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27 octubre 2024

Lidiando con estanterías abarrotadas

Ya os dije hace unas semanas que Mundos Inconclusos era uno de mis blogs roleros preferidos. Aparte de que escriba muy bien, somos espíritus afines en muchas de nuestras apreciaciones sobre el mundillo del rol, y hace un par de días escribió una de esas entradas que podría haber escrito yo (no sé si tan bien, pero sin duda, con la mismas sensaciones): Espacio menguante. En esta entrada, el Cronista nos habla de cómo cada vez compra menos juegos de rol, y se refugia en una o dos colecciones que son cercanas a su corazón y su forma de jugar, salpimentadas con algunas cosillas extra que llaman su atención. Os invito a que leáis su entrada para ver en detalle su argumentación, pero destaco especialmente esta frase: «Se me va agotando el espacio físico, pero creo que también el mental».

El espacio físico, aunque parezca banal, es algo importante. Cuando empiezas en esto y tienes un par de juegos de rol, estos entran en cualquier sitio, y no te haces a la idea de que puede llegar un momento en el que no tengas espacio para más libros. Yo ahora tengo una casa lo suficientemente grande como para poder poner tres estanterías del Ikea una al lado de otra y llenarlas con mis cosas (ver Reorganizando la estantería rolera, y su segunda parte). Pero he vivido en casas más pequeñas donde no podía disponer de tanto espacio, e incluso ahora ya no tengo paredes sin ocupar en las que pueda meter más libros. Como dije en su momento, tendré que esperar a que se me independice uno de mis retoños para convertir su habitación en un despachito/biblioteca de padre cincuentón :D.

Conozco gente que tiene acumulados libros en cajas y guardados en un trastero. Si no hay otro remedio, pues entiendo que se haga así, pero para mí es una pena, porque yo soy de los que se acerca por las tardes a las estanterías, saca un libro, lee unos párrafos o, simplemente, me deleito admirando sus lomos y cubiertas, como el que ve animales de la sabana en los documentales de La 2 xD.

Vaya por delante que entiendo que esto que cuento le pueda sonar extraño a muchas personas. No todo aficionado a los juegos de rol llega a acumular tantos libros que no tiene ni dónde ponerlos. Hay gente que incluso no tiene libros de rol en casa, ya sea porque siempre participa como jugador en las campañas dirigidas por otras personas o porque pertenece a un club de rol donde tienen el material que utiliza. Sospecho, sin embargo, que casi todos los aficionados terminan acumulando una pequeña ludoteca, del mismo modo que casi todos tenemos una estantería con algunos cómics, algunos juegos de tablero, etc. El frikismo ocupa lugar.

Cuando somos chavales y empezamos en esto (creo que casi todos comenzamos de jóvenes), no disponemos de tanta pasta como para comprar y comprar. Pero, si no dejas la afición o externalizas tu colección en un club o similar, es casi inevitable que, con el tiempo, acumules material. Respeto y admiro a aquellos que hacen un ejercicio de contención y dejan de comprar cuando aún tienen una única estantería del Ikea, pero yo he tenido que llenar más. También llevo 35 años en la afición, claro. En un momento dado vendí muchos libros, incluyendo colecciones bastante respetables de Mago y Vampiro (la primera sin haber jugado más que una partida y la segunda sin haberme leído ni una cuarta parte de los libros comprados).

En cualquier caso, creo que todos llegamos en un momento u otro a nuestro límite. O bien se nos acaban las estanterías o bien decidimos que, aunque haya sitio, la colección no necesita crecer más. El universo es infinito, pero el espacio dedicado a rol en nuestras casas no lo es.

Con todo lo que esto supone de límites al crecimiento, creo que es realmente más importante el límite al espacio mental, como bien dice Cronista.

