Esta semana he visto con los críos (y mi Santa Esposa) de nuevo La Comunidad del Anillo. Película que, junta Harry Potter y la Piedra Filosofal, inauguraron un milenio (ambas se estrenaron en 2001) en el que la fantasía salió de las bibliotecas y los centros de cálculo y tomó por asalto la cultura popular. Los frikis hemos terminado dominando el mundo :D. Las pelis de Marvel y Juego de Tronos vinieron después, pero la obra basada en El Señor de los Anillos fue pionera.
Recuerdo cuando, aún en la Universidad, me comentaron que Peter Jackson iba a dirigir una saga basada en la obra de Tolkien. Mi primer pensamiento fue "¿el director de Tu madre se ha comido a mi perro? Bueno, lo creeré cuando lo vea". Y, como casi siempre que intento predecir el futuro, me tuve que comer mis palabras. Ñam, ñam, mmmm, ¡qué sabrosas!
Hace un par de años ya les conté a los niños El Hobbit en forma de narración antes de irse a dormir, y poco después les puse la película. Sí, digo "la" película porque no les puse las tres pelis, sino una versión recortada de tres horas y media que me encontré por Internet y que funde las tres pelis y quita todo lo que no salga en el libro original. Los niños creo que lo disfrutaron bastante, aunque yo siempre les decía cosas como "¿os acordáis de que Bardo mata al dragón de un flechazo? Aquí usan una catapulta porque claro, han hecho tan grande a Smaug...". Pero vamos, creo que disfrutaron mucho tanto del libro como de la película.
No les puse en ese momento las tres películas de El Señor de los Anillos porque creo que es una narración mucho menos tipo "cuento de hadas" que El Hobbit
. Hace un par de años creo que, sobre todo el pequeño, aún no estaban preparados para disfrutar de la peli. El otro día decidimos que ya sí lo estaban, y nos revisionamos la primera película.Tengo que decir sin género de dudas que es la que más me gusta de las tres. Sigo opinando que, probablemente, porque es la que más se parece a los libros originales. Las siguientes películas fueron introduciendo cambios que se basaban en modificaciones que habían sucedido en películas anteriores que pocas veces me parecieron del todo acertados. En cualquier caso, os comento mis impresiones de esta película que vi hace casi, snif, dos décadas:
- La banda sonora enamora: en serio, mira que a lo largo de los años he oído muchas veces la banda sonora con los cascos en el curro, pero verla de nuevo interpretada a lo largo de las escenas es bastante impresionante. La música cuando Aragorn y Arwen están en Rivendel es maravillosa, la acción en Moria, el pesar de la Compañía después de la muerte de Gandalf... vamos, que es una banda sonora increíble. Yo siempre he dicho que no tengo oído para la música, así que puede que alguien me diga que en realidad es una castaña. Eso no va a evitar que me siga gustando :).
- El encargado del casting fue un genio: creo que la primera vez que me dije a mí mismo que la película iba a molar fue cuando vi en el trailer a la Compañía abandonando a cámara lenta Rivendel. Ese Gandalf en primer lugar, los hobbits, Legolas y Gimli... yo los vi y me dije a mí mismo que, por lo menos en la elección de actores que pegaran con los personajes, los encargados habían acertado. Recuerdo también que pensé que el personaje de Aragorn igual no era todo lo señorial que debía, pero Viggo Mortensen nos terminó enamorando a todos en este papel y ahora no me puedo imaginar a nadie más adecuado. Lo que hace el carisma de un actor. Visualmente la película funciona a tantísimos niveles. Creo que en esta primera película los decorados y los actores encajaron como un guante con mi visión de la Tierra Media.
- El Boromir de la peli es más simpático que el de los libros: no, en serio, Sean Bean hizo un grandísimo papel como el guerrero noble pero tentado por el Anillo. Supongo que es por pequeños detalles como que se le vea entrenar a los hobbits, o que hable con Aragorn sobre su preocupación por la caída de su ciudad o por mil y un detalles que me llevan a verlo como una figura trágica, que se pierde por razones nobles y también por el poder del Anillo. La tentación de usar el poder para solucionar los problemas. En los libros, su figura no se me hace tan simpática como en la película, y este es un ejemplo de personaje que para mí gana en su adaptación a las películas (su hermano, en cambio, no; pero eso es un comentario para otra entrada).
- Toda la parte de Moria es maravillosa: la maravillosa puerta escondida, tan fiel al dibujo del libro; el ataque del guardián de las profundidades; la sensación de claustrofobia cuando se quedan atrapados en la entrada, Gandalf enciende una tenue luz y dice que tienen cuatro días de viaje; la charla de Gandalf a Frodo sobre que no se apresure a arrebatar una vida; la pelea en la Tumba de Balin (y la frase "¡tienen un Troll de las Cavernas!"); la escena con la escalera (que no está en el libro) en la que estás todo el rato pensando, se caen, se caen; la aparición del Balrog; la muerte de Gandalf; la Compañía destrozada después de escapar sin el Mago... en fin, toda esa parte me parece brutal, inspiradora, maravillosa. Para mí es la parte central de la película y una de las más potentes.
- Lo de Galadriel podría haber sido más sutil: a ver, hay quien ha dicho que, leída la parte en la que Galadriel se ve tentada por el Anillo, la escena no está tan mal. Pero lo malo es que Galadriel en la película realmente parece una villana de cuento, y cuando se pone llena de poder y le cambia la voz... no sé, creo que una muestra más sutil de su poder habría sido mucho más efectiva. No es que la escena esté mal, pero para mí es un poco exagerada. A veces, menos es más.
- Me molan más los orcos con maquillaje que los digitales: cuando ves a los actores vestidos de orcos corriendo por los bosques y enfrentándose a la Compañía, o el combate entre Aragorn y el capitán de los Uruk-hai, hay una sensación de verosimilitud, de que esa gente es real, que se pierde en posteriores películas (sobre todo en las de el Hobbit) cuando los mismos orcos están generados por ordenador. No me parecen reales. Arriba el maquillaje creativo.
- Sigue siendo una pasada: si cuando me leí los libros originalmente (hace tres décadas) me hubieran dicho que algún día se rodarían estas películas y que la gente llamaría a partir de entonces Légolas a los arqueros y Orcos a los tipos feos, no me lo hubiera creído. Porque cuando yo tenía 14 años, pensaba que era una labor imposible de llevar a término, que el texto era demasiado grande y que visualmente había que crear unos decorados y unos seres que no estaban al alcance de la industria del cine. Pero resulta que los efectos especiales mejoraron increíblemente y que el equipo creativo liderado por Peter Jackson consiguió la labor titánica de sacar todo adelante. Con sus fallos, qué duda cabe, pero también con ambición, con coraje y con mucha potra. El resultado final no es perfecto, pero es sobresaliente. Y todo empezó con esta película.
Así pues, me ha encantado, años después. Tengo ganas de ver el resto de nuevo :D.
Saludetes,
Carlos