Seguimos adelante con las respuestas al reto de los 31 días que yo voy a hacer en 31 semanas, como mínimo. La pregunta de hoy es «juego favorito que nunca llegaste a jugar». Es, de hecho, una muy buena pregunta. Porque después de acumular cientos y cientos de libros en mis estanterías roleras y de acercarme cada día más a los cincuenta tacos (tendré que actualizar la descripción del blog cuando suceda), es ya evidente que no voy a poder jugar todo lo que tengo. Bueno, si me lo propusiera, entiendo que podría llegar a jugar una partida de cada uno de mis juegos, pero yo diría que es una posibilidad remota.
Muchos de los juegos que tengo los he disfrutado mucho simplemente leyéndolos. Sé que es algo que muchas veces se discute en los mentideros roleros habituales (si es que siguen existiendo lugares así). Los hay que opinan que si un juego no se juega lo que hay que hacer es venderlo, regalarlo o deshacerte de algún modo de él porque no está cumpliendo su función: jugarse. Los juegos de rol son juegos y eso es para lo que se pensaron, para jugar. Hay otras personas que opinan, sin embargo, que los juegos de rol son libros y que se puede encontrar en ellos un placer similar al de la lectura de narrativa, ensayo o cualquier otro género literario.
En ese sentido, creo que es importante hacer énfasis en que los juegos de rol inicialmente se publicaban dentro de su caja, con material extra además de los libros, aunque solo fueran dados, lápices y hojas de personaje. Los suplementos y aventuras poco a poco se fueron publicando en forma de libritos ya que su extensión, por lo general mucho más reducida que los libros principales, no justificaba el coste de publicarlos dentro de una caja. A lo largo de los años esto fue cambiando y a día de hoy el formato más habitual es el de un libro más o menos grande, normalmente en tapa dura y a todo color si estamos hablando de libros básicos, y en distintos formatos más ligeros cuando se trata de suplementos más pequeños y aventuras. Aun así, la existencia cada vez más común de cajas de inicio como las de RuneQuest y La Llamada de Cthulhu apuntan a un cierto cambio en este formato.
Pero, como es habitual en mí, estoy divagando. Los juegos de rol se pueden disfrutar únicamente como lectura (muchos de ellos son enciclopedias divertidas) pero incluso habiéndome leído libros muy tochos por el puro placer de hacerlo, creo que todos los aficionados a los juegos de rol tenemos siempre en mente la esperanza de poder jugar lo que leemos.
Hace muchos años (más de dieciséis, de hecho) comenté que había diez campañas que me gustaría dirigir. Es decir, una serie de aventuras entrelazadas que le sacaran el jugo a un juego de rol concreto. Supongo que podríamos repasarlas para ver cuáles llegué a jugar y cuáles no. Dieciséis años son años suficientes como para haber encontrado un hueco para hacerlo, ¿verdad? (spoiler: no).
- La Gran Campaña de Pendragón. Pues esta la conseguí :D. De hecho, la jugué entera, entre finales de 2006 y principios de 2008. Fue una de las campañas más divertidas que he jugado jamás. Siempre pienso que sería divertido volver a jugarla, y ahora que está a punto de salir la sexta edición del juego, no descarto hacerlo de nuevo. Creo que ahora la jugaría de un modo un poco distinto, porque tengo más experiencia y porque esta vez no me apresuraría para jugar el final antes de que me naciera un hijo xD. Pendragón sigue siendo uno de mis juegos favoritos, y hasta me atrevería a decir que es el que más me gusta (combinado con la Gran Campaña), pero bueno, este no es un juego favorito que no haya jugado, sino todo lo contrario; llegué a conocer muy bien el juego.
- Tomb of the Bull King. La Tumba del Rey Toro no solo la terminé de escribir sino que mi hermano la tradujo al español y la llegué a dirigir entera con mi grupo de juego, para comprobar que era posible pasársela con una banda de aguerrido aventureros. Mazes & Minotaurs me parece un juego perfecto para iniciarse en este mundillo, y la Tumba del Rey Toro es una de mis obras preferidas. Aunque claro, he escrito tan pocas cosas que tampoco hay tanto donde elegir xD. Hace un tiempo pensé en adaptar la aventura al sistema Mythras e incluso obtuve permiso para ello por parte de las partes implicadas. Pero luego se me cruzaron bastantes cosas en mi vida y dejé el proyecto aparcado. En cualquier caso, Mazes & Minotaurs también lo jugué, así que tampoco cuenta como juego favorito al que no llegué a dirigir.
