Decimosegunda entrada del Desafío de los 30 Días. La tarea de hoy es pensar en Un juego de mesa que debería tener juego de rol.
Curiosa pregunta. He jugado a unos cuantos juegos de mesa a lo largo de mi vida, pero no me considero en modo alguno un experto. Los expertos nacionales están escribiendo reseñas en La BSK. Como se comenta en la cabecera de este blog, no se puede ser friki de todo (aunque haya que intentarlo).
Por otro lado, ¿tiene sentido convertir un juego de mesa en un juego de rol? ¿Qué se gana con ello? Y aún más importante, ¿qué se pierde? Un juego de mesa por lo general tiene unos objetivos fijos, unas reglas menos dadas a la improvisación que los juegos de rol, y componentes más chulos (si ignoramos el tema de figuritas aplicadas a los juegos de rol). Los juegos de mesa y los juegos de rol son formas lúdicas distintas, con objetivos distintos. Yo espero de un juego de mesa un desafío intelectual, un poco de azar, una experiencia que se juegue en unas cuantas horas (sé que hay excepciones), etc., mientras que de un juego de rol espero una experiencia más inmersiva en el rol de un personaje, que se pueda prolongar en sucesivos días de juego (sé que hay excepciones), etc. Con esto quiero decir que lo que no veo es la necesidad de convertir un juego de mesa en un juego de rol, porque al hacer esta conversión, probablemente perdería justo aquello que me gustaba del juego de mesa, su experiencia de juego.
Supongo en tal caso que lo que se pregunta realmente es por un juego de mesa que tenga una ambientación chula, tan chula que, como jugadores de rol, pensemos "¡qué lástima que esto no sea un juego de rol, porque entonces sí que sería la caña!". En tal caso, ante la pregunta de "¿Qué juego de mesa tiene una ambientación que te gustaría convertir en un juego de rol?", me atrevería a decir que...
Twilight Imperium
. Este fue el primer juego de mesa que la editorial Fantasy Flight Games publicó en su nueva y exitosa etapa, cuando la calidad de sus diseños y componentes dio un salto espectacular. Yo me lo compré en cuanto salió en inglés, porque tenía la primera edición del juego y me encantaba, y lo cierto es que no salí decepcionado. A lo largo de los años he jugado mucho menos de lo que me hubiera gustado, sobre todo porque una partida de la tercera edición de Twilight Imperium es una experiencia maratoniana que se te lleva fácilmente más de 6 horas de juego. Pero también es muy satisfactoria, porque en este juego de conquista espacial hay exploración, gestión de recursos, guerra, espionaje, política, comercio... ¡de todo!
Lo peor del caso es que ya tiene un juego de rol. Lo malo es que es muy malo :D. No he tenido el placer (o la desgracia) de leerlo, aunque sí llegué a ojearlo una vez en una tienda friki, así que en realidad mi opinión está basada en las reseñas que he leído al respecto. Y aún no he encontrado una que lo ponga bien (por ejemplo, en la reseña de la Marca del Este). El juego de rol se publicó después de la segunda edición y antes de la tercera, en un momento en el que Fantasy Flight Games aún no tenía la capacidad de crear juegos como "Warhammer RPG tercera edición" o los nuevos juegos de Star Wars como "Al Filo del Imperio". Es decir, se adelantó a su tiempo. Salió demasiado pronto, cuando aún la editorial no tenía la experiencie y el poderío de ahora mismo.
Lo cual es una auténtica lástima, porque el universo de Twilight Imperium tiene un sabor muy especial. En la ambientación por defecto se supone que en el pasado no muy lejano existía un Imperio dominado desde el mundo capital de Mecatol Rex por los Lazax, la raza imperial. Después de una serie de guerras, el imperio se derrumbó y se formaron estados independientes. El juego de tablero está basado en la lucha entre varios de estos estados por rehacer el imperio (obteniendo Puntos de Victoria de distintas maneras).
El caso es que esto serviría muy fácilmente para crear una ambientación muy chula para un juego de rol, una que estuviera enfocada a un tipo especial de partidas: la Guerra Fría Interestelar. Porque algo que es muy real en el juego de tablero es que la guerra es costosa, y que muchas veces cuando dos contrincantes se ponen a darse de tortas, el que se aprovecha de ello es un tercero que pasaba por allí :D. Así que al final muchas veces termina creándose un estado de guerra fría en el que se apelotonan grandes ejércitos en las fronteras, hay pequeñas escaramuzas, pero pocos se deciden a dar un golpe definitivo por miedo a perderlo todo. Y mientras tanto, se van consiguiendo Puntos de Victoria aquí y allá construyendo cosas, conquistando planetas específicos o cumpliendo objetivos secretos. Casi siempre las tortas comienzan cuando alguien conquista Mecatol Rex, el planeta imperial que se encuentra en el centro del tablero, y el resto deciden que no pueden dejar ese planeta en manos de nadie, porque da mucha influencia política y además, es necesario para cumplir muchos objetivos secretos o públicos.
¿Por qué esto estaría bien como ambientación de un juego de rol? ¡Porque lo tiene todo, caramba! ¿No os imaginais a vuestros personajes como líderes de una de las razas en lucha, enviando comandos a misiones secretas, almirantes a conquistar un planeta perdido, o diplomáticos a intrigar en Mecatol Rex? Y mientras tanto, recibiendo informes del otro lado del sector que nos convencen de que un aliado se ha convertido en enemigo, o de que se ha descubierto a supervivientes de la raza imperial que nos podrían dar acceso a secretos antigos.
Un juego de rol así sería algo muy parecido al Gran Juego que mantenían las potencias occidentales antes de la Primera Guerra Mundial, pero en el espacio, y la verdad es que a mí me gustaría jugarlo. Ya sé que puedo hacerlo usando Cacería de Bichos, Exo o GURPS, y de hecho, ¡ahora tengo muchas ganas de montar algo así! :D. Pero también sería la caña que me lo dieran todo un poco hecho y FFG se marcara un juego de rol de esos que se montan ellos últimamente, con una presentación de lujo ;). Pero supongo que teniendo como tienen las líneas de rol de "Star Wars" y de "Warhammer 40K", otro juego de rol de ciencia ficción no entra dentro de sus planes. Pero oye, ¡soñar es gratis! :D
Saludetes,
Carlos