Creo que quien más quien menos tiene su juego preferido. O su familia de juegos preferidos. Cronista menciona Aventuras en la Marca del Este y Mythras, y yo siempre he dicho que RuneQuest y Pendragón son mis favoritos, con juegos de la OSR, Ars Magica y Traveller ocupando su espacio en mi ludoteca y en mi mente ;). En España también hay mucho aficionado a La Llamada de Cthulhu, a juegos de Mundo de Tinieblas y a Savage Worlds, junto a entusiastas de la OSR y de juegos tipo FATE, PBTA y Forged in the Dark que en ocasiones están inexplicablemente opuestos los unos a los otros :D. Nota al margen: ayer estuve hablando con Roberto Alhambra sobre guiones cinematrográficos e historias de aventuras o de personajes, y tendré que hablar en el futuro sobre ello y su similitud con la dicotomía entre juegos de rol clásicos y «storygames». Pero no nos desviemos.

Tanto si eres muy fan de algunas colecciones como si picoteas en varias familias de juegos, creo que es inevitable que llegues a cansarte de acumular libros. Aquí veo varias modos de lidiar con esta situación:

  • El que se convierte en coleccionista: Creo que el ejemplo más paradigmático de este tipo de rolero es el de Tristan Oberon, del blog Susurros desde la oscuridad. Estoy seguro de que habrá gente en el planeta que tendrá más libros y material relacionados con La Llamada de Cthulhu, pero no creo que sean muchas personas. Hace unos meses publicó un par de entradas con las joyas de la corona de su colección y eran cosas muy pocos comunes: libros de reglas en ediciones de lujo y firmadas por los autores, primeras ediciones de aventuras muy raras, etc. Yo no soy tan aficionado a tener diversos libros de reglas de ediciones pasadas, por ejemplo, y es poco común que me compre algo en español que ya tenga en inglés (y viceversa), pero no se puede negar que este tipo de aficionado existe. Se puede disfrutar del rol coleccionando libros, aunque es cierto que para ello es conveniente tirar a colecciones que permitan eso, porque haya una buena cantidad de libros. En ese sentido, sospecho que Dungeons & Dragons, Mundo de Tinieblas, Traveller o La Llamada de Cthulhu se prestan especialmente a ello, porque se han publicado cientos de libros. Sospecho que en este caso de gran especialización es más normal que te termines centrando en una única colección.
  • El que completa colecciones de tamaño asumible: Yo tengo casi todo lo que se ha publicado de El Anillo Único en español, pero de la primera edición. Confieso que me gustó mucho el juego, porque para mí fue el primero que realmente consiguió plasmar el tono de las historias de Tolkien. Solo he logrado jugar una pequeña campaña, y fue a través de foro, por Comunidad Umbría. Pero no me arrepiento de tener la colección, porque me parece una gozada simplemente por leerla. Me faltan dos libros (Bree y Juramentos de la Marca de los Jinetes) y como recientemente los han saldado a un precio ridículo, han volado de todas las tiendas. Es posible que no los llegue a tener, pero puedo vivir sin ellos, porque al final no me interesaban excesivamente. Pero es muy común que algunas colecciones las tengamos en todo o en parte porque nos gustan ya sea por su ambientación, porque sea una edición bonita o por mil y unas razones. Y son colecciones limitadas. Es muy posible que D&D, La Llamada de Cthulhu y otros juegos se sigan publicando dentro de varias décadas, pero hay otras colecciones más limitads que tienen el encanto de que pueden completarse, y eso hace que mucha gente quiera completarlas. A mí me sucedió con Aquelarre en su momento, y me ha pasado con Ars Magica o Pendragón.
  • El que se compra la unidad mínima disfrutable de un juego: Creo que existen juegos de los que puedes comprar una cantidad limitada y muy específica de libros y conseguir disfrutar de él de forma máxima. Por ejemplo, de Pendragón, en su cuarta edición, se podía disfrutar perfectamente con el libro básico y la Gran Campaña de Pendragón. Si añadías Book of Battles, Book of Armies y Book of Knights and Ladies, perfecto, perfecto. Me atrevería a meter Book of the Manor o Book of the State, pero realmente con el básico y la gran campaña era suficiente. En Warhammer me atrevería a recomendar el básico y la campaña de El Enemigo Interior, aunque en este caso estamos hablando ya de bastantes libros (la campaña original eran menos). Pero con esos libros tienen la experiencia de una campaña de fantasía oscura suficiente como apreciar el juego por completo y pasar a otra cosa. De Mutants & Mastermids valía con el básico, el Ultimate Powers y Freedom City. De Sombras Urbanas, vale con Sombras Urbanas, como con todos los PBTA. Es decir, conociendo un juego un poquito, no es realmente necesario comprarlo todo para tener la «experiencia [insertar nombre de juego]». Vaya, sería interesante hacer un listado de UMD (Unidad Mínima Disfrutable) de juegos de rol... venga, lo dejo para otra entrada xD.
