Siguiendo con mi intento de desengancharme un poco del móvil, he continuado leyendo por las noches libros de los de antes, de esos con páginas de papel y portadas. Después de acabarme todos los libros de Gerardo (por cierto, no doy con él; estoy buscándole por redes y preguntando a gente de la oficina, pero se ha esfumado; hasta me está preocupando un poco), me di una vueltita por mi biblioteca de la buhardilla en busca de cosas que llevaran tiempo acumulando polvo. A nadie sorprenderá saber que son unas cuantas.
Al fin me decidí por una antología de relatos de Lovecraft que compré en una caseta de libros en el pueblo en el que pasé las vacaciones en el verano de 2019. Sí, cuando aún podíamos salir por ahí de vacaciones. Es un libro gordo con los relatos más conocidos de Lovecraft, relatos que en realidad me he leído en su mayor parte (creo que el único que no me leí en su momento fueron Los sueños en la casa de la bruja). Pero hace taaanto tiempo que los leí, que en muchos casos está siendo como si los leyera por primera vez.Yo llegué a la literatura de terror de los Mitos de Cthulhu a través del juego de rol, sospecho que como muchas otras personas. Comencé a leer aventuras de La Llamada de Cthulhu en la revista Líder, me leí el juego y varios suplementos en la biblioteca municipal de Coslada y, después, cogí la balda dedicada a Lovecrat y me leí unas cuantas antologías de los Mitos de Cthulhu que incluían no solo relatos del autor de Providence, sino también obras relacionadas de otros autores del "círculo de Lovecraft" y escritores relacionados.
En su momento, confieso que hubo algunas obras que me acojonaron. Curiosamente, no en especial las de Lovecraft, sino la de otros autores. Recuerdo un relato en el que los sauces eran entidades malignas que se comían gente que me pareció muy atmosférico y un cuento corto que me dio bastante canguelo en el que el protagonista terminaba encontrando a una especie de hombre sapo deforme en una habitación, que encima salía huyendo. En ninguno de los dos casos había nada "gore" en la narración, pero era el modo en el que se iba creando una atmósfera de mal rollo lo que me atrapaba.
Os cuento un poco los relatos que me he leído hasta ahora (voy más o menos por la mitad), con una mínima reseña de mis impresiones de cada uno. Ojo, seguro que se me escapan detalles de la trama, pero el relato más recientemente publicado es de los años 40, así que habéis tenido tiempo de leerlos desde entonces ;).
- La Llamada de Cthulhu: Se podría decir que este es el relato más conocido de Lovecraft, y el que da título tanto al famoso juego de rol como a los "Mitos de Cthulhu" en su conjunto. Lo cual es curioso, porque Lovecraft hablaba de sus relatos de terror como "mis yogsothotherías", dando preponderancia a Yog Sothoth sobre Cthulhu. Realmente fue August Derleth quien acuñó el término, y el que contribuyó a que la obra de Lovecraft no cayera en el olvido. Centrándonos en el relato, he de decir que me ha sorprendido lo cortito que es. Lo recordaba más extenso, aunque es cierto que en una de las ediciones del juego de rol (creo recordar que la quinta) se incluía completamente como prólogo del juego, así que eso me tendría que haber dado una pista sobre que no era muy largo ;). En la narración, el protagonista nos va hablando de cómo fue descubriendo la existencia tanto de un ser extradimensional llamado Cthulhu como del culto milenario que le profesan ciertas sectas relacionadas con el mar por todo el mundo. Es curioso cómo en este libro no hay ni una referencia a los Profundos (de estos ya leeré en La sombra sobre Innsmouth) y se hace mucho hincapié en cómo Cthulhu se infiltra en los sueños de las personas, sobre todo de aquellas dotadas de una notable sensibilidad artística. Yo creo que el propio Lovecraft, del que he leído que tenía sueños muy vívidos, debe haber visto a su monstruo en alguna de sus pesadillas, como los pobres artistas que sufren su presencia en la narración. El autor va cogiendo relatos de aquí y de allá de diversas fuentes: un policía que desarticula una secta, el artista que tiene visiones del monstruo y, finalmente, el marinero que visita la ciudad emergida de R'lyeh y estampa un barco contra la mole de Cthulhu. Confieso que me sigue pareciendo espeluznante lo de los marineros que se caen por un ángulo que no debería estar allí y simplemente desaparecen. Ah, y aunque es evidente que estamos todos condenados a largo plazo, al final hay sectas que son desarticuladas y monstruos a los que se vence, siquiera temporalmente, en la narración. Un buen relato, imprescindible para los amantes del juego de rol (¡y cortito! ¡no hay excusa para no leerlo!)
