Continuamos la aventura donde la dejamos, con el pequeño ejército dejando el castillo de la Condesa después de haber pasado la noche.
Cuarto día - Caballeros y Elfos
Esme, la ex-aprendiz de la Condesa, le dice a los personajes que los Orcos han firmado un pacto con el Espíritu del Bosque, un poderoso Duende que no les dejará pasar al norte. Hay que encontrar su santuario y firmar un nuevo pacto con él. Desgraciadamente, Esme no sabe dónde está dicho santuario; pero sí sabe cómo llegar hasta la Corte del Príncipe Elfo del Oeste, y él puede indicarnos el camino.
Por la mañana, el grupo se encuentra a un grupo de cinco caballeros con sus escuderos, que son la escolta del Caballero Verde, que no muestra nunca su cara.
El Caballero Verde dice que no dejará pasar al ejército si no es vencido en una competición, ya sea física o de cualquier otro tipo. El recientemente ascendido General Manorrecia decide desafiar al caballero a un concurso de adivinanzas. La adivinanza del Caballero Verde es "Adivina cual es la gran criatura anterior al Diluvio. Sin manos, sin pies, sin cara. Es tan grande como el mundo pero nadie la vio, ni puede ser vista". Manorrecia no tenía ni idea, pero Gorgeld el Gnoll sí (la respuesta es "el viento") y se la transmitió mediante sus poderes a Manorrecia.
La adivinanza de Manorrecia fue la típica de "cuál es la criatura que por la mañana tiene cuatro patas, por el día dos y por la noche tres". El Caballero Verde conocía la respuesta, pero fingió no saberla porque quería unirse al ejército y luchar contra los Trasgos ;). A Gorp y a Hanford no les caía bien el Caballero Verde y el hecho de que Esme se acercara mucho al Caballero no ayudó... pero tenían seis caballeros y seis escuderos en su ejército.
Por la noche, Esme guió a los personajes (incluyendo a Hanford, al que habían soltado con la promesa de que se portaría correctamente) hasta el interior del bosque, hasta una colina con una torre derruida. Cantó un hechizo y de la torre salió un Caballero Invencible. El Caballero Invencible les dijo que tendrían que sólo podrían pasar si pasaban una prueba. Si la fallaban, uno de ellos se tendría que quedar para siempre guardando la entrada.
La prueba era la siguiente: "Podéis hacerme tres preguntas. Yo contestaré siempre 'Sí' o 'No'. Por medio de vuestras preguntas me tendréis que convencer para que os deje entrar en el Sidhe del Rey Elfo. Comenzad". El truco consistía en que la segunda pregunta fuera algo como "¿Contestarás 'Sí' a la siguiente pregunta?" y si decía "sí", preguntar algo como "¿me dejas pasar?" y si decía "no" preguntar algo como "¿me impedirás el paso?". Desgraciadamente, ninguno de los personajes sabía la respuesta, así que Hanford decidió apelar a su Espada Mágica (demoníaca) y se cortó la mano dándole sangre. La Espada le dio la respuesta, pero le comunicó que, en el futuro, se cobraría el pago por la ayuda prestada.
Dentro del Sidhe, los personajes cruzaron por muchos pasadizos, salas y estancias subterráneas. Esquivaron al León, ignoraron el oro, machacaron al Wyrm y huyeron de los fantasmas y la Dama Araña. Al fin, se encontraron con el Rey de los Elfos del Oeste.
El Rey les dijo que les diría dónde encontrar al Espíritu del Bosque a cambio de un año de la vida de Hanford, pero éste se negó ("ya estoy muy mayor"); entonces pidió un mechón del pelo del primer hijo de Gorp, pero éste también se negó ("anda, qué dices, chalado, soy muy joven para tener hijos"); al final Esme ofreció un pelo de su primogénito, pero se molestó con los personajes. El Elfo les dijo dónde encontrar al Espíritu y les dejó marchar.
Quinto día - Trolls y Ogros
Los personajes encontraron el Santuario del Espíritu del Bosque siguiendo las indicaciones del Rey Elfo. Los Trasgos habían dejado a dos Trolls (Castañazo y Garrotazo) cuidando la entrada. Pero los pobres no eran rivales para Gudel el Ogro, que los machacó sin compasión.
Dentro del Santuario, Gorgeld el Gnoll invocó al Espíritu y éste les pidió una de sus posesiones más valiosas. Gorgeld le dió una lagartija muerta, imprescindible para alguno de sus conjuros; Gorp, el broche roto de la capa que hacía invisible; Hanford le dio su palabra de honor, diciendo que era lo más valioso que tenía :D. Del resto no me acuerdo :(. El Espíritu del Bosque les permitió cruzar por sus dominios para enfrentarse a los Trasgos.