  • El que se rinde de una edición a otra: En el anterior punto he mencionado Aquelarre, un juego del que tengo muchos libros. Una colección casi completa de la primera edición, muchos libros de segunda y bastantes de tercera. Sospecho, sin embargo, que no tendré muchos de la siguiente edición. Cronista comentaba en su entrada original que los cambios de ediciones le servían en muchos casos para bajarse del carro de un juego, y entiendo el sentimiento. Yo no compré Aquelarre en su momento porque lo tenía un amigo mío y era «su juego». Así que solo lo disfrutaba como jugador. Pero lo cierto es que perdí el contacto con ese amigo, pero el juego permaneció en mi mente, y durante unos años, con la primera edición descatalogada, me fui haciendo con esos libros buscando en tiendas recónditas, y me hice con una colección casi completa. Aprendí a apreciar el juego, y llegué a comprar muchos libros. Me siguen gustando mucho y considero que la tercera edición es una maravilla. Pero cuando Nosolorol anunció que publicaba una nueva edición, ni me planteé apuntarme al carro. La tercera era para mí ya el epítome de lo que se podía lograr con el juego sin convertirlo en un juego distinto, por lo que la nueva edición no me llamaba para nada. Puede que compre algún libro en el futuro, si me llama mucho la atención, pero no compraré otro básico, ni otro bestiario, ni otra revisión de libros que ya tengo. Ojo con esto, que con RuneQuest me han hecho el lío y estoy de nuevo comprando los libros que están saliendo para la última edición en inglés. Pero en este caso RuneQuest tiene la ventaja de que es uno de mis juegos fundacionales, y ahí juega con ventaja para atraparme, aunque sea en la repesca ;).
  • El que se apaña con un juego: Conozco a una persona que se compró el Dungeons & Dragons tercera edición a principios de los dos mil y juega con su hermano y un amigo a campañas que se van comprando. No se plantea comprarse nuevas ediciones del juego y sabe que tiene para jugar para siempre, de aquí a que se jubile. Mis respetos inmensos a esta persona. Javier, eres mi héroe. Pero el caso es que tiene que haber mucha más gente así, que ni lee blogs ni participa en redes sociales ni está apuntado a ningún canal de Discord o Telegram. Gente que encontró su juego, se compró sus libros y ha jugado su campaña a su ritmo año tras año y década tras década y se mea en nuestros problemas de acumulación de libros, en nuestras edades de oro y de latón y en nuestras movidas sobre si los PBTA y los juegos de rol en solitario son juegos de rol o son otra cosa. Putos cracks, os habéis pasado el juego :D.
  • El que tiene un colección de suma cero: Conozco a una persona a la que no le dejan comprarse nuevos juegos de rol si no se lee antes los que ya tiene :D. Y a otra persona que, si se compra un juego, tiene que ser porque antes ha vendido otro. Es decir, que tiene una estantería con espacio para sesenta o cien juegos y esos son los que tiene como máximo. Si entra uno es porque ha salido otro. Sinceramente, yo intento evitar ser tan estricto a la hora de comprar y vender, pero entiendo que puede ser una estrategia estupenda para no acumular sin ton ni son.
  • El que solo compra lo que juega: Otros héroes anónimos de nuestra afición. Hay gente práctica que se compra juegos para jugarlos. Lo sé, lo sé, es una locura, pero sé que este tipo de personas existen. Se compran un juego, se lo leen, quedan con los colegas y lo juegan. Y luego pillan suplementos e incorporan sus reglas a sus partidas. Y se pillan aventuras y las juegan. Increíble, alienígena, admirable; buscad el calificativo que mejor os encaje. Los más impresionantes de entre este subgrupo de roleros DE ÉLITE son aquellos que, una vez exprimido un juego de este modo, y sabiendo que no lo van a volver a jugar con su grupo, porque para qué coño pasarte de nuevo Las Máscaras de Nyarlathotep, la búsqueda del Edén de Mutant Year Zero o la campaña de Los Piratas de Drinax... venden los juegos, porque lo verdaderamente importante de un juego de rol es jugarlo, y no tener los libros en la estantería. Mis dieses para esta gente, sois admirables. No podría ser como vosotros en modo alguno, pero os admiro igualmente :D.