- Spirit of Ravenloft. Esta era una partida de Ravenloft que usaría las reglas de FATE adaptando unas cuantas aventuras clásicas de Ravelonft pero ambientándolas en el mundo real (usando Transilvania en lugar de Barovia, Nueva Orleans en lugar de Souragne, etc.). Hace mucho tiempo jugué una de esas aventuras clásicas (Night of the Walking Dead) usando una version simplificada de RuneQuest, con personajes pregenerados, y nos lo pasamos realmente bien. De hecho, esa partida fue el germen de mi idea de dirigir algo como Spirit of Ravenloft, porque por aquel entonces buscaba un sistema más simple para jugar esas partidas y pensaba que FATE podía ser ese sistema. Con el paso de los años, Spirit of Ravenloft nunca llegué a dirigirlo, y ni siquiera lo planeé demasiado. Pero sí que usé FATE para dirigir la Campaña del Guardián Oscuro de Star Wars. Lo cierto es que fue una campaña divertida, pero me llevó a la conclusión de que FATE no me gustaba mucho. Con el paso de los años me he reencontrado sentimentalmente con FATE, sobre todo gracias a haber participado en una partida como jugador y haber podido ver cómo lo dirige alguien que sí que controla el sistema ;). No creo que llegue a jugar nunca esta campaña, la verdad. Y si lo hago, creo que a estas alturas de la vida no usaría FATE. Así que FATE tampoco es uno de mis juegos favoritos que nunca jugué (porque sí lo hice).
- La Liberación de Pavis. Esta es una campaña ambientada en Glorantha que utilizaría como aventuras las de los módulos River of Cradles, Pavis & Big Rubble y, sobre todo, los Pavis & Big Rubble Companions creados por Ian Thompson. Durante unos años busqué estos libros y conseguí, gracias a la ayuda de un primo mío que conoce bastante bien eBay, conseguirlos todos. La mala noticia es que mi idea era jugarlos con HeroQuest, pero terminó resultando que HeroQuest pudo conmigo. En teoría, era un sistema que servía mucho mejor que RuneQuest para reflejar el mundo de Glorantha. Y también era un sistema mucho más «narrativo» que RuneQuest. Pero a mí no me terminó de convencer. Lo veía demasiado abstracto y me sentía sin herramientas para evitar que todo pareciera igual. Me he reconciliado un poco con los juegos narrativos desde que juego y dirijo PbtA como Sombras Urbanas, pero lo cierto es que sigo sin tener muchas ganas de usar ese sistema. Curiosamente, creo que no soy el único, porque los dueños de Glorantha, Chaosium, también han abandonado HeroQuest. Creo que tienen la intención de publicarlo de nuevo con el nombre de QuestWorlds, pero tampoco los veo con mucha prisa por hacerlo; parece que RuneQuest al final sí les sirve para jugar en Glorantha. Y, de hecho, Ian Thompson está reeditando su material de los Companions a través de DriveThruRPG y creo que está usando de nuevo RuneQuest, en concreto, la última encarnación publicada por Chaosium. Por el momento ha sacado tres libros de su «Director's Cut» y parece que su plan es llegar a sacar diez en total (!). Creo que al final logrará hacerlo y creo que terminaré comprándomelos. Y entonces puede que juegue la campaña, aunque estoy completamente seguro de que no usaré HeroQuest. Estoy tentado de decir que usaré Mythras, que me parece mejor juego que RuneQuest Glorantha, pero a estas alturas de la vida creo que he aprendido que las buenas campañas es mejor jugarlas con el sistema para el que están pensadas.
- The Draconis Cluster. Esta era una campaña de ciencia ficción que quería crear usando GURPS 4ª edición. Tengo muchos libros de este juego y quería meter además el sistema de combate de naves espaciales de Full Thrust y otras bizarradas. GURPS terminó creando su propio sistema de naves espaciales (la serie Spaceships) y hasta sus propios libros para dirigir organizaciones, reinos o combate de masas. Pero es cierto que mi campaña nunca pasó de una idea muy general y un plano enorme de un subsector que terminé perdiendo entre mi pila de papeles. Lo cierto es que esta campaña solo era un intento de jugar algo de ciencia ficción y de sacarle partido a mi colección de libros de GURPS. Pero creo que era demasiado ambiciosa y muy vaga en sus objetivos. Y el sistema me gusta mucho, pero a un nivel puramente teórico; GURPS es elegante, tiene una tirada de resolución muy intuitiva (sacar por debajo de tu habilidad en un 3d6) pero tiene tantísimas opciones que me resulta abrumador. Al final tuve más éxito dirigiendo una pequeña campaña de Traveller usando el material de Piratas de Drinax que preparando nada de GURPS. Creo que es más que probable que nunca llegue a dirigir GURPS; con mi grupo de juego sería mucho más sencillo animarlos a reintentarlo con la campaña de Drinax.
- Freedom City. Esta campaña simplemente quería ser una campaña de superhéroes. Por aquel entonces el juego que más me llamaba la atención de ese género era Mutants & Masterminds y por eso fue el sistema que elegí. Otra opción era usar Superhéroes Inc., pero en realidad creo que simplemente quería dirigir una campaña de superhéroes y me daba un poco igual el sistema. Viéndolo con perspectiva, no puedo decir que ni Superhéroes, Inc. ni Mutants & Mastermind sean juegos que quiera jugar. Es el género el que me atrae y realmente podría jugarlo con casi cualquier juego. Por poder, podría usar incluso Destined, un juego de superhéroes basado en Mythras que no deja de ser un d100, que es un sistema que controla bien.