A continuación, los personajes y el ejército siguieron su camino. El Elfo Maltisses se adelantó a explorar y, entrando en una torre, fue emboscado por tres Ogros. Los Ogros decidieron comérselo pero entonces Maltisses se quitó su anillo y se reveló como Necros el Hechicero. Después lanzó un par de Rayos a los Ogros, y convenció a los Ogros de que le sirvieran. Los Ogros temen la magia, así que obedecieron (el ejército de Necros sigue creciendo). Necros volvió a tomar la forma de Maltisses el Elfo y regresó con el ejército, diciéndole a los Ogros que esperaran a que él llegara.
Cuando el ejército llegó a la torre, los Ogros se plantaron delante y comenzaron a hablar: "A ver, pequeñajos, exigimos que nos deis un peaje de... ay, madre, ¡el hechicero!"; al ver a Maltisses se acojonaron y se volvieron a la torre. El resto de jugadores se quedaron sorprendidos, pensando que los Ogros se habían asustado de Gorgeld. Rodearon la torre y siguieron camino, mientras el jugador de Maltisses se lamentó de haber perdido a los Ogros, que podrían haber sido unos buenos aliados.
Casi al caer la noche, se acercó un grupo al ejército. Eran bandidos que querían unirse al ejército para luchar contra los Trasgos. Curiosamente, olían fatal y miraban siempre al frente. No parecían muy despiertos, la verdad. Pero eran 20 bandidos, así que les dijeron que claro, que se unieran al grupo.
Por la noche, Maltisses se acercó a los bandidos y habló con el líder. Descubrió que los bandidos eran en realidad Muertos Andantes que la Bruja había enviado (antes de morir) por delante para que ayudaran a Necros. Maltisses/Necros lanzó un conjuro de control y los Muertos Andantes prometieron servirle.
En este punto debería haber salido el Asesino Orco, pero el jugador de Necros se tenía que ir y quería continuar con la partida, así que ignoré el encuentro.
Sexto día - La Batalla
Por la mañana, Hanford acusó al Caballero Verde ser orgulloso y cobarde, y de estar aliado con la pequeña Bruja, Esme, para hacerles caer en una trampa. El Caballero Verde montó en cólera y casi mata a Hanford, pero aunque Gorgeld y Manorrecia trataron de apaciguarle, el resto de personajes (Gudel, Maltisses y Hanford) no lo hicieron, así que el Caballero Verde se marchó con su séquito... y con Esme. La Bruja Esme había encontrado la forma de escapar del influjo de Necros.
Cuando doblaron una promontorio, vieron un pequeño valle, y docenas de Trasgos saliendo de las cuevas y formando. Manorrecia sufrió un ataque de pánico (nadie es perfecto) y Hanford le dio dos bofetadas diciendo "tranquilízate, soldado. ¿Así es como crees que se lidera una tropa?". Manorrecia se repuso y le cedió a Hanford el mando del ejército.
El ejército de Hanford era el siguiente:
- Leñadores: 75 de entre los tres pueblos, al mando de Juan el Pequeño, Ramón el Viejo y Andoni.
- Enanos: 10 Enanos, incluyendo a su líder, el Enano Maluva.
- Bandoleros (en realidad Muertos Andantes): 20.
- Hombres de Armas de los Magos: 5, incluyendo a Manorrecia.
- Hombres de Armas de la Bruja: 9, incluyendo a Swan Tirolargo.
- Los líderes del ejército: El General Hanford, Gorp el Portador de la Espada, el Gnoll, el Ogro y el Elfo.
Por el camino habían evitado reclutar a los Bandidos de Roberto Guiscardo (por no pagarles), al Caballero Verde y su séquito (gracias al gran Hanford), a los Ogros (acojonados por Necros) y a Esme (que escapó con el Caballero Verde de Necros), lo que les ponía en cierta desventaja.
El ejército de Trasgos consistía en:
- General en carro: Un gran Trasgo montado en un Carro tirado por Lobos, con un Trasgo llevando el estandarte.
- Caballería Trasgo: O más bien, Loborería; 20 Trasgos montados en Lobos.
- Grandes Trasgos: 20 Trasgos enormes, llamados también Orcos.
- Trolls: 5 gigantescos Trolls
- Infantería con Lanzas: 50 Trasgos.
- Infantería con Espadas y Mazas50 Trasgos.
Hanford puso a los Enanos y los Hombres de Armas a la derecha, y a los leñadores a la izquierda. Los bandidos tenían arcos, así que los pusieron bajo las órdenes de Maltisses el Elfo.
Para simular la batalla pinté cuadraditos en una hoja de papel y los hice ir avanzando dependiendo de si eran infantería o caballería (que se movían al doble de velocidad). Cuando se enfrentaban dos grupos tiraba 1d10 por el grupo que luchar peor y 1d20 por el que luchara mejor, y el que sacara menos puntuación perdía unos cuantos hombres. En el caso de que hubiera un personaje jugador en la unidad, hacía un combate individual entre campeones y eso influenciaba la tirada de dados del combate de la unidad. Era simple, pero quedó muy bien.