Al final es evidente que esta es una afición en la que se puede uno tirar años y años con un único libro básico y ser tan rolero como el que más. Probablemente, incluso más rolero que muchos, en el sentido de que puede llegar a conocer de memoria un juego y jugarlo con más frecuencia que aquellos que acumulamos enormes estanterías. La fuerza de los juegos, algo que los hace eternos, es que con un básico puedes jugar toda la vida, y el juego es siempre distinto, siempre sorprendente.

No hay un modo correcto de disfrutar de la afición. Lo importante es que disfrutes de ella del modo que más te cuadre. Si de repente notas que has llegado a un punto de saturación que hace que tu colección de libros sea más una losa sobre tu mente que un lugar bonito y confortable al que retirarte, simplemente no compres más, vende, regala, todo aquello que te sobre. O relee una colección, redescúbrela, busca por Wallapop o Todocolección los libros que te faltan. Nunca se pierde el tiempo cuando estás haciendo algo que te interesa. La vida es ir tirando, ir buscando motivaciones, ir disfrutando del momento y de cada momento. Lo bueno de nuestra afición es que es lo suficientemente grande como para que no nos aburramos nunca de ella.

Saludetes,
Carlos

P.D.: Me encanta leer entradas de los blogs de otras personas y comentarlas en mi propio blog. Este tipo de comunicación creo que es enriquecedora y nos permita sentirnos parte de una comunidad más amplia. Y el caso es que hoy venía a hablar de otra cosa, pero no pasa nada; me dejo la reflexión sobre las aventuras de niveles altos de D&D y la reseña del libro básico de RuneQuest Glorantha para dentro de unos días :D.

13 comentarios:

  1. Lo del espacio mental y físico es algo con lo que me identifico bastante últimamente. Creo que cuando se lleva mucho tiempo "consumiendo" esta afición es inevitable que lleguen momentos en los que veas que ya no puedes meter nada más en las estanterías o que te des cuenta de que no te hace falta comprar nada más para disfrutar del rol en lo que que te queda de vida. En algunos casos, es incluso habitual que pasen ambas cosas al mismo tiempo.

    Yo he sido bastante intermitente tanto con mis compras como con mi repartición del espacio mental. Durante bastante tiempo seleccionaba bastante lo que compraba, me centraba en los 2-3 juegos que eran de referencia para mí (Ars Magica, MERP por razones obvias, La Llamada de Cthulhu cuando era mínimamente manejable...). Durante mucho tiempo compré de manera bastante selectiva. Luego, después de un pequeño hiato total del rol, empecé a abrir un poco las miras, a comprar más y a intentar jugar también a cosas diferentes, y ahí el espacio en estantería se fue reduciendo considerablemente conforme entraron como tropel Savage Worlds, Torg y unos cuantos más.

