Hace ya seis años que me apunto a estas jornadas, mi única cita ineludible de todo el año. Puede llover, puede relampaguear y puede haber cumpleaños familiares, pero ir a las LES es sagrado: si tú me dices LES, lo dejo todo.
Este año sólo pude acercarme el viernes por la tarde y el sábado, perdiéndome el domingo. En fin, todo tiene un límite ;). El viernes me acerqué por dos razones: la primera, darme una vueltecita con mi hija mayor y que viera un poco el ambiente. Me hubiera gustado traer también al mediano (no, no es un hobbit; es sólo mi segundo hijo), pero tenía un cumpleaños. La vida social de los niños de 6 años de este siglo es apabullante y ajetreada. Gracias a Óscar Iglesias y a su mujer, Raquel Cano, y a Erekíbeon, que también se trajeron a sus hijas, mi cría pudo estar disfrutando de un montón de juegos de mesa junto a niñas de su edad. La verdad es que está muy bien que en las LES haya un servicio de "préstamo" de juegos de tablero :).
La segunda razón era más retorcida: tenía un plan que cumplir. Era
necesario que me acercara el viernes para hacer dos cosas: dejar juegos en el mercadillo solidario de las LES, y rellenar la ficha de inscripción de las jornadas con tiempo. Era preciso hacer estas cosas el viernes para que el sábado nada pudiera detenerme a la entrada. Porque el sábado
tenía que apuntarme a
la partida que Josemasaga iba a dirigir al juego "Dungeon Crawl Classics". Porque Josema ya llevaba tiempo organizando partidas de este juego por Madrid y nunca había podido participar en ninguna. Y esta vez tenía que aprovechar la oportunidad.
Veréis, en las LES pasa una cosa curiosa, que no sé si sucede también en otras jornadas (porque sólo voy a esta): se ofrecen partidas de rol en cinco turnos distintos, viernes tarde, sábado mañana, sábado tarde, domingo mañana y domingo tarde; y no existe el concepto de preinscripción. A las 10:00 se abren las puertas de las LES y tienes una cola de aúpa para apuntarte a la partida que quieras, que comienza por lo general media hora después. Este año, gracias a la increíble labor de Alfredo Prieto "Meroka" y Jacobo Peña "Calaboso", los encargados de organizar las partidas en las LES, ha habido un increíble número de casi 100 partidas de rol en las jornadas. 100. Cien. CIEEENNN. El que no ha jugado a rol es porque no ha querido, no porque no haya podido.
Pero claro, una cosa es jugar al rol y otra jugar a una partida concreta. Si se ponen siete personas delante de ti y las siete se apuntan a la partida que tú quieres, se acabó el hueco en la misma y tienes que jugar a otra cosa. Ahora entenderéis que tenía que aprovechar al máximo mis oportunidades. Habiendo dejado en el mercadillo todo el día de antes y habiendo rellenado el papel de la inscripción el viernes, lo único que había que hacer es estar muy tempranito en el sitio, y ser despiadado en la cola. Lo de estar tempranito fue fácil, porque como sucede en los últimos años, Roberto Alhambra me llevó en su coche, ya que desde su casa a las LES, mi casa le pilla de camino y me recoge. Así vamos charlando y frikeando ya desde por la mañana.
El resultado fue que conseguí apuntarme a la partida que quería.
Y vaya partida.
"Dungeon Crawl Classics", también conocida como "Paletos Against Sword And Sorcery"
Dungeon Crawl Classics (abreviando, DCC) es un juego de mazmorreo creado por "Goodman Games", la empresa de Joseph Goodman. Aunque se pueden detectar fácilmente sus raíces firmemente ancladas en el viejo "Dungeons & Dragons", no es un retroclón, sino un juego con su propio sistema y, sobre todo, con su propio estilo. DCC es Espada y Brujería en estado puro: los protagonistas son ladrones y cortagaznates buscando hacer fortuna en un mundo lleno de brujería, monstruos horribles y dioses y demonios malignos. Conan, Fafhrd, Elric, y todos los héroes de la fantasía pulp se sentirían como en casa en las aventuras de DCC.
Mi hermano (Terrax) es un fan inveterado de DCC, y creo que tiene todas las aventuras habidas y por haber que se han publicado para el juego. A mí me gustaba, pero no lo había podido probar, y la verdad es que ya iba tocando.