- La Saga Hispánica. Esta era mi idea de usar Ars Magica para jugar minicampañas que fueran del año 711 al año 1492, ambientadas en la Península Ibérica. Otra idea loca que en realidad solo quería ser una especie de Gran Campaña de Pendragón pero con magos. Es una idea loca porque creo que es imposible jugar 781 años de historia, ni aunque me tirara un par de décadas de tiempo real dirigiendo. Obviamente mi idea era más centrarme en momentos concretos, situaciones específicas a lo largo de toda esa historia. Pero ni tenía pensada la historia ni creo que Ars Magica sirva para jugar algo así. La idea es seductora, pero no creo que sea factible. Por otro lado, a Ars Magica ya jugué en su momento, y me divertí bastante, así que no es un juego favorito que no haya dirigido ya.
- La Historia Oculta del Mundo". La idea era hacer algo similar a la campaña anterior, pero usando el juego Nephilim. Esta era más factible porque el juego sí que podía usarse para jugar aventuras ocultistas a lo largo de los siglos, con los protagonistas siendo espíritus que se encarnaban en humanos e iban buscando el Agartha, una especie de iluminación. De nuevo, un gran concepto que supera en mucho mis capacidades organizativas. Aunque, en este caso, sí que podemos decir que Nephilim es un juego que he deseado dirigir desde hace mucho tiempo y nunca he llegado a poder jugar. La versión que yo tengo es la basada en el d100. Sé que en Francia se publicaron otras ediciones con un sistema distinto, pero a mí me hubiera gustado jugarlo con el sistema que conocí. Estoy bastante convencido de que no llegaré a jugar esto, porque para que me resultara divertido hacerlo tendría que crear un entramado de conspiraciones, secretos y misterios que me superan ampliamente. El Péndulo de Foucault es una de mis novelas favoritas, y el alfa y omega de los libros sobre conspiraciones esotéricas. Pero me temo que yo no soy Umberto Eco.
- Cuentos del Bosque. Este sería un juego clásico que mezclara imaginería de El Hobbit, El Vuelo de los Dragones, Simon the Sorcerer, algo de Pendragón, algo de Ars Magica... en fin, un simple juego de aventuras medievales que se perdería entre la miríada de juegos de aventuras medievales que existen hoy en día. No descarto hacerlo en algún momento, pero a estas alturas de la vida creo que es más razonable pensar que no lo voy a hacer. Porque por mucho que me guste soñar con crear mi juego de rol, lo cierto es que después de tres décadas con ello en la cabeza diría que no es lo mío.
- Héroes de Aelios. Lo mismo que Cuentos del Bosque pero ambientado en un mundo similar a la antigüedad clásica. Si no he podido hacer lo de Cuentos del Bosque, este tampoco creo que lo consiga. Como mucho, podría lograr hacer una serie de suplementos para Mythras, pero creo que sería lo máximo.
Así pues, ¿qué juegos realmente no he dirigido y me gustaría probar? Estrictamente hablando serían GURPS y Nephilim. El primero me parece muy complicado para lo que yo juego a día de hoy, y del segundo creo que me costaría encontrar un grupo de juego que realmente quisiera jugar a un juego en el que todos son espíritus buscando poder mágico.
Lo cierto es que a lo largo de los años los juegos que realmente me han interesado los he terminado llevando a la mesa de juego. No creo tener uno «favorito» que no me haya atrevido a sacar adelante. Si realmente el juego me ha parecido tan bueno como para jugarlo, he conseguido engañar a la gente suficiente como para darle una oportunidad. Y si no ha sido así, realmente creo que la razón es que he podido admirar el juego a nivel teórico pero he sabido que no me iba a funcionar en la práctica.
Hay juegos que intentaré probar en el futuro, como por ejemplo, Warhammer, pero sobre todo porque hay campañas que me apetece probar, como la de El Enemigo Interior, del que ya parece que solo me quedan por comprar dos libros, gracias a Devir. Me sucede lo mismo con cosas como Dracula Dossier, que es una campaña que creo que por sí misma justifica el comprar Agentes de la Noche y jugarlo. Pero ahí ya entramos en el tema de las campañas legendarias, del que ya hemos hablado en varias ocasiones.
Por concluir, yo diría que sí que puede ocurrir que tengamos muchas ganas de probar un juego y no solo en una aventura corta sino en modo campaña, y no lo logremos. Tanto porque no dirijamos habitualmente y tengamos que jugar a lo que nos ofrecen como porque se nos «interpongan» otras partidas que también queremos jugar y les demos prioridad sobre otros. Pero quiero creer que si realmente un juego es uno de nuestros «favoritos», lo vamos a terminar llevando a la mesa de un modo u otro. Porque, además, dudo mucho que un juego pueda ser nuestro preferido sin haberlo llegado a jugar nunca.
Saludetes,
Carlos
P.D.: Atendiendo a criterios de accesibilidad web, a partir de este momento no justificaré el texto en las entradas de este blog.