    Ahora mismo estoy en una fase no muy alejada de la de Cronista: compro muy poquito y solo si es de alguna de las líneas que sigo o tengo la relativa certeza de que me va a gustar el producto. Aun así, la cosa varía de año en año, y lo que sí que intento es, al menos probar una vez en mesa los juegos nuevos que me compro. Últimamente casi lo estoy consiguiendo, aunque aún me queda alguna cosilla por probar en las estanterías.

    Evidentemente, de las cosas que he probado y me han gustado también me gustaría probar más, así que al espacio en estantería y el espacio mental, hay que añadir el otro recurso finito: el tiempo...

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    1. Creo en realidad que todos nos identificamos con la falta de espacio físico y mental. Sobre todo los que llevamos ya un tiempo en esta afición.

      Con respecto a las compras, yo también he tenido épocas de más compras y otras de menos. Entiendo que es normal, claro; hay épocas en la que se alinean los astros y salen varios libros para colecciones que te gustan y luego hay otros momentos en los que no te llama la atención casi nada.

      Lo que sí me ha pasado ha sido, por ejemplo, que cuando he estado más activo jugando una campaña concreta, no haya sentido tanto la necesidad de comprar cosas nuevas.

      Yo este año estoy comprando de forma normal. Es verdad que he pillado más librojuegos que otros años, precisamente porque ahora se están sacando obras muy buenas en ese formato. Y RuneQuest, Warhammer, algunos mecenazgos como el de Hârn... en fin, que cada mes o par de meses caen cosillas. He tenido años de comprar más y otros de comprar menos :).

      Ay, en cuanto al tiempo... pues como para todo. El tiempo pasa y no vuelve, y es cuestión nuestra el aprovecharlo lo mejor posible. Yo ahora no me quejo. Me da tiempo a hacer muchas cosas, y las que no, pues para cuando me jubile :D.

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  2. Me alegra saber que mi entrada te ha servido de estímulo para escribir esta otra. Es cierto que esta forma de interacción entre blogs me parece algo muy saludable y positivo para la afición.

    Yo he pasado por varias fases en este proceso de añadir libros a la colección, desde las ya mencionadas de ser un chaval para el que cada novedad es algo que se atesora y exprime, hasta mi condición actual de estar un poco de vuelta de todo. Incluyendo la de ser un coleccionista a la caza de algunos títulos que me faltaban para completar líneas de juegos publicados décadas atrás.

    Por cierto, también he notado eso de que cuando estoy más implicado en alguna campaña decrece mi interés por hacerme con novedades. Desde luego, para mí lo genuino, lo más esencial de esta afición nuestra, es ponerla en práctica. Todo lo demás es secundario.

    Coincido en tu apreciación sobre los perfiles que describes, sobre todo en la admiración por aquellos aficionados que saben lo que quieren y lo demás les importa un bledo. He conocido a alguno que otro así y me despiertan una gran envidia, casi tanto como la de quienes podían mantener campañas durante años y años. Esa última es una espina que me pude arrancar, pero lo de ir con un único juego y pasar del resto es superior a mis fuerzas. Igual que lo de desprenderme de manuales cuando estos ya han superado (aparentemente, que en algún caso me he llevado una sorpresa) el uso que se les podría dar. Y es que repasando la colección -también disfruto de su contemplación y de la consulta casual de algún libro- puedo asociar recuerdos concretos a muchos de estos libros, y a las circunstancias en las que me encontraba en el momento de haberlos comprado. Alcanzado ese punto, deshacerme de esos libros, por mucho que ya no los vaya a emplear jamás, sería como deshacerme de un pedacito de mí mismo (con muchos de los últimos libros que he comprado, en cambio, al no haber podido siquiera leerlos, no he vinculado nada).

    Aunque me reservo el derecho de comprar alguna novedad de vez en cuando, creo que para mí ha llegado el momento de, sobre todo, limitarme a disfrutar de lo que ya tengo y dejar que el mundo (o el mundillo) siga adelante.

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    1. Pues sí, tu entrada me ha inspirado para escribir esta mía y la verdad, era algo que hacíamos mucho más hace años, y que parece haberse perdido. En lo personal, me alegro de recuperar la costumbre :D.