Una característica bastante famosa de este juego es el "embudo". Esto no es más que una primera aventura en la que cada jugador lleva a unos cuatro personajes de nivel 0. Es decir, pastores, granjeros, lavanderas, sastres, etc., que no se sabe muy bien cómo, terminan adentrándose en una lúgubre mazmorra o similar. Como es lógico, la mayoría mueren de forma horrible, porque no están ni de coña preparados para este tipo de aventuras. Pero algunos sobreviven, y de entre esos los jugadores eligen cada uno a un personaje y le hacen ya de nivel 1, de forma que comienzan a jugar aventuras con él. Todo el mundo que lo había probado me había comentado que era muy divertido de jugar, y vaya si lo fue.
Nos presentamos siete personas a jugar la aventura, y a cada uno nos dieron cuatro pueblerinos (¡algunos con sus mascotas: perros, gatos, gallinas y cerdos!). A mí me tocó un recaudador de impuestos, un sastre, un paleador y un barbero. Aventureros en estado puro. Y, como mucha gente del pueblo estaba desapareciendo, nos propusimos ir a investigar a las viejas ruinas. Teníamos que hacerlo, ¡la gente que desaparece no paga impuestos! Así es como comenzó nuestro periplo por la aventura Sailors of the Starless Sea".
No quiero hacer muchos spoilers de la aventura, sobre todo porque ya los ha hecho todos Josemasaga en su blog: Desclasificado: las LES, Sailors on the starless sea y tontás mías. Pero sirvan las fotos que adornan esta entrada como ejemplo de lo bonita que le quedó la partida. Sí me permitiré destacar unas cuantas cosas:
- Pensábamos que íbamos a morir todos, pero no, no. Al final sólo cascaron 13 aventureros, y quedaron 15 con vida. Yo conseguí escapar con el paleador (cuya pala actúo de forma temible) y mi querido recaudador de impuestos, un pedazo de superviviente que sabía cuándo dejar que los demás se adelantaran a hacer el trabajo sucio.
- Josemasaga se curró los escenarios de forma A-LU-CI-NAN-TE. Las figuritas que utilizamos como personajes eran recortables, y el castillo y las mazmorras eran sets de Fat Dragon Games impresos en cartulina y plastificados por él mismo, y le añadían a la partida un elemento visual impagable. Ojo, que luego no se contaban casillas para moverse, ni para tener en cuenta ataques de oportunidad, ni demás zarandajas. Josema utilizaba el escenario para meternos en ambiente, y vaya si lo consiguió.
- El sistema es rápido y sencillo. Si hay algo que puede no gustarme es que use dados de muchas caras distintos a los "habituales", como dados de 7 o 30 caras. Sé que la idea es recuperar esa sensación de usar dados raros y poco conocidos que tendrían aquellos que comenzaran a jugar a "D&D" hace 40 años, pero el caso es que me cuesta distinguirlos y hasta leer los resultados :D. De todas formas, como digo, el juego es sencillo a más no poder, al menos con personajes de nivel 0 que pueden hacer pocas cosas además de morir patéticamente.
- La aventura es muy divertida. Conseguimos esquivar algunas zonas peligrosas, nos enfrentamos a misterios, encontramos lugares sobrenaturales y luchamos contra hombres bestias surgidos de las pesadillas del Caos. Algo muy importante e que la aventura no es excesivamente larga, así que al final conseguimos jugarla entera en una mañana (unas 4 horas). ¡Y con 28 personajes y 7 jugadores! Al final me quedó la sensación de haber participado en una aventura de Espada y Brujería "de las de antes", y eso es estupendo.
- Las redes socialesMe tiré la partida haciendo fotos con el móvil y enviándolas comentadas a Google+. El máster nos había dicho que si hacíamos fotos se las enviáramos, y eso hicimos varios de los participantes. Creo que a mucha gente le gustó ver los comentarios de las partidas, pero si te molestó que estuviera con el móvil, Josema, que sepas que fue por una buena causa: ¡la gente quería estar en tu partida! :D
En fin, que me quedé muy impresionado con la labor del máster. Tanto es así que me compré el DCC en el mercadillo solidario y ya tengo encargadas nueve aventuras XD.
La Colina del Troll(eo) y el cotilleo en general
Lo que más me gusta de ir a las LES es ver a gente que el resto del año no veo. Gente con la que habitualmente charlo casi a diario vía Google+ :D, o con la que interactúo en blogs y foros. Creo que hay pocas cosas mejores en este mundo que poder hablar de tu afición con gente que comparte tu pasión por ella. Mi hermano Terrax y su novia Amanda, mis compañeros de la SGRI (Erekíbeon, Rodrigo, Bester, Óscar, Raquel, Roberto, Meroka, Jako, Jan, Gilen, Ramón, Jorge), los amigos con los que juego mi partida mensual (Diego, Ricardo, Luis, Isra), la gente de Holocubierta (Mae, Juane, JMPR, 13), los inmortales lorquianos (Pedro y Cristóbal), los de los Països Catalans (Zonk, Wed y Miguel, Carlos Plaza), los canarios (Rubén y, este año, Rubén. Y nos ha faltado otro Rubén), los andaluces (Inma y Miguel), los del Brumoso Norte (el Poderoso Crom, Tiberio), mis queridos compañeros de la USS Heracles (Luis, Kepa, Raúl, Lucía, Alfonso). En fin, sé que me la juego por no poner a tooooodas las personas con las que hablé en las LES, pero he tratado de ser exhaustivo. Si no te ves en la lista y estuvimos charlando, ¡avísame y la edito! :D.