- El caso de Charles Dexter Ward: Esta narración es más extensa que la anterior, y confieso que cuando comencé a leerlo creí que no lo había hecho antes, aunque a medida que avanzaba iba recordando ciertas cosas y me da la impresión de que sí lo conocía, aunque es probable que lo leyera hace décadas. El propio Lovecraft no estaba muy satisfecho con este relato y solo se publicó de forma póstuma. A mí, en cambio, me ha gustado bastante. Nos va contando el progresivo descenso a la locura de un joven (Charles Dexter Ward) de buena familia burguesa de Providence obsesionado con la historia antigua, que termina dando con unos papeles de un antepasado suyo que fue un brujo procedente de Salem. En realidad, la historia nos la cuenta el médico de este joven, que es el verdadero héroe que llega a entender la verdad de lo que está pasando y se enfrenta y vence al antagonista principal, el brujo Joseph Curwen. De este relato destacaría por un lado cómo el amor de Lovecraft por su ciudad de origen, Providence, se ve reflejado en los paseos que el joven Charles da por sus calles, descritas de forma idílica por el autor. Me ha gustado también la correspondencia que se intercambian los brujos entre sí, hablando de sus experimentos, y la imagen de estos experimentos fallidos encerrados en sus pozos durante décadas, es bastante inquietante. Esta es una historia que no termina del todo bien para Charles, pero en la que el doctor sí que logra imponerse a los malvados. Es, al fin, la historia de una investigación, con sus puntito de magia. ¡Ah! Bonus para este relato por el hecho de que existe en él una referencia a Randolph Carter y al mundo de los sueños.
- El horror de Dunwich: Otro relato no demasiado extenso, y bastante famoso también dentro del corpus de Lovecraft. La historia de los brujos Whateley de la región maldita de Dunwich, lo que invocaron y cómo trataron de acabar con el mundo. Siempre me llamó la atención de este relato cómo el principal antagonista termina asesinado por un simple chucho; y es que al final muchos de los sectarios y brujos de los relatos de Lovecraft son en realidad gente bastante patética, nada de seres invulnerables con multitud de hechizos peligrosos. La peligrosidad suele venir de los seres que invocan o de su maldad intrínseca. Y el horror que termina provocando la muerte de algunos habitantes de Dunwich es ese tipo de ser monstruoso del que, ojo, no recordaba que era invisible a los ojos humanos la mayor parte del tiempo. Los héroes del relato son un grupo de profesores de la ficticia universidad de Miskatonic de la también ficticia ciudad de Arkham, que consiguen expulsar a base de hechizos a la monstruosidad que da título al relato. Un clásico también, con sus poblaciones degeneradas, sus brujos malignos y sus libros malditos.
Por el momento estoy disfrutando mucho de la lectura de estos relatos. Me quedan aún unos cuantos, incluyendo mi preferido, el de La búsqueda en sueños de la ignota Kadath que la verdad es que me leí hace poco, pero me apetece releer. Como le dije una vez a mi suegro cuando me preguntó que si me estaba leyendo otra vez El Hobbit, ¿merece la pena un libro que no tengas ganas de releer de vez en cuando? ;).
Saludetes,
Carlos
A mí me gustaban la de La Sombra Sobre Insmouth y Las Ratas del Cementerio.
ResponderEliminarLas Ratas no están en la antología que me estoy leyendo pero la Sombra sí, así que esa la comentaré en una próxima entrada.
Eliminaraqui te vienen casi todos los relatos en un formato muy atractivo:
ResponderEliminarhttps://www.tebeosfera.com/colecciones/cthulhu_2004_sinsentido_-los_mitos-.html
Ah, no es el primer tebeo del que tengo noticia dedicado a Lovecraft. Gracias por la sugerencia.
EliminarShsh
ResponderEliminar¿Eso es un susurro?
EliminarLos sueños en la casa de la bruja, lo leí hace poco y me gustó muchísimo. Creo que no te defraudará cuando llegues a él. Yo tengo la edición en dos volúmenes de Valdemar Gótica, no aptos para leer en la cama, me temo.
ResponderEliminarEstupendo, estupendo. Pues resulta que es el último relato, pero ya llegaré xD.
EliminarEste libro también es bastante gordo, la verdad, pero bueno, me apaño como puedo :D
Aproveché el confinamiento para leer la obra completa de Lovecraft (y su biografía y algo de Chambers) y me encantó. Había leído algunas cosas pero, a pesar de que todo lo del ciclo onírico no me gusta mucho, sus relatos más conocidos y otros que descubrí me parecen una genialidad y transmiten una atmosfera de terror que, al menos en mí como lector, pocos autores han conseguido.
ResponderEliminarLa verdad es que yo estoy disfrutando mucho de esta relectura. Me acabé el otro día En las montañas de la locura y ahora estoy terminando La Sombra sobre Innsmouth, de los que ya os comentaré algo en una próxima entrada, y sí, me parecen relatos muy disfrutables. ¡No te gusta el Ciclo Onírico! Bueno, he de decir que de esos relatos el que más me gusta es el de Kadath, mientras que los de la puerta de plata y otros de Randolph Carter me gustan ya un poquito menos. Pero la Búsqueda Onírica de la Perdida Kadath es uno de mis relatos de fantasía preferidos.
EliminarEl de Dunwich siempre se me hace bola, igual que los ¿dos? de las Tierras del Sueño.
ResponderEliminar¡Si el de Dunwich es cortito! No da tiempo a hacerse bola ;).
EliminarY en esta antología solo hay uno dedicado a las Tierras de Sueño, el de Randolph Carter y su búsqueda de Kadath (el de Sueños en la Casa de la Bruja no tiene nada que ver con las Tierras del Sueño, en contra de lo que pudiera parecer por el título).