      Me quedo sobre todo con tu comentario de que lo más importante de nuestra afición es practicarla. Yo cada vez que termino una sesión, me siento vigorizado por la energía que hemos desprendido todo el grupo en la sala. Obviamente, hay partidas que salen mejor y otras que salen mejor, pero rara vez la experiencia global me resulta negativa. El coleccionismo no deja de ser algo secundario.

      Yo he llegado a sentir algo de envidia también por aquellos que tienen un único juego y lo usan durante años o décadas. Casi todos aquellos de los que he oído hablar que hacen algo así son jugadores de D&D, y normalmente, de ediciones antiguas. A mí me parece que nunca podría ser uno de ellos. Me gustan demasiados juegos, y cambiar de unos a otros. Aunque suelo volver a mis juegos preferidos con frecuencia, en mi opinión es refrescante variar y ver otras perspectivas. En fin, no se puede tener todo ;).

      Gracias por comentar :).

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    2. Creo que variar de vez en cuándo es necesario para evitar encasillarte y entrar en bucle. Aunque al final acabes regresando a tu juego favorito una y otra vez ;)

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  3. Me ha gustado lo que comentas sobre la manera en que disfrutamos nuestras bibliotecas. Simplemente mirando para ellas, hojear algún libro, pasear por sus páginas sin ninguna intención en mente. Soy muy fan de ese espacio mental en el que te pierdes en algo sin preocuparse por la utilidad del tiempo.

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    1. Para mí una biblioteca es un lugar feliz. Recuerdo la primera vez que entré en la biblioteca municipal de mi pueblo, siendo niño, y la alegría que me dio pensar que podía llevarme cualquier libro a casa.

      Mi propia biblioteca, que ha ido creciendo conmigo, es un lugar feliz. Sé que solo lo es para mí, que conozco cada uno de los libros que la componen, y que el día que me muera, mi familia la venderá o, si cumplen mi última voluntad, me incinerarán en un pira con ellos, al estilo vikingo xD.

      Pero que solo sea importante para mí lo único que consigue es que la considere aún más especial ;).

      Considero, además, que nunca se pierde el tiempo cuando estás haciendo algo que te gusta. Incluyendo hojear libros, leer párrafos, admirar ilustraciones y todo lo que hacemos con nuestras colecciones.

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    2. El coleccionismo también forma parte de mi afición. Poder ojear los libros que me gustan, aunque sepa que no los voy a jugar es parte de mi disfrute.

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    3. Coincido plenamente, Karjedon :)

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  4. Cada vez veo a los roleros como dragones. Los más jóvenes se encaprichan de los objetos más brillantes y, cuanto más antiguos, más valiosos son sus tesoros. Y el día en que sean derrotados por el inevitable paso del tiempo, cómo todas esas adquisiciones serán repartidas entre sus congéneres y otros aventureros cazatesoros.

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    1. Eso nos deja en muy mal lugar... ¡los dragones siempre han sido personificaciones de la avaricia! Por lo menos espero que nos salve de caer en ese feo pecado el hecho de que nosotros, en lugar de dormirnos sobre nuestros tesoros y no dejar que ni la más pequeña copa se separe de nuestro montón de botín, lo compartimos de forma generosa con los demás, en forma de partidas para nuestros amigos y reflexiones aquí y allá sobre los juegos que amamos ;).

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  5. También está la opción digital que, por lo menos, ocupa poco. Entiendo que no es lo mismo meterte al explorador de Windows e ir abriendo PDFs como un lunático pero... ¿realmente es tan distinto?

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    1. No, realmente no es tan distinto. Coincido en que lo importante es el contenido, y que encima son mucho más sencillos de almacenar. Si tengo muchos libros de rol en físico, no quiero ni puedo contar los que tendré en PDF...

      Pero esto no quita de que aquellos libros que tengo en físico ocupen un lugar más especial que los PDF en mi corazón. Y, sobre todo, en mi casa :D.

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