La batalla fue dura. Ramón el Viejo murió en batalla, igual que Swan Tirolargo. Los Trolls fueron vencidos por la fuerza de Gudel y la magia de Gorgeld, y los Enanos mataron a los Orcos, sus odiados enemigos. Cada vez que un bandido moría se caía al suelo podrido; Maltisses sabía que esto era así porque en realidad eran Muertos Andantes, pero el resto del ejército pensaba que las armas de los Trasgos con los que luchaban estaban envenenadas. Finalmente, una carga de Manorrecia, Gorp y Hanford contra el general enemigo nos dio la victoria, cuando Hanford le cortó al Trasgo la cabeza con su Espada Demoníaca.
¡Victoria! ¡Victoria contra los Trasgos! Aunque a un alto precio, pues muchos leñadores y Hombres de Armas yacían muertos. Pero la amenaza de los Trasgos había sido vencida, y ahora los personajes debían seguir en solitario hacia el interior del bosque, para encontrar el perdido Corazón del Bosque. Pero eso lo contaremos en la siguiente entrada ;).
Saludetes,
Carlos
Me parece que Hanford y un poco Gorp no eran precisamente los arquetipos de héroes valientes, abnegados y dispuestos a todo. Lo de que no le daba un año de su vida es genial XD
ResponderEliminarJuzam: No, no lo eran, desde luego ;). Curiosamente, Gorp había tomado a Hanford como una especie de figura paterna (aunque no ejemplar) y siempre le apoyaba en sus decisiones, incluso en una tan desastrosa como la de prescindir del Caballero Verde.
ResponderEliminarYo con Hanford me partía, pero estaba claro que nos iba a condenar a todos a un final fatídico. Con todo y eso no nos fue del todo mal en la batalla.
ResponderEliminarCreo que al final de toda buena historia cada personaje tuvo lo que se merecía ;)
Saludetes,
Maestro: Sí, por lo menos supo poner a los Enanos frente a los Orcos ;). Podía haber ido mejor, pero no fue mal.
ResponderEliminar¿Habiendo perdido al caballero verde y sus hombres, a Esme y a los ogros?
ResponderEliminarBastante bien estuvo que lo contáramos todos :P
Por cierto, añado en la sección de los Ogros que Gorgeld animó a todo un bosque de árboles para que los ogros no pudieran salir de su torre (al más puro estilo Última Marcha de los Ents).
Saludetes,
Maestro: ¡Había olvidado lo de que Gorgeld atrapó a los Ogros en su torre! Cómo pasa el tiempo
ResponderEliminarBuenas,
ResponderEliminarBueno, por si también habías olvidado estos detalles te los comento:
- Las hogazas de pan que lanza Patxi eran hogazas de pan con miel y garbanzos (y los lanzaba a la entrada de la cueva al grito de "Ahí va, la hostia".
- Cuando Gorp se enfrenta a los hombres lobo se cernió sobre nosotros una espesa niebla mágica, que lanzó la bruja si mal no recuerdo, en medio de la niebla fue perdiendo a sus escoltas cuando fue a mear y poco a poco se fue enfrentando a los hombres lobo (creo que fue primero a 1 y luego a 2 a la vez) y con todo el tío se los cargó a los 3. La releche.
- En el sótano de la condesa del bosque había una cantidad grotesca de cadáveres de gente que había muerto engañados por la bruja, el sitio daba escalofríos (lo descubrimos Gudel y yo (Gorgeld) cuando estabamos buscando a Gorp).
Saludetes,
Es muy divertido ver cómo los PJs hacen que la historia se vuelva más real y más humana y menos épica y de cuento. El ejemplo de los héroes ante un acertijo que no saben responder es típico. :-) Suerte que Hanford tenía la espada demoníaca.
ResponderEliminarMe pregunto qué hubiera pasado si los protagonistas hubieran perdido la batalla o si Necros hubiera optado por usar a los muertos andantes para ayudar a los trasgos en la batalla.
Por cierto que la manera de resolver la batalla me parece sencilla y elegante. ¿Pero cómo funcionaron los arqueros?
Otra cosa más:
ResponderEliminar- En la corte del Rey de los Elfos, Gorgeld y Gudel se pusieron a bailar por la música mágica del lugar, cómo eran seres de los bosques pues estaban bajo el influjo de dicha música. De Maltises no recuerdo si se puso a bailar o no entró en la sala o cuando nos vio se puso a imitarnos, esa alimaña era muy lista XP
Creo que se quedó fuera con el ejército porque temía que el Rey de los Elfos le viera en su verdadera forma. Qué cabronazo...
Maestro: Gracias por los comentarios, tienes razón en todo, lo cual me recuerda porqué termino escribiendo todas las aventuras que juego en el blog; ¡si no lo hago, se me olvidan! :D
ResponderEliminarArtus: Si hubieran perdido la batalla habría hecho que se escabulleran en el último momento, sacrificando por ejemplo a Manorrecia. De este modo, habrían escapado para completar la misión, pero les quedaría un sabor amargo.
Los arqueros creo recordar que tiraban la resolución normalmente, pero si perdían no les pasaba nada. Eso sí, si llegaban al cuerpo a cuerpo, tiraban siempre el peor dado.