En serio, estoy seguro de que, cuando eche la vista hacia atrás dentro de unos años, no podré sino sorprenderme de cómo a principios de siglo formé parte de un grupo de gente tan cojonudo como todos vosotros. El mundillo del rol no es pequeñito, compañeros. Lo que es, es familiar :D.
Aunque estuve hablando con todos aquí y allá, hay que destacar la comida del sábado en la Colina del Trolleo. Hay que admitir que trolear, lo que se dice trolear, troleamos poco. Resulta que cara a cara ¡la gente es hasta amable! Ah, Internet, cómo lo falseas todo... Pero a falta de trolear, hablamos de lo divino y lo friki, y nos comimos a la suegra de Roberto ("tomad, este es chorizo de mi suegra"). Ahora que lo pienso, comer humanos es muy de trolls, así que, ¡objetivo cumplido!
Las LES: Qué le sobra, qué le falta
Con más de 1700 inscritos y casi 100 partidas de rol, las LES siguen creciendo año tras año. Si el año que viene no se alcanzan los 2000 participantes, poco le va a faltar. Mi enhorabuena a todos esos Camisetas Naranjas que lo dan todo para que las jornadas sean un éxito.
Pero como dicen los tejedores de alfombras turcas, sólo Dios hace cosas perfectas, así que voy a poner una cosa que me pareció deleznable en las LES, y un par de cosas que creo que se podrían mejorar:
- La cosa deleznable es que comentaron que en las LES había habido robos de productos puestos a la venta en el mercadillo solidario. Personalmente, estoy casi convencido de que me robaron un "Ciudadelas" que había puesto a la venta, porque el sábado cuando fui a recoger lo que había llevado me dijeron que no se había vendido... y no estaba por ninguna parte. Lo dejé correr y dije que bueno, que se vendiera el año que viene. Pero me parece que alguien se lo llevó sin pagar. Pues desde aquí, que quede claro, que le den por culo a los 10 euros que me iba a sacar por ellos, pero hay que ser muy Hijo de Puta para robar en un mercadillo solidario en el que parte de los beneficios van para una ONG. Repito: Muy Hijo De Puta. Que os aproveche, gentuza.
- Hace Mucho Calor. De verdad que el sábado por la tarde es imposible estar en el recinto. No es casualidad que cuando alguien pide consejos para venir a las LES, los veteranos digamos siempre que, sobre todo, se traiga agua. Lo decimos todos los años y todos los años nos comentan que qué le vamos a hacer. Yo sé que lo primero que hay que hacer cuando se queja uno es proponer una solución, así que lo comento: ¿es de verdad imposible encontrar un sitio más grande para jugar? ¿o montar algo fuera? Ya sé que esto será principalmente cuestión de pasta, pasta que no tenemos, pero yo gustoso pagaría por tener un sitio más grande. Que tampoco es cuestión de pagar 25 euros, pero coño, 5... De todas formas, sé que meter dinero de por medio en cualquier cosa de estas es una invitación al desastre... pero bueno, no sé. Es que nos asamos, organización. Nos asamos.
- Quiero más sitio para rol. Este año ha habido más rol que nunca. Que yo sepa, 20 mesas funcionando a pleno rendimiento todos los días. Ya sé que el tablero y las cartas mueven mucha gente, pero yo tiro para mi casa y para mi afición, y creo que si pusieran 40 mesas de rol, 40 mesas que se llenarían :D. Yo estoy dispuesto a hacer mi parte y dirigir si es preciso, al menos uno de los turnos. Este año es que estaba vaguete.
En fin, poco más. Que un año más vuelvo encantado de mis jornadas. Y digo "mis", porque las siento como algo mío. No os dejéis engañar por mis quejas. Si el año que viene sigue habiendo el mismo rol y sigue haciendo calor, yo voy a seguir yendo. Y voy a seguir pasándomelo en grande. Porque ya sabéis: si tú me dices LES, lo dejo todo.
Saludetes,
Carlos